Re: La doctrina adventista del Santuario-¿Activo o Pasivo?
Hola a todos.
Estimados hermanos, veamos ahora el relato del Dr. Cottrell, sobre la "inquisición" que ha significado el sostén de esta "doctrina del santuario", a lo interno del adventismo;
3. Seis Dirigentes de la Iglesia Que Cuestionaron la Doctrina del Santuario
"Durante aproximadamente cuarenta años, la doctrina del santuario no hizo enarcar ningunas cejas conocidas ni despertó protestas. Pero, en promedio, cada quince o veinte años desde 1887, un administrador de la Iglesia o instructor bíblico experimentado, respetado, y digno de confianza ha llamado la atención de otros dirigentes de iglesia sobre ciertos defectos en la tradicional interpretación de Daniel 8:14, devolvió sus credenciales ministeriales, y, o fue desfraternizado o voluntariamente abandonó la iglesia.
¡Con una o dos posibles excepciones, ninguno de ellos habló ni enseñó acerca de sus dudas en relación con la autenticidad bíblica de la doctrina del santuario, pero fue despedido por tener tales pensamientos y compartirlos con otros dirigentes de la iglesia!. Además, ninguno de ellos era novato, sino un experimentado administrador de iglesia o instructor bíblico. Tres de ellos sirvieron fielmente a la iglesia por más de medio siglo.
Que se sepa, el primer dirigente de la iglesia en cuestionar la doctrina del santuario fue Dudley M. Canright, en 1887. Damos por descontado que podría haber tenido más tacto y sido más paciente, pero por más de veinte años sirvió a la iglesia como ministro, evangelista capaz, administrador, y algunas veces como miembro del Comité de la Conferencia General, y se había ganado el derecho a que se le escucharan sus puntos de vista en una audiencia sin prejuicios.
Pero "los hermanos" o no escucharon o no entendieron, aparentemente ambas cosas. Voluntariamente abandonó la iglesia y se convirtió en un oponente del Adventismo, tan encarnizado y efectivo como su defensor había sido antes.
Canright en seguida publicó un libro, Seventh-day Adventism Renounced [Mi Renuncia al Adventismo del Séptimo Día], para advertir a la gente de los errores del Adventismo. El libro ha sido traducido a numerosos idiomas, y todavía es usado efectivamente para advertir a la gente contra el Adventismo.
Un adventista honesto e informado que lea el libro en la actualidad tendría que reconocer que gran parte de su diatriba contra la doctrina del santuario estaba justificada, y todavía lo está.
Como Canright, Albion F. Ballenger había servido fielmente a la iglesia durante muchos años, y en 1905 era el administrador encargado de la Misión Irlandesa. Era un orador y escritor capaz, y un estudioso diligente de las Escrituras. Como Canright, Ballenger nunca había mencionado en público sus puntos de vista sobre el santuario, pero un comité de veintincinco miembros que la Conferencia General nombró para escucharle informó que Ballenger sostenía posiciones, en relación con el ministerio de Cristo en el santuario celestial, contrarias a las de la iglesia.
Él reconoció la posibilidad de que estuviese errado, y rogó que alguien le señalara en la Biblia dónde se había equivocado, pero nadie lo hizo, ni en ese tiempo ni más tarde.
La iglesia le retiró sus credenciales ministeriales y le desfraternizó por lo que creía, no por nada que hubiese dicho o hecho.
Veintincinco años más tarde, W. W. Prescott (miembro de los comités ad hoc de la Conferencia General nombrados para reunirse con los disidentes) comentó en una carta dirigida a W. A. Spicer, en aquel entonces presidente de la Conferencia General: "He esperado todos estos años que alguien le contestara adecuadamente a Ballenger, Fletcher y otros en relación con sus posiciones sobre el santuario, pero no he visto ni oído nada". Posteriormente, Ballenger explicó sus puntos de vista en el libro Cast Out for the Cross of Christ [Expulsado Por Amor A la Cruz de Cristo]. "Nadie" - se lamentó - "que no la haya experimentado puede darsse cuenta de la angustia de espíritu que abruma a aquél que, durante el estudio de la Palabra, encuentra verdades que no armonizan con lo que durante toda una vida ha creído y enseñado que es vital para la salvación de las almas".
