La doctrina adventista del Santuario-¿Activo o Pasivo?

Re: La doctrina adventista del Santuario-¿Activo o Pasivo?

Hola a todos.

Estimados hermanos, continuemos adentrandonos en el sorprendente y revelador relato del Dr. Cottrell, sobre la extraña doctrina adventista del Santuario:

-Mi Encuentro Personal Con la Doctrina del Santuario

La primera vez que encontré problemas, con la interpretación tradicional de Daniel 8:14 profesionalmente, fue en la primavera de 1955, durante el proceso de redactar comentarios sobre el libro de Daniel para el tomo 4 del Comentario Bíblico Adventista.

Como obra destinada a cumplir con los más precisos estándares eruditos, teníamos el propósito de que nuestro comentario reflejara el significado que obviamente se habían propuesto los escritores bíblicos. Como comentario adventista, también debía reflejar, con tanta precisión como fuese posible, lo que los adventistas creen y enseñan. Pero en Daniel 8 y 9, encontramos absolutamente imposible cumplir con estos dos requisitos.

En 1958, Review and Herald Publishing Association necesitaba nuevas placas de impresión para el libro clásico Bible Readings [Lecturas Bíblicas], y se decidió revisarlo donde fuese necesario para conformarlo con el Comentario. Volviendo al libro de Daniel, decidí intentar una vez más encontrar un modo de ser absolutamente fiel tanto a Daniel como a la interpretación tradicional adventista de 8:14, pero nuevamente encontré que era imposible.

Luego formulé seis preguntas en relación con el texto hebreo del pasaje y su contexto, las cuales presenté a cada uno de los maestros de escuela superior versados en hebreo, y a cada director de departamento de religión en todas nuestras escuelas superiores de Norteamérica -- todos ellos amigos personales míos. Sin excepción, contestaron que no existe ninguna base ni lingüística ni contextual para la interpretación tradicional adventista de Daniel 8:14.36.

Cuando los resultados de este cuestionario llamaron la atención del presidente de la Conferencia General, él y los Oficiales nombraron un supersecreto Comité Para Problemas con el Libro de Daniel, del cual yo era miembro. Reuniéndonos de modo intermitente durante cinco años (1961-1966), consideramos 48 documentos relativos a Daniel 8 y 9, y en la primavera de 1966 suspendimos las reuniones sine die, sin haber podido llegar a un consenso.

La experiencia sobre Daniel con el Comentario, que ya he mencionado, me llevó a un estudio profundo, abarcante, sin prisas, en mi tiempo libre, de Daniel 7 al 12, que continuó sin interrupción durante diecisiete años (1955-1972), en busca de una solución concluyente para el problema del santuario. Mi objetivo era estar plenamente preparado, con información bíblica definitiva y objetiva, la próxima que se suscitara la cuestión en el curso de mi ministerio a favor de la iglesia.

Entre otras cosas, memoricé, en hebreo, todas las porciones pertinentes de Daniel 8 al 12 (60 versículos) para poder recordarlas y compararlas instantáneamente, llevé a cabo exhaustivos estudios de más de 150 palabras hebreas pertinentes a través del Antiguo Testamento, palabras que Daniel usa, estudié en detalle la gramática y la sintaxis hebreas, hice un minucioso análisis de los datos contextuales, comparé las traducciones de Daniel en griego antiguo y latín, investigué los pasajes pertinentes apócrifos y en el Nuevo Testamento, seguí la pista de la interpretación judía y cristiana de Daniel desde los tiempos antiguos hasta los modernos, y efectué un estudio concienzudo de la formación, desarrollo, y subsiguiente experiencia adventista con la doctrina tradicional del santuario.

Después de un tiempo, incorporé los resultados de esta investigación en un manuscrito de 1100 páginas, que más tarde reduje a 725 páginas, pero que decidí no dar a la luz para su publicación hasta que fuese el momento apropiado.

Las consideraciones que enteceden demuestran de manera concluyente que nuestra interpretación tradicional de Daniel 8:14, el santuario, y el juicio investigador, como lo establece el Artículo 23 de las Creencias Fundamentales, no refleja con exactitud la enseñanza de la Biblia con respecto al ministerio de Cristo a nuestro favor desde su regreso al cielo.

En consecuencia, es apropiado (1) observar que, por esa razón, el Artículo 23 es defectuoso, (2) revisar el artículo para que refleje con exactitud la enseñanza bíblica sobre este aspecto del ministerio de Jesús, y (3) sugerir un proceso diseñado para proteger a la iglesia de ésta y similares experiencias traumáticas en el futuro.

Algunos de los conceptos asociados con el juicio investigador son, de hecho, bíblicos, pero la Biblia misma en ninguna parte los asocia con un juicio investigador, para el cual no hay en absoluto ninguna base de acuerdo con el principio de sola Scriptura.

