En eso, los judíos no eran ignorantes, sino muy conocedores de su religión, de su Ley, de sus preceptos. Si alguien era capaz de saber lo que es blasfemia, el sumo sacerdote era el indicado, porque así estaba indicado en su Ley, y la ofensa se castigaba con la muerte. Esto es lo que el sumo sacerdote sabía sobre la blasfemia:
Levítico 24:16
“Cualquiera que blasfeme el nombre del SEÑOR, ciertamente ha de morir; toda la congregación ciertamente lo apedreará. Tanto el forastero como el nativo, cuando blasfeme el Nombre, ha de morir.”
Entonces, ¿qué fue lo que dijo Jesús que pudiera ser considerado blasfemia contra el Nombre de Dios por el sumo sacerdote?
Veamos:
Mateo 26:63-66
“Y el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios. Jesús le dijo: Tú mismo lo has dicho; sin embargo, os digo que desde ahora veréis AL HIJO DEL HOMBRE SENTADO A LA DIESTRA DEL PODER, y VINIENDO SOBRE LAS NUBES DEL CIELO.
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Ellos respondieron y dijeron: ¡Es reo de muerte!”
Si blasfemia es ofensa al Nombre de Dios, según Levíticos 24:16, pues ahi lo tienes:
Decir que es el Cristo = blasfemia.
Decir que es el Hijo de Dios = blasfemia.
Decir que está sentado a la diestra de Dios = blasfemia.
Decir que le verán venir entre las nubes = blasfemia.
Como repito, el sumo sacerdote no era ignorante, sólo duro de corazón que se resistía.