Sobre neshamá:
Según algunos eruditos, sí, pero según el texto original masorético, no. Y ese es el punto. Neshamá no se usa en la Escritura para enseñar un “alma inmortal”, sino el aliento de vida que Dios da a todo ser que respira (Génesis 2:7; Génesis 7:22; Job 33:4; Job 32:8; Isaías 42:5; Isaías 2:22).
Sobre 1 Pedro 3:19
En 1 Pedro 3:19 es correcto afirmar que “victoria” no está en el original. El verbo usado es ekēryxen (“proclamó”), distinto de euangelizō (“evangelizar”) que Pedro sí emplea cuando habla del anuncio de salvación en otros pasajes de su carta (1 Pedro 1:12; 1:25; 4:6). El anuncio se dirige a “espíritus en prisión” (pneumasin en phylakē), término de custodia o prisión, y el contexto bíblico los identifica con ángeles que desobedecieron en los días de Noé (1 Pedro 3:19-20 en paralelo con 2 Pedro 2:4 y Judas 6). El espíritu del hombre, en cambio, no queda encarcelado en el Hades o Seol, sino que vuelve a Dios que lo dio (Eclesiastés 12:7). Por lo tanto, la armonía del pasaje no encaja con almas humanas.
El flujo concluye con Cristo a la diestra de Dios y con ángeles, autoridades y potestades sujetas a él (1 Pedro 3:22). Así, la proclamación se entiende como un anuncio de su autoridad y señorío sobre esos poderes, no como un sermón de salvación a almas humanas, y sin necesidad de fijar cuándo ocurrió exactamente.