Después de como veinte años como ministro ordenado, misionero en el extranjero, y con el tiempo, instructor bíblico en la Escuela Superior de Avondale en Australia, William W. Fletcher renunció voluntariamente al ministerio en 1930 y cortó su conexión con la iglesia, bajo presión administrativa, únicamente a causa de sus puntos de vista en relación con los errores en la interpretación tradicional de Daniel 8:14. Dos años más tarde, publicó Reasons for My Faith [Razones de Mi Fe], estableciendo sus puntos de vista sobre el santuario y el ministerio de Cristo como nuestro gran Sumo Sacerdote. Una lectura objetiva tanto de la Biblia como del libro Razones llevará a la conclusión de que la manera en que Fletcher entendía la primera era superior a la de sus críticos.
Louis R. Conradi sirvió fielmente a la iglesia durante cincuenta y dos años, gran parte del tiempo como vice-presidente de la Conferencia General para la División Central Europea. Era un ávido erudito bíblico y estudiante de historia, así como administrador capaz, y escribió extensamente. Era muy respetado por sus colegas administradores. Durante más de treinta años, aumentaron preguntas en su mente en relación con la tradicional interpretación de Daniel 8:14, preguntas que él compartió primero con unos pocos dirigentes de la iglesia en 1928 y que a su debido tiempo condujeron a una formal audiencia ante un comité ad hoc de treinta y tres miembros designados por una Conferencias General, la devolución de sus credenciales ministeriales, y su separación voluntaria de la iglesia en 1931.
Inmediatamente se unió a los Bautistas del Séptimo Día, que le suministraron credenciales ministeriales, le dieron permiso para predicar las enseñanzas Adventistas del Séptimo Día, y le hicieron su representante oficial en Europa. Hasta su muerte, Conradi expresó confianza en la integridad fundamental del Adventismo, a pesar de sus errores en la doctrina del santuario.
William W. Prescott era una persona versátil que, durante una vida de servicio para la iglesia de más de medio siglo (1885-1937), se distinguió como escritor, redactor, editor, educador, administrador, y erudito bíblico. Como Conradi, su estudio de la Biblia le condujo a un reconocimiento de serias fallas en la doctrina del santuario, las cuales, sin embargo, nunca expresó públicamente. Conservó plena confianza en la credibilidad básica del mensaje Adventista. Su único "error" ocurrió en 1934, cuando compartió sus puntos de vista con algunos de "los hermanos" de la oficina central, que se volvieron contra él. Sin embargo, a diferencia de Conradi, permaneció con la iglesia y nunca entregó sus credenciales ministeriales, sino que regresó a Washington, D. C., donde estuvo en comunidad con sus críticos y participó activamente en varias actividades de la Conferencia General.
Después de muchos años de servicio para la iglesia, Harold E. Snide enseñaba Biblia en el Southern Junior College (ahora Southern Adventist University). Adventista de tercera generación y diligente estudioso de las profecías bíblicas, encontró problemas con la interpretación tradicional de Daniel, especialmente en relación con el ministerio de Cristo tal como está establecido en el libro a los Hebreos. Fue a los dirigentes en Washington con los problemas que lo inquietaban, pero no encontró ayuda. El conflicto entre la interpretación tradicional de Daniel 8:14 y las Escrituras resultó ser una experiencia traumática que, a su debido tiempo, más o menos en 1945, le llevó a retirarse de la iglesia. Sin embargo, Snide continuó siendo un fiel adventista, y se fue a vivir con sus padres en Takoma Park, donde yo le conocí.
La experiencia de R.A. Greive fue única en que, como presidente de la Conferencia de Queensland en Australia, nunca cuestionó la doctrina del santuario. Su preocupación era alentar la experiencia de la justificación y la justicia por la fe como está presentada en los libros de Romanos y Hebreos, y su contraparte, la perfección inmaculada de Cristo Jesús. Sin embargo, los dirigentes de la iglesia en la oficina de la división le acusaron de estar en conflicto con el concepto de un juicio investigador como la purificación del santuario, al cual se refiere Daniel 8:14 y que está explicado en Hebreos 9.