Después de ascender al cielo, Jesús les aseguró a los discípulos: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mat. 28:20. El libro de Hebreos es nuestra fuente principal de información sobre su ministerio en el cielo a favor de ellos y de nosotros desde ese momento.

Sugiero que el siguiente resumen compuesto de su ministerio como está presentado en Hebreos proporciona un base apropiada para una revisión del Artículo 23 de las Creencias Fndamentales, si se desea a su debido tiempo una tal declaración.

El autor de Hebreos presenta el ministerio de Cristo en el cielo, a nuestro favor, por analogía con el papel del sumo sacerdote en el ritual del antiguo santuario: En la cruz, Jesús se ofreció a sí mismo como único sacrificio para siempre, que expió los pecados de los que se acercan a Dios por medio de él. Ese solo sacrificio le hizo digno de servir como nuestro gran Sumo Sacerdote en el cielo, para siempre. Habiendo hecho ese sacrificio, Cristo entró en el Lugar Santísimo -- "el cielo mismo" -- para estar en presencia de Dios a favor nuestro. Él nos invita a acercarnos a Él confiadamente, por fe, para alcanzar misericordia y gracia para que nos ayude en tiempo de necesidad. Pronto aparecerá por segunda vez "para traer salvación a los que le esperan".

Seguiremos sobre el tema.

Dios les bendiga. Saludos.
BILLY VICENTE
EX-ADVENTISTA
 
Re: La doctrina adventista del Santuario-¿Activo o Pasivo?

Estimado gatomarco. saludos cordiales.


Debes saber que estuvo en este foro con el nick de "Escudriñador", siguiendo la misma temática que le caracteriza en su combate en contra de la Biblia y de nuestro buen Dios, y muchos ex adventistas lo apoyaron al igual que el equivocado y maldiciente billi en otro lugar.

Ne es de extrañar tal unión.

La historia se repite:


"Su predecesor el Papa Pío XI , declaró públicamente que el haría pacto CON EL DIABLO MISMO , si conviniese a los intereses de la Iglesia." http://miderecha.blogspot.com/2007/03/carta-de-harry-truman-pio-xii.html


Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: La doctrina adventista del Santuario-¿Activo o Pasivo?

Hola a todos.

Estimados hermanos, continuemos con el finado Dr. Cottrell, en su análisis juicioso sobre la doctrina adventista del Santuario:

-Tres Métodos de Estudio Bíblico:

La interpretación tradicional adventista de Daniel 8:14 fue formulada sobre la base de lo que se conoce comúnmente como el método de textos de prueba en estudios bíblicos e interpretación, que interpreta los pasajes bíblicos en términos de lo que un lector moderno cree que significan. Este método (1) es altamente subjetivo, (2) entiende la Biblia desde la perspectiva cultural, histórica, y de historia de la salvación del lector moderno, (3) acepta la Biblia traducida como autorizada, (4) convierte en normativas las presuposiciones personales y de grupo para evaluar información y para (5) arribar a conclusiones.

Este método no requiere adiestramiento o experiencia especiales, y es seguido por una mayoría de ignorantes lectores de la Biblia. Desde el principio, la mayoría de los adventistas ha seguido este método, pero ningún erudito bíblico de reputación lo sigue en la actualidad.

Cuando Daniel 8:14 es estudiado mediante el método histórico, se vuelven evidentes unas serias fallas en la interpretación tradicional porque el método histórico (1) aspira a ser tan objetivo como sea posible, (2) se esfuerza por entender la Biblia como los varios escritores se proponían que se entendiera lo que ellos escribieron y como los lectores originales la habrían entendido desde su perspectiva cultural, histórica, y de historia de la salvación; (3) considera como normativas las palabras, las formas literarias, y las afirmaciones según su significado en el idioma original; (4) se esfuerza por evaluar la información objetivamente, y (5) basa sus conclusiones en el peso de la evidencia. Este método requiere o bien adiestramiento especial en idiomas bíblicos y la historia y el entorno de la antigüedad o bien en la dependencia de material fuente preparado por personas que tengan tal adiestramiento.

Desde más o menos 1940, la mayoría de los eruditos adventistas han seguido este método.

Desde aproximadamente 1970, un híbrido de estos dos métodos, conocido como el método histórico-gramatical , ha alcanzado popularidad limitada entre eruditos Adventistas del Séptimo Día y el pueblo laico, y apoyo principal entre los administradores de la iglesia. ¿Por qué? Este método consiste de procedimientos históricos bajo el control de presuposiciones y principios de textos de prueba, que le permiten proporcionar un aparente apoyo erudito para conclusiones tradicionales. Es altamente subjetivo, aspira a dominar y a su tiempo controlar todo el estudio de la Biblia por parte de los Adventistas, y ha controlado más o menos la política doctrinal de la Conferencia General durante los pasados treinta años.

