LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Error. El mandamiento esta cercenado, a la otra, citelo completo.

Pax.

8 Jesús le respondió: "Esta escrito: = Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto." =
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

8 Jesús le respondió: "Esta escrito: = Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él darás culto." =

Claro. Eso es Deuteronomio:

A Yahveh tu Dios temerás, a él le servirás, por su nombre jurarás.
Libro del Deuteronomio. VI,13.


Totalmente de acuerdo. En nada evita el Culto a Maria Santisima.

Pax.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Vamos a dejar a "nuestro Pedro" dar palabra a lo que todos que somos catolicos sabemos.... ya que mejor dicho que lo hizo Ratzinger en Spe Salvi - no puede ser dicho:

María, estrella de la esperanza
49. Con un himno del siglo VIII/IX, por tanto de hace más de mil años, la Iglesia saluda a María, la Madre de Dios, como « estrella del mar »: Ave maris stella. La vida humana es un camino. ¿Hacia qué meta? ¿Cómo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriñamos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía. Y ¿quién mejor que María podría ser para nosotros estrella de esperanza, Ella que con su « sí » abrió la puerta de nuestro mundo a Dios mismo; Ella que se convirtió en el Arca viviente de la Alianza, en la que Dios se hizo carne, se hizo uno de nosotros, plantó su tienda entre nosotros (cf. Jn 1,14)?​
50. Así, pues, la invocamos: Santa María, tú fuiste una de aquellas almas humildes y grandes en Israel que, como Simeón, esperó « el consuelo de Israel » (Lc 2,25) y esperaron, como Ana, « la redención de Jerusalén » (Lc 2,38). Tú viviste en contacto íntimo con las Sagradas Escrituras de Israel, que hablaban de la esperanza, de la promesa hecha a Abrahán y a su descendencia (cf. Lc1,55). Así comprendemos el santo temor que te sobrevino cuando el ángel de Dios entró en tu aposento y te dijo que darías a luz a Aquel que era la esperanza de Israel y la esperanza del mundo. Por ti, por tu « sí », la esperanza de milenios debía hacerse realidad, entrar en este mundo y su historia. Tú te has inclinado ante la grandeza de esta misión y has dicho « sí »: « Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra » (Lc 1,38). Cuando llena de santa alegría fuiste aprisa por los montes de Judea para visitar a tu pariente Isabel, te convertiste en la imagen de la futura Iglesia que, en su seno, lleva la esperanza del mundo por los montes de la historia. Pero junto con la alegría que, en tu Magnificat, con las palabras y el canto, has difundido en los siglos, conocías también las afirmaciones oscuras de los profetas sobre el sufrimiento del siervo de Dios en este mundo. Sobre su nacimiento en el establo de Belén brilló el resplandor de los ángeles que llevaron la buena nueva a los pastores, pero al mismo tiempo se hizo de sobra palpable la pobreza de Dios en este mundo. El anciano Simeón te habló de la espada que traspasaría tu corazón (cf. Lc 2,35), del signo de contradicción que