Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Renuncie a los criterios humanos, estudie la Escritura, no caiga en condenación, porque no se lo digo yo, se lo dice la Escritura, se lo dice Cristo. Escudriñe, estudie y la verdad de la salvación le será revelada, y la salvación llegará a su casa, mientras, sigue condenándose.

Tengan presente que la palabra de Dios no comenzó en ustedes, ni ustedes son los únicos que la han recibido. ;)
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

O quizas con esto ya logre ver...

No se trata de seguir a Cirilo, siga a Cristo, esto es lo único que puede salvarle. El error oscurece su corazón, y mientras no se alimente de la papilla, no se le puede dar más comida de salvación. No se condene, lea, escudriñe la Palabra de Dios.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Tengan presente que la palabra de Dios no comenzó en ustedes, ni ustedes son los únicos que la han recibido. ;)

La Palabra de Dios está escrita y es para que la reciban todos, no le agregué más, que tropezará ahí mismo... cíñase a los Escrito, ya le digo, ello le traerá la salvación.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

No se trata de seguir a Cirilo, siga a Cristo, esto es lo único que puede salvarle. El error oscurece su corazón, y mientras no se alimente de la papilla, no se le puede dar más comida de salvación. No se condene, lea, escudriñe la Palabra de Dios.

Bueno, pues mejor terminemos, y ya puestos, todo el tema en concreto:

Aarón y Josué, figuras de Cristo sacerdote y salvador

11. Jesucristo es llamado así con un doble vocablo: Jesús, porque otorga la salvación; Cristo, porque posee el sacerdocio(27). Dándose cuenta perfectamente de la situación, el divino profeta Moisés llamó con estos nombres a dos hombres escogidísimos: a Ausés, sucesor suyo en la jefatura, al que llamó Jesús cambiándole el nombren, y a su propio hermano Aarón, añadiéndole el nombre de Ungido(28); de esta manera, por medio de estos dos hombres eximios, representaba la potestad regia y la potestad pontifical que habían de estar unidas en el Jesucristo único que habría de venir. Pues Cristo es sumo pontífice a semejanza de Aarón(29), si es verdad aquello de que «tampoco Cristo se apropió la gloria del Sumo Sacerdocio, sino que la tuvo de quien le dijo: ... Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de Melquisedec» (Hebr 5, 5-6). Y en muchas cosas fue imagen de él, Josué, hijo de Nun(30), pues la jefatura sobre el pueblo tuvo su comienzo en el Jordán(31), donde también Cristo comenzó a evangelizar una vez recibido el bautismo (Mt 3, 13). El hijo de Nun hizo doce partes de toda la herencia (Jos 14, 1-5) yJ esús envió a doce apóstoles de la verdad como predicadores a todo el mundo (Mt. 10). Como imagen (de Jesús), protegió él (Josué) a la prostituta que había creído (Jos 2,1 ss; 6,17 cf. Hebr 11, 31). Pero el verdadero(32) exclama: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios» (Mt 21, 31). Ante el clamor de la alegría, aunque aquello sólo era imagen, se derrumbaron las murallas de la ciudad de Jericó (Jos 6, 20), y por la palabra de Jesús: «No quedará aquí piedra sobre piedra» (Mt 24, 2), cayó lo que a nosotros se opone, el templo de los judíos. Y no porque la sentencia de Jesús fuese causa del derrumbe, sino que esta caída la provocó el pecado de los impíos.

Jesús, Salvador, llamado así por el ángel

12. Unico es el Señor Jesucristo, nombre admirable indirectamente anunciado por los profetas. Pues dice el profeta Isaías: «Mira que viene tu salvación; mira, su salario le acompaña» (Is 62, 11)(33). Pero Jesús, en hebreo, significa «salvador»; sin embargo, la gracia otorgada a los profetas, previendo el torcido sentimiento de los judíos hacia la destrucción del Señor, les ocultó la verdadera denominación para que no pudiesen, conociéndolo demasiado pronto, estar al acecho contra él de manera más insidiosa. Pero Jesús fue llamado claramente de ese modo, no por todos, sino por el ángel, que no vino por su iniciativa, sino por la autoridad de Dios, y dijo a José: «No temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombra Jesús» (Mt 1, 20-21). Y al dar razón de este nombre, añadió de modo inmediato: «Porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (1, 21b). Pero has de entender cómo puede tener un pueblo quien todavía no ha nacido, y es que en realidad ya existía antes de nacer. Esto es lo que de su persona dice el profeta: «Yahvé desde el seno materno me llamó: desde las entrañas de mi madre recordó mi nombre» (Is 49, 1)(34). Por eso predijo el ángel que habría de ser llamado Jesús. Como también deben entenderse de las insidias de Herodes estas palabras: «En la sombra de su mano me escondió» (Is 49, 2).

