Re: ¿JESUS DIJO QUE ERA DIOS?
Amigo,
Para discernir sobre la pluralidad de Dios -que no politeismo- y sobre muchos otros asuntos relacionados al cristianismo y a la iglesia, se requiere la asistencia del Espíritu Santo, se requiere ser parte del pueblo de Dios, ser parte de la iglesia, haber nacido del agua y del espíritu.
Obviamente los arrianos en su estado herético no reúnen estos requisitos, de ahí que les resulte extraña y ajena la doctrina cristiana; confundan arbitrariamente la doctrina cristiana de la Trinidad con un supuesto "politeismo", sean incapaces de creer la solemne promesa de que Dios mismo vendría en Persona a salvarnos (Is 35:4), no aten a comprender como es que Dios se introduce a Su propia creación para salvar al hombre, como administra en Su sola potestad y soberanía su pluralidad para rescatar a Su pueblo santo.
Todo esto les resulta extraño.
La buena noticia es que puedes salir de tu ignorancia, de esa necedad mayúscula de sectas como la de los TJ y convertirte de todo corazón al Dios Trino, bautizándote en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Una de las doctrinas fundamentales de la llamada “
Cristiandad” es La Santísima Trinidad, que es definida como tres personas divinas en una sola esencia. Es decir, se define como que El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son tres personas divinas que comparten una sola esencia. Luego nos dicen que estas tres personas son distintas pero a la vez son un solo Dios Verdadero.
La Trinidad es considerada como un
MISTERIO, pues no se la puede concebir totalmente con nuestra mente finita. En realidad resulta muy difícil comprender cómo tres personas divinas y distintas puedan constituir un solo Dios verdadero. Escapa a toda la lógica y razonamiento humanos. En realidad millones de trinitarios han aceptado ese dogma por la “fe” más que por la fuerza de la razón misma.
No obstante, la fe y la razón deben ir de la mano. La fe debe estar sustentada en la razón, pues si no sería una fe ciega. Por ejemplo, tenemos fe que existe Dios porque alguien tuvo que haber creado este enorme reloj que es el universo regido por leyes. Las leyes implican un Legislador, y Ése, por la razón misma, es Dios.
Lo cierto de todo es que ni Cristo ni sus discípulos, hasta el siglo IV, creyeron en la Trinidad. Para ellos “
Dios no era un Dios de confusión sino de paz” (1 Corintios 14:33). El Dios Trino es un Dios confuso que trae discordias y disputas. En la Biblia no existe la palabra Trinidad, y tampoco se encuentra ningún texto
canónico que diga que el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son un solo Dios. El único texto que podría probar esa creencia Trinitaria es 1 Juan 5:7, texto que fue interpolado siglos después, y en consecuencia se le reconoce como espúreo por los eruditos bíblicos.
Origen de la Trinidad:
Sí, la Trinidad fue desconocida por un espacio de casi
400 años (Siglo IV) partiendo del nacimiento de Cristo, y sólo fue formulada de a pocos en los
Concilios de Nicea (325 d.C), y
de Constantinopla (381 d.C). En el Concilio de Nicea se formuló lo que se llama la “
semi-Trinidad”, es decir, se llegó a la conclusión que el Hijo era igualmente “Dios” con el Padre, de su misma substancia y esencia. Por tanto el Hijo es verdadero Dios del Verdadero Dios.
Del Espíritu Santo nada se discutió ni se concluyó.
Fue en el
Concilio de Constantinopla (381 d.C) donde se incluyeron frases en el credo por las cuales se afirmaba que el Espíritu Santo había de ser adorado y glorificado con el Padre, que él procedía del Padre, y que era él quien hacía la revelación. Y en el
Concilio de Calcedonia (451 d.C) se hizo más explícita la declaración hecha en el Concilio de Constantinopla. Por esto la
Nueva Enciclopedia Católica, 1967, dice de la “
Trinidad”: …la fórmula dogmática “Un Dios en tres Personas”… fue el producto de tres siglos de desarrollo doctrinal”. Y en su libro
La Iglesia de los Primeros Tres Siglos, Alvan Lamson dice:
“…La moderna doctrina de la Trinidad no se halla en ningún documento o reliquia perteneciente a la Iglesia de los primeros tres siglos...”
Eduardo Gibbon dice, en su prefacio de su libro
Historia del Cristianismo: “
Sí el paganismo fue conquistado por el cristianismo, es igualmente cierto que el cristianismo fue corrompido por el paganismo. El Deísmo puro de los primeros cristianos…fue cambiado, por la iglesia de Roma, por el incomprensible dogma de la Trinidad. Muchos de los dogmas paganos, inventados por los egipcios e idealizados por Platón, fueron retenidos como merecedores de ser creídos.”