tu Hijo sería en este mundo. Cuando comenzó después la actividad pública de Jesús, debiste quedarte a un lado para que pudiera crecer la nueva familia que Él había venido a instituir y que se desarrollaría con la aportación de los que hubieran escuchado y cumplido su palabra (cf. Lc 11,27s). No obstante toda la grandeza y la alegría de los primeros pasos de la actividad de Jesús, ya en la sinagoga de Nazaret experimentaste la verdad de aquella palabra sobre el « signo de contradicción » (cf. Lc 4,28ss). Así has visto el poder creciente de la hostilidad y el rechazo que progresivamente fue creándose en torno a Jesús hasta la hora de la cruz, en la que viste morir como un fracasado, expuesto al escarnio, entre los delincuentes, al Salvador del mundo, el heredero de David, el Hijo de Dios. Recibiste entonces la palabra: « Mujer, ahí tienes a tu hijo » (Jn 19,26). Desde la cruz recibiste una nueva misión. A partir de la cruz te convertiste en madre de una manera nueva: madre de todos los que quieren creer en tu Hijo Jesús y seguirlo. La espada del dolor traspasó tu corazón. ¿Había muerto la esperanza? ¿Se había quedado el mundo definitivamente sin luz, la vida sin meta? Probablemente habrás escuchado de nuevo en tu interior en aquella hora la palabra del ángel, con la cual respondió a tu temor en el momento de la anunciación: « No temas, María » (Lc 1,30). ¡Cuántas veces el Señor, tu Hijo, dijo lo mismo a sus discípulos: no temáis! En la noche del Gólgota, oíste una vez más estas palabras en tu corazón. A sus discípulos, antes de la hora de la traición, Él les dijo: « Tened valor: Yo he vencido al mundo » (Jn 16,33). « No tiemble vuestro corazón ni se acobarde » (Jn 14,27). « No temas, María ». En la hora de Nazaret el ángel también te dijo: « Su reino no tendrá fin » (Lc 1,33). ¿Acaso había terminado antes de empezar? No, junto a la cruz, según las palabras de Jesús mismo, te convertiste en madre de los creyentes. Con esta fe, que en la oscuridad del Sábado Santo fue también certeza de la esperanza, te has ido a encontrar con la mañana de Pascua. La alegría de la resurrección ha conmovido tu corazón y te ha unido de modo nuevo a los discípulos, destinados a convertirse en familia de Jesús mediante la fe. Así, estuviste en la comunidad de los creyentes que en los días después de la Ascensión oraban unánimes en espera del don del Espíritu Santo (cf. Hch 1,14), que recibieron el día de Pentecostés. El « reino » de Jesús era distinto de como lo habían podido imaginar los hombres. Este « reino » comenzó en aquella hora y ya nunca tendría fin. Por eso tú permaneces con los discípulos como madre suya, como Madre de la esperanza. Santa María, Madre de Dios, Madre nuestra, enséñanos a creer, esperar y amar contigo. Indícanos el camino hacia su reino. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y guíanos en nuestro camino.​
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 30 de noviembre, fiesta del Apóstol san Andrés, del año 2007, tercero de mi pontificado.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

