Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

ES DECIR: QUE NO PUEDE DEMOSTRAR SUS PRETENSIONES... Ale, pues nada, espero que aprenda la lección, y jamás vuelva a dar descrédito sin bien conocer. Un saludete. ;)

No, ya le digo, no serviría de gran cosa darle las perlas si no está en disposición de abrirse a la Palabra de Dios, estudie, escudriñe y será salvo.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

..y para colmo su consejo es que lea a Cirilo y no las Escrituras :alien:

NO el colmo es que usted ha pretendido dar decrédito, y ahora, no es capaz de demostrarlo mediante usted mismo, ni mediante la Escritura que tanto alarde de conocedor nos ha pretendido vender. Ello es el colmo. El condenar sin tener razón para dar juicio, el darselas de maestros y aun así... ¿entiende?... ale, siga andando. :)
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

No, ya le digo, no serviría de gran cosa darle las perlas si no está en disposición de abrirse a la Palabra de Dios, estudie, escudriñe y será salvo.

Si hombre si, usted siga por ahí, pero a parte de su verborrea, a parte de ello, nada más hemos visto. No digo yo, así son, llenitos de si mismos. Ale, un saludete. Y ya le dejo, me aburren sus argumentos vacios y sin sentido. Bye. ;)
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

NO el colmo es que usted ha pretendido dar decrédito, y ahora, no es capaz de demostrarlo mediante usted mismo, ni mediante la Escritura que tanto alarde de conocedor nos ha pretendido vender.

Verá, yo no hago alarde, sólo le muestro el camino hacia la Escritura, ójala y lo siga, por su bien se lo digo..

Ello es el colmo. El condenar sin tener razón para dar juicio, el darselas de maestros y aun así... ¿entiende?... ale, siga andando. :)

De ninguna manera, la condena viene por dar la espalda a la Palabra de Dios, si usted sigue el buen consejo, que con buena fe le doy, será salvo usted y toda su casa. :Thankyou:
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Verá, yo no hago alarde, sólo le muestro el camino hacia la Escritura, ójala y lo siga, por su bien se lo digo..

De ninguna manera, la condena viene por dar la espalda a la Palabra de Dios, si usted sigue el buen consejo, que con buena fe le doy, será salvo usted y toda su casa. :Thankyou:

Mucho bien, mucha verborrea, pero no logra dar crédito a sus pretendidos. Ale, siga usted solito. :srosa:
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Si hombre si, usted siga por ahí, pero a parte de su verborrea, a parte de ello, nada más hemos visto. No digo yo, así son, llenitos de si mismos. Ale, un saludete. Y ya le dejo, me aburren sus argumentos vacios y sin sentido. Bye. ;)

No llame argumentos vacíos a lo que nos dice la Escritura, estudie y verá que sólo nos podemos ceñir a lo escrito en la Biblia. Estudie, escudriñe, y verá con todo le será más claro, este es el mejor consejo que le han dado en su vida. Un saludo.:angel2_2:
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Mucho bien, mucha verborrea, pero no logra dar crédito a sus pretendidos. Ale, siga usted solito. :srosa:

No, verborreo no. Es el Verbo quién le habla, quién le llama a seguirlo, a crecer espiritualmente leyendo sólo la Palabra de Dios, se lo digo con toda certeza, estudie, crea y será salvo.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

No llame argumentos vacíos a lo que nos dice la Escritura, estudie y verá que sólo nos podemos ceñir a lo escrito en la Biblia. Estudie, escudriñe, y verá con todo le será más claro, este es el mejor consejo que le han dado en su vida. Un saludo.:angel2_2:

Uste dijo que aquí hay una acomodación pretendida... bien, de nuevo se lo pido: DEMUESTRELO:

