Obi Wan si es su gusto usted puede decir muchas veces que no se de lo que hablo, pero solo servirá para mostrar su ignorancia. Aqui el tema no es la reencarnación pero como usted se pone tan pesadito con eso y dice que no se de que hablo le comparto esto para su estudio.
LA LUCHA POR LA VERDAD
El Periodista: En la segunda parte de la conversación se trata principalmente, sobre que enseñó Jesús de Nazaret y los primeros cristianos referente a este tema. Pero primero la pregunta: ¿Que dicen las dos grandes iglesias sobre la “siembra y cosecha”?
El Teólogo: A pesar de que la ley del la siembra y cosecha se encuentra en la Biblia, e incluso verbalmente en La carta de Pablo a los Gálatas (6, 7), en las iglesias esta creencia fue relativizada. Es decir: Ya no se enseña que esta frase siempre tiene validez.
En vez de esto la atención es dirigida en la “única” creencia o a los tal llamados “medios de piedad”, o bien “sacramentos” o acciones eclesiales, como por ejemplo la confesión. Mediante una confesión eclesiástica, aparentemente sería quitado algo o todo de una eventual cosecha negativa, sobre lo cual ya habíamos hablado.
El Periodista: ¿Y como es el asunto con el conocimiento de la reencarnación?
El Teólogo:
La base para esto fue proscrito de la creencia de la iglesia, en el año 543 durante el sínodo de Constantinopla, y en el concilio de Constantinopla de 553, después de que hubo disputas sobre esto.
En Constantinopla fueron “maldecidos” dos enseñanzas del “padre de la iglesia” Orígenes (185/186-254) que son condición, respectivamente, meta de la reencarnación.
En estas enseñanzas se trata de …
1.) … la creencia, de que el alma de un hombre existe antes del nacimiento de éste.
2.) … la creencia, que alguna vez todos los hombres vuelve a encontrar el camino a Dios.
Orígenes, según las palabras de su seguidor Rufín, fue alguien, que tenía el cuidado, “de creer como verdadero sólo que no se desvía de la tradición eclesiástica y apostólica” (Rufín en Peri Archon I, Praefatio 2). En el canon 9 del documento del sínodo de Constantinopla dirigido contra Orígenes, fueron deshechos algunos de sus enseñanzas de fe (Denzinger-Schönmetzer, Enchiridion Symbolorum, Freiburg 1965, 34. Edición, 403 y 411 o bien Neuner-Roos, Der Glaube der Kirche in den Urkunden der Lehrverkündigung, Regensburg 1971, 13. Edición 1992, Nr. 325 y Nr. 891). En vez de esto, en la iglesia se impuso la enseñanza, que el alma es creada por Dios en el momento de la procreación y que una parte de la humanidad es condenada eternamente (por ejemplo Neuner-Roos, a.a.O., Nr. 895-899, entre otros, la enseñanza considerada “infalible“ Nr. 896).
Ya aproximadamente 150 años antes, el patriarca de la iglesia Teófilo de Alejandría, había execrado a Orígenes y a partir de más o menos 397 comenzó a organizar la destrucción de sus aproximados 2000 escrituras.
El “padre de la iglesia” Jerónimo (345-420) relata por ejemplo, como las tropas del patriarca atacaba en toda Palestina a los cristianos originales y a quemar todas las escrituras de Orígenes allí existentes (Epístola 86; según Sträuli, Origenes, der Diamantene, Zürich 1987, pág. 317).
Donde la iglesia no tenía objeciones, cita a Orígenes en sus documentos, sólo en el catecismo actual de la iglesia católica, en 10 partes.
REENCARNACIÓN EN ORIGENES Y S. AGUSTÍN
El Periodista: ¿Orígenes también creyó en la reencarnación?
El Teólogo: Si, aún cuando en el concilio de Constantinopla en el año 553 ya no era tan conocido. Si no, también habría sido condenado. El seguidor de Orígenes, Rufín admitió ya en el año 398, que había “amoldado” los escritos de su profesor, de acuerdo a los dogmas de la iglesia, para proteger estas contra el reproche de ser una enseñanza engañosa (Praefatio, a.a.O.).
Cuando en 1941, en Toura Egipto del norte, se habían encontrado 28 hojas de papiro de un escrito original en griego de Orígenes - su comentario a la carta de Pablo a los romanos -, una comparación en vista de un arreglo de Rufín, se obtuvo el siguiente resultado: “Una intervención personal profunda y amplia del texto” (Jean Scherer, Le Commentaire d´ Origène sur Rom. III.5-V.7, Institut Francais d´ Archéologie, Kairo 1952).
Rufín incorporó, eliminó, simplificó y cambió cosas esenciales. Que esto también lo haya hecho, donde se trata de la reencarnación es obvio.