María, estrella de la esperanza
49. Con un himno del siglo VIII/IX, por tanto de hace más de mil años, la Iglesia saluda a María, la Madre de Dios, como « estrella del mar »: Ave maris stella. La vida humana es un camino. ¿Hacia qué meta? ¿Cómo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriñamos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía. Y ¿quién mejor que María podría ser para nosotros estrella de esperanza, Ella que con su « sí » abrió la puerta de nuestro mundo a Dios mismo; Ella que se convirtió en el Arca viviente de la Alianza, en la que Dios se hizo carne, se hizo uno de nosotros, plantó su tienda entre nosotros (cf. Jn 1,14)?​
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

50. Así, pues, la invocamos: Santa María, tú fuiste una de aquellas almas humildes y grandes en Israel que, como Simeón, esperó « el consuelo de Israel » (
Lc 2,25) y esperaron, como Ana, « la redención de Jerusalén » (Lc 2,38). Tú viviste en contacto íntimo con las Sagradas Escrituras de Israel, que hablaban de la esperanza, de la promesa hecha a Abrahán y a su descendencia (cf.Lc1,55).

Así comprendemos el santo temor que te sobrevino cuando el ángel de Dios entró en tu aposento y te dijo que darías a luz a Aquel que era la esperanza de Israel y la esperanza del mundo. Por ti, por tu « sí », la esperanza de milenios debía hacerse realidad, entrar en este mundo y su historia. Tú te has inclinado ante la grandeza de esta misión y has dicho « sí »: « Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra » (Lc 1,38). Cuando llena de santa alegría fuiste aprisa por los montes de Judea para visitar a tu pariente Isabel, te convertiste en la imagen de la futura Iglesia que, en su seno, lleva la esperanza del mundo por los montes de la historia.
Pero junto con la alegría que, en tu Magnificat, con las palabras y el canto, has difundido en los siglos, conocías también las afirmaciones oscuras de los profetas sobre el sufrimiento del siervo de Dios en este mundo. Sobre su nacimiento en el establo de Belén brilló el resplandor de los ángeles que llevaron la buena nueva a los pastores, pero al mismo tiempo se hizo de sobra palpable la pobreza de Dios en este mundo. El anciano Simeón te habló de la espada que traspasaría tu corazón (cf. Lc 2,35), del signo de contradicción que tu Hijo sería en este mundo.

Cuando comenzó después la actividad pública de Jesús, debiste quedarte a un lado para que pudiera crecer la nueva familia que Él había venido a instituir y que se desarrollaría con la aportación de los que hubieran escuchado y cumplido su palabra (cf. Lc 11,27s). No obstante toda la grandeza y la alegría de los primeros pasos de la actividad de Jesús, ya en la sinagoga de Nazaret experimentaste la verdad de aquella palabra sobre el « signo de contradicción » (cf. Lc 4,28ss). Así has visto el poder creciente de la hostilidad y el rechazo que progresivamente fue creándose en torno a Jesús hasta la hora de la cruz, en la que viste morir como un fracasado, expuesto al escarnio, entre los delincuentes, al Salvador del mundo, el heredero de David, el Hijo de Dios. Recibiste entonces la palabra: « Mujer, ahí tienes a tu hijo » (Jn 19,26).

Desde la cruz recibiste una nueva misión. A partir de la cruz te convertiste en madre de una manera nueva: madre de todos los que quieren creer en tu Hijo Jesús y seguirlo. La espada del dolor traspasó tu corazón. ¿Había muerto la esperanza? ¿Se había quedado el mundo definitivamente sin luz, la vida sin meta? Probablemente habrás escuchado de nuevo en tu interior en aquella hora la palabra del ángel, con la cual respondió a tu temor en el momento de la anunciación: « No temas, María » (Lc 1,30). ¡Cuántas veces el Señor, tu Hijo, dijo lo mismo a sus discípulos: no temáis! En la noche del Gólgota, oíste una vez más estas palabras en tu corazón. A sus discípulos, antes de la hora de la traición, Él les dijo: « Tened valor: Yo he vencido al mundo » (Jn 16,33). « No tiemble vuestro corazón ni se acobarde » (Jn 14,27). « No temas, María ». En la hora de Nazaret el ángel también te dijo: « Su reino no tendrá fin » (Lc 1,33). ¿Acaso había terminado antes de empezar? No, junto a la cruz, según las palabras de Jesús mismo, te convertiste en madre de los creyentes. Con esta fe, que en la oscuridad del Sábado Santo fue también certeza de la esperanza, te has ido a encontrar con la mañana de Pascua.

La alegría de la resurrección ha conmovido tu corazón y te ha unido de modo nuevo a los discípulos, destinados a convertirse en familia de Jesús mediante la fe. Así, estuviste en la comunidad de los creyentes que en los días después de la Ascensión oraban unánimes en espera del don del Espíritu Santo (cf. Hch 1,14), que recibieron el día de Pentecostés. El « reino » de Jesús era distinto de como lo habían podido imaginar los hombres. Este « reino » comenzó en aquella hora y ya nunca tendría fin.

Por eso tú permaneces con los discípulos como madre suya, como Madre de la esperanza. Santa María, Madre de Dios, Madre nuestra, enséñanos a creer, esperar y amar contigo. Indícanos el camino hacia su reino. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y guíanos en nuestro camino.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Solo quien no ha conocido a Cristo, quien no tiene plena confianza en Dios, es quien acude a criaturas y demás elementos paganos para rendirles culto, venerarlos, y pedirles su favor.

Si no, quien quiera, que demuestre lo contrario. No podrá de modo alguno, a no ser que los consideres iguales o superiores a Dios, y ello, si es idolatría y sin dudarlo.

