Hola a todos.
Estimados hermanos, aquí va la introducción y la primera parte del trabajo del Dr. Cottrell; antes de entrar en materia:
Introducción:
La interpretación tradicional de Daniel 8:14 con su santuario y su juicio investigador, que dio origen al Adventismo del Séptimo Día y es la razón de su existencia como una bien definida entidad dentro del cristianismo, ha sido objeto de más críticas y debates, por parte tanto de adventistas como de no adventistas, que todas las otras facetas de su sistema de creencias juntas. Lo mismo ocurre con respecto a la disciplina de la iglesia sobre bases doctrinales, deserciones de la iglesia, y la distracción de tiempo, atención, y recursos de la misión que el adventismo percibe como suya en el mundo.
Se ha demostrado, repetida y consistentemente, que es posible que un ministro ordenado crea que Cristo era un ser creado (y no Dios en el pleno sentido de la palabra), o que una persona puede ganarse la salvación observando fielmente los Diez Mandamientos, o que Génesis 1 no es un relato literal de la creación que tuvo lugar hace apenas seis mil años - sin ser disciplinado, y sin que tenga que devolver sus credenciales ministeriales.
Pero también se ha demostrado, repetida y consistentemente, que un ministro ordenado no puede cuestionar a sabiendas la autenticidad de la interpretación tradicional de Daniel 8:14, ni siquiera en su pensamiento, sin que se le revoquen sus credenciales ministeriales. Como se observa más abajo, en varios casos, ni siquiera medio siglo de fiel servicio a la iglesia ha sido suficiente para mitigar este resultado.
En consecuencia, es apropiado revisar el origen, la historia, y la metodología de la doctrina del santuario, examinarla sobre la base del principio de sola Scriptura y reconocidos principios exegéticos, y explorar procedimientos por medio de los cuales evitar repetir las traumáticas experiencias de la iglesia con ella en el pasado - aprender de la experiencia.
Hasta donde sea posible, este trabajo evita la terminología hermenéutica técnica, incluyendo la trasliteración de palabras hebreas usadas por los eruditos bíblicos. La trasliteración usada ha sido diseñada para permitir que las personas no familiarizadas con el hebreo bíblico aproximen la vocalización hebrea. Excepto por lo que de otro medio se menciona, las citas bíblicas dadas proceden de la Nueva Versión Standard Revisada (NRSV) [y la versión de 1960 Reina-Valera para los lectores de habla hispana -- NT].
1. Formación de la Doctrina del Santuario
Los Adventistas del Séptimo Día pioneros heredaron su identificación del año 1844 como el final de los 2300 "días" predichos en la versión King James de Daniel 8:14 según William Miller. Miller, que anteriormente había sido un escéptico jurado, se convirtió en 1816 y con el tiempo se convirtió en predicador bautista laico. Dedicó sus primeros dos años como cristiano recién nacido a estudiar la Biblia diligentemente, lo cual con el tiempo se enfocó sobre Daniel 8:14 y la conclusión de que el pasaje predecía la segunda venida de Cristo "para el año de 1843".
Según la Enciclopedia Adventista del Séptimo Día, Miller "declaró repetidamente que sus puntos de vista proféticos no eran nuevos", sino que insistía en que llegó a sus conclusiones exclusivamente por medio de su propio estudio de la Biblia y su referencia a una concordancia. En el volumen 4 de su libro La Fe Profética de Nuestros Padres, Le Roy Edwin Froom observa que Miller no fue de ninguna manera el "originador" de la idea de que los 2300 "días" eran años proféticos que terminaron en 1843, y que es "un simple hecho histórico que el origen de la idea de que los 2300 años terminaron ese año, y su amplia circulación, era por entero anterior a William Miller e independiente de él".
1 ¿Mediante qué proceso llegaron Miller, este formidable grupo de estudiantes bíblicos, y los pioneros adventistas a 1843/1844 como el final de los 2300 "días" de Daniel 8:14? Dependiendo de la traducción King James de 1611 de la Biblia (la única disponible entonces), ellos (1) identificaron su "santuario" como la iglesia en la tierra, (2) aceptaron la interpretación de la King James de erev boquer (literalmente, "tardes mañanas") como "días", (3) adoptaron el principio de "día por año" en la profecía bíblica, y por esa razón interpretaron los 2300 "días" como años proféticos, (4) consideraron las setenta "semanas" de Daniel 9:24-27 como el primer segmento de estos 2300 años,
(5) identificaron la cesación del sacrificio y la ofrenda durante la última mitad de la septuagésima de las setenta "semanas" (versículo 27) con la crucifixión de Jesús,2 (6) calculando hacia atrás desde la crucifixión, identificaron el decreto del rey persa Artajerjes Longímano en su septuagésimo año (Esdras 7), a lo cual se alude en Daniel 9:25, ubicando así el comienzo de los 2300 años en el año 457 A.C., (7) con el año 457 A.C. como su punto de partida, los hicieron terminar "aproximadamente en el año 1843", (8) adoptaron la interpretación KJV de nitsdaq (literalmente, "corregido", "restaurado") como "purificado", y (9) llegaron a la conclusión de que la purificación del santuario de Daniel 8:14 significaba la purificación de la iglesia en la tierra (y por ende de la tierra misma) por medio del fuego a la segunda venida de Cristo.
Cuando el gran chasco de octubre 22 de 1844 demostró de forma concluyente que la identificación, por parte de Miller, del "santuario" de Daniel 8:14 como la iglesia en la tierra, y la naturaleza de la purificación por medio del fuego a la segunda venida de Jesús,3 estaban erradas, los pioneros adventistas re-identificaron el "santuario" del versículo 14 como el del libro de Hebreos en el cielo,4 y su purificación como la contraparte celestial de la purificación del antiguo santuario el Día de Expiación.
