Re: ESCUDRINANDO EL LIBRO DEL APOCALIPSIS.
Amenazados por la dominación eclesiástica
Nótese que en el panorama de los sucesos venideros que pasaron delante del profeta Juan, él presenció este mismo cambio asombroso en la naturaleza de la bestia de dos cuernos. Empezó eventualmente a hablar como un dragón y a controlar el culto de su pueblo, "mandando a los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia."
La bestia "que tiene la herida de cuchillo, y vivió," es el papado. Era una iglesia que dominaba al poder civil. En otras palabras era una unión de la Iglesia y el Estado, e imponía sus dogmas religiosos por intermedio del poder civil, so pena de confiscación de los bienes, encarcelamiento y la muerte. Una imagen de la bestia sería otra organización eclesiástica investida de poder civil, otra unión de la Iglesia y el Estado para imponer por ley los dogmas religiosos.
Encontramos pruebas de que una imagen tal se ha de formar en el hecho de que ya están obrando y han estado obrando con persistencia durante años grandes organizaciones protestantes influyentes cuyo fin es establecer e imponer por la ley ciertas normas religiosas. Se llaman algunas de ellas: National Reform Association (Asociación pro Reforma Nacional), International Reform Bureau (Oficina pro Reforma Internacional), Lord's Day Alliance (Alianza pro Día del Señor), Federal Council of the Churches of Christ in America (Concilio Federal de las Iglesias de Cristo en América). Además, las sociedades católicas de los Estados Unidos, de acuerdo con su tradición secular, procuran el mismo fin. Finalmente estas dos fuerzas están destinadas a darse la mano en un esfuerzo común.
La National Reform Association confiesa que su objeto es "obtener una enmienda de la Constitución de los Estados Unidos . . . indicadora de que es una nación cristiana, y colocar todas las leyes, instituciones y usos cristianos de nuestro gobierno sobre una base innegablemente legal en la ley fundamental del país."
Acerca de la cuestión de hacer de los Estados Unidos una "nación cristiana," el obispo Earl Cranston, doctor en teología de la iglesia metodista episcopal, hizo las siguientes observaciones en un discurso pronunciado en Washington el 13 de marzo de 1910:
"Supongamos que esta nación fuese declarada cristiana por una interpretación constitucional al efecto. ¿Qué significaría? ¿Cuál de las dos definiciones contendientes del cristianismo sería la indicada por la palabra 'cristiana'? Por supuesto, la idea protestante; porque bajo nuestro sistema las mayorías gobiernan, y la mayoría de los estadounidenses son protestantes. Muy bien. Pero supongamos que por la adición de ciertos territorios contiguos con doce millones o más de católicos, la anexión de algunas islas más con otros seis millones, y la misma proporción de inmigrantes que ahora, llegasen los católicos a ser la mayoría dentro de algunos años, ¿quién duda por un momento de que el papa reinante asumiría el control de la legislación y del gobierno? Diría, con toda confianza y lógica: Esta es una nación cristiana. Así se llamó desde el comienzo y se declaró hace muchos años. Una mayoría definió entonces lo que era el cristianismo, la mayoría definirá ahora lo que es el cristianismo y lo que ha de ser. Esa mayoría sería el papa."
Esta asociación, organizada para realizar una así llamada "Reforma Nacional" no tiene reparos en unirse con el papado para lograr su designio de establecer una religión nacional. Declara:
"Cordial y gozosamente reconocemos el hecho de que en las repúblicas sudamericanas, en Francia y otros países europeos, los católicos romanos son los defensores reconocidos del cristianismo nacional, y se oponen a todas las propuestas tendientes a secularizarlos. . . . Siempre que estén dispuestos a cooperar para resistir al progreso del ateísmo político, les daremos gustosamente la mano. En una conferencia mundial para promover el cristianismo nacional, que debería celebrarse antes de mucho, muchos países podrían ser representados solamente por católicos romanos."
¿Tomaremos ahora nota del objetivo que confiesan tener las otras organizaciones?
En una historia de la Oficina pro Reforma Internacional, la misma declara: "La Oficina pro Reforma es el primer grupo político cristiano establecido en nuestra capital nacional para hablar al gobierno en favor de todas las denominaciones."
En las págs. 61 y 65 de la obra ya citada se declara que la obtención de leyes que hagan obligatoria la observancia del domingo es uno de los principales objetivos de esta y otras organizaciones similares.