Además,
H.G. Wells en su
Perfil de la Historia, pág.421 dice: “
Veremos cómo, después, toda la cristiandad se volvió a las disputas sobre la Trinidad. No hay una clara evidencia de que los apóstoles de Jesús aceptaran esa doctrina.”
Pero la idea de la Trinidad es reconocida en las religiones antiguas de las naciones
paganas. En las mitologías de los Griegos, Persas, Egipcios, Indios, Babilonios, Chinos, Islándicos, Fenicios, y Japoneses hallamos triadas de dioses, o dioses trinos. La
Trinidad Hindú estaba conformada por los dioses
Brahma, Vishnú y Shiva. La
Trinidad Griega estaba conformada por los dioses
Zeus, Athena, y Apolo. Decían sus creyentes que los tres “
concordaban en uno”. La
Trinidad romana eran sus dioses
Júpiter, Mercurio, y Venus. Estos dioses trinos se fueron asimilando dentro de las naciones conquistadas.
Cómo Entró la Trinidad en la Iglesia:
Existen evidencias de conceptos Trinitarios siendo introducidos por cristianos convertidos del paganismo posiblemente tan temprano como la última parte del siglo I. La incorporación gradual de ideologías paganas en la doctrina y práctica cristiana se produjo por la interacción de 4 componentes históricos:
1.- Los apóstoles, quienes fueron sólidos en su conocimiento y aplicación de la Palabra de Dios, habían muerto. Su apego a las doctrinas originales de Dios ya no era de ejemplo viviente a los seguidores.
2.- La anticipación del “rápido” regreso de Cristo en las mentes de muchos cristianos decayó con el correr del tiempo.
3.- Muchos paganos que se convirtieron al cristianismo siguieron manteniendo algunas de sus creencias y prácticas anteriores. Así, la doctrina cristiana pura original se corrompió rápidamente.
4.- Debido a estos tres elementos anteriores, mucha gente empezó a anticipar un nuevo revivamiento o una nueva administración en reemplazo del viejo.
Incluso Pablo, mientras estaba vivo predicando el evangelio, tuvo que hacer frente a creyentes que querían modificar la Palabra de Dios a su satisfacción o capricho. Tomemos nota que la apostasía de la iglesia comenzó al poco tiempo, después de la mitad del siglo I, hacia el final del ministerio de Pablo. En esta época, dos sectas mayores, los
Ebionitas y los
Gnósticos hicieron su aparición.
Los
Ebionitas eran los
cristianos judaizantes quienes plagaron a Pablo con sus ideas de seguir guardando la ley y Obedeciendo el Antiguo Testamento. Mientras que algunos creían que Cristo nació sobrenaturalmente como hombre, otros creyeron que Cristo fue el hijo concebido entre José y María.
Los
Gnósticos como secta tuvo sus raíces en la filosofía Griega y en las ideas religiosas. Ellos creían que Cristo era una Deidad, y su cuerpo físico era una apariencia o algo que él había tomado prestado temporalmente. (
Una Historia de la Iglesia Cristiana, pp. 53-7, por Hase).
El
Docetismo apareció en la última mitad del siglo II. Era, de hecho, sólo otra forma de gnosticismo. Con la idea de remover al autor de todo bien del contacto con la materia, la cual los docetistas la consideraban maligna, ellos buscaron la ayuda de la filosofía oriental con la idea de poblar el espacio entre Dios y la materia con una vasta sucesión de seres super humanos como mediadores entre Dios y el mundo. Éstos, emanando de la Deidad, fueron llamados
AEONES; entre éstos el de mayor rango era Cristo.
Muchos de ellos imaginaron que Jesús fue un mero hombre, y mantuvieron que el AEON Cristo descendió sobre el hombre Jesús en su bautismo, y que después lo dejó inmediatamente antes de su crucifixión, de modo que Cristo no fue, sujeto a dolor y muerte; en tanto que otros sostuvieron que el cuerpo, con el cual Cristo pareció estar investido, no era realmente humano y transmisible, sino insubstancial o etéreo, o, al menos inmaterial:
Estos últimos fueron llamados docetistas. Aquí vemos a un Cristo preexistente fuera del mundo que baja a la tierra para obrar en Jesús. Imaginémonos que clase de Jesús tendríamos con la mezcla del gnosticismo y el docetismo. ¡
Obviamente un “Jesúcristo-Dios” preexistente antes de su nacimiento humano!
