Re: LA DOCTRINA DEL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA
Todo tu aporte esta correcto, excepto lo de los mil años. Esta escrito que el "dia del Señor" vendrá. Un "día" es como "mil años" para el Señor (2 Pedro 3:8). Cuando leemos que "el tiempo no sera mal" debemos de entender que aquí es cuando el reino de Dios viene a la tierra y somos transformados. En el cuerpo spiritual, "el tiempo no sera más" porque sera un cuerpo incorruptible y eterno, sin que sea afectado por el tiempo. En el reino de Dios no existe el tiempo, por eso "mil años" es como "un día" para el Señor.
Si habrá un reino milenial aquí en la tierra y empezará cuando Cristo regrese por segunda vez a TRANSFORMARNOS. Eso es lo que "seremos arrebatados EN NUBES y EN AIRE" significa. Seremos TRANSFORMADOS a la FINAL TROMPETA, que en el griego, significa la mas ultima (No puede ni habra "otra" trompeta despues de siete años aqui, ese es el gravisimo error de los escapistas, como tu bien lo has señalado)
Bendiciones. Sigue defendiendo la verdad y desenmascarando a estos escapistas mentirosos.
Luis Alberto42
Saludos Luis Alberto en el nombre de Jesús.
En el texto de
2 Pedro 3 :8 el apóstol Pedro exhorta a sus hermanos amados a no ser como los burladores del (
ver. 5), que ignoran voluntariamente. No que Dios no distingue entre un día y mil años, sino que ni el uno ni el otro afecta sus propósitos y promesas. Hay certeza en lo que Dios dice, pase un día o mil años después de que lo diga. El hombre es de vida breve, y con prisa tiene que realizar sus proyectos, pero Dios es eterno. Por eso no se puede inferir que el paso de mucho tiempo
(ver. 4) pruebe que Dios no vaya a castigar a los impíos en la segunda venida de Cristo. El lapso de tiempo entre el decreto y su cumplimiento (
ver. 4), con Dios no es de ninguna consideración. ¡Qué esto no se nos escape!
Veamos los eventos “día del Señor” que “vendrá como ladrón en la noche”, descritos en 2 Pedro 3:10-14.
Procedamos a examinar minuciosamente los componentes señalados en el pasaje y cómo los mismos serán impactados en “el día del Señor” que “vendrá como ladrón en la noche”, es decir, en el día de su Segunda Venida.
(3:10) “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. (3:11) Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, (3:12) esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! (3:13)Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora justicia. (3:14) Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.”
Amado Luis Alberto tengo para decirle según las escrituras lo siguiente :
A. No esperamos, para después de la Segunda Venida, vivir en una tierra donde haya que
imponer la justicia con una
“vara de hierro”, donde las naciones
“serán quebradas como vaso de alfarero” (
Apocalipsis 3:26-27) y donde el Señor las pise
“en el lagar del furor y de la ira de Dios” (Apocalipsis 19:15).
B. Muy al contrario, para después de la Segunda Venida, cuando toda obra, ambiente y elemento material haya sido quemado y deshecho, esperamos una verdadera
“tierra nueva con cielos nuevos”, perfectos en todo aspecto, una nueva creación más bella que esta, elaborada en todos sus detalles para nuestro absoluto disfrute y deleite por toda la eternidad. En esta nueva creación
“MORA la JUSTICIA”. ¿Se da cuenta? ¡
”MORA”! No hace falta una
“vara de hierro” para imponerla!
“MORA la JUSTICIA” en la
“tierra nueva” proyectada en (
2 Pedro 3:13), como un atributo inherente por naturaleza en las obras perfectas de Dios. “Equidad, integridad, rectitud, santidad y verdad” MORAN en la
“tierra nueva” que el Espíritu Santo anuncia por medio del apóstol Pedro, como atributos inherentes de aquel nuevo mundo perfecto en absoluto. Comparece con el texto de (
Apocalipsis 21).
C. El magnífico concepto de
“JUSTICIA” que se realza en
(2 Pedro 3:13) se opone, diametralmente, a la febril idea de una “justicia impuesta en las naciones con la vara de hierro”, idea que sostienen quienes alimentan al público con la vana y enfermiza esperanza de un “reino milenario terrenal después de la Segunda Venida de Cristo”. Aplicar
(2 Pedro 3:10-13) a referido “reino milenario” constituye un error craso de exégesis. Citar
(2 Pedro 3:10) como supuesta “prueba definitiva de que Cristo mismo, bajando a la tierra, imponga justicia en las naciones por mil años” es fallar, inexcusablemente, en el intento de sostener una interpretación teórica. La gloriosa y perfecta
“JUSTICIA” de
(2 Pedro 3:10) no es promesa para el Milenio. No hay tal promesa para el Milenio en las Sagradas Escrituras. La promesa de tan absoluta
“justicia” es para la
“tierra nueva” que Dios traerá después de la disolución completa del
“primer cielo y la primera tierra” (
Apocalipsis 21:1).
Conclusión a todo el asunto.
“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz” (2 Pedro 3:11-12, 14).
Perdón por extenderme tanto pero tenia que ser así para un buen entendimiento del asunto.
Bendiciones en el nombre de Jesús.