A que conclusión había llegado Orígenes, sobre esto informa un texto, que - como era de esperarse - falta donde Rufín, pero que es mencionado por Jerónimo. Allí escribe Orígenes sobre el hombre:
“Con esto cambia su cuerpo tantas veces, como cambia su hogar en su descenso del cielo a la tierra” (De Principiis I, 5, 3, citado según Orígenes, Vier Bücher von den Prinzipien, editado por Herwig Görgemanns / Heinrich Karpp, Darmstadt 1976, pág. 205).
Donde Jerónimo también se pueden leer las palabras del patriarca Teófilo, quién definitivamente había condenado a Orígenes:
“Pero que significa, si él [Orígenes] declara que las almas serían atadas repetidas veces a cuerpos y vuelto a ser separadas de ellos” (Epístola 98, 11, citado según De Principiis I, 8, anexo I, a.a.O., pág. 279).
Que, a pesar de todo aún se duda, si Orígenes creía en la reencarnación, está relacionado con que algunas de las versiones presentes fueron formuladas cuidadosamente como pregunta, ya sea por el mismo Orígenes o por Rufín.
Se debe, así un ejemplo, “ver y estudiar con mayor profundidad, si es posible o no, que ella [alma] entra en un cuerpo por segunda vez …” (Comentario de Juan VI, 85. f)
Si alguien puede demostrar ciertas condiciones, entonces, según Orígenes,
“se concluye de esto forzosamente. Que la existencia corporal no es original, si no que entra etapas temporales en la existencia … y esto sucede en forma continua” (Peri Archon IV, 4, 8).
La historia de Jacobo y Esaú en Génesis 25, Orígenes lo comenta como sigue:
“Debemos suponer que él [Jacobo] debido a sus méritos de una vida anterior … fue preferido ante su hermano” (Peri Archon II, 9, 7).
En forma general Orígenes aclara la posibilidad,
“que alguien en consecuencia, de algunos eventos de moralidad anterior ahora [en esta vida] se convierte en un recipiente del honor, y entonces, si no hace, lo que le corresponde a un receptor de honor y no está a su medida, será en otra vida un recipiente del deshonor” (Peri Archon III, 1, 23).
Teólogos eclesiales, que quieren negar la creencia de Orígenes, interpretan sus expresiones sobre vidas anteriores y posteriores en forma distinta. O referido exclusivamente al ama en el más allá o ellos opinan, que él se habría referido a una vida antes del “estado original” anterior a la creación, o bien, a nuevas eras después del fin de este “tiempo mundial”.
Distinto el investigador suizo Robert Sträuli, quién aclara con un ejemplo, la interpretación bíblica del conocido alumno de Orígenes, Didymos (313-398),
“cuan elemental era entonces en la escuela cristiana de Alejandría, el precepto del renacimiento como parte de la enseñanza cristiana” (Sträuli, a.a.O., pág. 229 ff; 312 f.).
Contra lo que se dirigió Orígenes, es la migración de alma (Metempsicosis) de un alma humana en animales o plantas, lo que tampoco correspondería a la enseñanza del cristianismo original. Ya que Orígenes fue combatido y condenado por la iglesia, sólo, como se dijo, existen unos pocos restos de su obra.
El Periodista: Yo creo, que a muchas personas les va hoy como a Orígenes. A ellos les gustaría apoyar la enseñanza de la iglesia, pero en la búsqueda de la verdad encuentran algo muy distinto.
El Teólogo: Si. Por esto la iglesia le gusta referirse a personas como
“el padre de la iglesia” Agustín (354-430), quién se decidió por la fe católica, a pesar de que, por ejemplo, rezaba: “… entonces dime, oh Dios, a mí, quien te implora en ardiente rezo, di lo en divina misericordia, si mi infancia ha seguido a una vida anterior o si es el mismo, cuando he estado en el seno materno? ... Pero que fui yo antes de ese tiempo, mi Gozo, mi Dios; ¿estuve en alguna parte o alguien?” (Confessiones 1, 6, 9 en la traducción de O. Bachmann, Editorial Atlas Colonia, o. J., pág. 9) Lo que le molestaba a Agustín en la reencarnación, que lo siguiente podría ser pensable: en una vida dos personas son madre e hijo. La madre se muere, y su alma se reencarna nuevamente en una muchacha. Esta después llega a ser la esposa de su hijo (De Civitate Dei, X.30) - lo que es absolutamente posible. Pero también la búsqueda de Agustín no había concluido con su muerte terrenal.
REENCARNACIÓN EN EL CRISTIANISMO ORIGINARIO
El Periodista: ¿Puede usted fundamentar en forma más detallada, sobre lo que recién hablado, por qué el conocimiento sobre la reencarnación pertenece a las bases de la fe cristiana?