De acuerdo a fuentes seculares, el Apóstol Juan fue el único apóstol que vivió a finales del siglo I, y durante el cual él escribió sus epístolas del Nuevo Testamento y su Evangelio.
El Evangelio de Juan sirvió para esclarecer que Cristo es el Hijo de Dios.
Por tanto este Evangelio de San Juan establece la verdad de la Palabra de Dios de que Cristo es
el Hijo de Dios no “
Dios el Hijo” o “
Dios Mismo”. Se puede afirmar que los
escritos juaninos combaten el concepto gnóstico de un Jesús Dios, no humano. En su Primera Epístola, Juan contraataca ese pensamiento gnóstico en el capítulo 4 y verso 3.
También Pablo afirmó que en sus días ya estaba en acción “
El misterio de iniquidad” (2 Tesalonisenses 2:7). Y también Pablo aconseja a Timteo:
“Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia (Gr. GNOSIS)” (1 Timoteo 6:20). Aquí Pablo hace una clara alusión al gnosticismo de su época.
Con el surgimiento de varias sectas, la verdad de la Palabra de Dios vino a estar infiltrada por la adoración idolátrica y las teorías. Los cristianos gradualmente aceptaron los elementos foráneos introducidos en sus enseñanzas.
La Trinidad se originó inicialmente en la filosofía de Platón, el filósofo Griego que vivió unos 400 años antes de Cristo. Un erudito Inglés ha observado que “
el germen de todas las ideas, incluso de muchas del cristianismo, se pueden encontrar en Platón.” (Gerardo S. Sloyan,
Las Tres Personas en un Dios, p.31). Por cierto que antes de Platón hubo triadas en los pueblos antiguos de Egipto, Babilonia, China, India, etc.
Hans Kung, el reconocido teólogo católico de origen alemán, dice: “
Si tomamos el Nuevo Testamento como un criterio, no podemos negar que el Concilio de Nicea ciertamente mantuvo el mensaje del Nuevo Testamento y no lo helenizó totalmente. Pero es igualmente fuera de toda disputa que el concilio permaneció enteramente aprisionado en conceptos, nociones, y modelos Helenísticos los cuales hubieran sido totalmente desconocidos para el Judío Jesús de Nazaret y la comunidad más antigua (de creyentes)…” (
Cristianismo: Esencia, Historia y Futuro, p. 182).
También
Hans Kung culpa al dogma de la Trinidad por el poco avance del cristianismo en el mundo musulmán. Para los islámicos, la creencia en un solo Dios “
Alá” es fundamental. Alá no es un Dios trino como lo es el Dios de muchos cristianos Trinitarios. Por eso los musulmanes ven con horror cómo la cristiandad ha aceptado un Dios Trino, lo cual no va en armonía con su creencia monoteísta. Mientras se mantenga el dogma de la Trinidad, no se podrán convertir a más musulmanes para Cristo.
Los cristianos contamos con la Biblia a fin de documentarnos de sobre la persona del Hijo de Dios. Es lógico concluir que si Cristo era Dios verdadero, él mismo debió enseñarlo a sus apóstoles, y éstos a sus discípulos. Pero: ¿Dijo Jesús que él era Dios como Su Padre es Dios? ¿Dijo él que el Espíritu Santo era también Dios? A continuación se presenta a Jesús como el Hijo de Dios, y no, como muchos creen, como Dios el Hijo.
Testimonio de Jesucristo:
Creo que por encima de los concilios y las opiniones de los hombres, está el claro y legítimo testimonio de Jesucristo. Él es el más indicado o autorizado para decirnos si él es el
Dios Único y Verdadero. Para ello es importante leer la Biblia, y en particular, los Evangelios, en donde están registradas sus palabras.
Jesús Reconoció que sólo Su Padre es el Dios Verdadero:
Aunque parezca increíble, Jesús mismo contradice a los Trinitarios enseñando el monoteísmo puro. Por ejemplo, en
Juan 17:3 él dice de Su Padre y Dios: “
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti (Padre), el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Este pasaje debe ser leído con cuidado, y es más, debe ser escudriñado profundamente por el investigador sincero e inteligente.
Notemos que Jesús dice que la vida eterna consiste en conocer a dos personas: 1). Al Dios Padre, quien es el único Dios verdadero, y 2). A Jesucristo, como el enviado de Dios.
