Miniyo, por más letras gigantescas que pongas, no puedes eliminar la Esperanza de la Iglesia de ser reunida con Cristo en las nubes, antes de la Gran Tribulación, evento que se haya incluido en el "Día del Señor" entendido como un largo período de tiempo que culmina con los cielos nuevos y tierra nueva.
No tengo la culpa de tu falta de interés por conocer el Programa Divino de los Siglos, el cual glorifica a Cristo.
Una interpretación de las escuelas teológicas que colocan el arrebatamiento después de la semana 70 de la profecía de Daniel, no glorifica a Cristo.
Por el contrario, lo ataca y lo presenta como un Novio cruel que no está unido a su Esposa en su carne y en sus huesos, y la deja ser objeto de la ira del anticristo.
Porque esta interpretación amañada y falsa, es generada por la confusión del remanente judío que Dios levantará en medio de la Gran Tribulación y que los neófitos confunden con la Iglesia de Cristo.
El Ministerio de los 144.000 judíos es fiel testimonio de lo que afirmamos.
En la actualidad, la nación de Israel coexiste juntamente con la Iglesia.
Pero Israel no tiene a Cristo, no tiene ningún evangelio que predicar, ninguna Comisión que cumplir.
No pueden existir dos Ministerios al mismo tiempo sobre la faz de la tierra.
Para que Dios levante a los 144.000 judíos con el ministerio de la predicación del evangelio del Reino, cuyo énfasis descansa en:
1. Un Trono.
2. Un Rey.
3. Un Reino.
Se requiere, necesariamente que el evangelio de la gracia de Dios revelado al apóstol Pablo por Cristo desde el mismo cielo, estando ya el glorificado, el cual identifica a la Iglesia, porque cualquiera que predique otro evangelio es considerado anatema, tal como aprendemos aquí:
2. Gálatas 1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado,
SEA ANATEMA.
3. Gálatas 1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido,
SEA ANATEMA.
El énfasis de la predicación del evangelio de la gracia de Dios, no descansa en un Trono, ni en un Rey, ni en un Reino...esto tiene que ver con Israel y las naciones gentiles.
¿Entonces cuál es el énfasis del evangelio de la gracia de Dios con el cual se identifica la Iglesia de Cristo?
Es este:
1 Corintios
2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
1 Corintios 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros
COSA ALGUNA sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
No pueden existir dos ministerios al mismo tiempo sobre la faz de la tierra.
Y la nación de Israel está presente.
Estos 144.000 predicarán a Cristo como Rey de Reyes que viene a establecer su Reino sobre la tierra, porque en el tiempo en el cual este Ministerio sea levantado por el Señor, será un tiempo que la misma Biblia llama "de angustia para Jacob".
Jeremías 30:7 dice, “¡Ah, cuán grande es aquel día! Tanto, que no hay otro semejante a él.”
El único período de tiempo que se ajusta a esta descripción es el período de la Tribulación.
Este tiempo es sin paralelo en la historia.
Jesús describe la Tribulación usando algunas de las mismas imágenes de Jeremías.
En
Mateo 24:6-8, Él declara que la aparición de falsos cristos, las guerras y rumores de guerras, hambrunas y terremotos son “el principio de los dolores de parto.”
Pablo también describe la Tribulación como dolores de parto.
1 Tesalonicenses 5:3 dice, “que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina,
como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.”
Este evento sigue al Arrebatamiento y al retiro de la Iglesia en 4:13-18.
En 5:9, Pablo re-enfatiza la ausencia de la Iglesia en este período de tiempo diciendo:
“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.”
La ira de la que se habla aquí es el juicio de Dios sobre el mundo incrédulo y Su disciplina de Israel durante la Tribulación.
Aparte de estas Escrituras que separan la Iglesia de Israel, no solo en su ministerio, sino también en su naturaleza, por cuanto las Escrituras encierran a Israel y las naciones como "moradores de la tierra" en cambio, a los miembros de la Iglesia se nos llama "ciudadanos celestiales" (Fil3:20), existe la doctrina de la inminencia, la cual está expuesta claramente en la Escritura, leemos:
Jua 14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Jua 14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez,
y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Este expresión "
Y OS TOMARÉ A MÍ MISMO" es sinónima del arrebatamiento de la Iglesia, leemos:
1Ts 4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Dando como resultado este mismo evento así:
"Y OS TOMARÉ A MÍ MISMO"
"SEREMOS ARREBATADOS"
El lector inteligente nota que este encuentro para trasladar a su Iglesia a la Casa de su Padre, ocurre en las nubes del cielo, leemos:
1Ts 4:17 ..."
para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor."
La seguridad de no separarnos más de la presencia del Señor es evidente espiritualmente hablando teniendo como máxima expresión las Bodas del Cordero en el mismo cielo, el cual constituye el escenario donde se haya la Casa de su Padre Dios.
El forista Miniyo, por lo visto, no conoce la Doctrina de la inminencia y confunde a Israel con la Iglesia.
Pero 1Cor.1:7, Fil.3:20-21; 1Ts.1:9-10; 4:16-17; 5:5-9; Tito 2:12; Santiago 5: 8-0; Apocalipsis 3:10; 22:17-22 son Escrituras que nos enseñan claramente la inminencia de su venida,
CONCLUSION
Es evidente que si la Doctrina de la Inminencia está respaldada por las Escrituras presentadas, entonces la Iglesia tiene que ser trasladada antes que las señales del período de la Gran Tribulación se manifiesten.
Natanael1