No hay inconveniente. En la salutación del ángel, María concebirá en su seno y dará a luz un hijo al que le pondrá por nombre Jesús, quien será grande, quien será llamado el Hijo del Altísimo, quien ocupará el trono de su padre David, y reinará para siempre y su reino no tendrá fin, y quien será llamado el Hijo de Dios.
Lucas 1
28 Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, kecaritōmenē! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres. 29 Pero ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería este. 30 Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Este será grande y será llamado el Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David, 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón? 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado el Hijo de Dios. 36 Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. 37 Porque ninguna cosa será imposible para Dios. 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.