4. Se llama Espíritu según lo que hemos leído: «Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría» ( 1 Cor 12,8). Y se le llama Espíritu de Verdad, según lo que dice el Salvador: «Cuando venga él, el Espíritu de la verdad...» (Jn 16, 13). También se le llama Paráclito, como también dijo: «... porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito» (16, 7). Y que se trata de una única y misma realidad, a la que se denomina con nombres diversos, se explica claramente por lo que inmediatamente diré. Pues ya se dijo que el Espíritu Santo y el Paráclito son el mismo. Pero está igualmente dicho que son lo mismo el Paráclito y el Espíritu de la verdad: «(Y yo pediré al Padre) y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad» (14, 16-17). Y también, «cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad» (15, 26). Se le llama Espíritu de Dios, como está escrito: «He visto al Espíritu que bajaba... sobre él» (Jn 1, 32), y, a su vez: «Todos los que son guiados por el espíritu de Dios son hijos de Dios» (Rm 8, 14). También se le denomina Espíritu del Padre, como dijo el Salvador: «No seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará por vosotros» (Mt 10, 20). Y también Pablo: «Doblo mis rodillas ante el Padre» (Ef 3, 14) y, más abajo: «... para que os conceda... que seáis fortalecidos por la acción de su Espíritu» (3, 16). Se le llama también Espiritu del Señor, como dice Pedro: «¿Cómo os habéis puesto de acuerdo para poner a prueba el Espíritu del Señor?» (Hech 5, 9). Igualmente se le llama Espíritu de Dios y de Cristo, como Pablo escribe: «Más vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no le pertenece» (Ro». 8, 9). Se le llama asimismo Espíritu del Hijo de Dios, como está dicho: «La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo» (Gál 4). Y se le menciona también como Espíritu de Cristo, como ha quedado escrito: «... procurando descubrir a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo» (I Pe 1, 11). Y también: «... gracias a vuestras oraciones y a la ayuda prestada por el Espíritu de Jesucristo» (Flp 1, 19).

No puede verdad, pues YA ESTÁ TODO VISTO Y DICHO. Quiso ser, pero a la verdad, nada logró. Ale, espero que ya tenga aprendida la lección.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

No, verborreo no. Es el Verbo quién le habla, quién le llama a seguirlo, a crecer espiritualmente leyendo sólo la Palabra de Dios, se lo digo con toda certeza, estudie, crea y será salvo.

Estas son las horas que nomás vemos sus pretendidos, estas son las horas QUE NADA EN BASE A LA BIBLIA HEMOS VISTO... por su parte, claro quede, que no de la de Cirilo o la mia. Distinto y distante.. ¿verdad?... verborrea y como bien le he dicho. Ale, ahora ya, si no es capaz de mostrar sus pretendidos, sus descréditos, sus jucios... ahora ya... mejor dejarle solito. Le recuerdo y a la vez QUE LA PALABRA NO SOLO LA RECIBIO USTED. ;)
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Uste dijo que aquí hay una acomodación pretendida... bien, de nuevo se lo pido: DEMUESTRELO

Lea la Escritura, ella le demuestra todo, no necesita de mi, créamelo y estará ya en el umbral de la salvación.

No puede verdad, pues YA ESTÁ TODO VISTO Y DICHO. Quiso ser, pero a la verdad, nada logró. Ale, espero que ya tenga aprendida la lección.

La lección más importante, es ceñirse a la Escritura, acérquese a ella, y ahí encontrará el inmenso tesoro de la fe cristiana, no se necesita más, de todo corazón se lo digo y se lo aseguro. Cíñase a la Escritura, eso, lo más sensato que haría en toda su vida. Después ya haremos un estudio más profundo, como le digo, no puedo darle alimentos sólidos a un bebé que necesita papillas.:baby:
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Estas son las horas que nomás vemos sus pretendidos, estas son las horas QUE NADA EN BASE A LA BIBLIA HEMOS VISTO...

No la ha visto porque no la ha leído, pero la Escritura le muestra los argumentos más sólidos, más edificantes que pueda encontrar.

por su parte, claro quede, que no de la de Cirilo o la mia. Distinto y distante.. ¿verdad?... verborrea y como bien le he dicho. Ale, ahora ya, si no es capaz de mostrar sus pretendidos, sus descréditos, sus jucios... ahora ya... mejor dejarle solito. Le recuerdo y a la vez QUE LA PALABRA NO SOLO LA RECIBIO USTED. ;)

¡Gloria a Dios! la Palabra la recibimos todos, y ahí está ESCRITA para que todos la pueden escudriñar, sin necesidad ni necedad de recurrir a Cirilos. Leer la Escritura es lo mejor que puede hacer, y guardar silencio para que la luz de su Palabra ilumine su corazón, un gusto poder invitarlo a la salvación el día de hoy.:angel2_2:
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Lea la Escritura, ella le demuestra todo, no necesita de mi, créamelo y estará ya en el umbral de la salvación.

:musico6:
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Ale, un poquito más para bien ir conociendo como es debido. Y así, no emitir falsos juicios. :)

Pronunciada en Jerusalén sobre lo de «creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible». La lectura es de Job: «¿Quién es este que empaña mi proyecto, reteniendo las palabras en su corazón y creyendo esconderse de mi?» (Jb 38, 2 LXX)(1).

