Re: ¿JESUS DIJO QUE ERA DIOS?
¡Vaya! Tanto esfuerzo argumentativo a lo largo de este epígrafe, ¿y la Divinidad de Jesús? No la han movido ni un ápice.
Pues eso no puede moverse porque Jesucristo ahora es efectivamente un ser divino. Nadie nunca ha pretendido cambiar eso.
Algo que no cambiará tampoco NUNCA son las palabras de Jesús:
Rev.3:12 ”’Al que venza... lo haré columna en
el templo de mi Dios, y ya no saldrá [de este] nunca, y sobre él escribiré
el nombre de mi Dios y el nombre de
la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende d
el cielo desde mi Dios, y ese nuevo nombre mío.
Juan 20:17 Jesús le dijo: “Deja de colgarte de mí. Porque todavía no he ascendido al Padre. Pero ponte en camino
a mis hermanos y diles: ‘
Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes’”.
... 4:21 Jesús le dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén
adorarán ustedes al Padre. 22 Ustedes adoran lo que no conocen;
nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos. 23 No obstante, la hora viene, y ahora es, en que
los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad,
el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren. 24
Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”.
Ni las palabras de la canción dedicada a Jesús:
Rev.5:“Eres digno de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado y
con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu y lengua y pueblo y nación, 10 e
hiciste que fueran un reino y sacerdotes para nuestro Dios, y han de reinar sobre la tierra”.
Ni las palabras de los que efectivamente se salvarán por la sangre del Cordero:
Rev.7:9 Después de estas cosas vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos. 10 Y siguen clamando con voz fuerte, y dicen: “La salvación [se la debemos]
a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero”.
Las personas que no conocen al verdadero Dios y a su Hijo tal como se nos mostró, no van a salvarse.