Jesús NO dice que el Padre y él son El Dios verdadero, sino sólo Su Padre. No obstante, los Trinitarios tuercen esta doctrina de Jesucristo diciendo que el Hijo es también el Dios verdadero. ¡Pero Jesús nunca dijo ser el Dios verdadero¡ Este texto es contundente,
En otra ocasión Jesús les dice a sus discípulos que su Padre es
MAYOR que él (Juan 14:28). Esta declaración de Jesús lo coloca a él como menor al Padre definitivamente.
Como réplica, los trinitarios dicen que Jesús estaba hablando como hombre, y en esa condición era menor que Dios Padre. Pero, ¿no deberíamos esperar que todo hombre sea menor que Dios el Padre? ¿Qué de nuevo estaría diciendo Cristo con eso? ¿No sería algo evidente que cualquier hombre sea menor que Dios? Cristo, el Hijo de Dios, es menor o “inferior” al Padre ayer, hoy, y siempre.
Jamás encontraremos en la Biblia la frase “Dios el Hijo”. Al contrario, Jesús enseña que él mismo tiene Su Dios. En Juan 20:17 Jesús les dice a sus discípulos: “…
subo a mi Padre y a vuestro Padre, A MI DIOS, y a vuestro Dios.” En la crucifixión Jesús exclamó a Dios: “
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46).
Pero el texto más importante y dramático es el de Apocalipsis 3:12. En este pasaje, el Cristo glorificado y entronizado en el cielo dice: “
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de MI DIOS, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de MI DIOS, y el nombre de la ciudad de MI DIOS, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de MI DIOS, y mi nombre nuevo.”
¿Por qué Jesús sigue llamando al Padre como “
MI DIOS” 4 veces, si ya dejó de ser hombre en el cielo? Pero lo cierto es que en el cielo Jesús sigue teniendo su Dios.
Si Cristo es Dios como el Padre, entonces ¿por qué Jesús desconoce el día y la hora de su propia venida y del “fin del mundo?” Él dijo claramente a sus discípulos: “
Pero de aquel día y de la hora nadie lo sabe, ni aún los ángeles que están en el cielo, NI EL HIJO, sino el Padre.” (Marcos 13:32; Hechos 1:6,7).
Sí, Jesús no sabe cuándo es la fecha de su retorno. Pero nos dirán nuevamente que Cristo hablaba como hombre. Pero, ¿no es de esperar que todo hombre ignore la fecha del fin del mundo? ¿Qué de nuevo estaría diciéndonos Jesús? Jesús hablaba como Hijo de Dios.
¡El Hijo de Dios no lo sabe todo! Y si no sabe todo es porque no es el Dios Omnisapiente y Todopoderoso.
En una ocasión un hombre le dijo a Jesús:
“…Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno, sino sólo Dios.” (Lucas 18:18.19).
Si Cristo es Dios, y Dios es el único bueno, ¿por qué rechazó Jesús la confesión de que era bueno? En Mateo 5:8 Jesús mismo dice: “
Bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios.” Si Cristo era Dios, ¿por qué dice que sólo los de limpio corazón verán en a Dios? Si Cristo era Dios, entonces no sólo los de limpio corazón estaban viendo a Dios, sino también los pecadores impenitentes.
Recordemos que a Jesús muchos le vieron y no se arrepintieron de su sucio corazón. Por tanto, Cristo no podía ser Dios.
En Juan 10:29 Jesús dice: “
Mi Padre que me las dio, es MAYOR QUE TODOS...” Este texto, junto con el de Juan 14:28, confirma el hecho de que Cristo no es igual que Dios el Padre.
Y en Juan 5:19 Jesús dice: “
De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer NADA POR SI MISMO, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.”
Esta es una extraña declaración de Cristo si creemos que él es Dios como Su Padre. Notemos que Cristo imita a su Padre y no a la inversa. Jesús no puede hacer nada por sí mismo, sino lo que hace su Padre eso hace él. Obviamente Cristo está sujeto a Su Padre, y hace lo que él le enseña.
En Marcos 10:40 Jesús dice: “
Pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, NO ES MIO DARLO, sino para aquellos a quienes está preparado.” En el reino de Cristo habrá puestos de autoridad que sólo Dios ha destinado para sus hijos. Jesús afirma que a él no corresponde señalar los lugares o posiciones de autoridad.
El Testimonio de los Apóstoles:
Los apóstoles, como judíos, mantenían su creencia en un solo Dios. Ellos sabían, en función a Deuteronomio 6:4, que Jehová es UNO y solo él es el Altísimo sobre toda la tierra (Salmos 83:18). Ellos jamás pensaron que Dios estaba compuesto por una triada, o bien, por Tres Personas distintas en un solo Dios verdadero.