Hablando ante la Comisión Judicial del Senado de los Estados Unidos contra el proyecto de la Corte Suprema, el profesor Teodoro Graebner, del Colegio de Concordia, San Luis, hizo esta observación interesante:
"Hace ya más de cincuenta años, la National Reform Association procuró . . . hacer cristiana toda educación pública y con ello hacer a Jesucristo rey de la nación. . . . El movimiento subsiste hasta hoy, y está sacando a luz una enorme cantidad de publicaciones con el fin de lograr la adopción de una enmienda cristiana."
El objetivo real de esta organización es imponer la religión a la gente por una promulgación legal, obtener una ley dominical y reglamentar el cristianismo de la gente.
Un folleto publicado por la organización Lord's Day Alliance, de los Estados Unidos, nos expone su objetivo:
"(1) Preservar el día del Señor [Domingo] para los Estados Unidos;
(2) obtener una alianza activa en cada estado donde no se haya organizado todavía;
(3) inducir al gobierno en general hasta donde se pueda a que dé el ejemplo en la observancia del día de reposo."
Esto quiere decir obtener, hasta donde se pueda, leyes estaduales y nacionales que impongan la observancia del domingo, el mismo medio por el cual la Iglesia obtuvo el control del Estado y por el cual ambos se unieron durante el siglo IV y el V de la era cristiana.
El Concilio Federal de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos, que es por mucho la combinación más poderosa y representativa de las iglesias protestantes de la nación, pues aseveró en sus comienzos que representaba 18 organizaciones y 50.000.000 de miembros, al exponer las razones de su existencia declaró;
"Que las grandes organizaciones cristianas de nuestro país deben estar unidas . . . [al tratar] cuestiones como las referentes al matrimonio y el divorcio, la profanación del día de reposo, los males sociales," etc.
Al definir cómo se proponía obrar con respecto a la profanación del día de reposo, el Concilio declaraba:
"Que se resista enérgicamente a todas las violaciones de los requerimientos y la santidad del día del Señor, mediante la prensa, las asociaciones y alianza pro domingo, y cuanta legislación se pueda obtener para proteger y conservar este baluarte de nuestro cristianismo americano."
Se ve así que la obtención de leyes para imponer la observancia del domingo es un rasgo prominente de todas estas organizaciones en sus esfuerzos por "cristianizar" la nación. Al participar en estos esfuerzos, muchos no ven que están repudiando los principios del cristianismo, del protestantismo y del gobierno de los Estados Unidos, y se colocan directamente bajo la mano de aquel poder que creó el descanso dominical y obtuvo el control del poder civil por medio de la legislación dominical: el papado.
Este peligro fue claramente discernido por los legisladores de los Estados Unidos hace más de un siglo. En 1830, se consideraron algunos petitorios para prohibir el transporte de la correspondencia y la apertura de las oficinas de correos en domingo. Dichos petitorios habían sido referidos a la Comisión de Correos, nombrada por el Congreso. Dicha Comisión dio un informe desfavorable que fue adoptado e impreso por orden del Senado de los Estados Unidos, y la Comisión fue relevada de toda consideración ulterior sobre el asunto. Acerca de la Constitución decía:
"La Comisión buscó en vano en ese instrumento una delegación de poder que autorizase a este cuerpo para que indagara y determinara qué parte del tiempo puso aparte el Todopoderoso para los ejercicios religiosos, o aun si hizo tal cosa. . . .
"La Constitución considera la conciencia del judío tan sagrada como la del cristiano; y no da más autoridad para adoptar una medida que afecta la conciencia de una sola persona que la de toda una comunidad. El representante que quisiera violar este principio perdería su carácter de delegado y la confianza de sus constituyentes. Aun cuando el Congreso declarase santo el primer día de la semana, ello no convencería el judío o al sabatista. Los dejaría desconformes a ambos, y por consiguiente no los convertiría. . . . Si por un solemne acto de legislación se define en un punto la ley de Dios, o se indica al ciudadano un deber religioso, se puede con igual propiedad proceder a definir toda parte de la revelación divina; e imponer toda obligación religiosa, aun las formas y ceremonias de culto, la dotación de la iglesia y el sostén del clero.
"Los que elaboraron la Constitución reconocían el principio eterno de que la relación del hombre con su Dios está por encima de la legislación humana, y que los derechos de su conciencia son inalienables."
