Pues porque no hay que sentarse a esperar. Hay que levantarse y venir a Cristo.
Como el papá del joven de las convulsiones, hay que acudir a Él, aún a pesar de nosotros mismos... aún conscientes de nuestra propia incapacidad de tener la fe suficiente como para que se opere el milagro.
Las Escrituras contienen varios relatos en que Dios pide algo imposible para el hombre... pero si este se muestra dispuesto, Él luego le muestra que lo imposible para el hombre, es posible para Dios.
Jesús invitó a Pedro a venir a Él caminando sobre las aguas. Caminar sobre las aguas es un imposible. Pero Pedro se bajó de la barca. Bajarse de la barca no significa en sí mismo caminar sobre el agua. Pero sí era la condición indispensable para ello.
Ahora bien, no olvidemos lo que pasó ANTES de que Jesús llamara a Pedro a hacer lo imposible: Jesús se mostró a sí mismo andando sobre el agua. A Pedro no se le hubiera ocurrido intentarlo si no hubiera visto a Jesús hacerlo. Al mostrar que era posible, Jesús convenció a Pedro.
Una vez más: convencer no significa, de manera alguna, violar la libertad humana. Significa poner las condiciones favorables para que el hombre decida. Y en eso, Dios es un experto. El Experto.
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Exacto, tú mismo lo has dicho: "hay que levantarse y venir".
Y Dios te está llamando a Sí Mismo con gran voz... "Alissaaaaaa, Alisssaaaaa..."
Convencer significa lo que te he explicado anteriormente, es un término violento, no "blando".
"La condición favorable" es un corazón "contrito y humillado", es decir, un corazón "preparado" para, primeramente, arrepentirse. Segundo, para creer. Tercero, para dar fruto.
Dios busca tu arrepentimiento, Alissa.
Sin arrepentimiento NO puedes creer... NO como Dios exige que creas.
Amor,
Ibero
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