El Salvador que sana

13. Así pues, «Jesús» significa en hebreo «salvador», y en la lengua griega, «el que sana». En realidad él es médico de las almas y los cuerpos, y sanador de los espíritus: cura a los que están ciegos en sus ojos sensibles, pero lleva también la luz a las mentes: es médico(36) de los que están visiblemente cojos, y dirige también los pies de los pecadores a la conversión cuando dice al paralítico: «No peques más» (Jn 5, 14) y: «Toma tu camilla y anda» (5, 8)(36). Pues ya que a causa del pecado del alma había sido entregado el cuerpo a la parálisis, sanó primero el alma para llevar también después la medicina al cuerpo. Por tanto, si la mente de alguien está agarrotada por la enfermedad de los pecados, tiene ahí médico. Pero si alguien es de poca fe, dígale: «Ayuda a mi incredulidad» (Mc 9, 23). Y si alguien está plagado de enfermedades corporales, no desconfíe, sino acérquese, que también recibirá remedio, y reconozca que Jesús es el Mesías.

Eternidad e inmutabilidad del sacerdocio de Cristo

14. Los judíos conceden que Jesús es algo más, pero niegan que sea el Mesías. Por ello dice el Apóstol: «¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo (1 Jn 2, 22)?». Pero Cristo es el sumo sacerdote con un sacerdocio intransferible(37). No comenzó en el tiempo a ser sacerdote ni tiene sucesor alguno en su pontificado, tal como nos oísteis hablando el domingo en la asamblea(38) sobre aquello de «según el orden de Melquisedec» (Sal 110, 4; cf. Hebr 5, 6)(39). No ha obtenido el pontificado por sucesión corporal ni ha sido ungido con óleo terreno(40), sino que procede del Padre antes de los siglos; y es tanto más excelente que otros cuanto ha sido Sacerdote a través de un juramento: «Pues los otros fueron hechos sacerdotes sin juramento, mientras éste lo fue bajo juramento por Aquel que le dijo: "Juró el Señor y no se arrepentirá..."» (Hebr 7, 20b-21a). Para la seguridad del asunto bastaba con la voluntad del Padre. Pero esta seguridad se ha duplicado al añadirse a la voluntad además un juramento: «Para que mediante dos cosas inmutables por las que es imposible que Dios mienta, nos veamos más poderosamente animados» (Hebr 6, 18)(41) quienes acogemos a Jesucristo Hijo de Dios.

Pese a los anuncios, Cristo fue rechazado

15. A este Cristo le rechazaron los judíos cuando llegó(42), pero lo confesaron los demonios (cf. Lc 4, 41). Tampoco lo ignoraba el patriarca David cuando decía: «Aprestaré una lámpara a mi ungido» (Sal 132, 17). Algunos han entendido esta lámpara como el esplendor de la profecía; otros han entendido por esta lámpara la carne tomada de la Virgen, según aquello que dice el apóstol: «Llevamos este tesoro en vasos de barro» (2 Cor 4, 7). No desconocía a Cristo el profeta al decir: «Anunciando a los hombres a su Cristo» (Am 4, 13 LXX). También lo había conocido Moisés, lo había conocido Isaías y también Jeremías: ninguno de los profetas lo desconoció. Lo reconocieron incluso los mismos demonios. «Les conminaba», y, se añade, «porque sabían que él era el Cristo» (Lc 4, 41). Los príncipes de los sacerdotes lo ignoraron, pero lo confesaron los demonios. Mientras los príncipes de los sacerdotes le desconocían, lo anunciaba la mujer samaritana diciendo: «Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?» (Jn 4, 29).