El Teólogo: Este conocimiento se puede suponer en todo lo que enseñó Jesús, y muchos contemporáneos también lo tenían claro.
Para esto, cito primeramente algunas líneas del libro Hermano Jesús - El Nazareno desde el punto de vista judío del conocido científico religioso judío Schalom Ben Chorin: “El pensamiento del renacimiento, es en el judaísmo de la época de Jesús, una creencia popular evidente … Así las personas consideraban a Jesús como un antiguo profeta, que había regresado (Lucas 9, 8 y 19). En e Talmud frecuentemente se encuentran extraños apuntes, que concluirían sobre una creencia de una migración del alma o una creencia en el renacimiento, como por ejemplo la observación: ´Mordechai, este es Samuel`, aquí se quiere decir, que el judío Mordechai, el tío de la reina Esther, fue el profeta Samuel renacido …” (dtv-Taschenbuch, München 1977, S. 25)
El que quiere poner en duda aquí la capacidad del científico judío, puede objetar, que el texto griego del evangelio de Lucas habla de una posible “aparición”, o bien, de una “resucitación” de una antiguo profeta y que de esto no se debe concluir forzosamente sobre una reencarnación. ¿Pero en que sería diferente, una “aparición” o “resurrección” en un cuerpo nuevo, con una reencarnación? A menos que se explique, de qué manera el cuerpo original descompuesto hace tiempo se haya vuelto joven y vigoroso. Con esto aún no se ha comprobado nada,
pero el historiador judío Flavio Josefo también tiene conocimientos sobre huellas de la enseñanza de la reencarnación donde los grupos de influencia de los fariseos o esenios. Además Orígenes escribió, quien realizó estudios minuciosos, que los judíos jerosolimitanos, con los cuales habló Jesús, habían creído en la reencarnación (Comentario de Juan VI, 73).
Así se puede resumir:
El conocimiento de la reencarnación era conocido en el medio ambiente de Jesús, de manera que Él lo podía aceptar. Esto es también una de tres posibles explicaciones, porque no hay tantas informaciones sobre este tema. Una segunda explicación es, que la tradición no estaba en los intereses de la iglesia, por lo cual la mayoría de las testificaciones se conservaban fuera de la Biblia, en los tal llamados “apócrifos” (= escrituras ocultas). Y una tercera explicación pensable la indica
el “padre de la iglesia” Jerónimo, de quién es endosada la siguiente frase: “La enseñanza del retorno fue revelada a los menos, desde los primeros como una creencia tradicional, que no fue oficialmente proclamado” (Hieronymus, Epistula ad Demetriadem, citado según K. O. Schmidt, Kehret wieder Menschenkinder, Bonn 1970, pág. 42). Porque una comunidad, que quiere ayudar en el avance de un reino de la paz, respectivamente, un “reino de Dios” en la tierra, no debe perderse en especulaciones sobre la reencarnación ni dirigido al pasado ni tampoco al futuro. Visto en general las tres explicaciones parecen razonables. Y a esto se le agrega lo siguiente: Y por supuesto, Jesús continuamente aplica la ley de la siembra y cosecha (ver más adelante, por ejemplo. “Jesús enseñaba la ley de Siembre y Cosecha”). Y el hecho es, que esta “ley de siembre y cosecha” solo entonces es cierta, cuando se incluye vidas anteriores o posteriores. Sin embargo, teóricamente podría ser exclusivamente la vida en el “más allá”, pero para un delito, de una persona en el más allá y no en una vida anterior en el acá, faltan indicios convincentes. O sea, de esto también queda solamente la reencarnación, y este conocimiento, por consecuencia, era básico. Y también estaba difundido aún en iglesia pre medieval, como lo documentan los ejemplos de Agustín y Jerónimo.
El Periodista: ¿No fue Jerónimo participante decisivo en la generación de la Biblia?
El Teólogo: Si. En su forma actual se originó recién en el tardío siglo 4to. Jerónimo recibió del entonces papa el encargo, de confeccionar, desde diversas versiones bíblicas, una versión unitaria en latín. Este texto, la tal llamada Vulgata, fue declarada por la iglesia católica, en el concilio de Trento (1545-1563) - o sea mucho más tarde - como “intachable”. El papa Dámaso I que la encargó, en el año 366 y 367, después de sangrientos combates entre sus partidarios y sus contrincantes, había conquistado el trono del papado. En un solo día fueron encontrados 137 muertos en una iglesia, que fueron asesinados allí. Yo digo esto, porque hay mucha gente que cree, que la Biblia fue inspirada por el “espíritu de Dios”, sin saber que otros “espíritus” también estaban presentes en su creación.
