Cierto, por supuesto, el Señor Jesucristo gobierna su iglesia primeramente por medio de su apóstol Pedro (Mt 16:17-19) hasta el día de hoy, hasta el fin de los tiempos, y el Papa es su sucesor.
El apóstol Pedro ya murió, además su ministerio fue encomendado a los judío, en tanto Pablo fue a los gentiles, el primero el evangelio del Reino, profetizado desde que Natán se lo dijo a David, y el segundo, el evangelio de la gracia de Dios (Hech.20:24, revelado a Pablo por el mismo Señor Jesucristo, donde no se nos presenta un Rey, ni un Cetro, ni un Templo, ni un Reino, sino a Cristo y a este crucificado.
El engaño al que te somete el romanismo católico, tiene que ver con la eliminación del Espíritu Santo como legítimo Sucesor de Cristo.
Los hombres que administran los intereses de Cristo en su asamblea son puesto po él, lee y aplica:
Hch 20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
La Iglesia del Señor no tiene reinas del cielo, altares a los santos, santa ceniza, agua bendita, no bautiza bebés, esto lo hace el catolicismo romano.
Los obispos o ancianos, o pastores, de la Iglesia de Cristo, tienen como objetivo del Espíritu Santo la doctrina apóstolica por la cual el apóstol sufría dolores de parto, hasta que Cristo fuese formado en nosotros, aquí está el texto:
Gál_4:19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,
Y si Cristo está en nosotros siendo formado, jamás le contemplamos de rodillas ante estatuas de yeso o de cemento, o rindiendo culto a la reina del cielo.
Tiene que ubicarse Eddy Gonzalez, usted está en el lugar equivocado.
Sus obispos no son nuestros obispos.
La guía del Espíritu Santo no se negocia por el magisterio católico, porque se pierde el alma.