Emulemos la sinceridad y diligencia de nuestros antepasados espirituales en su estudio de la Palabra de Dios. No tenemos ninguna razón válida para criticarles a causa de las fallas que encontramos en su manera de entender la Biblia.

Recordemos que ellos hicieron lo mejor que pudieron al estudiar la Biblia con el método de textos de prueba, el método generalmente aceptado en aquel tiempo. Ellos no tenían acceso a los manuscritos antiguos más precisos que tenemos hoy día, ni nuestro conocimiento de los idiomas hebreo y griego antiguos, ni la historia de los tiempos antiguos.

Al tomar nota de las fallas en su interpretación tradicional de Daniel 8:14, podemos sentirnos agradecidos por su dedicación, construir sobre sus esfuerzos, y ser fieles en nuestro tiempo como ellos lo fueron en el suyo, de la mejor manera que es nuestro privilegio tener.

-Cuatro Equivocaciones en la Traducción de la Versión KJV Que Indujeron a Error a los Pioneros Adventistas:

Cuatro grandes errores de traducción en Daniel 8:14 y 9:25-26 en la versión KJV, de los cuales tanto William Miller como los pioneros adventistas obviamente no tenían conocimiento, les extraviaron inadvertidamente.99
En la versión KJV, Daniel 8:14 dice: "Hasta dos mil y trescientos días; luego el santuario será purificado". Aquí y en el capítulo 9, la KJV refleja erróneamente el texto hebreo de Daniel en cuatro puntos específicos. En el texto hebreo original y en la New Revised Standard Version (NRSV) dice: "Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será restaurado a su estado legítimo".

La palabra hebrea para "días", yamim, no aparece en el texto hebreo de 8:14, que dice simplemente erev boquer, "tarde mañana". "Días" es la interpretación, no la traducción. Cuando Daniel quería decir "días", consistentemente escribía "días", yamim.

Dondequiera que aparecen las palabras erev y boquer en un contexto del santuario (como en 8:14), se refieren, sin excepción, a los servicios de culto de los sacrificios o a algún otro aspecto del santuario y sus servicios rituales.

Estos sacrificios se ofrecían tamid, "regularmente", al final de cada tarde antes de la puesta del sol, y temprano cada mañana, después de la salida del sol. Véase, por ejemplo, Éxodo 29:38-42 y Números 28:3-6. Algunas veces, erev precede a boquer en vista de la costumbre hebrea de iniciar cada día a la puesta del sol, refiriéndose erev específicamente a la luz menguante del día asociada con la puesta del sol, y boquer a la creciente luz del día asociada con la salida del sol, no a las porciones de oscuridad y de luz de un día de 24 horas.

La interpretación tradicional considera a erev boquer, "tarde mañana", un término compuesto que significa un día de 24 horas. Pero, según el versículo 26, haerev we haboquer, "la tarde y la mañana" son entidades separadas, como lo requiere el artículo definido repetido.

Tanto la pregunta del versículo 13 como la respuesta del versículo 14 se enfocan sobre el santuario y el tiempo durante el cual el continuo sacrificio (tamid) fue prohibido. En consecuencia, en el versículo 14, erev boquer debe entenderse, en un contexto de culto del santuario, específicamente con referencia al continuo sacrificio (tamid).

Nótese también que la pregunta del versículo 13, para la cual el versículo 14 es la inspirada respuesta, se refiere a por cuánto tiempo sería "pisoteado" el tamid, el "continuo sacrificio" ya mencionado en el versículo 11. En lugar de tamid en el versículo 13, sin embargo, el versículo 14 tiene la expresión erev boquer, llamando la atención, por lo tanto, al hecho de que ambos son términos sinónimos para la misma cosa, los servicios sacrificiales de tarde y mañana. En realidad, ambos términos ocurren juntos en los pasajes mencionados más arriba con respecto a los dos servicios diarios de culto.

(En 8:11 y 14, la NRSV añade - correctamente - "sacrificio" al tée;rmino "regular", tamid, en reconocimiento del hecho de que tamid se refiere a los sacrificios diarios o regulares).

La palabra tamid, "continuo (continuamente)", "diario (diariamente)" ocurre 104 veces en el Antiguo Testamento, 51 veces en relación con el ritual del santuario, 53 veces en otros contextos. Más de la mitad de las 51 ocurrencias relacionadas con el santuario se relacionan con el sacrificio continuo (32 de las 51 veces); y 19 veces con el pan de la proposición, la lámpara, la ofrenda de harina, y otros aspectos del santuario y su ritual.

La palabra hebrea nitsdaq nunca significa "purificado", como la traduce la KJV. Nitsdaq es la forma pasiva del verbo tsadaq, "estar recto", y significa "ser puesto recto", o como la traduce la NRSV, "ser restaurado a su legítimo estado". Si Daniel hubiese querido decir "purificado", habría usado la palabra taher, que sí significa "purificado" y siempre se refiere a la purificación ritual, en contraste con tsadaq, que siempre lleva la connotación de rectitud moral.