Conocimiento a Dios a través de las criaturas

2. No se nos ha dado conocer la naturaleza divina con ojos corporales; pero por las obras de Dios podemos alcanzar una idea de su poder, según lo que dice Salomón: «Pues de la grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analogía, a contemplar a su Autor» (Sab 13, 5)(4). No dice simplemente que por las criaturas se deduzca al creador, sino que añadió: por analogías. Pues Dios parece tanto mayor a cada uno cuanto mayor sea la contemplación de las criaturas adquirida por el hombre. Y cuanto más ha sometido a su propio ánimo a la contemplación, mayores son el conocimiento y la imagen que tiene del mismo Dios.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Ale, un poquito más para bien ir conociendo como es debido. Y así, no emitir falsos juicios. :)

Conocer lo debido es sólo ir a la Escritura, a no pensar más de lo que está escrito, ese es el mensaje de salvación que está recibiendo usted hoy amigo Raúl, ¡escuche al Señor!
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Y esto también, pues ayudará a bien entender.

CATEQUESIS X: UN SOLO SEÑOR JESUCRISTO


Sobre aquello de «Y en un solo Señor Jesucristo». Se parte del pasaje de 1 Co 8,5-6: «Pues aun cuando se les dé el nombre de dioses, bien en el cielo bien en la tierra, de forma que hay multitud de dioses y de señores, para nosotros no hay más que un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros»(1).

El Hijo, puerta para llegar al Padre

1. Aquellos a quienes se ha enseñado a creer en «un solo Dios, Padre todopoderoso», deben creer también en el Hijo unigénito. Pues «todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre» (I Jn 2, 33). «Yo soy la puerta» (Jn 10, 9), dice Jesús. «Nadie va al Padre sino por mí» (Jn 14, 6). Si niegas la puerta, te permanecerá cerrado el conocimiento que lleva al Padre. «Nadie conoce bien al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar» (Mt I 1, 27b). Pues si niegas a aquel que revela, permanecerás en la ignorancia. Dice una sentencia en los Evangelios: «El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios permanece sobre él» (Jn 3, 36). El Padre se indigna cuando el Hijo unigénito es privado de su honor. Un rey considera grave que alguien insulte a un simple soldado. Por tanto, si se trata indecorosamente a alguien de las personas más honorables, compañeros o amigos, más se enciende la propia cólera. Y si alguien injuria al Hijo único del Rey, ¿quién aplacará y suavizará al Padre del Hijo unigénito de tal modo conmovido?

Es en el Hijo en quien se cumplen los designios de Dios

2. Si alguien, por consiguiente, quiere ser piadoso para con Dios, adore al Hijo; de otro modo, el Padre no admitirá su culto. El Padre exclamó desde el cielo diciendo: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco» (Mt 3, 17). En el Hijo se complugo el Padre. Si tú no encuentras también en él tu complacencia, no tendrás la vida. No te dejes arrastrar por los judíos, que mala y astutamente dicen, sí, que hay un solo Dios. Pero, junto a este reconocimiento de que sólo hay un Dios, reconoce a la vez que existe un Hijo único de Dios. No he sido yo el primero en decir esto, sino que acerca de la persona del Hijo dice el salmista: «Voy a anunciar el decreto de Yahvé: El me ha dicho: "Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy"» (Sal 2, 7)(2). No atiendas, pues, a lo que dicen los judíos, sino a lo que hablan los profetas. ¿Te asombras de que desprecien las voces de los profetas cuando ellos mismos los lapidaron y entregaron a la muerte?