Si, como escribió Pablo en Romanos 8:1, no hay "ahora, pues, ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús", ¿cómo puede el registro de esos pecados ser conservado y revisado durante el curso de un juicio investigador?, preguntaba Greive. También señaló que, según Hebreos 7:27 y 9:6-12, Cristo completó en la cruz su equivalente del ministerio en el segundo compartimiento cuando ascendió al cielo, no dieciocho siglos más tarde.
Durante su jucio, Greive aceptó ir, hasta donde se lo permitía su "conciencia bien informada", para estar en armonía con sus hermanos, pero para ellos eso no era suficiente. En 1956, le fueron retiradas sus credenciales, y se retiró de la iglesia.
¡Pensemos en el tiempo, la atención, y el costo de disciplinar a estos seis administradores y eruditos bíblicos mencionados más arriba, que han sido distraídos de la misión de la iglesia para mundo! Pensemos también en la angustia y el pesar que estas seis personas han experimentado y a menudo expresado. ¡Pensemos también en el daño que algunos de ellos han hecho a la iglesia!
4. Continúan las Bajas Causadas por la Doctrina del Santuario
Como un aeroplano que súbitamente entra en una zona de turbulencia en tiempo claro, el Dr. Desmond Ford comenzó a encontrar, en 1945, problemas exegéticos con la interpretación tradicional adventista de Daniel 8:14, el santuario, y el juicio investigador. Se propuso poner juntas todas las piezas dispares en un patrón coherente que resolviera los problemas, que fuera fiel a los confiables principios exegéticos, y que le dejaran siendo un Adventista del Séptimo Día dedicado con plena confianza en la integridad de la iglesia como auténtico testigo del evangelio eterno.
Durante los siguientes diez o quince años, Ford descubrió que algunos de sus contemporáneos, y otros antes que él, habían luchado con los mismos problemas. En su documento definitivo de 991 páginas sobre Glacier View, Daniel 8:14, el Día de Expiación, y el Juicio Investigador, Ford menciona por sus nombres a doce dirigentes adventistas con los cuales había discutido los problemas, personalmente o por correspondencia. Dedicó su discurso de master y una de sus disertaciones doctorales al tema.
Sus comentarios publicados sobre los libros de Daniel y Apocalipsis suman más de dos mil páginas. Probablemente ha dedicado al tema más estudio erudito, y escrito más extensamente sobre él, que cualquier otra persona en la historia.
Durante su larga permanencia como director del departamento de teología en el Avondale College en Australia, preparó a la mitad o más de los ministros en Australia. En el aula de clases y mediante su ejemplo personal, inspiró a miles de jóvenes para Cristo. Siempre era solicitado como orador, y miles dan testimonio de entender mejor y apreciar mejor el evangelio como resultado del testimonio de él. Su tema fue siempre - y todavía lo es - la salvación por fe en Cristo Jesús.
Ford nunca discutió en público los aspectos controversiales de la doctrina del santuario - hasta octubre 27 de 1979, como profesor de intercambio en el Pacific Union College, cuando varios miembros de la facultad le invitaron a discutir sus puntos de vista sobre la cuestión del santuario durante una reunión abierta un sábado por la tarde. Treinta y cuatro años de silencio sobre el tema seguramente reflejan una reserva pastoral y erudita dignas de encomio. La presentación en el PUC "fue positiva sobre el papel providencial de los Adventistas y Ellen White". Sin embargo, tres ministros retirados detectaron lo que percibieron como herejía, e informaron su versión de las observaciones de Ford al presidente de la junta directiva de la escuela superior.
En vista de que Ford era todavía empleado del Avondale College en Australia y que debía regresar a Avondale al final del año lectivo de 1979-1980, el presidente lógicamente refirió el asunto a la Conferencia General. En agosto de 1980, 115 prominentes administradores y eruditos bíblicos de alrededor del mundo (al costo estimado de un cuarto de millón de dólares cada administrador) fueron convocados a Glacier View 25 en Colorado, para que sirvieran como Comité Revisor del Santuario. Se les dieron instrucciones específicas de que no evaluaran las creencias de Ford con respecto a Daniel 8:14, el santuario, y el juicio investigador a la luz de la Biblia misma, sino según estas doctrinas estaban presentadas en la declaración de las 27 Creencias Fundamentales, que la iglesia ya había establecido como normativas. Varias semanas más tarde, la División Australasiática le retiró sus credenciales ministeriales.