Universalidad del cristianismo

16. Este Jesucristo es el «Sumo Sacerdote de los bienes futuros» (Hebr 9, 1 1), que por la largueza de su divinidad nos comunicó a todos su mismo nombre. Cuando alguien es rey, no comunica a los demás la denominación de su dignidad regia. Pero Jesús, el Cristo, Hijo de Dios, se dignó denominarnos con el nombre de cristianos. Verdaderamente, dirá alguno, se trata de algo nuevo. Este nombre de «cristianos» no se había oído anteriormente, y a veces se despierta oposición a las cosas nuevas simplemente por el hecho de ser nuevas. De esto trató el profeta al decir: «A sus siervos les dará un nombre nuevo tal que quien desee ser bendecido en la tierra deseará serlo en el Dios del Amén...» (Is 65, 15-16)(43). Preguntemos a los judíos: ¿servís a Dios o no? Mostradme, si acaso, vuestro nuevo nombre. Pues en tiempo de Moisés y de los demás profetas erais llamados judíos e israelitas, e igualmente después del retorno de Babilonia y hasta nuestros días. ¿Tenéis acaso un nuevo nombre? Pero nosotros, sirviendo al Señor, tenemos un nombre nuevo: y es realmente nuevo, nombre nuevo que «será bendecido sobre la tierra»: este nombre ha arrebatado toda la tierra, como quiera que los judíos están limitados a los confines de una sola región, pero los cristianos están extendidos por todo el mundo. Lo que ellos anuncian es el nombre del Hijo unigénito de Dios.

Pablo, anunciador del Evangelio tras haber perseguido a los cristianos

17. ¿Quieres saber que los apóstoles conocieron y anunciaron el nombre de Cristo, y que más bien tuvieron en sí mismos al mismo Cristo? Pablo dice a sus oyentes: «... ya que queréis una prueba de que habla en mí Cristo» (2 Cor 13, 3). Pablo anuncia a Cristo diciendo: «No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús» (2 Cor 4, 5). Pero, ¿quién es el que así habla? El que anteriormente era perseguidor. ¡Oh gran milagro! El que antes fue perseguidor anuncia ahora a Cristo. ¿Y por qué razón? ¿Ganado por el dinero? Pero no había nadie que lo persuadiese con tales artes. ¿O acaso lo había visto personalmente en la tierra y actuaba impulsado por reverencia y pudor? En realidad ya había marchado al cielo. El (Pablo) había partido como perseguidor y, luego de tres días en Damasco, el que se dedicaba a perseguir se convierte en su pregonero (Hech 9, 1-25). ¿En virtud de qué? Algunos citan testigos de su casa para cosas familiares, pero yo te he traído como testigo a quien antes había sido enemigo. ¿Todavía tienes dudas? Grande es ciertamente el testimonio de Pedro y Juan, pero podría considerarse con cierta sospecha, pues eran familiares (de Cristo). Pero cuando quien antes era enemigo ahora afronta la muerte en favor del mismo asunto, no hay ya lugar para dudar acerca de la verdad.

Conversión de Pablo a Jesucristo. Fecundidad de su actividad escritora

18. Mientras se habla de estas cosas, sorprende gratamente el admirable designio del Espíritu Santo de que fuesen muy escasas en número las cartas de los demás, pero concedió a Pablo, que anteriormente había sido perseguidor, que escribiese catorce. Y no es que restringiese esa gracia en Pedro y Juan, como si fuesen menores. Nada de eso, sino que para afirmar la autoridad indudable de la doctrina, a quien antes había sido enemigo y perseguidor le concedió escribir ampliamente para que así tuviésemos todos una fe cierta. Ciertamente todos se asombraban de Pablo y decían: «¿No es éste el que en Jerusalén perseguía encarnizadamente a los que invocaban ese nombre, y no ha venido aquí con el objeto de llevárselos a todos a los sumos sacerdotes?» (Hech 9, 21). «No os asombréis», dice Pablo, sé que para mí «es duro dar coces contra el aguijón» (Hech 26, 14)(44). Sé que «no soy digno de ser llamado apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios» (I Cor 15, 9), pero «por ignorancia» (I Tim 1, 13). Pues creía que la predicación de Cristo era la ruina de la Ley: no sabía que él había venido a cumplir la Ley, no a anularla (cf. Mt 5, 17). «Y la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí» (I Tim 1, 14).