Como papa, Dámaso I era conocido por su ostentación y sus “comilonas”, “que su mesa, dejaba en la sombra hasta un banquete real” (Ammianus Marcellinus, Historia Romana 27, 3, 4, citado según A. M. Ritter, Kirchen- und Theologiegeschichte in Quellen, tomo 1, pág. 173).
A este papa, Jerónimo le escribió la siguiente carta: “¿No habrá por lo menos uno … que a mí, en cuanto tome este volumen (Biblia) en la mano…, no me califique a gritos de falsificador y sacrílego religioso, porque tuve la osadía de agregar, modificar o corregir algunas cosas en los viejos libros? Dos reflexiones son entre tanto, que me consuelan y me hacen cargar este odio: Por un lado, que tú, obispo superior en rango a todos los demás, me has encargado hacer esto; y por otro lado, que, como también lo deben confirmar mis calumniadores, en versiones diferidas es difícil de encontrar la verdad” (Evangelienrevision, Vorrede, MPG 29, Sp. 525 ff., citado según A. M. Ritter, Kirchen- und Theologiegeschichte in Quellen, Band 1, pág. 181; más sobre este tema en "El Teologo N°14" - Jerónimo y el origen de la Biblia - ¿Que es verdad? ¿Qué es mentira).
El Periodista: El editor de la Biblia entonces no estaba convencido de la veracidad de la Biblia.
El Teólogo: Jerónimo criticó a algunos de sus antecesores como “traductores poco fiables”. También habla de “enmienda desmejorada de críticos de textos incompetentes” o sobre “adiciones o cambios de copistas desatentos” (Revisión de los evangelios, prólogo).
Sin embargo, el “padre de la iglesia” da aquí sólo una mirada en la historia de la creación de la Biblia “latina”, pero también en los textos originales griegos, existieron, en especial en los tiempos de comienzo, muchas revisiones y también remodelaciones. Porque los evangelistas habían editado las fuentes, que aquellos tenían a mano, se les llama también “redactores”.
Resumiendo se puede decir: los textos bíblicos son la obra de la iglesia oficial en formación con sus dogmas nacientes de ella.
La “preocupación por la revisión del la traducción bíblica latina” se dice, es por ejemplo “el mayor mérito” de Dámaso I (Ritter, pág. 181). De este modo, los textos contienen muchos puntos de referencia sobre la vida de Jesús, pero no tienen validez como fuentes históricas confiables.
Todas las antiguas testificaciones sobre la reencarnación, lograron permanecer en el tiempo, a pesar de de la enseñanza eclesial de distinto desarrollo. No estamos al tanto todo lo que se perdió, lo que fue destruido o no transmitido. Pero evidentemente este tema tampoco era tan esencial para Jesús, como otras cuestiones.
El Periodista: ¿Qué es lo esencial para Él?
El Teólogo: Jesús señala al reino de la paz que está por llegar, el reino de Dios. Para esto se necesita hombres, que están dispuestos al retorno, a la “penitencia”, para que no sólo sean palabras, si no se hagan visibles las correspondientes acciones. Por esto, por ejemplo, Él mismo sana muchas enfermedades. También invita a las personas a confiar en Dios. Esto es posible, ya que Dios es un padre amante, que les ayuda en todas las situaciones, para dirigir sus pasos hacia Él.
El Periodista: ¿Qué rol juega en esto la reencarnación?
El Teólogo: Si el hombre sigue a Jesús, encuentra temprano o tarde salir de la “rueda del renacimiento”. Quién además, más allá de este conocimiento, se ocupa mucho con el tema de la reencarnación, peligra de enredarse en especulaciones sobre vidas anteriores o darse importancia con esto, en vez de aprovechar la chance de su vida. Importa sólo esta vida, todo el resto es pasado. Ya que todo, lo que no fue depurado en vidas anteriores, según la ley de siembra y cosecha vuelve en el tiempo oportuno, para que esta vez sea depurado, se necesita sólo estar alerta en esta vida. En este sentido también enseñó Jesús.
http://www.theologe.de/reencarnacion.htm#vida
Si cree usted que puede argumentar algo contra esto copiamos este extracto y le doy mas información y textos biblicos asi como datos historicos que demuestran que en el judaismo de tiempos de Jesús se creia ya en la reencarnación Y ASI LO VEMOS EN LA BIBLIA EN MUCHOS PASAJES. ¿Cree usted poder refutar todo lo que yo le pueda aportar? (imagino que si ya que solo soy un ignorante según usted) pues digameló y abrimos un tema para eso y debatimos el tema. Y si no puede al menos callese y procure aprender lo que pueda.
Y repito que mi apellido es DELTELL y no "tell".