Quien diga que no, que lo intente demostrar y verá como en cada una de sus palabras, al intentar defenderlo, incurre en idolatría una y otra vez.

A ver, esos que dicen que por adorar, rendir culto, venerar, pedir, reclamar... a su criatura, a María que es el caso concreto, que demuestren que no incurren en idolatria. NO PODRÁN!!! Y si no, que lo intenten.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Este texto es IDOLATRA por todas partes. Entre otras cosas porque todo en él es un culto a una criatura, que no al creador. Es la criatura la que es el centro, el motivo, la causa y la razón. Es el sujeto principal del texto, utilizando incluso a Cristo para levantarla a lo sumo. IDOLATRIA EN ESTADO PURO.

Después, y siendo que la gloria y descaramamente se le está dando a la criatura, hay que saber que de modo alguno es un texto inspirado por el Espíritu Santo, sino por... mejor leamos:

13 Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que van a suceder. 14 Él mostrará mi gloria, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes. 15 Todo lo que el Padre tiene, es mío también; por eso dije que el Espíritu recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes.

El Señor habla claro, verdad?..

1.- Cuando venga el Espíritu de la verdad. ¿donde nos guiará? A toda la VERDAD. ¿Quien es la verdad?:

Jn. 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.


Donde nos condue el Espírtu de la Verdad?... a toda la verdad. Quien es la verdad?... Jesucristo.

2.- Él mostrará mi gloria. ¿La gloria de quien mostrará?... LA DE JESUCRISTO.

3.- Recibirá de lo que es mío. ¿De quién recibirá?... DE JESUCRISTO.

Por lo tanto, el Espíritu de la Verdad, el Espíritu Santo: CONDUCE A CRISTO, GLORIFICA A CRISTO, Y TOMA DE CRISTO.

En el texto que sigue, no está siendo así, por tanto que CONDUCE A MARÍA, GLORIFICA A MARÍA, Y TOMA DE MARÍA.

Ahora lo vemos:

50. Así, pues, la invocamos: Santa María, tú fuiste una de aquellas almas humildes y grandes en Israel que, como Simeón, esperó « el consuelo de Israel » (
Lc 2,25) y esperaron, como Ana, « la redención de Jerusalén » (Lc 2,38). Tú viviste en contacto íntimo con las Sagradas Escrituras de Israel, que hablaban de la esperanza, de la promesa hecha a Abrahán y a su descendencia (cf.Lc1,55).


Voy a comer. Vayan reflexionando, que después le haré una reflexión en detalle.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Vamos a ir paso a paso. Poco a poco. E iremos entendiendo el porqué es otro evangelio, ya condenado por el Apóstol Pablo, y a la vez, como manifiesta IDOLATRÍA por todas partes.

Primero leamos que nos dice Pablo:

Gál. 1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

Ahora leamos este texto:

María, estrella de la esperanza
49. Con un himno del siglo VIII/IX, por tanto de hace más de mil años, la Iglesia saluda a María, la Madre de Dios, como « estrella del mar »: Ave maris stella. La vida humana es un camino. ¿Hacia qué meta? ¿Cómo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriñamos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza.

¿De quien habla, quien es el centro de atención, motivo, y causa por el cual ha sido escrito? MARIA. ¿De quién va a hablarnos? DE MARÍA. ¿Hacia quien quiere llevarnos? HACIA MARÍA. ¿A quien glorifica? A MARÍA. ¿A quien le da la gloria? A MARÍA. ¿De quien toma? DE MARÍA.

Contrario a lo que Jesús mismo nos ha dicho:

13 Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que van a suceder. 14 Él mostrará mi gloria, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes. 15 Todo lo que el Padre tiene, es mío también; por eso dije que el Espíritu recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes.


Muy bien. Vamos ahora a ver como se identifica el verdadero Evangelio, y lo haremos leyéndolo según los cuatro autores canónicos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

Mat. 1:1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.

