Estimado
Creo que no he pasado por alto tus argumentos, creo que si lees con atención la respuesta en linea 225; verás que no es así. En todo caso y para que no tengas dudas te contesto tu respuesta, esperando eso si, que leas con atención lo expuesto:
Evidentemente la ley del pecado existía antes de ser mencionada por Pablo en Rom 7:21. Lo que te digo es que cuando Pablo la introduce en su carta a los Romanos, no la llama ley a secas (para que no se confunda con la ley), sino que la explica primero. Cristo no la mencionó como ley de pecado (por ese nombre, no está en los evangelios); pero si la reconocía y la daba a entender; fíjate en la parábola del joven rico.
En Romanos 7:5, no habla de la ley del pecado, sino que habla de la ley; Pablo no ha introducido aún ese término (ley del pecado). Cito el texto:
Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
(Rom 7:5)
Debes seguir leyendo los siguientes versos y verás que Pablo habla de la ley:
Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra. (Rom 7:6)
Este verso te indica de que ley que habla Pablo en Rom 7:5, es de la ley que se expresa en letras y mandamientos, es decir, la ley que vino por Moisés.
Luego sigamos leyendo en Rom 7:7
¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. (Rom 7:7)
Nuevamente con la pregunta que hace ¿la ley es pecado?; está ratificando de que habla de la ley venida por Moisés, y no de la ley del pecado. Porque la ley del pecado, no podria haber respondido "en ninguna manera".
Y si seguimos leyendo Rom 7:8
Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. (Rom 7:8)
Fijate la similitud de este verso con Rom 7:5. ¿Que produjo el pecado tomando oración por el mandamiento (recuerda que hablamos de la ley expresada en mandamientos)?
¿Que produjo?: "toda codicia", es decir, pecado. ¿Y que dice Rom 7:5? "las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros" ¿Ves como es lo mismo? Ambas citas hablan de la misma ley; es decir, la ley que vino por Moisés.
Mira además lo que dijo Pablo:Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; (Rom 5:20)
¿Me puedes decir como conclusión que la ley disminuye el pecado?
Es por tanto obvio que la ley produjo en la carne todo pecado, y este abundó; no porque la ley sea mala; sino que la ley es santa, justa y buena; sino que en la carne no habita el bien. Y de ese modo reconocemos "otra ley" que obra en nuestros miembros; la ley del pecado y la muerte.
En el caso que citas al pagar la multa, saldremos libres, pero en ningún caso estamos libres de la ley, ya que si violamos nuevamente la ley; nuevamente nos meterán en la cárcel. ¿No es verdad?
Pero un muerto no puede ser metido en la cárcel, un muerto condenado por la ley, ya la ley no lo puede volver a juzgar, condenar y matar; porque ya lo está. Es por eso que la ley sigue vigente, pero nosotros no lo estamos para la ley, ya que estamos muertos a la ley.
Además, el ejemplo no da ningún poder para que ese asesino y violador, al cual le pagaron la multa; no siga cometiendo crímenes; ya que su naturaleza es criminal.
Cristo pagó por nuestros pecados; pero con eso no solucionas el pecado; son cosas diferentes; el pecado se soluciona sólo con la cruz; y ese misterio hoy es un misterio para todas las sectas que predican un evangelio incompleto. No entienden a Cristo crucificado, y tropiezan.
Estas confundiendo vivir por el Espíritu con andar en el Espíritu, son cosas diferentes nuevamente. El haber sido vivificado por el Espíritu no te libera del poder de la ley del pecado y muerte; sólo en el andar en el Espíritu está esa libertad. (Ver Rom 8).
Bueno contesté tus palabras, saludos.