Y Cristo fue al Paraiso, esa misma tarde, vivificado en el espíritu, fue a las partes más profundas de la tierra y llegó al seno (hueco) de Abraham, posiblemente una gran oquedad en la tierra, donde estaba reposando el mendigo Lázaro, conforme al relato de Cristo, ahí a donde iban los justos que morían en el AT.
¿Y, por qué no habría de hacerlo, si se el Verbo se hizo carne para poder ser ofrenda, sacrificio y propiciación y vencer al postrer enemigo que, es la muerte?
Y así, como fue llevado por el Espíritu Santo al desierto para ser tentado, derrotando con la Palabra de Dios a Satanás, leemos además como este adversario fue expuesto, en la cruz del Calvario, pues bien, así también el Hijo de Dios, el Hijo del hombre, Dios con nosotros, debía derrotar a la muerte y lo hizo muriendo y resucitando de entre los muertos para ser el primogénito de ellos y ser el primero en todo: Alafa y Omega, principio y Fin.
Dios lo hizo, venció al pecado, venció a Satanás, venció a la muerte, pero lo hizo como hombre. Se hizo hombre.
Como está escrito:
Se encarnó, se humilló a Si mismo, se hizo como uno de nosotros, murió como uno de nosotros y entonces sucedió lo impensable: Murió su carne, vivió su espíritu y, vivificado en el espíritu, fue a las partes más profundas de la tierra esa misma tarde: descendió al Hades.
¿Y, por qué no habría de hacerlo, si se el Verbo se hizo carne para poder ser ofrenda, sacrificio y propiciación y vencer al postrer enemigo que, es la muerte?
Y así, como fue llevado por el Espíritu Santo al desierto para ser tentado, derrotando con la Palabra de Dios a Satanás, leemos además como este adversario fue expuesto, en la cruz del Calvario, pues bien, así también el Hijo de Dios, el Hijo del hombre, Dios con nosotros, debía derrotar a la muerte y lo hizo muriendo y resucitando de entre los muertos para ser el primogénito de ellos y ser el primero en todo: Alafa y Omega, principio y Fin.
Dios lo hizo, venció al pecado, venció a Satanás, venció a la muerte, pero lo hizo como hombre. Se hizo hombre.
Como está escrito:
"De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza,
A causa de tus enemigos,
Para hacer callar al enemigo y al vengativo."
A causa de tus enemigos,
Para hacer callar al enemigo y al vengativo."
Se encarnó, se humilló a Si mismo, se hizo como uno de nosotros, murió como uno de nosotros y entonces sucedió lo impensable: Murió su carne, vivió su espíritu y, vivificado en el espíritu, fue a las partes más profundas de la tierra esa misma tarde: descendió al Hades.