Mar. 1:1 **Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 2 Como está escrito en Isaías el profeta:

Luc. 1:1 **Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, 2 tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, 3 me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, 4 para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.

Jn. 1:1 **En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.


Se dan cuenta de la diferencia?... Recordemos:

Gál. 1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

Solo hay un Evangelio, una buena noticia, y esta lo es respecto a Jesucristo. Cuando el libro que sea, el escrito que sea, empieze dando gloria, honor, reconocimieto... a quien sea que no es Cristo:

María, estrella de la esperanza

Simple y sencillo: ES OTRO EVANGELIO, OTRA NOTÍCIA, OTRA PERSONA EL CENTRO.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía. Y ¿quién mejor que María podría ser para nosotros estrella de esperanza, Ella que con su « sí » abrió la puerta de nuestro mundo a Dios mismo; Ella que se convirtió en el Arca viviente de la Alianza, en la que Dios se hizo carne, se hizo uno de nosotros, plantó su tienda entre nosotros (cf. Jn 1,14)?

Quien es y de nuevo el centro de atención, y hacia quien quiere llevarnos el texto para que la glorifiquemos?... hacia María y de nuevo. Y será desde este punto donde empieza y verdaderamente a desplazar a Cristo a todos los niveles, conforme lo iremos viendo.

En este texto vemos:

Ella que con su « sí » abrió la puerta de nuestro mundo a Dios mismo; Ella que se convirtió en el Arca viviente de la Alianza, en la que Dios se hizo carne, se hizo uno de nosotros, plantó su tienda entre nosotros (cf. Jn 1,14)

Le están otorgando todo el mérito, por sobre Dios mismo. Como si fuese ella la autora de la vida, la que decidió con su "sí" que el mundo se salvase. Se centra en la persona, en la Criatura, y no en la obra del Creador. No en el Creador. El mérito es de María, que no de Dios.

Olvidan, que el "sí" que salvó al mundo lo fue el de Cristo, cuando pudiendo hacer su voluntad, se negó así mismo:

Luc. 22:42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

Es Cristo quien tomó la decisión, quien dijo "sí" a la salvación. Que no María. Por mucho que María hubiese dicho que sí, Cristo tenía en su mano el decir NO, pero no lo hizo, y por ello ES NUESTRO ÚNICO SALVADOR. A no ser que nieguen que Jesucristo vino como hombre verdadero, que tenía libre albedrío, y que podía decidir si hacía su voluntad o la del Padre que lo había enviado.

Después la presentan como la supuesta Arca de la Alianza. Bien, pues sepan ustedes QUE DIOS JAMÁS ESTUVO DENTRO DEL ARCA DE LA ALIANZA (pueden intentar buscar un solo versículo que diga que Dios habitó o estuvo dentro del arca, y verán como no lo hallan)

Por lo tanto, Dios no estuvo y según la Escritura dentro de MARÍA, SI ESTA ES EL ARCA DE LA ALIANZA, PORQUE DIOS NUNCA ESTUVO DENTRO DEL ARCA. EL ARCA JAMÁS CONTUVO A DIOS.

Es todo por el momento, quien tenga ánimos, que intente demostrar lo contrario.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Lean en detalle, porque ESTÁ ROBANDO LA GLORIA A CRISTO, y tan siquiera se dan cuenta:
Por ti, por tu « sí », la esperanza de milenios debía hacerse realidad, entrar en este mundo y su historia. Tú te has inclinado ante la grandeza de esta misión y has dicho « sí »:

Es el sí de María, o el SÍ de Jesucristo:

Luc. 22:42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

Son dos evangelios diferentes. Ustedes eligen a cual seguir. Y no olviden lo que Jesús les dice:

13 Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que van a suceder. 14 Él mostrará mi gloria, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes. 15 Todo lo que el Padre tiene, es mío también; por eso dije que el Espíritu recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes.