1.-
Pablo: fue el apóstol que predicó primero a los gentiles con mayor insistencia fuera de Israel. Su misión era dar a conocer el evangelio de Cristo, y a la Persona de Dios (Hechos 17:23).
Cuando Pablo había visitado Corinto en su segundo viaje misionero, esta ciudad era un importante centro cosmopolita de comercio del mundo antiguo, como también era reconocido como un centro del libertinaje y el desenfreno.
El propósito de Pablo era corregirlos de su desviación moral y doctrinal, y que amenazaban la vida de la comunidad cristiana. Se habían formado divisiones que se transformaron en facciones hostiles. Además había inmoralidad sexual en ella. En 1 Corintios 8:4-6 Pablo admite que hay dioses en el cielo, y en la tierra, Pablo luego pasa a decir: “
Para nosotros, sin embargo, SÓLO HAY UN DIOS, EL PADRE, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.”
Lo que Pablo está revelando es que sólo el Padre de Jesús es el Único Dios Verdadero. Aquí Pablo no está incluyendo al Hijo, y menos, al Espíritu de Dios. De Jesús Pablo dice claramente que es nuestro Señor. ¿Quién puede deducir el dogma de la Trinidad en estas declaraciones de Pablo? ¡Nadie! Y de paso, Pablo estaba oponiéndose al gnosticismo de la época.
Y También a los corintios Pablo les seguirá diciendo sobre Dios y su Hijo, lo siguiente: “…
y Dios la cabeza de Cristo” (1 Corintios 11:3), y además: “…
y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.” (1 Corintios 3:23). Y además les dice: “
Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo SE SUJETARÁ al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios (Padre) sea todo en todos.” (1 Corintios 15:28).
Es claro que para Pablo Jesús no es igual a Dios, pues afirma que la cabeza de Cristo es Dios… y él es de Dios. Pablo afirma, además, que en la eternidad el mismo Hijo estará sujeto al Padre, el cual será Dios sobre todos. ¿Puede alguien creer que Pablo era Trinitario?
Cuando Pablo les escribe a los hermanos en Efeso, les dice lo siguiente: “
Para que EL DIOS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, EL PADRE DE GLORIA, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.” (Efesios 1:17)(2 Corintios 1:3).
Pablo está diciendo que el Padre es el Dios de Jesucristo. Sí, Pablo
creía que Jesucristo tenía Su Dios, lo cual destruye el dogma de la Trinidad.
Para los Trinitarios, Cristo es Dios como lo es el Padre, y el Espíritu Santo. Pero: ¿Puede Dios tener Su Dios? Además, jamás leeremos en la Biblia que el Padre tenga Su Dios, lo cual si ocurre con el Hijo. Ah, y de igual opinión es Pedro cuando escribe su primera epístola: “
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo…” (1 Pedro 1:3).
Y para finalizar con Pablo, él escribió a Timoteo lo siguiente: “
Porque hay UN solo Dios, y UN solo Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo HOMBRE.” ( 1 Timoteo 2:5). Aquí Pablo claramente sostiene que sólo hay UN DIOS, y también hay UN SOLO MEDIADOR, entre ese único Dios y los hombres: Jesucristo HOMBRE.
Jesús, por tanto, no es DIOS sino el MEDIADOR entre Dios Padre y los Hombres. Pablo finalmente sostiene que ese Cristo Mediador es HOMBRE… ¡no Dios!
Textos, en dónde Pablo hace una distinción entre Dios y Jesucristo:
1.- Romanos 16:27
2.- 1 Corintios 1:3
3.- 2 Corintios 13:14
4.- Gálatas 1:1,3
5.- Efesios 1:2: Efesios 6:23
6.- Filipenses 1:2,11
7.- Colosenses 2:2; 3
8.- 2 Tesalonisenses 3:5
9.- 1 Timoteo 1:2; 5:21; 6:13
10.- 2 Timoteo 4:1
11.- Tito 1:4
2.-
Juan: Fue el apóstol que más amó Jesús, y quien estuvo muy unido a él. Juan jamás creyó que Jesús fuera Dios como el Padre. Los siguientes textos son muy claros:
En su
Primera epístola, Juan dice que Cristo es el Hijo de Dios, no Dios el Hijo. Sus palabras son como siguen:
“...para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8).
En su
Segunda Epístola Juan hace una diferenciación entre Dios Padre y Cristo. Juan no dice “Dios Hijo”, como lo hace con el padre al decir “Dios Padre”. Juan dice:
“… misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo.” (2 Juan 3). Notará que Juan no dice que el Hijo sea Dios, sino “Señor” (compárese con 1 Corintios 8:6).