El procedimiento en Glacier View consistió de una reafirmación de la interpretación adventista tradicional de Daniel 8:14. Pero a Ford no se le dio ninguna oportunidad para que presentara las razones para su interpretación "apotelesmática" de este pasaje, según la cual la interpretación adventista tradicional era uno de varios cumplimientos de la profecía, no el cumplimiento. Nuevamente - como siempre - la iglesia no examinó las razones para disentir de la interpretación tradicional de Daniel 8:14, y sólo la reafirmó en tono estentóreo.
En realidad, el informe de consenso votado al término de la conferencia, que había durado una semana, concordó tácitamente con Ford sobre seis principales puntos exegéticos. Más tarde, unos cuarenta eruditos bíblicos firmaron un documento conocido como la Afirmación de Atlanta, reprochándole a Neal Wilson la manera en que la iglesia había tratado a Ford durante y después de Glacier View.
En su "retiro" involuntario, Ford ha continuado proclamando el evangelio, en un ministerio que él llama "Good News Unlimited". A diferencia de Canright, Ballenger, y otros antes que él, que se enbarcaron en vendettas contra la iglesia, Ford ha continuado siendo un dedicado Adventista del Séptimo Día de corazón, y conservó su membresía en la iglesia.
Ford, que hora está retirado en su nativa Queensland, Australia, es el único superviviente de numerosos encuentros traumáticos con la interpretación tradicional de Daniel 8:14.
Desearíamos que tales encuentros con la doctrina del santuario fueran cosa del pasado. Pero una nueva generación de víctimas está repitiendo nuevamente las experiencias traumáticas de Ford. Si el pasado es alguna indicación del futuro, estas experiencias se repetirán por tiempo indefinido, a menos y hasta que la iglesia enfrente los hechos objetivamente y los maneje realística y responsablemente en armonía con el principio de sola Scriptura.
Se dice que más de 150 ministros ordenados, mayormente en Australia, devolvieron sus credenciales ministeriales como secuela del affair Ford. Cientos de laicos, la mayoría en los Estados Unidos, abandonaron la iglesia y formaron ebullentes "comunidades" como resultado de la situación.
Dale Ratzlaff era pastor de la iglesia de Watsonville en la Conferencia del Centro de California y maestro de Biblia en la cercana Academia de la Bahía de Monterrey cuando, en 1981, fue abruptamente despedido por la Conferencia por expresar la convicción, compartida por la mayoría de los cuarenta o más eruditos bíblicos en Glacier View, de que la administración había juzgado erróneamente y maltratado a Desmond Ford el año anterior. Los pastores de la iglesia de Watsonville nos invitaron al Dr. Fred Veltman, del Pacific Union College, y a mí para que nos reuniéramos con la iglesia el sábado siguiente, durante el cual tratamos de vertir petróleo sobre las agitadas aguas.
Ratzlaff abandonó la Iglesia Adventista, y vagó (tanto geográfica como ideológicamente) por varios años, después de los cuales se embarcó en lo que él llama Life Assurance Ministries, primero en Sedona y ahora en Glendale, Arizona, con el propósito de advertir a los adventistas y a otros contra la iglesia. Primero publicó una polémica contra el sábado, de 350 páginas, y en 2001, el libro La Doctrina Sectaria de los Adventistas del Séptimo Día, de 384 páginas, que él describe como "una apelación a los dirigentes ASD". En la Doctrina Sectaria, el blanco es la interpretación tradicional adventista de Daniel 8:14, la doctrina del santuario, y el juicio investigador.
En 1999, comenzó a publicar Proclamation, una publicación bimensual dedicada a advertir a los adventistas y a otros contra el adventismo. Aquí en el Oeste, la cruzada de Dale está teniendo por lo menos cierto éxito.