Diversas denominaciones de Cristo en la Escritura

3. Tú cree «en un solo Señor Jesucristo, Hijo unigénito de Dios». Decimos «un solo Señor Jesucristo», porque es una filiación única; decimos «único», para que su actividad múltiple, que se expresa mediante nombres diversos, no te lleve a hablar impíamente de hijos diversos. Se le llama «puerta» (Jn 10, 7), pero no pienses, por esta denominación, que se trata de una puerta de madera, sino racional, viva y que se da cuenta de quiénes pasan. Se le llama «camino» (Jn 14, 6), pero no porque sea pisado por los pies, sino porque conduce hasta el Padre. Se le llama «oveja», pero no desprovista de razón, sino que por su preciosa sangre limpia al mundo de sus pecados: es llevada ante el esquilador y sabe cuándo conviene guardar silencio (cf. Hech 8, 32; vid. Is 53, 7-8). Pero esta misma oveja cambia a la vez su nombre por el de pastor cuando dice: «Yo soy el buen pastor» (Jn10, 11)(3). Es oveja por su humana naturaleza, pero es pastor por el amor a los hombres que muestra su divinidad. Pero, ¿quieres saber cómo nos referimos a ovejas racionales? Dice el Salvador a los apóstoles: «Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos» (Mt 10, 16). También se le llama «león» (cf. Gén 49, 9)(4), pero no porque sea devorador de hombres, sino que con tal denominación se muestra la dignidad regia de la propia naturaleza y su propio vigor en el que puede confiar. Se le llama también león en oposición al «adversario, el Diablo», que «ronda como león rugiente, buscando a quién devorar» (I Pe 5, 8). Pues viene el Salvador, no mudando su mansedumbre natural, sino como el poderoso león de la tribu de Judá (cf. Apoc 5, 5), trayendo la salvación a los que creen y aplastando al adversario. Se le llama «piedra», no inanimada ni tampoco extraída con manos humanas (cf. Dan 2, 34), sino «piedra angular» (cf. Sal 118, 225; cf. Mt 21, 42 par)(5), en la que quien crea no será confundido (cf. Is 28, 16).[...]
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Lea la Escritura, ella le demuestra todo, no necesita de mi, créamelo y estará ya en el umbral de la salvación.

La lección más importante, es ceñirse a la Escritura, acérquese a ella, y ahí encontrará el inmenso tesoro de la fe cristiana, no se necesita más, de todo corazón se lo digo y se lo aseguro. Cíñase a la Escritura, eso, lo más sensato que haría en toda su vida. Después ya haremos un estudio más profundo, como le digo, no puedo darle alimentos sólidos a un bebé que necesita papillas.:baby:

Vamos, el Señor ya le está hablando, siéntalo en su corazón, renuncie a los criterios humanos, y busque sólo a Cristo, que ello es lo único.
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Vamos, el Señor ya le está hablando, siéntalo en su corazón, renuncie a los criterios humanos, y busque sólo a Cristo, que ello es lo único.

O quizas con esto ya logre ver...
Más denominaciones de Cristo

4. Se le llama «Cristo»(6), aunque no ha sido consagrado por manos humanas, sino ungido por el Padre para un sacerdocio eterno superior a las cosas de los hombres (cf. Hech 4,27). Se le cuenta entre los que han muerto, pero sin permanecer entre los muertos(7), como todos los demás en el Hades (cf. Hech 2, 31), sino el único libre entre los que murieron. Se le llama «Hijo del hombre» (Mt 16, 13); no como cada uno de nosotros, que hemos tenido nuestro nacimiento en esta tierra, sino como quien ha de venir sobre las nubes a juzgar a los vivos y a los muertos (Mt 24, 30)(8). Se le llama «Señor», no de manera abusiva, como a los «señores» que hay entre los hombres, sino como quien tiene un poder natural y eterno(9). Se le llama «Jesús» con nombre apropiado(10), que hace referencia a su labor como médico(11). Se le proclama «Hijo»(12), que no ha llegado a serlo por adopción, sino que por naturaleza ha sido engendrado Son muchas realmente las denominaciones de nuestro Salvador. Pero que esta multitud de nombres no te haga pensar en una multitud de hijos. Y que no pienses, a causa de los errores de los herejes, que dicen que uno es el Cristo, pero otro es Jesús, y otra es la puerta, y así sucesivamente. Frente a todo ello te previene la recta fe: en un solo Señor Jesucristo. Aunque las distintas denominaciones sean muchas, bajo ellas es una única realidad lo que se entiende.

