Supongo que eres discípulo de Cristo y por ende eres eterno. Así que no quiero dejar pasar la oportunidad de pedirte nos expliques que pasó realmente con los dinosaurios: ¿porque desaparecieron?
Y cuando dice que Dios le dio TODAS LAS COSAS, ¿en qué nivel pondrías la autoridad del Hijo? ¿Cómo puede alguien que no sea Dios tener autoridad sobre TODAS las cosas? En la práctica sabemos que sólo quien es Dios puede tener autoridad sobre TODO ¿Por qué es que el Hijo tiene capacidad de igualar a Dios en este aspecto, ya que puede tener autoridad sobre TODO lo que tiene el Padre?
En principio a los que les extrañó las palabras de Jesús fueron sus propios discípulos, pero el Señor inmediatamente les llama a reconsiderar: “Si me amaran, se regocijarían de que sigo mi camino al Padre…”.
Cualquier señal de despedida es motivo de tristeza pero Jesús, por el contrario dice que su partida tendría que ser motivo de gozo ¿Por qué? Porque el Padre es mayor que él ¿Y qué tiene que ver que el Padre sea mayor que él con el hecho de que la partida de Jesús sea motivo de gozo?
La respuesta está en la misma Palabra:
El Hijo de Dios se despojó de su condición: Fil 2:6-7 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;…”
El Hijo de Dios en su condición humana, luego de cumplido su ministerio sería exaltado: “Jn 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese…”
¿Y cuál era la gloria pasada del Hijo que sería también su gloria futura?
Hubo alguien que vio la gloria del Hijo pre encarnado:
Jn12:41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
Isaías entonces vio la gloria de Cristo pre encarnado:
Isa 6:5 Entonces dije: ¡Ay de mí! Que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
Ese era el motivo de gozo de la ascensión de Jesucristo al Padre. El, en su condición humana se había despojado temporalmente de la magnífica gloria del Padre que supo tener, pero que ahora estaba a punto de recuperar. Ascender al Padre, que era mayor que él en ese momento, era hacerse luego igualmente mayor que el Padre. De hecho el Hijo se hizo tan mayor como el Padre que ha de sentar en su trono: “Rev 22:1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
Rev 22:3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,…”