Fue Jesucristo un maestro oculto, que viajo por toda la tierra en sus perdidos?
En "El libro tibetano de la vida y la muerte", Sogyal Rinpoché alude a la realización del cuerpo de arco iris, por la que mediante prácticas avanzadas de Dzogchen el cuerpo puede disolverse y volver a la luz originaria de la que proceden los elementos que lo constituyen. Este proceso de reabsorción va acompañado generalmente de manifestaciones visibles en el entorno, como aparición reiterada del arco iris y presencias luminosas. Al final del mismo, del cuerpo sólo quedan algunos cabellos y las uñas.
Las prácticas que la posibilitan, Trekchö y Tögal, "sólo pueden lograrse teniendo como guía a un maestro experimentado y recibiendo la inspiración y la bendición de una persona viva que tenga esa realización y ese conocimiento", según refiere Tsogyal Rinpoché remitiendo al Dalai Lama en la página 222 de la edición de Urano (BCN, 2006). En torno a esas páginas alude también brevemente a ambas prácticas. Junto a la práctica de Phowa ("transferencia de la conciencia en el momento de la muerte") suponen cumplir la instrucción de Padmasambhava ante el morir: proyectar la conciencia en el espacio de la mente de sabiduría primordial de Budha.
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El relato de una experiencia acreditada por alguien de confianza resulta convincente; en las páginas 223 y 224, se presenta un caso de 1952, que el autor narra con discreta elegancia: Sönam Namgyal, en apariencia un humilde cincelador ambulante de piedras, y por su realización final ante la muerte, un verdadero "yogui oculto", al sentir próximo el momento de morir, comenzó a retirarse en soledad a las montañas y a contemplar el espacio infinito, componiendo sus propias canciones bajo el cielo. Se le creyó enfermo más tarde, pero su alegría, sin embargo, iba en aumento. Había olvidado todas las enseñanzas que recibió, pero su confianza en la bondad de todo tal cual es crecía también. Llegado cierto momento, pidió que lo dejaran solo y que al morir no tocaran su cuerpo en una semana. Así lo hicieron sus parientes. Una poderosa luz irisada envolvió entonces la casa. Vieron como su cuerpo se iba reduciendo. En el octavo día, al acercarse al cadáver y retirar la tela que lo cubría para proceder al funeral, sólo se hallaron uñas y cabello.
[..]- el cuerpo de luz propiamente dicho. Tiene lugar después de la muerte (en el sentido fisiológico o clínico) del practicante y se designa simplemente como «cuerpo de luz»: öphung (’od-phung) u ökikú (’od-kyi sku). Fue de esta manera que murieron el supremo maestro Garab Dorlle, su discípulo directo Mañjushrimitra, Shri Simha, Jñanasutra y el traductor Vairotsana, entre otros. El individuo muere entre signos maravillosos y después de su muerte el cuerpo se transforma en luz, la cual desaparece en el espacio sin que quede ningún residuo material. [..]
[..] La total transferencia o phowa chenpo (’pho-ba chen-po), considerada como suprema entre todas las formas de realización y manifestada por algunos de los más grandes maestros (por ejemplo, Padmasambhava, Vimalamitra, Ñang Tingdzin Zangpó (Nyang Ting-’dzin bZang-po) y el gran yogui de los siglos XI y XII d. C. Chetsun Sengue Wangchuk (lChe-btsun Seng-ge dBang-phyug), consiste en dar lugar al cuerpo de luz en vida y recibe el nombre de «total transferencia»: powa chenpo (’pho-ba chen-po), powa chenpoi ku (’pho-ba chen-po’i sku) o llalü powa chenpo (dja-lus ’pho-ba chen-po). [..]
-CUERPO DE ARCO IRIS
En "El libro tibetano de la vida y la muerte", Sogyal Rinpoché alude a la realización del cuerpo de arco iris, por la que mediante prácticas avanzadas de Dzogchen el cuerpo puede disolverse y volver a la luz originaria de la que proceden los elementos que lo constituyen. Este proceso de reabsorción va acompañado generalmente de manifestaciones visibles en el entorno, como aparición reiterada del arco iris y presencias luminosas. Al final del mismo, del cuerpo sólo quedan algunos cabellos y las uñas.
Las prácticas que la posibilitan, Trekchö y Tögal, "sólo pueden lograrse teniendo como guía a un maestro experimentado y recibiendo la inspiración y la bendición de una persona viva que tenga esa realización y ese conocimiento", según refiere Tsogyal Rinpoché remitiendo al Dalai Lama en la página 222 de la edición de Urano (BCN, 2006). En torno a esas páginas alude también brevemente a ambas prácticas. Junto a la práctica de Phowa ("transferencia de la conciencia en el momento de la muerte") suponen cumplir la instrucción de Padmasambhava ante el morir: proyectar la conciencia en el espacio de la mente de sabiduría primordial de Budha.
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El relato de una experiencia acreditada por alguien de confianza resulta convincente; en las páginas 223 y 224, se presenta un caso de 1952, que el autor narra con discreta elegancia: Sönam Namgyal, en apariencia un humilde cincelador ambulante de piedras, y por su realización final ante la muerte, un verdadero "yogui oculto", al sentir próximo el momento de morir, comenzó a retirarse en soledad a las montañas y a contemplar el espacio infinito, componiendo sus propias canciones bajo el cielo. Se le creyó enfermo más tarde, pero su alegría, sin embargo, iba en aumento. Había olvidado todas las enseñanzas que recibió, pero su confianza en la bondad de todo tal cual es crecía también. Llegado cierto momento, pidió que lo dejaran solo y que al morir no tocaran su cuerpo en una semana. Así lo hicieron sus parientes. Una poderosa luz irisada envolvió entonces la casa. Vieron como su cuerpo se iba reduciendo. En el octavo día, al acercarse al cadáver y retirar la tela que lo cubría para proceder al funeral, sólo se hallaron uñas y cabello.
[..]- el cuerpo de luz propiamente dicho. Tiene lugar después de la muerte (en el sentido fisiológico o clínico) del practicante y se designa simplemente como «cuerpo de luz»: öphung (’od-phung) u ökikú (’od-kyi sku). Fue de esta manera que murieron el supremo maestro Garab Dorlle, su discípulo directo Mañjushrimitra, Shri Simha, Jñanasutra y el traductor Vairotsana, entre otros. El individuo muere entre signos maravillosos y después de su muerte el cuerpo se transforma en luz, la cual desaparece en el espacio sin que quede ningún residuo material. [..]
[..] La total transferencia o phowa chenpo (’pho-ba chen-po), considerada como suprema entre todas las formas de realización y manifestada por algunos de los más grandes maestros (por ejemplo, Padmasambhava, Vimalamitra, Ñang Tingdzin Zangpó (Nyang Ting-’dzin bZang-po) y el gran yogui de los siglos XI y XII d. C. Chetsun Sengue Wangchuk (lChe-btsun Seng-ge dBang-phyug), consiste en dar lugar al cuerpo de luz en vida y recibe el nombre de «total transferencia»: powa chenpo (’pho-ba chen-po), powa chenpoi ku (’pho-ba chen-po’i sku) o llalü powa chenpo (dja-lus ’pho-ba chen-po). [..]