Jesucristo, Salvador y Señor

5. El actúa como Salvador diversamente según las circunstancias de cada uno. Para quienes necesitan de la alegría, él es la viña (cf. Jn 15, 1). Para quienes tienen necesidad de entrar, él es la puerta (Jn 10, 7). Para quienes tienen que presentar sus súplicas, ha sido constituido «único mediador» ( 1 Tim 2, 5) y «Sumo Sacerdote» (Hebr 7, 26). Pero, a su vez, se convierte en oveja en favor de los pecadores para ser sacrificado en su lugar (Is 53, 6-7). Se hace todo para todos permaneciendo él lo que es según su naturaleza. Pues permaneciendo así y detentando una dignidad de hijo que no está sujeta a mutación alguna, desciende hasta nuestras debilidades como médico excelente y maestro bondadoso. Y esto siendo en verdad el Señor, que no ha adquirido el señorío para provecho propio, sino que posee por naturaleza la dignidad de ese señorío(13). No es llamado abusivamente «Señor» nuestro, sino que verdaderamente lo es: cuando por voluntad del Padre domina sobre las propias criaturas. Nosotros ejercemos un derecho de dominio sobre hombres iguales a nosotros en honor y que están sujetos a las mismas debilidades: a menudo mandamos sobre quienes nos sobrepasan en edad y no es raro que un joven gobierne sobre criados más viejos. Pero en nuestro Señor Jesucristo no existe tal tipo de dominio. Pues en primer lugar es Hacedor y, después, Señor: en primer lugar ha hecho la voluntad del Padre, y es después cuando domina sobre las cosas que ha hecho.

Cristo, siempre en unión con el Padre

6. «Cristo Señor»(14) es aquel que «nació en la ciudad de David»(15). ¿Y quieres saber que Cristo el Señor está con el Padre ya antes de hacerse hombre(16), de modo que lo que se dice no lo aceptes sólo por la fe, sino que tengas también una prueba desde el Antiguo Testamento? Busca el primero de los libros, el Génesis, donde dice Dios: «Hagamos al ser humano», no dice a mi imagen, sino «a nuestra imagen» (Gén 1, 26). Y después de que Adán fue hecho, dice: «Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya» (1, 27). No restringió, pues, la dignidad divina a sólo el Padre, sino que también se refirió conjuntamente al Hijo, declarando así que el hombre no es simplemente obra de Dios, sino también de nuestro Señor Jesucristo, que también es verdadero Dios. Este mismo es el Señor, que coopera con el Padre, como lo hizo también en el asunto de Sodoma, según lo dicho por la Escritura: «Entonces Yahvé hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de parte de Yahvé»(17). Y en otra ocasión, se mostró a Moisés en cuanto éste fue capaz de verlo (cf. Ex 3, 2-6; 33, 18-20; 34, 5-6). Pues el Señor es benigno y siempre desciende indulgentemente a nuestras debilidades.

Cristo, aparecido a Moisés

7. Y para que sepas que es él mismo el que se apareció a Moisés, acepta este testimonio de Pablo: «Pues bebían de la roca espiritual que les seguía; y la roca era Cristo» (I Cor 10, 4) y, además (refiriéndose a Moisés): «Por la fe, salió de Egipto» (Hebr 11, 27), poco después de haber dicho: «estimando como riqueza mayor que los tesoros de Egipto el oprobio de Cristo» (Hebr 11, 26)(18). Y Moisés le dice: «Déjame ver, por favor, tu gloria» (Ex 33, 18). ¿Acaso no ves que también entonces los profetas veían a Cristo, aunque en la medida en que eran capaces de ello? «Déjame que te vea», clamaba Moisés. Pero Dios le dice: «No puede verme el hombre y seguir viviendo» (Ex 33, 20). Por consiguiente, puesto que nadie podría ver el rostro de la divinidad, adoptó el rostro del hombre para que, viéndolo, viviésemos(19). Pero cuando quiso mostrarlo con brillo, es decir, cuando su rostro «resplandeció como el sol», «los discípulos cayeron rostro a tierra llenos de miedo» (Mt 17, 2-6). Por consiguiente, si al brillar el rostro de su cuerpo no lo hacía cuanto podía sino cuanto eran capaces de soportarlo los discípulos, ¿cómo podría nadie mirar a la majestad de la divinidad? «Grande es, Moisés, lo que deseas», dice el Señor. «Doy mi aprobación, sin embargo, a tu deseo no saciado. "Haré también esto que me acabas de pedir" (Ex 33, 17), en la medida en que tú puedes captarlo.» «Mira, hay un lugar junto a mí; tú te colocarás sobre la peña. Y al pasar mi gloria, te pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con mi mano hasta que yo haya pasado. Luego apartaré mi mano, para que veas mis espaldas; pero mi rostro no se puede ver» (Ex 33, 21-23)(20).