Un evangelio, el de María. Glorifica a María, lleva a María, toma de María...

El verdadero, el de Cristo: Glorifica a Cristo, lleva a Cristo, toma de Cristo...


Y escrito está:

Gál. 1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.


Ustedes deciden que "SÍ" es el que toman para sus vidas: El de Cristo, o el de María.

Si toman los dos, entonces están exaltando a María a la altura del Hijo de Dios. O dicho de otro modo, la están divinizando. O si lo prefieren INCURRIENDO EN IDOLATRIA, al cambiar la verdad, por la mentira:

Rom. 1:25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Escuche por Radio catolica a un exponente decir :cito..Maria sufrio mas que Jesus...Maria es la madre de Dios (en vez de Jesus)...Maria es coredentora (no redime de los pecados) ..... eso es extremo de adoracion a Maria sobre Jesus.....eso es hacer del sacrificio de Jesus uno minimo o igual entre maria y Jesus....

Maria como madre sufrio lo que otra madre sufre con sus hijos.........Jesus sufrio por la humanidad.......
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Escuche por Radio catolica a un exponente decir :cito..Maria sufrio mas que Jesus...Maria es la madre de Dios (en vez de Jesus)...Maria es coredentora (no redime de los pecados) ..... eso es extremo de adoracion a Maria sobre Jesus.....eso es hacer del sacrificio de Jesus uno minimo o igual entre maria y Jesus....

Maria como madre sufrio lo que otra madre sufre con sus hijos.........Jesus sufrio por la humanidad.......

corregir ; Maria es coredentora (nos redime de los pecados)
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Escuche por Radio catolica a un exponente decir :cito..Maria sufrio mas que Jesus...Maria es la madre de Dios (en vez de Jesus)...Maria es coredentora (no redime de los pecados) ..... eso es extremo de adoracion a Maria sobre Jesus.....eso es hacer del sacrificio de Jesus uno minimo o igual entre maria y Jesus....

Maria como madre sufrio lo que otra madre sufre con sus hijos.........Jesus sufrio por la humanidad.......

El sacerdote dice una Verdad que tu no llegas a comprender por vivir en la neblina de tus tesis personales. Maria Santisima sufre con Cristo y mas aun el sacrificio del Señor en la Cruz, mientras Nuestro Señor acepta virtuoso y magnanimo sacrificarse por una Humanidad ingrata y pecadora, Maria Santisima sufre con Cristo estos dolores de Madre que la desgarran emocionalmente. La profecia fue clara el dia que el Señor fue circuncidado, Una Espada atravezara su Corazón. Y asi fue, su corazón fue traspasado por la Verdad innegable del Sacrificio de su Hijo. El dolor de una Madre por el Hijo que se muere es insoportable muchas veces. Creo que Ella cumple un papel importante de sufrir padecimientos por la Humanidad en comunion del Sacrificio de su Hijo, como diria san Pablo:

Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia,
Epistola a los Colosense. I,24.


corregir ; Maria es coredentora (nos redime de los pecados)

En realidad no. Corredentora significa que Maria esta Con El Redentor en el momento de la Redencion, es decir, en la Cruz del Calvario, Maria Santisima, no se despego de su Hijo hasta que todo se consumo. De esta manera Maria Santisima participa de la Redencion de Nuestro Señor JesuCristo desde la Encarnacion del Verbo hasta su Pasion, Muerte y Resurreccion.

Pax.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

El sacerdote dice una Verdad que tu no llegas a comprender por vivir en la neblina de tus tesis personales. Maria Santisima sufre con Cristo y mas aun el sacrificio del Señor en la Cruz, mientras Nuestro Señor acepta virtuoso y magnanimo sacrificarse por una Humanidad ingrata y pecadora, Maria Santisima sufre con Cristo estos dolores de Madre que la desgarran emocionalmente.

1.- ¿Está comparando el sufrimiento de Cristo, y lo peor, el de Dios Padre, con el de María. Está diciendo que ella sufrío igual, o más que el Padre y el Hijo.