Innumerables testimonios y testigos de Cristo

19. Queridos, hay muchos testimonios acerca de Cristo(45). Desde el cielo testifica el Padre acerca del Hijo (cf. Mt 3,17; 17, 5); testifica el Espíritu Santo descendiendo corporalmente bajo el aspecto de paloma (Lc 3, 22); testifica el arcángel Gabriel anunciando el evangelio a María (Lc 1, 26-38); testifica la Virgen madre de Dios (ibid.); testifica el lugar dichoso del pesebre (Lc 2, 7). Es testigo Egipto, que acogió en cuerpo al Señor cuando era todavía un niño muy pequeño. Es testigo Simeón, que lo tomó en brazos y dijo: «Ahora, Señor, puedes según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz, porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos» (cf. Lc 2, 28-31). Y Ana, la profetisa, continente (y viuda)(46) piadosísima y que llevaba una vida ascética, testifica igualmente de él (Lc 2, 36-38). Testifica Juan Bautista, el mayor de los profetas (Jn 1, 15; 1, 19 ss) y el primero del Nuevo Testamento, que en cierto modo conecta en sí ambas Alianzas, la antigua y la nueva(47). Entre los ríos es testigo el Jordán, entre los mares, el de Tiberíades. Dan testimonio los ciegos, los cojos, los muertos llamados de nuevo a la vida. Los demonios dan testimonio diciendo: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret?... Sé quién eres tú: el Santo de Dios» (Mc 1, 24). Testifican los vientos refrenados por su poder (Mt 8, 23-27); testifican los cinco panes repartidos entre cinco mil hombres (Mt 14, 13-21). Lo testifica el santo leño de la cruz, que se contempla entre nosotros hasta el día de hoy y que ha llenado casi todo el mundo con los trozos que algunos, por su fe, han cogido de él. Testifica en el valle la palmera que proporcionó las palmas a los niños que en su momento acogieron con alabanzas a Cristo (Jn 12, 13). Da testimonio Getsemaní como mostrando también todavía a Judas a quienes entienden lo sucedido (Mt 26, 47 ss). Este santo monte, el Gólgota, destacando sobre los demás, también testifica al dejarse ver; también dan testimonio el santo sepulcro y la piedra junto a él colocada hasta el día de hoy (cf. Mt 27, 60). El sol que está ahora luciendo es testigo por haber experimentado un eclipse en la pasión. Testigo fueron también las tinieblas que en aquella ocasión se extendieron desde la hora sexta hasta la hora nona (Lc 23, 44). Testigo es la luz que iluminó desde la hora nona hasta la tarde. Testigo es el monte santo de los Olivos desde el cual ascendió al Padre (Hech 1, 9-12). Testigos también las nubes de tormenta que acogieron al Señor(48). Igualmente las puertas celestiales que acogieron al Señor, de las que dice el salmista: «¡Alzaos, puertas, alzad los dinteles, puertas eternas, para que entre el rey de la gloria!» (Sal 23, 7). Testifican asimismo quienes con anterioridad habían sido enemigos, de los que ahora hay que recordar al bienaventurado Pablo, que por un cierto tiempo vivió en la enemistad, pero (después) ejerció su ministerio de modo duradero. Testifican los doce apóstoles, que no sólo con palabras predicaron sino también con sus propios tormentos y su muerte. Testifica la sombra de Pedro, que en nombre de Cristo sanaba a los enfermos (Hech 5, 15); testifican los pañuelos y los mandiles, que a través de Pablo realizaban igualmente curaciones con el poder de Cristo. Son testigos los persas, los godos y todos los convertidos de los gentiles que no dudan en enfrentarse a la muerte por aquel (49) a quien no vieron con los ojos de la carne. Testifican los demonios, exorcizados hasta el día de hoy por el servicio de los fieles.

Con tantos testigos la fe se hace evidente

20. Muchos, diversos y diferentes son los testigos. ¿Se rehusará, pues, la fe a un Mesías comprobado por tantos testimonios? Si alguien, por consiguiente, no ha creído ya antes, crea ahora; pero si ya creyó, reciba un mayor incremento de fe: creyendo en nuestro Señor Jesucristo, sepa de quién recibe la forma de llamarla. Has sido llamado cristiano: que no sea blasfemado por tu causa nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, sino que tus buenas obras resplandezcan ante los hombres, para que los hombres que las vean glorifiquen en Cristo Jesús, Señor nuestro, al Padre que está en los cielos (Mt 5, 16), a quien sea la gloria ahora y por lo siglos de los siglos. Amén.