Daniel 8:14 tiene que ver con el significado del servicio de culto sacrificial, no con si se llevaba a cabo correctamente o no. Afirmaba la continuada lealtad de Israel a Dios y su compromiso con su relación de pacto con Él, al comienzo y nuevamente al final de cada día. La KJV basó su traducción de nitsdaq como "purificado" en la Vulgata latina, que dice mundabitur, y la Septuaginta griega, que dice katharisthesetai, las cuales denotan purificación ritual, reflejando probablemente la purificación ritual del templo después de que fue profanado por Antíoco IV Epífanes en el año 167 A.C., como está registrado en 1 Macabeos 4:36-54.

En la KJV, "el Mesías Príncipe" de Daniel 9:25 y el "Mesías" del versículo 26, respectivamente, constituyen una interpretación, no la traducción, del texto hebreo. El texto hebreo dice "un ungido, un príncipe" o "un príncipe ungido" en 9:25 y "un ungido" en el versículo 26. Al hacerlo, la KJV comete el doble error de: (1) traducir el hebreo indefinido como definido, y (2) identificar arbitrariamente al príncipe ungido como Cristo Jesús.

Este doble error automáticamente indujo a los pioneros adventistas a otro error, de más bulto, en el versículo 27, que consideramos más abajo.

Por supuesto, la palabra inglesa "messiah" translitera con exactitud el messias griego, que a su vez translitera la palabra hebrea mashhiach, y la palabra inglesa "Christ" traduce correctamente la palabra griega messias. Pero los traductores de la KJV no tenían ninguna razón legítima para traducir el indefinido hebreo como definido e identificar como Cristo Jesús al príncipe ungido de Daniel 9:25 y 26.

La traducción, en la KJV, de "siete semanas, y sesenta y dos semanas" de 9:25, que implicaban un total de sesenta y nueve "semanas" entre "la salida de la orden para restaurar y edificar Jerusalén" y la venida del Mesías Príncipe, falsifica bárbaramente la sintaxis hebrea del versículo 25.

La sintaxis hebrea requiere que el período de siete semanas sea el tiempo entre "la salida de la orden para restaurar y edificar Jerusalén" y el "príncipe ungido" al que se refiere, y que las "sesenta y dos semanas" se refieran a la duración de los "tiempos angustiosos" durante los cuales la "plaza" y el "muro" permanezcan levantados antes del malvado "príncipe que ha de venir" del versículo siguiente.

La NRSV traduce correctamente la sintaxis hebrea del versículo 25: "... habrá siete semanas; y por sesenta y dos semanas [Jerusalén] será reconstruida ...". El versículo 26 confirma el hecho de que las siete semanas y las sesenta y dos semanas son dos períodos de tiempo distintos, no un solo período de tiempo compuesto. El lenguaje hebreo a través del Antiguo Testamento confirma esta conclusión.

Los que formularon la interpretación adventista tradicional de Daniel 8:14 fueron inducidos a equivocación por estos cuatro errores en la KJV. Si hubiesen trabajado directamente con el texto hebreo de Daniel, o una traducción inglesa exacta, nunca habrían inventado la interpretación adventista tradicional.

Su segundo error fue adoptar la interpretación de día por año de la profecía bíblica. Ese pseudo-principio, inherente a la interpretación historicista de la profecía bíblica, fue inventado en el siglo noveno por el erudito judío Nahawendi como un dispositivo para hacer que las profecías de Daniel fuesen relevantes para su tiempo.

Posteriormente, los eruditos católicos lo adoptaron y lo usaron hasta que ciertos otros eruditos católicos, y más tarde los protestantes, basaron en él su identificación del papado como el anticristo de la profecía bíblica.

Más tarde, los católicos romanos abandonaron el principio de día por año, mientras que los protestantes lo conservaron como prueba de que Roma era "Babilonia".

Baste observar aquí que no existe base bíblica en lo absoluto para este así llamado principio.

Seguiremos sobre el tema.

BILLY VICENTE
EX-ADVENTISTA
 
Re: La doctrina adventista del Santuario-¿Activo o Pasivo?

Estimado equivocado y maldiciente billi. Saludos cordiales.


Veamos lo que dice Raymond Cottrell.