Y lo más interesante es que en Juan 1:18 el apóstol dice: “
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” Esta revelación de Juan nos hace ver que Cristo
no es Dios. Y es que Cristo (El Hijo) fue visto por Juan, los demás apóstoles, y el pueblo israelita, por una espacio de 3 y medio años.
No obstante Juan dice que nadie ha visto a Dios. ¿Cómo podría ser verdad lo que dice Juan, si presuponemos que Jesús era el Dios verdadero? Es claro que Juan no sabía nada de una Deidad del Hijo, y menos, de una Trinidad.
Además, Juan como el escritor de Apocalipsis, empieza diciendo: “
La revelación de Jesucristo que Dios le dio…” (Apocalipsis 1:1). Observemos que Juan dice que Dios le dio a Jesucristo Su revelación.
Esto es muy interesante, pues Cristo ya estaba en el cielo cuando le revela a Juan el Apocalipsis, y sin embargo, este Cristo entronizado sigue recibiendo de su Dios nuevas verdades que desconocía. Y en el capítulo 3 y verso 12, el Hijo entronizado y glorificado en el cielo habla del Padre como: “Mi Dios”, ¡4 veces!.
Claramente Juan sabía que el Jesús glorificado seguía teniendo su Dios en el cielo. Y Pablo concuerda con Juan cuando dice que Cristo “
está sentado ahora a la diestra de Dios”(Colosenses 3:1). Notemos que Pablo
NO dice que
Dios Hijo está sentado a la diestra de
Dios Padre. Lo que verdaderamente dice es que Cristo (el Hijo), sin ningún título de “Dios”, está sentado a la diestra
DE DIOS—¡El único Dios verdadero! (Juan 17:3).
3.-
Pedro: Este apóstol fue el evangelizador de los judíos. En sus epístolas no se encuentra ni rastros de una Divinidad Trinitaria compuesta por el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
Al contrario, Pedro creía que Cristo era sólo el Hijo de Dios, y el Mesías. Además creyó que el Hijo de Dios tenía Su Dios. Él escribió en su primera Epístola así: “
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo” (1 Pedro 1:3).
Y en su Segunda Epístola Pedro distingue a Dios Padre de Su Hijo Jesucristo. Él escribió así: “…
en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesucristo.” (2 Pedro 1:2). Notemos que él
No dice:
“…en el conocimiento de Dios Padre y de nuestro Dios Hijo.” Lo que él dice es que sólo el Padre es Dios.
4.-
Judas:Él escribió: “…
santificaos en Dios Padre, y guardaos en Jesucristo.” (Judas 1). Luego dirá: “conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo.” (Judas 21). En estos dos pasajes se pueden deducir la creencia de Judas sobre Dios y su Hijo. En primer término, jamás Judas llama a Cristo como “Dios Hijo”. Para él sólo el Padre es Dios, y Jesucristo es el Señor.
5.-
Santiago:En uno de sus versículos él escribe: “…
porque Dios no puede ser tentado por el mal” (Santiago 1:13). Estas palabras de Santiago parecerían extrañas si creyéramos que Cristo es Dios. ¡Y es que el Señor Jesucristo fue tentado como cualquier otro de nosotros! (Hebreos 4:15). Por tanto, si fue tentado, ¡él no podía ser Dios!.
También en la apertura de su carta, Santiago comienza diciendo: “
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo.” (Santiago 1:1). Es obvio que Santiago, quien conocía bien a su hermano, supo que Jesús no era Dios. Él
NO escribió diciendo algo así como: “
Santiago, siervo del Padre, y del Señor Jesucristo, Dios verdadero.” o
“Santiago, siervo de Dios Padre y del Señor Dios Jesucristo.” Jamás Santiago le concedió a Cristo el título de “Dios” como lo hizo con el Padre.
En cuanto al Espíritu Santo, es oportuno señalar que
jamás encontraremos en la Biblia que se le llame “Dios Espíritu Santo” sino más bien: “
El Espíritu Santo DE Dios”. En Efesios 4:30 leemos: “
Y no contristéis al Espíritu Santo DE DIOS...” Y Pablo habla del Espíritu Santo como perteneciendo al Padre: “…
sino a Dios, quien también nos dio SU ESPÍRITU SANTO.” ( 1 Tesalonisenses 4:8).