Amenazados por la dominación eclesiástica
Nótese que en el panorama de los sucesos venideros que pasaron delante del profeta Juan, él presenció este mismo cambio asombroso en la naturaleza de la bestia de dos cuernos. Empezó eventualmente a hablar como un dragón y a controlar el culto de su pueblo, "mandando a los moradores de la tierra que hagan la imagen de la bestia."
La bestia "que tiene la herida de cuchillo, y vivió," es el papado. Era una iglesia que dominaba al poder civil. En otras palabras era una unión de la Iglesia y el Estado, e imponía sus dogmas religiosos por intermedio del poder civil, so pena de confiscación de los bienes, encarcelamiento y la muerte. Una imagen de la bestia sería otra organización eclesiástica investida de poder civil, otra unión de la Iglesia y el Estado para imponer por ley los dogmas religiosos.
Encontramos pruebas de que una imagen tal se ha de formar en el hecho de que ya están obrando y han estado obrando con persistencia durante años grandes organizaciones protestantes influyentes cuyo fin es establecer e imponer por la ley ciertas normas religiosas. Se llaman algunas de ellas: National Reform Association (Asociación pro Reforma Nacional), International Reform Bureau (Oficina pro Reforma Internacional), Lord's Day Alliance (Alianza pro Día del Señor), Federal Council of the Churches of Christ in America (Concilio Federal de las Iglesias de Cristo en América). Además, las sociedades católicas de los Estados Unidos, de acuerdo con su tradición secular, procuran el mismo fin. Finalmente estas dos fuerzas están destinadas a darse la mano en un esfuerzo común.
La National Reform Association confiesa que su objeto es "obtener una enmienda de la Constitución de los Estados Unidos . . . indicadora de que es una nación cristiana, y colocar todas las leyes, instituciones y usos cristianos de nuestro gobierno sobre una base innegablemente legal en la ley fundamental del país."
Acerca de la cuestión de hacer de los Estados Unidos una "nación cristiana," el obispo Earl Cranston, doctor en teología de la iglesia metodista episcopal, hizo las siguientes observaciones en un discurso pronunciado en Washington el 13 de marzo de 1910:
"Supongamos que esta nación fuese declarada cristiana por una interpretación constitucional al efecto. ¿Qué significaría? ¿Cuál de las dos definiciones contendientes del cristianismo sería la indicada por la palabra 'cristiana'? Por supuesto, la idea protestante; porque bajo nuestro sistema las mayorías gobiernan, y la mayoría de los estadounidenses son protestantes. Muy bien. Pero supongamos que por la adición de ciertos territorios contiguos con doce millones o más de católicos, la anexión de algunas islas más con otros seis millones, y la misma proporción de inmigrantes que ahora, llegasen los católicos a ser la mayoría dentro de algunos años, ¿quién duda por un momento de que el papa reinante asumiría el control de la legislación y del gobierno? Diría, con toda confianza y lógica: Esta es una nación cristiana. Así se llamó desde el comienzo y se declaró hace muchos años. Una mayoría definió entonces lo que era el cristianismo, la mayoría definirá ahora lo que es el cristianismo y lo que ha de ser. Esa mayoría sería el papa."
Esta asociación, organizada para realizar una así llamada "Reforma Nacional" no tiene reparos en unirse con el papado para lograr su designio de establecer una religión nacional. Declara:
"Cordial y gozosamente reconocemos el hecho de que en las repúblicas sudamericanas, en Francia y otros países europeos, los católicos romanos son los defensores reconocidos del cristianismo nacional, y se oponen a todas las propuestas tendientes a secularizarlos. . . . Siempre que estén dispuestos a cooperar para resistir al progreso del ateísmo político, les daremos gustosamente la mano. En una conferencia mundial para promover el cristianismo nacional, que debería celebrarse antes de mucho, muchos países podrían ser representados solamente por católicos romanos."
¿Tomaremos ahora nota del objetivo que confiesan tener las otras organizaciones?
En una historia de la Oficina pro Reforma Internacional, la misma declara: "La Oficina pro Reforma es el primer grupo político cristiano establecido en nuestra capital nacional para hablar al gobierno en favor de todas las denominaciones."
En las págs. 61 y 65 de la obra ya citada se declara que la obtención de leyes que hagan obligatoria la observancia del domingo es uno de los principales objetivos de esta y otras organizaciones similares.
