Hay un problema tanto de traducción como de interpretación. Pero sobre todo, hay una terrible falta de comprensión de lectura.
Dos preguntas clave:
- ¿El texto de Isaías 9:5 dice que se le dará varios nombres al hijo?
No. El texto dice que se le dará un nombre.
- ¿Quién le dará ese nombre según el contexto?
El mismo que da al hijo a nosotros: El Padre Eterno.
Análisis por frases
ISAÍAS 9:5 (en la versificación hebrea)
Porque un niño nos es nacido
כִּי־יֶ֣לֶד יֻלַּד־לָ֗נוּ
Ki-yeled yulad-lanu
A nosotros nos ha nacido un niño.
Hay un niño y nosotros.
De ese niño se dice lo siguiente:
Un hijo nos es dado
בֵּ֚ן נִתַּן־לָ֔נוּ
Ben nitán-lanu
Un hijo es dado a nosotros.
Hay un hijo.
Hay uno que ha dado ese hijo.
Y nosotros.
Y el dominio estará sobre su hombro
וַתְּהִ֥י הַמִּשְׂרָ֖ה עַל־שִׁכְמ֑וֹ
Vathí hamisrah al-shijmó
El dominio es algo que le es inherente: “Vathí” significa que ese dominio existe allí, en su hombro.
Será llamado su nombre
וַיִּקְרָ֨א שְׁמ֜וֹ
Vaiqeá Shmó
Hay uno que da el nombre, el mismo que ha dado al niño a nosotros.
Es un nombre. No son los nombres. Se trata de solamente un nombre.
El que da el nombre:
De ahí que, aquel que da el nombre al niño es el Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno.
El nombre que da:
Y el nombre que Él da al niño es “Príncipe de paz”.