Re: ¿JESUS DIJO QUE ERA DIOS?
Así es, Jesucristo no es el Padre, ni el Padre es Jesucristo pero ambos con el E.S. son el único Dios verdadero.
Sin embargo se dice completamente otra cosa.
Una de las declaraciones extra-bíblicas más tempranas de fe cristiana se halla en un libro de 16 capítulos cortos conocido como la
Didajé, o
Enseñanza de los Doce Apóstoles. Algunos historiadores afirman que data de antes o cerca del año 100 E.C. Se desconoce su autor.
A Dictionary of Christian Theology, edición preparada por Alan Richardson, 1969, página 95; The New Encyclopædia Britannica, 15.[SUP]a[/SUP] edición, 1985, Micropædia, tomo 4, página 79.
La
Didajé trata sobre lo que tendría que saber el que quisiera hacerse cristiano. En su capítulo 7 prescribe el bautismo “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, las mismas palabras que usó Jesús en Mateo 28:19.
Padres Apostólicos, quinta edición, B.A.C., Madrid, 1985, página 84; introducciones, notas y versión de Daniel Ruiz Bueno.
Pero no dice nada de que los tres sean iguales en eternidad, poder, puesto y sabiduría. En su capítulo 10, la
Didajé contiene la siguiente confesión de fe en forma de oración:
“Te damos gracias, Padre santo, por tu santo Nombre, que hiciste morar en nuestros corazones, y por el conocimiento y la fe y la inmortalidad que nos diste a conocer por medio de
Jesús, tu siervo. A ti sea la gloria por los siglos.
Tú, Señor omnipotente, creaste todas las cosas por causa de tu nombre [...] Mas a nosotros nos hiciste gracia de comida y bebida espiritual y de vida eterna por tu siervo”.
Ibíd., página 87.
Ahí no se dice nada de una Trinidad. En
The Influence of Greek Ideas on Christianity (La influencia de las ideas griegas en el cristianismo), Edwin Hatch cita el pasaje precedente y luego dice:
“En la esfera original del cristianismo no parece que haya habido gran adelanto desde estos conceptos sencillos. La doctrina en que se hizo hincapié fue:
que Dios existe, que
es uno solo, que es todopoderoso y eterno, que hizo al mundo, que Su misericordia está sobre todas Sus obras. No había afición a la discusión metafísica”.
The Influence of Greek Ideas on Christianity, por Edwin Hatch, 1957, página 252.
Clemente de Roma, de quien se dice que fue “obispo” de esa ciudad, es otra fuente temprana de escritos sobre el cristianismo. Se cree que murió alrededor de 100 E.C.
En el material que supuestamente escribió, él no menciona una Trinidad, ni directa ni indirectamente. La
Carta primera de San Clemente a los Corintios declara:
“Que la gracia y la paz se multipliquen entre vosotros de parte de Dios omnipotente por
mediación de Jesucristo”.
“Los Apóstoles nos predicaron el Evangelio de parte del Señor Jesucristo; Jesucristo fué
enviado de Dios. En resumen, Cristo de parte de Dios, y los Apóstoles de parte de Cristo”.
“Por lo demás, el Dios que todo lo ve, el Dueño de los espíritus y Señor de toda carne, el que escogió al Señor Jesucristo y a nosotros por Él para pueblo peculiar suyo, conceda a toda alma que invoca su magnífico y santo nombre, fe, amor, paz, paciencia, longanimidad”.
Padres Apostólicos, páginas 177, 216, 237.
Clemente no dice que Jesús ni el espíritu santo sean iguales a Dios. Presenta al Dios que todo lo puede (no lo llama solo “Padre”) como un ser diferente del Hijo.
Alude a Dios como superior, puesto que Cristo es “enviado” de Dios, y Dios “escogió” a Cristo. Clemente muestra que Dios y Cristo son dos personajes distintos y desiguales, al decir:
“Con constante oración y súplica pediremos al Hacedor de todas las cosas, conserve íntegro el número contado de sus escogidos en todo el mundo, por su amado
Hijo y Siervo, Jesucristo [...]
Para conocerte a Ti [Dios], el solo Altísimo en las alturas [...] Tú sólo eres el bienhechor de los espíritus y Dios de toda carne”.
“Conozcan todos los pueblos que Tú eres el solo Dios, y Jesucristo tu Hijo y Siervo”.
Documentos de la Iglesia primitiva. Los Padres Apostólicos, ediciones Desclée, de Brouwer, Buenos Aires, 1949, páginas 156-158; versión, introducciones y notas de Sigfrido Huber.
Clemente llama a Dios “Altísimo” (no solo “Padre”), y se refiere a Jesús como el “Hijo” de Dios. También señala tocante a Jesús:
“Él, que, siendo el esplendor de su grandeza, es tanto mayor que los ángeles cuanto ha heredado nombre más excelente”.
Padres Apostólicos, página 211.
Jesús refleja el esplendor de Dios, pero no lo iguala; tal como la Luna refleja la luz solar, pero no iguala a la fuente de esa luz: el Sol.
Si el Hijo de Dios fuera igual a Dios —quien es el Padre celestial—, habría sido innecesario que Clemente dijera que Jesús era mayor que los ángeles, ya que eso habría sido obvio.
Y sus palabras muestran que reconoce que aunque el Hijo es mayor que los ángeles es inferior al Dios que todo lo puede.
El punto de vista de Clemente es muy claro: El Hijo es inferior al Padre y está en posición secundaria respecto a él.
Clemente nunca vio a Jesús como parte de una divinidad con el Padre. Muestra que el Hijo depende del Padre, es decir, de Dios, y dice claramente que el Padre es ‘el solo Dios’, que no comparte Su posición con nadie.
Y en ningún lugar iguala Clemente el espíritu santo a Dios. Por consiguiente, no hay ninguna Trinidad en los escritos de Clemente.
Saludos