Por otro lado, es curioso que el Espíritu Santo no aparezca con el Padre y el Hijo en los siguientes textos: Romanos 16:27; 1 Corintios 1:3,9; 8:6, 2 Corintios 1:2, Gálatas 1:3; 3:26, Efesios 1:2; 3:19; 5:5,20; 6:23, Filipenses 1:2, Colosenses 1:2; 2:2, 1 Tesalonisenses 1:1, 2 Tesalonisenses 1:1,2, 1 Timoteo 1:2, 2 Timoteo 1:2, Tito 1:4, Filemón 3, 1 Juan 1:3, 1 Juan 2:22, 2 Juan 3, Judas 1:1.
También es curioso que
al Espíritu Santo jamás se le ve entronizado junto con el Padre y el Hijo. Apocalipsis 7:10, 22:3.
Tampoco ninguna oración es dirigida al Espíritu Santo. El Espíritu Santo se le describe como
el PODER de Dios en los siguientes versículos: Hechos 1:8, 10:38, Lucas 1:35, 4:14, 5:17, Romanos 8:11, 15:13,19, Miqueas 3:8, 1 Corintios 2:4, 6:14, 1 Tesalonisenses 1:5.
El Testimonio de los Padres de la Iglesia:
Clemente de Roma: De acuerdo a muchos escritores cristianos antinicenos, él es el Clemente de Filipenses 4:3. Él fue un Anciano de la Iglesia de Roma entre los años 92-101 d.C. Su Epístola a los Corintios, escrita alrededor del año 96 d.C, fue tenida en gran estima, y fue considerada igual a los escritos de los Apóstoles y era frecuentemente usada en sus reuniones dominicales.
Él nació alrededor del año 30 d.C y murió en el año 100 d.C. Él escribió: “
Conocemos que Tú solo era Altísimo entre los Altísimos… Tú has escogido a aquellos que te aman a través de Jesucristo, Tú amado Hijo, a través de quien Tú nos has instruido, santificado, y honrado…Que todas las naciones sepan que Tú eres el único Dios, que Jesucristo es Tú Hijo y que nosotros somos Tu pueblo.” (
A los Corintios, Cap. 59, vs. 3,4).
Ignacio de Antioquía: Su seudónimo era “Teóforo”, debido a su naturaleza gentil y amable. Él fue un Obispo en la congregación de Asiria y Antioquía, y fue un discípulo del Apóstol Juan. Sus escritos auténticos, fueron escritos alrededor del año 110 d.C. Nació alrededor del 50 d.C y fue martirizado en el 116 d.C.
Él escribió: “
Hay un Dios, quien se manifestó a sí mismo por medio de Jesucristo, Su Hijo, quien siendo Su Palabra, salió del silencio al mundo y ganó plena aprobación de Él, de quien era Su embajador.” (
A los Magnesianos, cap.8, v.2).
“…quien también resucitó de entre los muertos, debido a que Su padre lo resucitó,- su Padre quien igualmente nos resucitará, a quienes creemos en él a través de Jesucristo, fuera de quien no tenemos verdadera vida (
A los Trallanos, Cap. 9, vs.2).
“
Ustedes están bien fundamentados en amor a través de la Sangre de Cristo y firmemente creen en nuestro Señor. Él es realmente de la línea de David de acuerdo a la carne y el Hijo de Dios por la voluntad y el poder de Dios.” (
A los Esmirnianos, Cap. 1 v.1).
Policarpo: Nació alrededor del año 69 d.C, y fue un discípulo del Apóstol Juan, e igualmente un amigo íntimo de Ignacio de Antioquía. Él fue un obispo de la iglesia de Esmirna, Asia Menor, y escribió su Epístola a los Filipenses antes del 140 d.C. Él fue quemado en una estaca el 23 de Febrero, del año 155 d.C.
Él escribió lo siguiente: “
Ahora, que el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, y él mismo el Sacerdote Eterno, Jesucristo, el Hijo de Dios, los edifique en la fe y en la verdad.” (A los Filipenses Cap.12, v.2). “…
a Él quien es capaz de traernos a todos en Su gracia y generosidad, a su Reino Celestial, por su Unico Hijo engendrado, Jesucristo, sea la gloria, honor, poder, y majestad para siempre.” (
Martirio, Cap. 20, v. 2).
Justino: Llamado “Mártir” debido a su martirio en el 166 d.C. Él nació en Roma en el año 107 d.C. Él fue un filósofo pagano convertido al cristianismo alrededor del año 130 d.C. Su primer obra
Diálogo con Trypo fue escrito en el año 135 d.C. Trypo era un Judío que escapó de Jerusalén después de la revuelta de Bar Kochba. Él escribió entre el 135 d.C hasta justo antes de su decapitación.