La presencia de Cristo entre los israelitas, invocada por Moisés

8. Guarda con firmeza, a causa de los Judíos, todo lo que voy a decir. Pues era nuestro propósito mostraros que, junto al Padre, se encontraba el Señor Jesucristo. Porque dice el Señor a Moisés: «Yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad y pronunciaré delante de ti el nombre de Yahvé» (Ex 33, 19). El que es el Señor en persona, ¿a quién llama Señor?(21). Ves cómo, aunque de modo oscuro enseñó la piadosa doctrina acerca del Padre y el Hijo. Y además, en las palabras que siguen se encuentra escrito(22) «Descendió Yahvé en forma de nube y se puso allí junto a él. Moisés invocó el nombre de Yahvé. Yahvé pasó por delante de él y exclamó: "Yahvé, Yahvé, Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad, que mantiene su amor por millares, que perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes; que castiga la iniquidad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación"». Después, según lo que sigue, Moisés, cayendo en tierra de rodillas y adorando al Padre ante el Señor, a quien llamaba, dice: «Dígnese mi Señor venir de en medio de nosotros» (Ex 34, 5-9, para todo en conjunto).

Cristo es, como el Padre, Señor de todo

9. Tienes así una primera demostración. Admite otra que es evidente. «Dijo el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha"» (Sal 110, 1). El Señor dice estas cosas al Señor, no al siervo(23). Pero se trata del Señor de todas las cosas, de su propio Hijo al que todo se lo sometió (cf. 1 Cor 15, 27-28; Hebr 2, 8). «Mas cuando dice que "todo está sometido", es evidente que se excluye a Aquel que ha sometido a él todas las cosas» (1 Cor 15, 27)..., «para que Dios sea todo en todo» (15, 28). Señor de todo es el Hijo unigénito: es Hijo del Padre, sumiso a él y que no ha usurpado su soberanía, sino que la ha recibido espontáneamente y de modo natural. Pues ni el Hijo se la robó al Padre ni éste ha sentido envidia del Hijo al entregarle el dominio. Es este mismo el que dice: «Todo me ha sido entregado por mi Padre» (Mt 11, 27). Pero no me ha sido entregado como si anteriormente careciese de ello(24), aunque las conservo cuidadosamente sin que se empobrezca su largueza.

Más sobre el señorío de Cristo

10. Por consiguiente, el Hijo de Dios es «Señor». Señor nacido en Belén de Judá, según las palabras del ángel a los pastores: «Os anuncio una gran alegría...: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor» (Lc 2, 10-11). Del cual, en otro lugar, dice uno de los Apóstoles: «El ha enviado su Palabra a los hijos de Israel, anunciándoles la Buena Nueva de la paz por medio de Jesucristo que es el Señor de todo» (Hech 10, 36). Y cuando dice «de todo», no sustraigas absolutamente nada a su soberanía, pues tanto los ángeles como los arcángeles, «los Principados, las Potestades» (Col 1, 16) o cualquier otra de las realidades creadas nombradas por los apóstoles, todo ha sido sometido al señorío del Hijo. Es Señor de los ángeles, como tienes en los evangelios: «Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían» (Mt 4, 11). No dice «le ayudaban», sino «le servían», es decir, realizaban un oficio servil. Y cuando iba a nacer de la Virgen, le sirvió entonces Gabriel, que convirtió así su propia dignidad en servicio (cf. Lc 1, 26 ss.). Cuando tenía que ir a Egipto para deshacer los ídolos de éste(25), de nuevo un ángel se aparece en sueños a José (cf. Mt 2, 13). Habiendo resucitado tras su crucifixión, un ángel lo anunció y, como un siervo diligente, dijo a las mujeres: «Ahora id enseguida a decir a los discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis": Ya os lo he dicho» (Mt 28, 7). Como si dijera: no he descuidado el encargo; testifico que os lo he dicho para que, si lo descuidáis, no sea mía la culpa sino de quienes han sido negligentes. Así, pues, aquel es el único Señor Jesucristo, acerca del cual la lectura que se proclamó(26) contiene estas palabras: «Pues aun cuando se les dé el nombre de dioses, bien en el cielo bien en la tierra, de forma que hay multitud de dioses y de señores, para nosotros no hay más que un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros» ( I Cor 8, 5-6). [...]
 
Re: Existen Santos fuera de la Iglesia Católica

Y esto también, pues ayudará a bien entender.

Renuncie a los criterios humanos, estudie la Escritura, no caiga en condenación, porque no se lo digo yo, se lo dice la Escritura, se lo dice Cristo. Escudriñe, estudie y la verdad de la salvación le será revelada, y la salvación llegará a su casa, mientras, sigue condenándose.