También edita la obra del Dr. Jerry Gladson A Theologian´s Journey From Seventh-day Adventism to Mainstream Christianity [Viaje Desde el Adventismo Hasta la Corriente Principal del Cristianismo], de 383 páginas (copyright 2001).27
El Dr. Gladson tuvo la muy considerable desgracia de servir en la facultad del Southern Adventist College (ahora Universidad). Si hubiese estado enseñando en cualquiera de las otras ocho escuelas superiores o universidades adventistas en los Estados Unidos, probablemente todavía sería ministro y maestro adventista.
Sothern funciona como una agencia de la faja del oscurantismo bíblico en el sur. Además, dependía (y todavía depende), hasta un grado considerable, de la generosidad de dedicados ultra-fundamentalistas, que insisten en que la escuela funcione bajo principios ultra-fundamentalistas.
Nuevamente, el blanco fue la doctrina tradicional del santuario y la acusación de lo que Gladson pensaba acerca de ella, no nada que hubiese enseñado en clase.
El Dr. Gerhard F. Hasel, entonces decano del Seminario Teológico Adventista, ex-estudiante y maestro de Southern, e implacable personificación del oscurantismo adventista, desempeñó un activo papel en el linchamiento del Dr. Gladson, un papel en el cual Hasel ya se había distinguido en el seminario. El director del departamento de religión de Southern, a quien le tocaba administrar el golpe de gracia, era tan cerrado de mente y tan despiadado como Torquemada, un papel en el cual ya se había distinguido como director del Instituto de Investigación Bíblica de la Conferencia General. ¿Qué oportunidad tenía Gladson de una justa evaluación y un fallo justo acerca de los cargos contra él? Finalmente, el presidente de la junta directiva de la escuela superior se distinguía bien como un oscurantista comprometido o como instrumento voluntario de la extrema derecha adventista.
Jerry Gladson no fue despedido, ni se le retiraron sus credenciales ministeriales. Continuó siendo ministro ordenado hasta que sus credenciales expiraron y no le fueron renovadas. En vez de eso, se creó una cacería de brujas, en la cual la partida resultó ser el menor de dos males. No hubo ninguna audiencia formal. Nadie trató de entender, ni le importaron a nadie, sus razones para pensar como pensaba. Los fariseos estaban en control, y eso era todo. ¡Una situación verdaderamente anómala!.
Janet Brown se hizo Adventista del Séptimo Día en 1985. Como laica, leía la Biblia ávidamente, y como tal "comenzó a notar más y más problemas e inconsistencias entre las enseñanzas ASD y la Biblia". Durante un tiempo, hizo caso omiso de estas "grietas en la armadura del adventismo", pero, "al comenzar a acumularse la evidencia", pensó que ya no podía continuar siendo "honesta consigo misma" y al mismo tiempo ser Adventista del Séptimo Día. Para ella, el juicio investigador se parece al purgatorio católico romano, por cuanto mantiene a la gente en suspenso en cuanto a su situación delante de Dios, y "no tiene sentido bíblicamente". En 1995, abandonó la Iglesia Adventista y ahora tiene una página web dedicada a oponérsele.
Don W. Silver, de Ashland, Kentucky, es otro laico que abandonó el adventismo recientemente, principalmente a causa de la doctrina del santuario, a la cual se opone vehementemente. Evidentemente bien educado, habla con fervor y lógica precisa. Su esposa, que como él, es bien educada, enseña en la cercana Universidad de Marshall, y continúa siendo fiel adventista y dirigente de la Iglesia Adventista local. Sus dos hijas crecidas han seguido a su padre en el agnosticismo.
Podrían citarse, por supuesto, otras ilustraciones contemporáneas de oposición a la doctrina del santuario y la apostasía resultante.
Conozco personalmente a otros empleados de la iglesia que han sido despedidos por la misma razón, y sé de laicos que han abandonado la iglesia, y de familias que se han disuelto como resultado de esto.
El problema del santuario todavía está con nosotros, y está tocando las vidas de sinceros Adventistas del Séptimo Día".
Seguiremos sobre el tema.
Dios les bendiga. Saludos.
Billy Vicente