"En los años que siguieron inmediatamente a octubre 22 de 1844, la doctrina tradicional del santuario fue un importante activo para estabilizar la fe de los desengañados adventistas. En la actualidad, es un pasivo igualmente importante y un obstáculo para la fe, la confianza, y la salvación de los bíblicamente instruidos, adventistas y no adventistas por igual. Fue verdad presente después del gran chasco de octubre 22 de 1844. No es verdad presente en el año de nuestro Señor 2002. ¡¡Quod erat demonstrandum! ¡¡Lo cual debía ser probado! ”


Ya la Palabra de Dios nos advertía de las cosas que iban a suceder en estos últimos tiempos:

“Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” 1 Timoteo 4: 1

Pablo denuncia la presencia de “espíritus engañadores”, “doctrinas de demonios”, y “mentirosos”, con la conciencia cauterizada en el seno de la iglesia. Pedro también lo devela:

“Hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras y hasta negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.
Y muchos seguirán su libertinaje, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado.
Llevados por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya hace tiempo la condenación los amenaza y la perdición los espera.” 2 Pedro 2: 1-3

La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha estado siendo atacada a través de todos los tiempos. Pero sus enemigos más mortíferos no son los extremos sino los internos. Esta es la estrategia favorita de Satanás. El sabe que “Todo reino dividido contra sí mismo, queda desolado. Toda ciudad o casa dividida contra si misma no puede subsistir.” Mateo 12: 25. Por eso sus mayores intentos se centrarán en dividir el cuerpo de Cristo, la Iglesia del Señor.
“En las iglesias son frecuentes las divisiones y aun las amargas disensiones que deshonrarían cualquier colectividad mundana, porque se hace muy poco para dominar los malos sentimientos y para reprimir cada palabra de la que pueda aprovecharse Satanás. Tan pronto como hay algún motivo de discordia, el asunto es presentado delante de Satanás para que lo revise, y se dá la oportunidad de usar su sabiduría de serpiente y su habilidad para dividir y destruir la Iglesia. Hay una gran pérdida en cada disensión. Los amigos personales de ambas partes toman el bando de sus respectivos favoritos y así se amplía la brecha. No puede permanecer una casa dividida contra si misma. Se producen y multiplican los reproches y recriminaciones. Satanás y sus ángeles trabajan activamente para lograr una cosecha de la semilla así sembrada.
Contemplan esto los mundanos y se mofan exclamando: “¡Mirad como se aborrecen estos cristianos entre sí! Si eso es religión, no la queremos”. Y se ven a sí mismos y a su carácter irreligioso con gran satisfacción. Así se confirman en su impenitencia y Satanás se regocija con su éxito” (1MS, 143)

Tenemos varios casos de hombres que han sido catalogados como estrellas por su conocimiento en el movimiento adventista y que ahora los vemos fuera de él, tuvieron acceso a la verdad, pero eso no los exime de apostatar y lo han hecho: Canright, ……. Y ahora Raymond Cottrell. Nos podemos preguntar: ¿Altera la verdad el hecho de que estas personas hallan fracasado dejando el mensaje del tercer ángel y no la sigan?. ¡No!.

“¡Ay de ellos!, porque han seguido el camino de Caín, se lanzaron por lucro en el error de Balaam y perecieron en la contradicción de Coré” Judas 11

Ejemplifican esto D. M. Canrigh, R Cottrell, D. Ford, E Martínez, R. y muchos más.

Tanto Ford, como Canright, como Kellogg, E. Martínez R, Dirk Anderson y muchos otros son enemigos maquiavélicos del adventismo y están tan cegados con su odio que son incapaces de discernir cualquier disparate que se diga, pues para ellos solo cuenta la desvirtuación del adventismo, a como dé lugar y cueste lo que cueste, sin importar que eso signifique apoyar a apóstatas que no sólo enseñan cosas contra los adventistas, sino incluso contra la Biblia misma, como es el caso de Cottrell

Cottrell fue un teólogo adventista y terminó siendo un renegado. Precisamente él es uno de los autores más opositores de la fe que antes profesaba.
(¿Recuerdas a Himeneo, a Alejandro y a Fileto?).

La cita de Cottrell dice que la doctrina adventista del santuario celestial “fue verdad presente después del gran chasco del 22 de octubre de 1844”, pero que “no es verdad presente en el año de nuestro Señor 2002”. Esto no quiere decir sino una cosa: aquello que era la verdad presente en 1844, hoy es una mentira.

Esto es precisamente lo que me llama la atención. ¿Puedes explicar, cómo una doctrina puede ser la verdad en un momento, y en otro momento puede ser una falsa doctrina?

La palabra de Dios permanece para siempre (Sal. 119:89; Is. 40:8; 1 Pe. 1:25). Por eso, ¿cómo lo que es la verdad bíblica en un momento puede ser una mentira en otro?

Revisando el artículo de Cottrell, puede verse que él sugiere que aquella doctrina del santuario celestial no fue un simple antojo adventista, sino una instrucción divina intencional para consolar a su pueblo desilusionado. Él lo explica así:

"¿Será posible que la doctrina tradicional del santuario fuera una suerte de cordón umbilical espiritual que Dios permitió como medio de reavivar la esperanza adventista, pero que debería ser descartada una vez que ha cumplido con su propósito?... Es posible que Dios pasara por alto este defecto en su entendimiento de Daniel 8:14 y honrara su sinceridad, en vista del hecho de la experiencia traumática del 22 de octubre de 1844, y así tuviera el efecto de reavivar la esperanza adventista…" (Raymond F. Cottrell, The Sanctuary Doctrine – Asset or Liability?”).