Hablando ante la Comisión Judicial del Senado de los Estados Unidos contra el proyecto de la Corte Suprema, el profesor Teodoro Graebner, del Colegio de Concordia, San Luis, hizo esta observación interesante:
"Hace ya más de cincuenta años, la National Reform Association procuró . . . hacer cristiana toda educación pública y con ello hacer a Jesucristo rey de la nación. . . . El movimiento subsiste hasta hoy, y está sacando a luz una enorme cantidad de publicaciones con el fin de lograr la adopción de una enmienda cristiana."
El objetivo real de esta organización es imponer la religión a la gente por una promulgación legal, obtener una ley dominical y reglamentar el cristianismo de la gente.
Un folleto publicado por la organización Lord's Day Alliance, de los Estados Unidos, nos expone su objetivo:
"(1) Preservar el día del Señor [Domingo] para los Estados Unidos;
(2) obtener una alianza activa en cada estado donde no se haya organizado todavía;
(3) inducir al gobierno en general hasta donde se pueda a que dé el ejemplo en la observancia del día de reposo."
Esto quiere decir obtener, hasta donde se pueda, leyes estaduales y nacionales que impongan la observancia del domingo, el mismo medio por el cual la Iglesia obtuvo el control del Estado y por el cual ambos se unieron durante el siglo IV y el V de la era cristiana.
El Concilio Federal de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos, que es por mucho la combinación más poderosa y representativa de las iglesias protestantes de la nación, pues aseveró en sus comienzos que representaba 18 organizaciones y 50.000.000 de miembros, al exponer las razones de su existencia declaró;
"Que las grandes organizaciones cristianas de nuestro país deben estar unidas . . . [al tratar] cuestiones como las referentes al matrimonio y el divorcio, la profanación del día de reposo, los males sociales," etc.
Al definir cómo se proponía obrar con respecto a la profanación del día de reposo, el Concilio declaraba:
"Que se resista enérgicamente a todas las violaciones de los requerimientos y la santidad del día del Señor, mediante la prensa, las asociaciones y alianza pro domingo, y cuanta legislación se pueda obtener para proteger y conservar este baluarte de nuestro cristianismo americano."
Se ve así que la obtención de leyes para imponer la observancia del domingo es un rasgo prominente de todas estas organizaciones en sus esfuerzos por "cristianizar" la nación. Al participar en estos esfuerzos, muchos no ven que están repudiando los principios del cristianismo, del protestantismo y del gobierno de los Estados Unidos, y se colocan directamente bajo la mano de aquel poder que creó el descanso dominical y obtuvo el control del poder civil por medio de la legislación dominical: el papado.
Este peligro fue claramente discernido por los legisladores de los Estados Unidos hace más de un siglo. En 1830, se consideraron algunos petitorios para prohibir el transporte de la correspondencia y la apertura de las oficinas de correos en domingo. Dichos petitorios habían sido referidos a la Comisión de Correos, nombrada por el Congreso. Dicha Comisión dio un informe desfavorable que fue adoptado e impreso por orden del Senado de los Estados Unidos, y la Comisión fue relevada de toda consideración ulterior sobre el asunto. Acerca de la Constitución decía:
"La Comisión buscó en vano en ese instrumento una delegación de poder que autorizase a este cuerpo para que indagara y determinara qué parte del tiempo puso aparte el Todopoderoso para los ejercicios religiosos, o aun si hizo tal cosa. . . .
"La Constitución considera la conciencia del judío tan sagrada como la del cristiano; y no da más autoridad para adoptar una medida que afecta la conciencia de una sola persona que la de toda una comunidad. El representante que quisiera violar este principio perdería su carácter de delegado y la confianza de sus constituyentes. Aun cuando el Congreso declarase santo el primer día de la semana, ello no convencería el judío o al sabatista. Los dejaría desconformes a ambos, y por consiguiente no los convertiría. . . . Si por un solemne acto de legislación se define en un punto la ley de Dios, o se indica al ciudadano un deber religioso, se puede con igual propiedad proceder a definir toda parte de la revelación divina; e imponer toda obligación religiosa, aun las formas y ceremonias de culto, la dotación de la iglesia y el sostén del clero.
"Los que elaboraron la Constitución reconocían el principio eterno de que la relación del hombre con su Dios está por encima de la legislación humana, y que los derechos de su conciencia son inalienables."