Hola quisiera dar mi opinión,
Para empezar,
Siempre que desechamos el profundo sentido espiritual y aceptamos la interpretación literal, cometemos un error generalmente. Toda esta exposición redunda en la certeza de saber ver que lo que importa por encima de todo es DIOS y sus mensajes; y que las vicisitudes y carisma magnético de los enviados sirven como foco de atención, como ejemplos y conductores de esas enseñanzas; pero no son, Ellos, su persona, un fin en si mismo sino lo que representan tan fielmente. La grandeza y autoridad de Jesús no se debe a sus supuestas epopeyas biográficas sino al contenido de sus enseñanzas y las virtudes divinas que refleja como ejemplo de esas mismas enseñanzas. No es apropiado poner tanto énfasis, mitificar y encumbrar la existencia física de Cristo por sus literales episodios biográficos, sino por sus enseñanzas y motivaciones. No podemos basarnos en la magnificencia y exaltación única del un enviado como propósito y fin, porque murió en la cruz, porque supuestamente resucito, por su peculiar nacimiento, porque hizo milagros,….sino por el agua de vida, su palabra creativa y la educación de las almas. Eso, además y especialmente, lo comparten e imparten Todas las Manifestaciones de DIOS.
Y un ejemplo de ello es la Resurrección De Jesús. Entiendo que este tema puede herir la sensibilidad de alguien, mis disculpas por delante, pero no puedo obviar y ser sincero conmigo mismo. Los Bahais mantenemos el criterio de la superioridad esencial y paradigmática de las verdades espirituales por encima de las realidades físicas aparentes y “mágicas” que abundan en la Biblia. Consideramos que el simbolismo oculta y explica, en la búsqueda de la distinción y merito del buscador, la interpretación soterrada espiritual. A saber:
nosotros creemos más apropiada y coherente Resurrección Espiritual por encima de la resurrección física que se debe, pensamos, a una intoxicación pagana. Nosotros consideramos la resurrección espiritual mas exacta, y, además, mas relevante y satisfactoria. Si lo miras racionalmente veras que Jesús habló de 3 días en cambio de viernes por la noche hasta domingo de madrugada no llega a 2 días.
Esta generación malvada y adúltera pide una señal milagrosa! Pero no se le dará más señal que la del profeta Jonás. Porque así como tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre de un gran pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en las entrañas de la tierra. (Mateo 12:39-40)
Evidentemente el relato de Jonás no puede ser entendido literalmente, sino como la caída en desgracia y en decadencia espiritual por desobedecer a DIOS. Jonás ignoro los mandatos de DIOS y se sumido en la oscuridad ignominiosa de los infieles. Su alma cayó derrotada al abismo de la lejanía de DIOS. Acto seguido, al tercer día, Jonás rectifico y fue perdonado; renaciendo y floreciendo dichoso para la causa de DIOS.
Ese es precisamente el sentido, no solo por el recuento de días, la trascendencia y resurgimiento espiritual en que ha se ser tomado la Resurrección De Cristo. Ese es, desde nuestro punto de vista, el sentido más racional y sencillo y a la misma vez más pleno espiritualmente. Todo encaja si contamos a partir del Jueves santo, cuando fue apresado Jesús, Pedro le negó 3 veces y sus seguidores huyeron despavoridos y acobardados. La postración, el desánimo y debilitamiento de los pilares de la causa de DIOS, era manifiesto. Al igual que Jonás, el espíritu de FE de los discípulos de Cristo, se perdió: surgió el miedo y las dudas. Durante 3 días (justo desde el jueves al domingo, los 3 días, o los tres días y tres noches) hasta el domingo estuvo presente el desconcierto y la derrota:
“Por ello, decimos que el significado de la resurrección de Cristo es el siguiente: los discípulos quedaron perturbados y agitados después del martirio de Cristo. La Realidad de Cristo, representada por sus enseñanzas, su munificencia, sus perfecciones y su poder espiritual, quedó oculta y velada por dos o tres días después de su martirio, tiempo durante el cual no resplandeció ni se manifestó. No, más bien se hallaba perdida. Los creyentes eran pocos en número y estaban sobrecogidos y agitados. La Causa de Cristo era como un cuerpo sin vida. Y cuando, pasados tres días, los discípulos volvieron a sentirse seguros y firmes, comenzaron a servir a la Causa de Cristo, resolvieron difundir las enseñanzas divinas, poniendo en práctica sus consejos y levantándose para servirle. Fue entonces cuando la Realidad de Cristo se volvió resplandeciente y se manifestó su munificencia. Su religión cobró vida; sus enseñanzas y admoniciones se hicieron evidentes y visibles. En otras palabras, la Causa de Cristo permaneció entonces como un cuerpo sin vida, hasta que la vida y la gracia del Espíritu Santo la envolvieron.