Así que, según Cottrell, Dios engañó a su pueblo para consolarlo. ¡A estos niveles de blasfemia llega uno cuando intenta combatir la verdad! ¡Decir que Dios engañó a su pueblo con una falsa doctrina, y que ese engaño era un premio por la sinceridad de aquellos hermanos pioneros! Si algo está claro en la Biblia es que Dios no miente (Tito 1:2).

De hecho, es con la verdad y no con la mentira, como Dios consuela a su pueblo (Heb. 6:18). Por eso, el argumento de Cottrell, del cual tú te haces eco, no puede ser sino una mentira inspirada por el diablo, quien es en verdad del padre de toda mentira. ¡Valiente “evidencia objetiva” la que tú ofreces!

(Aporte de Giovanni Cabrera)


Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: La doctrina adventista del Santuario-¿Activo o Pasivo?

Hola a todos.

Estimados hermanos, continuemos con el finado Dr. Cottrell, en su análisis juicioso sobre la doctrina adventista del Santuario:

-Tres Métodos de Estudio Bíblico:

La interpretación tradicional adventista de Daniel 8:14 fue formulada sobre la base de lo que se conoce comúnmente como el método de textos de prueba en estudios bíblicos e interpretación, que interpreta los pasajes bíblicos en términos de lo que un lector moderno cree que significan. Este método (1) es altamente subjetivo, (2) entiende la Biblia desde la perspectiva cultural, histórica, y de historia de la salvación del lector moderno, (3) acepta la Biblia traducida como autorizada, (4) convierte en normativas las presuposiciones personales y de grupo para evaluar información y para (5) arribar a conclusiones.

Este método no requiere adiestramiento o experiencia especiales, y es seguido por una mayoría de ignorantes lectores de la Biblia. Desde el principio, la mayoría de los adventistas ha seguido este método, pero ningún erudito bíblico de reputación lo sigue en la actualidad.

Cuando Daniel 8:14 es estudiado mediante el método histórico, se vuelven evidentes unas serias fallas en la interpretación tradicional porque el método histórico (1) aspira a ser tan objetivo como sea posible, (2) se esfuerza por entender la Biblia como los varios escritores se proponían que se entendiera lo que ellos escribieron y como los lectores originales la habrían entendido desde su perspectiva cultural, histórica, y de historia de la salvación; (3) considera como normativas las palabras, las formas literarias, y las afirmaciones según su significado en el idioma original; (4) se esfuerza por evaluar la información objetivamente, y (5) basa sus conclusiones en el peso de la evidencia. Este método requiere o bien adiestramiento especial en idiomas bíblicos y la historia y el entorno de la antigüedad o bien en la dependencia de material fuente preparado por personas que tengan tal adiestramiento.

Desde más o menos 1940, la mayoría de los eruditos adventistas han seguido este método.

Desde aproximadamente 1970, un híbrido de estos dos métodos, conocido como el método histórico-gramatical , ha alcanzado popularidad limitada entre eruditos Adventistas del Séptimo Día y el pueblo laico, y apoyo principal entre los administradores de la iglesia. ¿Por qué? Este método consiste de procedimientos históricos bajo el control de presuposiciones y principios de textos de prueba, que le permiten proporcionar un aparente apoyo erudito para conclusiones tradicionales. Es altamente subjetivo, aspira a dominar y a su tiempo controlar todo el estudio de la Biblia por parte de los Adventistas, y ha controlado más o menos la política doctrinal de la Conferencia General durante los pasados treinta años.

Emulemos la sinceridad y diligencia de nuestros antepasados espirituales en su estudio de la Palabra de Dios. No tenemos ninguna razón válida para criticarles a causa de las fallas que encontramos en su manera de entender la Biblia.

Recordemos que ellos hicieron lo mejor que pudieron al estudiar la Biblia con el método de textos de prueba, el método generalmente aceptado en aquel tiempo. Ellos no tenían acceso a los manuscritos antiguos más precisos que tenemos hoy día, ni nuestro conocimiento de los idiomas hebreo y griego antiguos, ni la historia de los tiempos antiguos.

Al tomar nota de las fallas en su interpretación tradicional de Daniel 8:14, podemos sentirnos agradecidos por su dedicación, construir sobre sus esfuerzos, y ser fieles en nuestro tiempo como ellos lo fueron en el suyo, de la mejor manera que es nuestro privilegio tener.

