-----------------------------------------------
Salud y bendición en la paz de Cristo.
Pues TENDRÍAS que VERLO... pues QUIÉN PRETENDE SENTARSE en el TEMPLO de DIOS y HACERSE ADORAR como SI FUESE DIOS... ES un HOMBRE en SINGULAR... el HOMBRE de PECADO o INICUO de 2 Tesalonicenses 2:3-4 "... TANTO QUE SE SIENTA en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios".
Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
Yo no interpreto "literalmente" aquí (un hombre físico sentándose en un trono físico). Yo leo esto así. Pongo todo el pasaje:
2 Tes 2:3-4 BTX:
¡Nadie os engañe en ninguna manera!, porque no sucederá sin que antes venga la apostasía, y sea manifestado el hombre de iniquidad, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que es llamado Dios u objeto de adoración, hasta el punto que se sienta en el santuario de Dios, proclamando que él mismo es Dios.
Fíjate cómo aquí llama al "inicuo" de otra forma. Le llama "hijo de perdición" y "hombre de iniquidad". Y justo después lo llama "misterio de la iniquidad". Es decir, es un "misterio", no un "hombre literal". Si hubiera sido "hombre físico literal", Pablo no le hubiera puesto la etiqueta de "misterio" (pues ya estaría revelado... "va a ser un ser humano que se va a sentar en el Templo de los judíos en Jerusalén" (por ejemplo)). Así que nos está definiendo cómo él veía este "misterio" en su espíritu, y le da varios epítetos: "inicuo", "hijo de perdición", "hombre de iniquidad".
Yo creo que la propia Biblia da testimonio de este misterio desde el principio de los tiempos. Babel es un ejemplo de este misterio. Nabuconodosor y su estatua es una revelación de este misterio. Herodes (el que acabó muerto por gusanos) también lo fue. Algunos emperadores romanos, el propio papa romano y la jerarquía carnal de las "iglesias" también son una revelación de este misterio. Yo he conocido a algunos que, en lo que algunos denominan iglesia, "se han sentado en el trono de Dios haciéndose pasar por Dios". Lo he vivido personalmente. No me lo han contado. Por supuesto, no le daban estas palabras, pero después se vio que era esto precisamente lo que estaba sucediendo en esa congregación.
El mundo ahora mismo está inmerso en una carrera desenfrenada cuesta abajo para ver cómo sentarse "en el trono de Dios, sustituyendo a Dios". Creo que el nuevo orden que viene será la última revelación de esto, y precisamente lo que Pablo está enseñando en 2 Tes 2:3-4. Nunca antes en la historia de los hombres ha habido lugar para una "mente mundial inicua" como a día de hoy. No creo que el coronavirus sea el detonante, pero sí será un catalizador para que esta mente "fluya" y haga sus "operaciones" como nunca antes.
Amor,
Ibero