2.- ¿Está tratando de mostra a María más sufriente que cualquier madre a la que le maten a su hijo?

No se, antes de seguir con su post, a ver que me dice al respecto.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

1.- ¿Está comparando el sufrimiento de Cristo, y lo peor, el de Dios Padre, con el de María. Está diciendo que ella sufrío igual, o más que el Padre y el Hijo.

2.- ¿Está tratando de mostra a María más sufriente que cualquier madre a la que le maten a su hijo?

No se, antes de seguir con su post, a ver que me dice al respecto.

1.- El sufrimiento de Maria Santisima es con y en Cristo Nuestro Señor. Ella cumple un papel importante de sufrir padecimientos por la Humanidad en comunion del Sacrificio de su Hijo, su dolor es mas grande porque es dolor de Madre. Un dolor que se convierte en Gozo posteriormente.

2.- Ciertamente. Ya que Ella y solo Ella es Madre del Dios Encarnado, Nuestro Señor JesuCristo.

Pax.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

1.- El sufrimiento de Maria Santisima es con y en Cristo Nuestro Señor. Ella cumple un papel importante de sufrir padecimientos por la Humanidad en comunion del Sacrificio de su Hijo, su dolor es mas grande porque es dolor de Madre. Un dolor que se convierte en Gozo posteriormente.

Es decir, que según usted ella sufrío tanto o más que Jesús mismo. Vamos, que su sufrimiento se iguala al que Jesús padeció. A la vez que desprecia a todas las madres que han perdido un hijo, al declararla a ella como la que más ha sufrido de todas las madres del mundo.

2.- Ciertamente. Ya que Ella y solo Ella es Madre del Dios Encarnado, Nuestro Señor JesuCristo.

Entonces, a la madre que le han matado no un hijo, sino cuatro o cinco, esta es inferior en sufrimiento a María. Vamos que sufren, pero menos.

Y Dios Padre, sufrió más o menos. Porque lo ignora por completo. O es que Jesús no tenía Padre, o peor, o es que el Padre no sufrió la muerte del Hijo, y por ello usted LO IGNORA TOTALMENTE?
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Sabemos que Cristo NOS LLEVA AL PADRE. Pero es curioso cuando al leer a estos sujetos, vemos que la muerte de Cristo, NO LES LLEVA AL PADRE, sino a la adoración y culto de la madre de Jesús.

Jesús lleva al Padre, murió por llevarnos al Padre. Y ellos en la cruz, van hacia la madre y LO PEOR, ignorant TOTALMENTE AL PADRE.

En fin, otro evangelio que, en vez de llevar al conocimiento de Cristo y en él al Padre, lleva a una criatura a la cual...

Rom. 1:25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Es decir, que según usted ella sufrío tanto o más que Jesús mismo. Vamos, que su sufrimiento se iguala al que Jesús padeció. A la vez que desprecia a todas las madres que han perdido un hijo, al declararla a ella como la que más ha sufrido de todas las madres del mundo.

Asi es. El dolor de Maria Santisima es compartir la tribulacion de Su Hijo con Su Hijo. Como diria san Pablo:

Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia,
Epistola a los Colosense. I,24.


Ella, La Santisima Madre de Dios, completa en su Dolor las tribulacion de Cristo en favor de la Iglesia.

Entonces, a la madre que le han matado no un hijo, sino cuatro o cinco, esta es inferior en sufrimiento a María. Vamos que sufren, pero menos.

Y Dios Padre, sufrió más o menos. Porque lo ignora por completo. O es que Jesús no tenía Padre, o peor, o es que el Padre no sufrió la muerte del Hijo, y por ello usted LO IGNORA TOTALMENTE?

