Analicemos la palabra “dio” y coloquémosla en el texto original para comparar:
Con tu palabra "dio":
“Dio al hombre un alma viviente.”
Texto original:
“Fue el hombre un alma viviente.”
¿Ves la gran diferencia?
No Tico revisa nuevamente:
En hebreo, “aliento de vida” es nishmat jayim (נִשְׁמַת חַיִּים), que significa soplo vital procedente de Dios, no "alma humana".
Al recibir ese aliento de vida, el hombre “fue un ser viviente” (nefesh jayá), lo que indica que la persona completa llegó a existir, no que se le dio un alma.
Confundes la Traducción TLA con la TNM
La traducción que cito es La Traducción en Lenguaje Actual (TLA), publicada por Sociedades Bíblicas Unidas es respetada por su base en manuscritos críticos reconocidos, revisión por expertos interconfesionales y transparencia metodológica.
En contraste, la Traducción del Nuevo Mundo usada por los testigos de Jehová carece de revisión académica independiente, introduce cambios doctrinales y no goza de aceptación internacional, afectando su credibilidad frente a estudios serios.
En hebreo, neshamáh significa aliento o soplo vital, no "alma humana" como afirmas.
La palabra para alma es néfesh, que indica ser viviente.
Génesis 2:7 enseña que el hombre llegó a ser un alma viviente, no que se le dio un alma inmortal.
Así que, tú eres un alma y si te impacta una bala, tú como alma mueres.
La Biblia lo confirma:
Ezequiel 18:4: “El alma que pecare, esa morirá.”
Josué 11:11: “Y mataron a espada cuanto respiraba en ella, consagrándola al exterminio, sin que fuera dejada alma alguna, y le prendió fuego a Hazor..”
Esto demuestra que el alma en la Escritura es la persona completa y puede morir, no es inmortal.
Tu argumento presenta un error:
Es correcto decir que la vida no proviene del polvo pero es incorrecto decir que provenga de un alma que Dios dió.
La vida proviene del aliento de vida que Dios sopló para que el cuerpo hecho del polvo llegará a ser un alma viviente.
Según Génesis 2:7, "Y del polvo del suelo formó Elohim al hombre e insufló en sus narices aliento de vida, y el hombre llegó a ser alma viviente (nefesh jayá)".
No dice que Dios le dió un alma y mucho menos inmortal.
Escritura interpreta Escritura
Lucas 9:24-25
V.24 “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, ése la salvará.”
En este versículo, la palabra traducida como “vida” es psyché (Strong G5590), la misma que en otros pasajes se traduce como “alma”.
V.25 “Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si el mismo se estruye o se pierde?”
Aquí vemos que la vida del hombre mismo puede perderse.
Continuemos el análisis:
Alma - Ser - Vida = la vida del hombre mismo.
Jesús mismo define la vida no como algo separado, sino como la persona completa, en armonía con toda la Escritura (Génesis 2:7; 1 Corintios 15; y muchos otros pasajes), donde alma y vida se refieren al ser entero.
Ahora revisemos Mateo 10:28:
“No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar la vida [psyché]; teman más bien a Aquel que puede destruir tanto la vida como el cuerpo en la gehena.”
(Nota: psyché significa vida, no un alma inmortal.)
La Traducción en Lenguaje Actual (TLA) lo traduce así:
“No tengan miedo de la gente que puede destruir el cuerpo, pero no la vida que está en ustedes. Más bien, teman a Dios, que tiene el poder de destruirlos totalmente en el infierno.”
Esto armoniza con la enseñanza de la resurrección:
El hombre puede matar el cuerpo, pero la vida que Dios otorga por medio de Cristo solo Él puede preservarla o destruirla en el juicio final, sea para vida eterna o para condenación (Juan 11:25; 1 Corintios 15:52-54).