Re: LA DEIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Fuerte y claro, hermano
Paz de Cristo
Uno de los misterios más profundos es que Dios el, Todopoderoso, en su Sola Potestad se haya hecho cuerpo para si, se haya hecho hombre, se haya encarnado para cumplir Su propósito eterno: Hacer Su Tabernáculo con el hombre.
Para tal propósito, tomó la decisión de venir a salvarnos Él mismo, en Persona; y lo haría como hombre, como el Hijo del Hombre, como el Hijo de Dios y por tanto limitando Su propio poder y gloria.
Desde esta perspectiva, como Hombre, mira Su propia Majestad y nos enseña no solo al fe, sino a orar, nos enseña el correcto cumplimiento de la ley, nos enseña el camino a casa, nos enseña Su Palabra, y el poder de Su Palabra...nos enseña como buen Maestro el reino de los cielos.
El Rey toma forma de siervo, se despoja de Si mismo y no como cosa a que aferrarse y perfila Su rostro a Jerusalem no dudando ni un instante en su propósito de salvar al hombre a costa de Su propia vida; asi de grande es el pecado del hombre. Es Dios dando Su propia vida por rescate de muchos; la Biblia se refiere a Él, al Todopoderoso como "el que vive y estuvo muerto"
Es par ano creerse,un incrédulo no lo puede creer, siquiera considerar; y es la incredulidad producto de la falta de fe, lo que termina condenando al hombre, termina excluyendo a Israel, y a todo aquel que no cree. Pero un día el velo de incredulidad será quitado de Israel y todo Israel será salvo pues reconocerán a Jesucristo como Dios hehco hombre, como el Mesías; ¿pero los incircuncisos incrédulos, tales como los TJ? son dos veces desarraigados: gentiles que no creen.
Israel sabia en conformidad con los profetas del Dios Altísimo que el Mesías esperado, Emanuel, Dios con nosotros, sabia que Dios mismo vendría y le salvaría, que tomaría Su propia vida y la daría voluntariamente para darnos vida y vida en abundancia, que por sus llagas seríamos curados y que nos daría libertad; que moriría el Autor de la vida y que no abriría Su boca, y que daría Su preciosa vida para volverla a tomar. Pero vino Su Señor, y el pueblo no le reconoció, vino a lo suyo: salvar al hombre.
Es increíble para todo incrédulo que Dios se haya despojado de Si mismo para hacerse el hombre más humilde, humillándose de tal manera por amor al hombre.
El Rey vio al miserable hombre que cayó en el fango; así que decidió rescatarlo: se despojó de su ropaje real, se bajo de su carruaje, se despidió de sus súbditos ángeles, de su gloria, y se metió de lleno al pantano para rescatar al que se ahogaba en el lodo...peor para sorpresa de todos, cuando el ahogado esta siendo salvado, al ver al Rey desnudo, en el lodo, como otro hombre más, en su condición de humillación, el hombre mira a ver a su rey, humilde, en un pollino de asna, desnudo, clavado en una cruz, y el hombre lo ve despectivamente y mueve la cabeza, aparta de Él su rostro, y no le reconoce, tal y como estaba profetizado de Él; no reconoce a su Rey y su Señor.
Cuando venga el mismo Hombre, como Rey, con sus millones de ángeles, con todo Su Poder y gloria ¿que piensa que hará con aquellos siervos malvados que le maltrataron, flagelaron, escupieron, torturaron y crucificaron, en su desprecio, pero aun peor que todo eso: no le creyeron.
No pudieron creer que Él es el gran YO SOY, el que es, el que era, el que ha de venir, el Todopoderoso, el que vive y estuvo muerto.
El que tiene oído, que oiga.
Bendiciones.
Fuerte y claro, hermano
Paz de Cristo