Hombre, tu lo ves desde el prisma del emocionalismo y yo desde el punto de vista teologico. Ni desprecio el dolor de las madres, sino que en comparacion teologica, el dolor de Maria Santisima las supera y con creces, porque se le arrebata a Ella de la manera mas terrible a Su Hijo que es Su Señor y Mesias. Como diria el ex-Rabino Eugenio Zolli (Anton Zoller) converso al cristianismo en tiempos de Su Santidad Pio XII: "El mas grande holocausto de la historia tuvo a Cristo como victima y a judios y romanos victimarios".

Pax.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Asi es. El dolor de Maria Santisima es compartir la tribulacion de Su Hijo con Su Hijo. Como diria san Pablo:

Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia,
Epistola a los Colosense. I,24.


Ella, La Santisima Madre de Dios, completa en su Dolor las tribulacion de Cristo en favor de la Iglesia.

Ya, entonces según usted Pablo y Maria son iguales a Cristo en sus sufrimiento en la Cruz. Ellos dos soportaron el mismo dolor, el mismo despreció, el mismo sufrimiento... ya puestos tambíen diga que la misma muerte y tema resuelto.


Hombre, tu lo ves desde el prisma del emocionalismo y yo desde el punto de vista teologico. Ni desprecio el dolor de las madres, sino que en comparacion teologica, el dolor de Maria Santisima las supera y con creces, porque se le arrebata a Ella de la manera mas terrible a Su Hijo que es Su Señor y Mesias. Como diria el ex-Rabino Eugenio Zolli (Anton Zoller) converso al cristianismo en tiempos de Su Santidad Pio XII: "El mas grande holocausto de la historia tuvo a Cristo como victima y a judios y romanos victimarios".

No verá, el problema es que usted INVALIDA TODA TEOGOLOGÍA. Porque la Cruz, que le debería llevar al Padre, le está llevando a una criatura. Teo es DIOS, y a no ser que usted sea de los que defienden que María es una diosa, entonces carece de toda teología en su enfoque.

¿Y el Padre?... DE NUEVO DE ÉL VUELVE A OLVIDARSE. Y mire que es Jesús quien le dice que quien le ve a él, ve al Padre. ¿donde está el Padre en la Cruz, y por qué lo menosprecia y pone sus ojos en la madre?

Rom. 1:25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
 
Re: LA ADORACIÓN EXTREMA A MARIA

Ya, entonces según usted Pablo y Maria son iguales a Cristo en sus sufrimiento en la Cruz. Ellos dos soportaron el mismo dolor, el mismo despreció, el mismo sufrimiento... ya puestos tambíen diga que la misma muerte y tema resuelto.

Eso vaya y pregunteselo a san Pablo. Yo hago una analogia partiendo del axioma teologico de Santo Tomas de Aquino de hacer la Analogia del Bien Comun Acumulado.

No verá, el problema es que usted INVALIDA TODA TEOGOLOGÍA. Porque la Cruz, que le debería llevar al Padre, le está llevando a una criatura. Teo es DIOS, y a no ser que usted sea de los que defienden que María es una diosa, entonces carece de toda teología en su enfoque.

¿Y el Padre?... DE NUEVO DE ÉL VUELVE A OLVIDARSE. Y mire que es Jesús quien le dice que quien le ve a él, ve al Padre. ¿donde está el Padre en la Cruz, y por qué lo menosprecia y pone sus ojos en la madre?

Rom. 1:25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

Nuestro Señor JesuCristo toma la Cruz para Redencion y Reconciliacion de la Humanidad Con Dios, tal sacrificio atraviesa a Maria Santisima su corazón como una Espada. ¿Que madre ha perdido a su hijo por redencion y reconciliacion de la humanidad con Dios? Solo Maria. Por consecuencia teologica no hay sufrimiento comparable en esta tierra, ni antes ni despues, de Nuestro Señor JesuCristo.

Asi que repito, ni desprecio el dolor de las madres, sino que en comparacion teologica, el dolor de Maria Santisima las supera y con creces, porque se le arrebata a Ella de la manera mas terrible a Su Hijo que es Su Señor y Mesias.

Pax.