-Cuatro Equivocaciones en la Traducción de la Versión KJV Que Indujeron a Error a los Pioneros Adventistas:

Cuatro grandes errores de traducción en Daniel 8:14 y 9:25-26 en la versión KJV, de los cuales tanto William Miller como los pioneros adventistas obviamente no tenían conocimiento, les extraviaron inadvertidamente.99
En la versión KJV, Daniel 8:14 dice: "Hasta dos mil y trescientos días; luego el santuario será purificado". Aquí y en el capítulo 9, la KJV refleja erróneamente el texto hebreo de Daniel en cuatro puntos específicos. En el texto hebreo original y en la New Revised Standard Version (NRSV) dice: "Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será restaurado a su estado legítimo".

La palabra hebrea para "días", yamim, no aparece en el texto hebreo de 8:14, que dice simplemente erev boquer, "tarde mañana". "Días" es la interpretación, no la traducción. Cuando Daniel quería decir "días", consistentemente escribía "días", yamim.

Dondequiera que aparecen las palabras erev y boquer en un contexto del santuario (como en 8:14), se refieren, sin excepción, a los servicios de culto de los sacrificios o a algún otro aspecto del santuario y sus servicios rituales.

Estos sacrificios se ofrecían tamid, "regularmente", al final de cada tarde antes de la puesta del sol, y temprano cada mañana, después de la salida del sol. Véase, por ejemplo, Éxodo 29:38-42 y Números 28:3-6. Algunas veces, erev precede a boquer en vista de la costumbre hebrea de iniciar cada día a la puesta del sol, refiriéndose erev específicamente a la luz menguante del día asociada con la puesta del sol, y boquer a la creciente luz del día asociada con la salida del sol, no a las porciones de oscuridad y de luz de un día de 24 horas.

La interpretación tradicional considera a erev boquer, "tarde mañana", un término compuesto que significa un día de 24 horas. Pero, según el versículo 26, haerev we haboquer, "la tarde y la mañana" son entidades separadas, como lo requiere el artículo definido repetido.

Tanto la pregunta del versículo 13 como la respuesta del versículo 14 se enfocan sobre el santuario y el tiempo durante el cual el continuo sacrificio (tamid) fue prohibido. En consecuencia, en el versículo 14, erev boquer debe entenderse, en un contexto de culto del santuario, específicamente con referencia al continuo sacrificio (tamid).

Nótese también que la pregunta del versículo 13, para la cual el versículo 14 es la inspirada respuesta, se refiere a por cuánto tiempo sería "pisoteado" el tamid, el "continuo sacrificio" ya mencionado en el versículo 11. En lugar de tamid en el versículo 13, sin embargo, el versículo 14 tiene la expresión erev boquer, llamando la atención, por lo tanto, al hecho de que ambos son términos sinónimos para la misma cosa, los servicios sacrificiales de tarde y mañana. En realidad, ambos términos ocurren juntos en los pasajes mencionados más arriba con respecto a los dos servicios diarios de culto.

(En 8:11 y 14, la NRSV añade - correctamente - "sacrificio" al tée;rmino "regular", tamid, en reconocimiento del hecho de que tamid se refiere a los sacrificios diarios o regulares).

La palabra tamid, "continuo (continuamente)", "diario (diariamente)" ocurre 104 veces en el Antiguo Testamento, 51 veces en relación con el ritual del santuario, 53 veces en otros contextos. Más de la mitad de las 51 ocurrencias relacionadas con el santuario se relacionan con el sacrificio continuo (32 de las 51 veces); y 19 veces con el pan de la proposición, la lámpara, la ofrenda de harina, y otros aspectos del santuario y su ritual.

La palabra hebrea nitsdaq nunca significa "purificado", como la traduce la KJV. Nitsdaq es la forma pasiva del verbo tsadaq, "estar recto", y significa "ser puesto recto", o como la traduce la NRSV, "ser restaurado a su legítimo estado". Si Daniel hubiese querido decir "purificado", habría usado la palabra taher, que sí significa "purificado" y siempre se refiere a la purificación ritual, en contraste con tsadaq, que siempre lleva la connotación de rectitud moral.

Daniel 8:14 tiene que ver con el significado del servicio de culto sacrificial, no con si se llevaba a cabo correctamente o no. Afirmaba la continuada lealtad de Israel a Dios y su compromiso con su relación de pacto con Él, al comienzo y nuevamente al final de cada día. La KJV basó su traducción de nitsdaq como "purificado" en la Vulgata latina, que dice mundabitur, y la Septuaginta griega, que dice katharisthesetai, las cuales denotan purificación ritual, reflejando probablemente la purificación ritual del templo después de que fue profanado por Antíoco IV Epífanes en el año 167 A.C., como está registrado en 1 Macabeos 4:36-54.

