Es que Dios estableció un mecanismo para que no podamos acercarnos a los bordes.
Mediante:
1. Un campo magnético que hace que siempre te encuentres en el centro del círculo de la Tierra y en el centro de la Esfera Celeste.
Cualquier latitud y longitud de la Esfera Celeste, tiene su latitud y longitud opuesta que te mantendrá siempre en el centro, son el cenit y el nadir de la imagen, aplicable en cualquier punto del planeta.
Ver el archivo adjunto 3327913
Si el observador cambia de posición, la Esfera Celeste aparentemente se moverá, pero solo para él, el eje (PNC/PSC) cambiará, pero el cenit y el nadir siempre será el mismo.
Sería algo así:
Ver el archivo adjunto 3327914
Pero no sería un solo imán, cada longitud y latitud es un extremo del imán y su latitud y longitud opuesta el otro.
2. Limitación en sentido norte/sur.
En sentido este/oeste y viceversa podemos desplazarnos ilimitadamente, porque estaríamos dando vueltas de 360° dentro del círculo de la Tierra, (delimitado por la Esfera Celeste).
Pero en sentido norte/sur y viceversa, nuestro recorrido está limitado a 180°, cuando llegas al centro de uno de los polos, el único camino posible es dar media vuelta, no lo puedes atravesar.
Tu y yo ahora mismo, estamos en el centro del círculo de la Tierra y en el centro de la Esfera Celeste.
Si estamos en lugares distintos, tu mapa de la Tierra será distinto al mío.
Y tú veras una bóveda celeste distinta a la mía, porque el eje de la Esfera Celeste tendrá una inclinación diferente.