Jeje. Resulta que ahora yo soy el chico malo del foro, cuando lo único “malo” que he hecho es no quitar el dedo del renglón de lo que dice, y de lo que no dice, la Escritura. Eso no es faltar a las reglas establecidas del foro.
Y conste que cuando crece la tensión, cuando no sucumbo a la presión, y cuando no me pueden callar, quien acusa en exasperación al otro de descalificativos personales como “ignorante, calumniador, mentiroso, vanidoso, patético,” y cosas por el estilo, no soy yo. Yo no tengo esa costumbre porque sé que eso degrada la calidad del intercambio en el foro y porque eso distrae del tema en cuestión. Sólo sonrío ante tales descalificativos y los ignoro. Y a pesar de no devolver insulto por insulto, resulta que aún así, yo soy algo así como el “bully” del foro.
El que quiera seguir debatiendo conmigo, que lo haga libremente. Y el que no quiera, que no lo haga. Yo no obligo a nadie. Y como el administrador del foro no me ha llamado la atención de nada, ni he sido expulsado, aquí seguiré.