Ale, mañana más, o pasado, o jamás. Yo que se. Pase un buen rato.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Eduly, para juzgar a otro de ciego estarías tu mismo diciendo que ves, y como ves tu pecado permanece. (Juan 9:41)

No soy yo quien te juzga sino la Palabra dicha (Juan 12:47-48).

Y la Palabra dice que no juzgues:

Mateo 7:1-5

"No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá.
¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo?
¿O cómo vas a decir a tu hermano: "Deja que te saque la brizna del ojo", teniendo la viga en el tuyo?
Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.


Lucas 6:37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.

1Corintios 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. Él iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones de los corazones. Entonces recibirá cada cual de Dios la alabanza que le corresponda.


Juan 8:15-16
Vosotros juzgáis según la carne yo no juzgo a nadie;
y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado.


Deja de enjuiciar a tus hermanos católicos.

DTB.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

La Palabra de Dios está escrita y es para que la reciban todos, no le agregué más, que tropezará ahí mismo... cíñase a los Escrito, ya le digo, ello le traerá la salvación.

Tengan presente que la palabra de Dios no comenzó en ustedes, ni ustedes son los únicos que la han recibido. 37 Si alguien se cree profeta, o cree estar inspirado por el Espíritu, reconocerá que esto que les estoy escribiendo es un mandato del Señor. 38 Y si no lo reconoce, el Señor tampoco lo reconoce a él.

;)
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Bueno, pues mejor terminemos, y ya puestos, todo el tema en concreto:
Ale, mañana más, o pasado, o jamás. Yo que se. Pase un buen rato.

El tema concreto es Cristo, escudriñe, sea salvo, renuncie al hombre viejo y revístase del nuevo, estudie, estudie, estudie... le hace mucha falta en verdad, se lo dice Cristo, no yo, para su salvación. :angel2_2:
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Eduly, para juzgar a otro de ciego estarías tu mismo diciendo que ves, y como ves tu pecado permanece. (Juan 9:41)

No soy yo quien te juzga sino la Palabra dicha (Juan 12:47-48).

Y la Palabra dice que no juzgues:

Mateo 7:1-5

"No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá.
¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo?
¿O cómo vas a decir a tu hermano: "Deja que te saque la brizna del ojo", teniendo la viga en el tuyo?
Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.


Lucas 6:37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.

1Corintios 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. Él iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones de los corazones. Entonces recibirá cada cual de Dios la alabanza que le corresponda.


Juan 8:15-16
Vosotros juzgáis según la carne yo no juzgo a nadie;
y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado.


Deja de enjuiciar a tus hermanos católicos.

DTB.

Así es Eduly... toma de la Palabra de Dios que tanto declaras, y no te levantes como juez. :)
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

El tema concreto es Cristo, escudriñe, sea salvo, renuncie al hombre viejo y revístase del nuevo, estudie, estudie, estudie... le hace mucha falta en verdad, se lo dice Cristo, no yo, para su salvación. :angel2_2:

Tengan presente que la palabra de Dios no comenzó en ustedes, ni ustedes son los únicos que la han recibido. 37 Si alguien se cree profeta, o cree estar inspirado por el Espíritu, reconocerá que esto que les estoy escribiendo es un mandato del Señor. 38 Y si no lo reconoce, el Señor tampoco lo reconoce a él.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Tengan presente que la palabra de Dios no comenzó en ustedes, ni ustedes son los únicos que la han recibido. 37 Si alguien se cree profeta, o cree estar inspirado por el Espíritu, reconocerá que esto que les estoy escribiendo es un mandato del Señor. 38 Y si no lo reconoce, el Señor tampoco lo reconoce a él.

;)

Tergiversar, no viene de Dios, decir que Cirilo u otro más es Palabra de Dios, es caer en el error, no se lo digo yo, se lo dice Cristo. No hay peor ciego que el no quiere ver, se le dice y no ve, se le anuncia y no escucha. Por su salvación, cíñase a la Biblia.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Tergiversar, no viene de Dios, decir que Cirilo u otro más es Palabra de Dios, es caer en el error, no se lo digo yo, se lo dice Cristo. No hay peor ciego que el no quiere ver, se le dice y no ve, se le anuncia y no escucha. Por su salvación, cíñase a la Biblia.
:musico6:
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Así es Eduly... toma de la Palabra de Dios que tanto declaras, y no te levantes como juez. :)

No soy yo, ¡es Cristo!... sal de tu ceguera, de tu soberbia, y reconoce a Cristo como tu salvador, y a la Escritura como tu única regla de fe... no te condenes.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

No soy yo, ¡es Cristo!... sal de tu ceguera, de tu soberbia, y reconoce a Cristo como tu salvador, y a la Escritura como tu única regla de fe... no te condenes.

