"Yo no juzgo a nadie" Juan 8:15.
Si aplicamos el mismo razonamiento que algunos aplican a Juan 5:22, entonces nadie sería juzgado.
Pero si encontramos una alternativa a Juan 5:22, ¿por qué no podemos aceptar una alternativa a Juan 8:15?
Cristo es al que Dios ha designado para juzgar. Hechos 10:42 no dice que Cristo se designó a sí mismo, sino que lo designó Dios.
Así que es claro que directamente Dios no juzga a nadie, sino que lo hace por medio de aquél al que designó, pero tampoco podemos ignorar que la escritura no dice que Cristo juzga con su propio juicio, sino que respecto al juicio se habla de libros o rollos que son abiertos, entre ellos el Libro de la Vida. Así que podemos decir que Cristo no juzga a nadie según su juicio (o perspectiva).
Esto coincide con lo que dijo Cristo:
"Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía; como oigo, juzgo..." Juan 5:30.
Bendiciones.