Mi caro hermano:
Si no le complace el relato sencillo del Génesis, presente una teoría sobre el comienzo de la raza humana. Puede ser que usted acepte el relato, mucho más confuso e irrazonable, de la evolución. O sea, que todo comenzó con el big bang, una inmensa explosión que trajo a la luz las galaxias y los sistemas solares, entre ellos el nuestro. En nuestro planeta se formaron diminutas formas de vida de las aguas, las que luego pasaron a la tierra. Por pura casualidad, se fueron agrandando y adquiriendo la forma de extrañas criaturas que hoy llaman dinosaurios. Pero ¡Ay que pena! Un gran meteorito cayó en lo que lamamos Tucatán en México y todos los pobrecitos dinosaurios murieron.
Pasaron millones de años y volvieron las minúsculas amebas a formarse hasta que volvieron las formas primitivas de vida. Estas siguieron transformándose por otros millones de años hasta que apareció una forma de chimpancé, el que siguió cambiando hasta que en otros millones de años se fue formando una especie de antropoide hasta el cro magnón, padre del hombre moderno. Lo que no explican es como llegó el sexo. Cómo se pudo dividir para ser macho y hembra.
En la Biblia todo es tan sencillo, hermoso y claro: Dios creó a su imagen a un hombre. A su imagen quiere decir, no sólo la inteligencia, sino la belleza física. Adán era un hombre alto, fornido, hermoso y apto. Luego, de ese hombre, Dios sacó una de sus costillas y con ella como cincel formó a una mujer. ¡Y qué mujer! No hay Miss Universo que se le parezca. Con razón Adán perdió la cabeza por ella. Y de esa pareja vino el resto de la raza humana. Adaptándose a los diversos climas venidos luego del diluvio, surgieron las diversas razas.
En cuanto a la desnudez de la primera pareja, Dios proveyó ara ellos una vestidura de pieles. Esto, porque todavía no se había decubierto el poliester ni el algodón o lino para los vestidos. Esa vestimenta ordinaria sirvió, no sólo para cubrir su desnudez y protejerles del clima, pero para mostrarles la necesidad de Alguien que les salvara del pecado: el Cordero de Dios, quien vendría 4,000 años después para morir en lugar de la raza caída y traerles la salvación ofrecida.
¿No cree usted amigo que esta historia es más creíble, mas científica y mucho más hermosa que la propuesta evlucionista?
Que Dios le bendiga.