Mateo 7:1-5

"No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá.
¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo?
¿O cómo vas a decir a tu hermano: "Deja que te saque la brizna del ojo", teniendo la viga en el tuyo?
Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.

Lucas 6:37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.

1Corintios 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. Él iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones de los corazones. Entonces recibirá cada cual de Dios la alabanza que le corresponda.


Juan 8:15-16
Vosotros juzgáis según la carne yo no juzgo a nadie;
y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado.


Esto debe de ser y para él, el cuento de Caperucita Roja. Digo yo, no se. :)
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

No, no se equivoque, yo le pido que se ciñe a la Escritura... ¿cómo quiere que le hable de salvación si rechaza la Palabra de Dios?... es Cristo quien le habla, no se condene, no le de la espalda, no sea que ya no tenga oportunidad más adelante.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Aunque no creo que pueda negar que aquí, Cirilo, habla TOTALMENTE conforme a la Escritura:

Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos? Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos. Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo al territorio que se me ha adjudicado, y peleemos contra el cananeo, y yo también iré contigo al tuyo. Y Simeón fue con él. Y subió Judá, y Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo; e hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres. Mas Adoni-bezec huyó; y le siguieron y le prendieron, y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies. Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes, cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las migajas debajo de mi mesa; como yo hice, así me ha pagado Dios. Y le llevaron a Jerusalén, donde murió.

¿Verdad que ahora ya no lo puede negar?...
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

No, no se equivoque, yo le pido que se ciñe a la Escritura... ¿cómo quiere que le hable de salvación si rechaza la Palabra de Dios?... es Cristo quien le habla, no se condene, no le de la espalda, no sea que ya no tenga oportunidad más adelante.

Sí, esta ya claro, esto y para él es el cuento de los tres cerditos y el lobo feroz...

Mateo 7:1-5

"No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá.
¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo?
¿O cómo vas a decir a tu hermano: "Deja que te saque la brizna del ojo", teniendo la viga en el tuyo?
Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.

Lucas 6:37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.

1Corintios 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. Él iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones de los corazones. Entonces recibirá cada cual de Dios la alabanza que le corresponda.


Juan 8:15-16
Vosotros juzgáis según la carne yo no juzgo a nadie;
y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado.

Sin lugar a duda alguna. :)
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

No, no se equivoque, yo le pido que se ciñe a la Escritura... ¿cómo quiere que le hable de salvación si rechaza la Palabra de Dios?... es Cristo quien le habla, no se condene, no le de la espalda, no sea que ya no tenga oportunidad más adelante.

Veamos, Raúl tiene por pretendido que Cirilo es santo... eso es JUZGAR. Raúl pretende catalogar como santo a alguien que ni conoció, que vivió siglos antes que él, sólo por sus escritos (y que conste que no podemos estar 100% seguros que quienes escriben sean los que firman)... todo esto Raúl, no es cristianismo, sal de tu error.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Veamos, Raúl tiene por pretendido que Cirilo es santo... eso es JUZGAR. Raúl pretende catalogar como santo a alguien que ni conoció, que vivió siglos antes que él, sólo por sus escritos (y que conste que no podemos estar 100% seguros que quienes escriben sean los que firman)... todo esto Raúl, no es cristianismo, sal de tu error.


2Cor. 13:13 Todos los santos os saludan. :)
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Y para colmo te burlas de la Palabra de Dios... yo te sigo invitando a la salvación.

Y yo, y yo... que no sabe leer... :)

Mateo 7:1-5

"No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá.
¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo?
¿O cómo vas a decir a tu hermano: "Deja que te saque la brizna del ojo", teniendo la viga en el tuyo?
Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano.

Lucas 6:37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.

1Corintios 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. Él iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones de los corazones. Entonces recibirá cada cual de Dios la alabanza que le corresponda.


Juan 8:15-16
Vosotros juzgáis según la carne yo no juzgo a nadie;
y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado.

Usted, Palabra de Dios no trae, ahora bien, cuando se le da, bien que le huye... será posible... quien tenga ojos para ver, que vea.