La Ley de reencarnación ha sido revelada por el Espíritu Santo en este Tercer Tiempo.
"El misterio de la resurreción de la carne, lo ha esclarecido la revelación de la reencarnación del espíritu. Hoy sabéis que la finalidad de esta ley de amor y de justicia, es la de que el espíritu se perfeccione, de que no se pierda jamás, porque siempre encontrará una puerta abierta como oportunidad que le da el Padre para su salvación". Libro de la Vida Verdadera E1:61
Pero la mayor parte de la humanidad huye todavía de toda revelación espiritual.
La Doctrina del Espíritu Santo, el Espiritualismo, en este Tiempo viene a aclarar el misterio de la ley de reencarnación de los espíritus, ley de justicia y de amor, explicando claramente el porqué de su existencia, el porqué de su justicia; ley que no podía faltar entre las leyes divinas, porque si así fuera, dejaría de ser perfecto y justo el Espíritu Divino.
"La resurrección de la carne es la reencarnación del espíritu y si unos creen que esa es una teoría humana y otros creéis que es una nueva revelación, de cierto os digo que esta revelación comencé a darla a conocer al mundo desde el principio de la humanidad. Prueba de ello podéis encontrarla en el texto de las Escrituras que son un testimonio de mis obras. Mas en este tiempo ha llegado esta revelación a vuestro espíritu en un grado mayor de evolución y en breve será tenida en justicia como una de las leyes más justas y amorosas del creador". Libro de la Vida Verdadera E76:42,43
El Señor no reveló ampliamente esta ley en los tiempos pasados, porque la evolución de vuestro espíritu no lo permitía; no era llegado aún el tiempo para que esas cosas le fueran reveladas, sin embargo, hubo algunos indicios de ello en los tiempos pasados.
La Divinidad dejó traslucir, desde los primeros tiempos, esta verdad que había de venir a revelar ampliamente en el Tercer Tiempo, el tiempo del Espíritu Santo.
Job 14:7-9/14,15
Y también el espíritu del hombre, desde los primeros tiempos, tuvo la intuición íntima, recóndita, de que la reencarnación del espíritu existía.