Este asunto de negar lo innegable, es de vieja data.
Lo que comienza con la pluralidad de "Elohim" en Génesis 1:1; unido a la singularidad de "Jehová" en el Shema de Israel, y atravieza por los profetas como Isaías (Is.48:16), culmina con la revelación plena de la Trinidad en el NT, aquí están los textos: Juan 16:13; 15; Mateo 28:19; Juan 15:26; Mateo 3:16; Juan 14:16; 17; Hechos 2:3; 1Cor.2.10; 11; 2Cor.13:13; 1Juan 5:6; 7; Gál.4:6; Ef.4:4; 1Cor,12:3; 4, etcétera.
Rechazar la Doctrina de la Trinidad, solo es propio de grupos heréticos, que engañan a sus adeptos, sumiéndoles en la incertidumbre de un destino eterno, por cuanto la Trinidad participa en la Salvación de las almas (1P.1:2) y al no reconocerla, obviamente la persona engañada muere sin salvación.