Hermano MARTYR DUNAMIS:
Procuro responder a tus preguntas:
1- Era una costumbre extendida por todo el mundo antiguo que los vencedores al regresar entregaban el diezmo del botín a los sacerdotes que mantenían el
culto a los dioses que les habían sido propicios en la guerra. Con esta acción Abraham reconoce que el único Dios vivo y verdadero le dio la victoria.
2 – Si, Abraham reconoció el sacerdocio de Melquisedec.
3 – Melquisedec se revela aquí como un tipo de Cristo; y Abraham fue aquí un tipo de los discípulos de Emaús, que tras tomar Jesús el pan, bendecirlo, partirlo y darles, le reconocieron.
4- Ha de buscarse esta respuesta en las anteriores.
5 – Los creyentes nos afirmamos en lo que Dios dice positivamente en su Palabra, y no nos atrevemos a rellenar los espacios vacíos de la revelación con nuestras especulaciones, aprovechando que si no dice algo expresamente que no...¡pues quizás sí! No hacemos tal cosa. Además, ni todavía estaba promulgada la Ley, como para que diezmera regularmente, ni hay noticia de que hubiese participado de otra batalla como para repetir lo anterior.
6 - Tal como dices así describe Hebreos 7 la relación entre Cristo y Melquisedec, y sus respectivos sacerdocios dentro de una misma orden.
7 - No es el diezmar el privilegio que se le quiere quitar a los cristianos, sino el de darse primeramente ellos mismos al Señor con todo lo que son y tienen.
No somos hijos de Abraham sino de Dios, y todo es nuestro, nosotros de Cristo y Cristo de Dios, de modo que desde Pentecostés “ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía” (Hch.4:32). Si esto está fallando por una mala práctica, no debemos volver a la vieja ley caduca por pragmática, sino ajustar nuestra práctica a la sana doctrina de los apóstoles.
8 - Los principios espirituales son tan permanentes como eterna es la Palabra de nuestro Dios. No es el contenido de la generosidad con su retribución mayor y bendecida lo que se cambia, sino la forma, método o sistema empleado. Ahora las medidas las establece el Espíritu, no ya más la Ley.
9 - Nuestro Señor Jesucristo ya no recibe diezmos, trozos porcentuales de lo que nos ha dado, porque está ocupado en crecer –ser engrandecido- Él mismo en nosotros. Sin duda que el mira con santo enojo a cuanto fariseo religioso contemporáneo pretende coimearle para que Él lo bendiga según le ofrende.
10- En ningún lugar de la Escritura dice que Jesús recibe diezmos hoy en día. Utilizar su afinidad con Melquisedec para conjeturar que está esperando a que los vencedores le presenten los diezmos como Abraham, no es lo que leemos de los vencedores en las iglesias de Apocalipsis capítulos 2 y 3. Tu última pregunta ya está contestada en la primera: Melquisedec recibió los diezmos de Abraham, porque éste estaba confesando con su acción que no por su propio brazo había obtenido la victoria, sino por el poder del Dios de Abraham, Jehová de los ejércitos.
Y bien, es de esperar que cuantos habían quedado tan encantados con tu cuestionario, pasen ahora a defenderlo.
“Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad” (2Co.13:8).
Ricardo.