Él escribió: “
Dios engendró antes que todas las criaturas un Principio que era un cierto poder racional procedente de Él, quien es llamado por el Espíritu Santo ahora ‘La Gloria Del Señor’, ahora ‘El Hijo’, nuevamente ‘Sabiduría’, nuevamente ‘un Ángel’, luego ‘Dios’, luego ‘Señor’ y ‘Logos’, y en otra ocasión él se llama a sí mismo ‘Capitán’.” (
Diálogo con Trypo, Cap. 61). También dijo: “
Nosotros seguimos al único Dios no engendrado a través de Su Hijo.” (
Primera Apología, Cap. 14).
Tatiano: Nació en Asiria cerca del 110 d.C, fue un estudiante de Justino Mártir. Él escribió el comentario a los cuatro evangelios más antiguo que existe. Antes había pertenecido a una secta Encratita gnóstica como líder. A pesar de esto, sus escritos dan una regular visión de las doctrinas cristianas.
Él escribió entre el 161-170 d.C, y murió alrededor del 172 d.C. Dijo: “
El Señor del Universo, Quien Él Mismo es el fundamento necesario de todo ser, puesto que como sea que no había aún ninguna criatura en existencia, estaba Solo…Y por Su sencilla voluntad el Logos brincó fuera; y el Logos, no habiendo salido fuera en vano se convierte en la primera obra engendrada del Padre y fue el comienzo del mundo.” (
A Los Griegos, Cap. 5).
Melitón: Nacido cerca del año 110 d.C, fue el obispo en Sardis, Asia menor, alrededor del 160-170 d.C y un amigo de Ignacio de Antioquía cuando era un muchacho joven. Él escribió entre los años 165-170 d.C y fue martirizado en el 177 d.C. Sólo existen pequeños fragmentos de sus escritos.
Él escribió
: “Existe Aquel que realmente existe y es llamado Dios… Este Ser no es hecho en ningún sentido, ni tampoco vino a la existencia, sino que ha existido por la eternidad.” (
Apología 1: A Antonio César). “
Jesucristo…es la Razón perfecta. La Palabra de Dios, él que fue engendrado antes que la luz, él quien es Creador junto con el Padre.” Apología 4: Sobre la Fe.
Teófilo de Antioquía: Nació alrededor del año 130 d.C. Fue un obispo en Antioquía, Siria, entre los años 170-180 d.C. Él escribió antes del año 175 d.C y murió en el 181 d.C. Escribió: “
Dios, entonces, teniendo su propia Palabra interna dentro de Su propio vientre la engendró, emitiéndola junto con Su propia Sabiduría antes que todas las cosas. Él tuvo a esta Palabra como su ayudante en las cosas que fueron creadas por Él, y por ella Él creó todas las cosas.” (
A Autólico, Cap. 10).
Ireneo: Fue uno de los más reconocidos de los cristianos primitivos. Nació en el 140 d.C y fue un discípulo de Policarpo. Él fue un Anciano de la iglesia en Lyons, Francia, desde el 178 d.C. Él era muy bien conocido en todo el mundo occidental de la época. Él murió en Francia en el 202 d.C. Sus escritos pueden ser fechados alrededor del 180 d.C.
Él escribió: “
Si alguno, por tanto, nos dice, ‘cómo entonces, fue el Hijo producido por el padre?’ nosotros les respondemos, que ninguno entiende esa producción, o generación… no hay poderes que posean este conocimiento sino sólo el Padre quien engendró y el Hijo quien fue engendrado.” (
Contra las Herejías, Libro 2, Cap. 28, v.6).
Clemente de Alejandría: Nacido como Tito Flavio Clemens, en el 150 d.C. Vino a ser un obispo en Alejandría, Egipto. Él escribió entre los años 190-195 d.C. y murió alrededor del 220 d.C. Sus escritos son valiosos porque una vez que se convirtió, viajó por todo el Imperio Romano para aprender el cristianismo puro de los más antiguos y respetados cristianos vivientes.
Él escribió: “
La mejor cosa en la tierra es lo más pío: el hombre perfecto; y la mejor cosa en el cielo, el siguiente y más puro en el lugar, es un ángel, el portador de la vida eterna bendita. Pero la naturaleza del Hijo, quien es próximo a Él quien es el solo Altísimo, es el más perfecto.” (
Miscelanias, Libro 7, Cap.2).
Queda demostrado que los
Padres Anti-Nicenos jamás creyeron que Cristo era el Eterno Dios Todopoderoso. Sus escritos claramente señalan al Padre como superior al Hijo, y como Su originador. Y los más interesante, nada dicen que el espíritu santo sea Dios. La doctrina de la Trinidad les era totalmente desconocida.