Tal es el significado de la resurrección de Cristo. Esa sí fue una resurrección verdadera..."'Abdu'l-Bahá
Ante la postración, por la aparente victoria de los detractores de DIOS, el despertar a la realidad espiritual de cristo en al corazón de la Magdalena y la concatenación de todos los demás, fue la resurrección de la causa de DIOS a través de la munificencia de Jesucristo. A partir de ahí, el cuerpo de la causa espiritual de Cristo recobro la vida y comenzó la expansión del Evangelio y la Era Cristiana.
Jesús siempre dijo en múltiple pasajes los que ojos que vean y los que tengan oídos que oigan. Evidentemente todos tenemos ojos y oídos por lo que se refiere a ver con ojos espirituales y escuchar con oídos espirituales. Vale decir, ver el significado y sentido espiritual de algo y no solo lo aparente.
Reiterando, ¿Qué es más pleno y esplendoroso, resucitar de entre los enterrados y vivir 5 o 10 o 20 años (Lázaro) más o despertar de entre los muertos espiritualmente hablando y trasfigurarse en una recreación plenamente espiritual e iluminada por la aceptación íntima y sincera de Cristo? Pensar que la resurrección espiritual es el propósito de la existencia en la tierra.
Por otra parte, si damos como manifiesta la legitimidad de Jesús por su resurrección, hubo otras más palpables, más contundente y numerosas que la de Jesús o Lázaro:
Se abrieron los sepulcros, y muchos santos que habían muerto resucitaron. Salieron de los sepulcros y, después de la resurrección de Jesús, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos. Mateo 27:52-53
¿No creéis que si este hecho hubiera tenido lugar físicamente semejantes sucesos escalofriantes lo hubieran registrado múltiples libros de historia? Esta claro que se refiere a La Resurrección Espiritual. Esos santos reconocieron la estación de JESUS y la luz de DIOS se instaló en sus corazones. A partir de ahí, dedicaron sus vidas pregonar la buenas nuevas del evangelio por toda ciudad y pueblo.
La Resurrección es un mito pagano que viene de muy antiguo. Sin ir mas lejos, el semi-Dios Heracles y Mitra resucitaron visiblemente, incluso, muchos días después. Todo redunda en los mismo, la introducción de mitos antiguos para hacer mas comercial Los Evangelios en un ejercicio de marketing. Un indicio es que la resurrección de Heracles se celebra como festividad en Tarso; que curioso, el pueblo del que es natural Pablo.
En conclusión, la resurrección en la carne (Lázaro, el mismo Jesús,…) y la carne en general no tiene ningún valor a ojos de DIOS. Es curioso insistir en esto cuando Jesús mismo recalca que la carne para nada aprovecha, en cambio mantiene constante la certeza que son las enseñanzas y la vida espiritual lo que da lugar a la verdadera vida:
“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” (Juan 6:63)
“Lo que es nacido de la carne, carne es…” (Juan 3:6)
“…Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca, y la flor se marchita,…Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.” (Isaías 40:6-8)
La realidad del hombre es espiritual. Por ende, Jesús siempre se refiere a la vida del espíritu y no a la perpetuación de su cuerpo físico. Por eso habló que pudiendo estar vivo, estas muerto; y pudiendo estar muerto, estas vivo en el espíritu. Porque la vida y la muerte, en las escrituras, se refiere a condiciones del espíritu. La vida es la plenitud, exaltación y progreso del espíritu; lo que da la vida eterna y la verdadera felicidad. A saber:
Jesús dice que el que cree en Él no muere, obviamente no se refiere a la existencia física. Y los que no han despertado espiritualmente lo compara a muertos aún cuando están con vida.
“Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos… “(Lucas 9:60)
Saludos
Pd: Mi agradecimiento a M. Shedigat