Una persona agredecida a Dios sera una persona cercana a Él.
La gratitud es como ese hilo invisible que te conecta a Dios, que no te permite separarte de Él, que te impulsa una y otra vez a venir ante Dios y recordar, que en Él somos lo que somos, y que por Él tenemos lo que tenemos, es como ese resorte en nuestro corazon que nos hace siempre mirar hacia arriba y ver de donde vienen las buenas dadivas.
La gratitud es como ese hilo invisible que te conecta a Dios, que no te permite separarte de Él, que te impulsa una y otra vez a venir ante Dios y recordar, que en Él somos lo que somos, y que por Él tenemos lo que tenemos, es como ese resorte en nuestro corazon que nos hace siempre mirar hacia arriba y ver de donde vienen las buenas dadivas.