En la KJV, "el Mesías Príncipe" de Daniel 9:25 y el "Mesías" del versículo 26, respectivamente, constituyen una interpretación, no la traducción, del texto hebreo. El texto hebreo dice "un ungido, un príncipe" o "un príncipe ungido" en 9:25 y "un ungido" en el versículo 26. Al hacerlo, la KJV comete el doble error de: (1) traducir el hebreo indefinido como definido, y (2) identificar arbitrariamente al príncipe ungido como Cristo Jesús.

Este doble error automáticamente indujo a los pioneros adventistas a otro error, de más bulto, en el versículo 27, que consideramos más abajo.

Por supuesto, la palabra inglesa "messiah" translitera con exactitud el messias griego, que a su vez translitera la palabra hebrea mashhiach, y la palabra inglesa "Christ" traduce correctamente la palabra griega messias. Pero los traductores de la KJV no tenían ninguna razón legítima para traducir el indefinido hebreo como definido e identificar como Cristo Jesús al príncipe ungido de Daniel 9:25 y 26.

La traducción, en la KJV, de "siete semanas, y sesenta y dos semanas" de 9:25, que implicaban un total de sesenta y nueve "semanas" entre "la salida de la orden para restaurar y edificar Jerusalén" y la venida del Mesías Príncipe, falsifica bárbaramente la sintaxis hebrea del versículo 25.

La sintaxis hebrea requiere que el período de siete semanas sea el tiempo entre "la salida de la orden para restaurar y edificar Jerusalén" y el "príncipe ungido" al que se refiere, y que las "sesenta y dos semanas" se refieran a la duración de los "tiempos angustiosos" durante los cuales la "plaza" y el "muro" permanezcan levantados antes del malvado "príncipe que ha de venir" del versículo siguiente.

La NRSV traduce correctamente la sintaxis hebrea del versículo 25: "... habrá siete semanas; y por sesenta y dos semanas [Jerusalén] será reconstruida ...". El versículo 26 confirma el hecho de que las siete semanas y las sesenta y dos semanas son dos períodos de tiempo distintos, no un solo período de tiempo compuesto. El lenguaje hebreo a través del Antiguo Testamento confirma esta conclusión.

Los que formularon la interpretación adventista tradicional de Daniel 8:14 fueron inducidos a equivocación por estos cuatro errores en la KJV. Si hubiesen trabajado directamente con el texto hebreo de Daniel, o una traducción inglesa exacta, nunca habrían inventado la interpretación adventista tradicional.

Su segundo error fue adoptar la interpretación de día por año de la profecía bíblica. Ese pseudo-principio, inherente a la interpretación historicista de la profecía bíblica, fue inventado en el siglo noveno por el erudito judío Nahawendi como un dispositivo para hacer que las profecías de Daniel fuesen relevantes para su tiempo.

Posteriormente, los eruditos católicos lo adoptaron y lo usaron hasta que ciertos otros eruditos católicos, y más tarde los protestantes, basaron en él su identificación del papado como el anticristo de la profecía bíblica.

Más tarde, los católicos romanos abandonaron el principio de día por año, mientras que los protestantes lo conservaron como prueba de que Roma era "Babilonia".

Baste observar aquí que no existe base bíblica en lo absoluto para este así llamado principio.

Seguiremos sobre el tema.

BILLY VICENTE
EX-ADVENTISTA
 
Re: La doctrina adventista del Santuario-¿Activo o Pasivo?

Estimado equivocado y maldiciente billi. Saludos cordiales.

Tú dices:

En la KJV, "el Mesías Príncipe" de Daniel 9:25 y el "Mesías" del versículo 26, respectivamente, constituyen una interpretación, no la traducción, del texto hebreo. El texto hebreo dice "un ungido, un príncipe" o "un príncipe ungido" en 9:25 y "un ungido" en el versículo 26. Al hacerlo, la KJV comete el doble error de: (1) traducir el hebreo indefinido como definido, y (2) identificar arbitrariamente al príncipe ungido como Cristo Jesús.

Respondo: Veamos ahora lo que dice la versión católica de estos versículos (Sagrada Biblia)

“Sábete, pues, y nota atentamente: desde que saldrá la orden o edicto para que sea reedificada Jerusalén, hasta el Cristo príncipe, pasarán siete semanas, y setenta y dos semanas y será nuevamente edificada la plaza o ciudad y los muros en tiempo de angustia”; (esto es, después de cuatrocientos noventa años.) “Y después de las setenta y dos semanas se quitará la vida al Cristo y no será más suyo el pueblo, el cual le negará.”
“Y un pueblo con su caudillo vendrá y destruirá la ciudad y el Santuario; y su fin será la devastación; y acabada la guerra quedará establecida allí la desolación” (Daniel 9: 25,26. Sagrada Biblia)
http://mercaba.org/ARTICULOS/P/PASION%20DE%20JESUS%20TEXTOS%20SOBRE%20LA.htm


Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.