5 Conservando, sin embargo, la presunta validez de octubre 22 de 1844 como el cumplimiento de Daniel 8:14 y el concepto de que implicaba el pronto regreso de su Señor, los desencantados pioneros adventistas supusieron que el tiempo de oportunidad para la humanidad había terminado realmente en aquel fatídico día, y que sólo los que esperaban el regreso de Jesús en ese tiempo eran elegibles para la vida eterna.
Se refirieron a este concepto como "la puerta cerrada" de la parábola de las diez vírgenes. 6 Pronto asociaron la teoría de la "puerta cerrada" a la idea de que el santuario de Daniel 8:14 era el santuario en el cielo, del libro de Hebreos, que "la puerta cerrada" era la "puerta" entre el lugar santo y el lugar santísimo en ese santuario, que el 22 de octubre Cristo había terminado su ministerio en el lugar santo y entrado a su ministerio como sumo sacerdote en el lugar santísimo, y se refirieron a este ministerio allí como un "juicio investigador".
Durante varios años, la "manada pequeña" de pioneros Adventistas del Séptimo Día "esparcidos" creyeron que la fase de juicio investigador del ministerio de Cristo sería muy breve (a lo mucho de cinco años),7 después de los cuales Él regresaría inmediatamente a la tierra. El acceso eventual de nuevos miembros, que no habían estado en el movimiento de 1844, a la "manada pequeña" demostró ser evidencia convincente de que la puerta de la misericordia permanecía abierta, y para principios de la década de 1850, los adventistas abandonaron el aspecto de la "puerta cerrada" de la interpretación de que Daniel 8:14 se refería al santuario en el cielo.
Esto completó la tradicional interpretación adventista de Daniel 8:14, el santuario, y el juicio investigador, que fue conocida comúnmente de allí en adelante como "la doctrina del santuario", establecida en cada declaración de creencias, más recientemente como el artículo 23 de las 27 Creencias Fundamentales adoptadas en la sesión de la Conferencia General en New Orleans en 1980.
2. Ellen G. White y la Doctrina del Santuario
El argumento final en defensa de la interpretación tradicional de Daniel 8:14 cada vez que han surgido preguntas en relación con este pasaje, ha sido la explícita afirmación de ella por parte de Ellen White. Como la presunta intérprete infalible de la Escritura, su apoyo siempre ha zanjado la controversia.
Por ejemplo, en 1888, cuarenta y cuatro años después del gran chasco del 22 de octubre de 1844, ella escribió: "El pasaje bíblico que por encima de todos los demás había sido tanto el fundamento como el sostén principal de la fe adventista, fue la declaración: 'Hasta dos mil y trescientos días; luego el santuario será purificado'".8 Dedicó un capítulo entero de The Great Controversy a defender y explicar la doctrina del santuario.9 Dieciocho años más tarde, en 1906, escribió nuevamente: "La correcta comprensión del ministerio en el santuario celestial es el fundamento de nuestra fe".
10 Para entender estas dos declaraciones en su contexto histórico, es importante recordar que ella y muchos otros que vivían en ese tiempo habían experimentado personalmente el gran chasco de octubre 22 de 1844. Sus afirmaciones sobre el chasco eran absolutamente correctas históricamente. La experiencia estaba todavía vívida en su propia mente y en las mentes de muchos otros. En ambas afirmaciones, Ellen White simplemente expresa hechos históricos; no está interpretando la Escritura.
En 1895 escribió: "Con relación a la infalibilidad, nunca la he reclamado para mí; sólo Dios es infalible".11 "La Biblia es la única regla de fe y doctrina. ... Sólo la Biblia ...[es] el fundamento de nuestra fe. ... Sólo la Biblia debe ser nuestra guía. Las Sagradas Escrituras deben ser aceptadas como la revelación autorizada e infalible de la voluntad [de Dios]. ... Debemos recibir la palabra de Dios como la autoridad suprema".
12 Podrían citarse numerosas afirmaciones similares.13 Es importante recordar que ella nunca se consideró exégeta de la Biblia. En numerosas ocasiones, cuando se le preguntó acerca de lo que sus interrogadores proponían aceptar como una interpretación autorizada e infalible de un pasaje bíblico en disputa, ella rehusó, y les dijo que fueran a la Biblia para obtener la respuesta.
Es también vital recordar que, en sus más o menos 47,00014 citas, ella usa la Biblia de dos maneras claramente diferentes: (1) para citarla cuando narra una historia bíblica en su propio contexto, y (2) para aplicar principios bíblicos en sus consejos para la iglesia en la actualidad - fuera de su contexto bíblico.
Un cuidadoso examen de las miles de citas bíblicas de Ellen White, o las alusiones a la Biblia, ponen en evidencia que sus declaraciones históricas en relación con Daniel 8:14 son históricamente exactas con respecto a la experiencia de 1844, y no una negación de lo que el pasaje significó en los tiempos de Daniel.
Podemos considerar la explicación del santuario celestial del gran chasco como una prótesis, una muleta espiritual, que permitió a "la manada pequeña" de los pioneros adventistas "dispersos por la tierra" sobrevivir al gran chasco de octubre 22 de 1844 y conservar la fe en el inminente regreso de Jesús, como les sucedió a tantos otros.
Esa explicación era lo mejor que podían tener, dado el método de textos de prueba del cual dependían por necesidad.
Con el método histórico a nuestra disposición hoy día, ya no necesitamos esa muleta y haríamos bien en guardarla en el anaquel de la historia. En nuestro testimonio del evangelio eterno hoy día, es contraproducente por igual para los adventistas bíblicamente ilustrados y los no adventistas.
Seguiremos sobre el tema.
Dios les bendiga. Saludos.
Billy Vicente