No se trata de lo que vos ves sino de lo que Dios te muestra.
"LO QUE DIOS TE MUESTRA"
Este es resultado de foristas que infiltran el foro, no para aprender la sana doctrina, sino para imponer sus sueños, visiones, y nuevas revelaciones, como es el caso típico de Julio Parada, con su Gigante que le envía chorros de fuego y lo unge con revelaciones para "RESTAURAR" los mandatos de Cristo.
Lamentablemente, la catastrófica influencia de estos personajes, se aprecia cuando comienzan a surgir "nuevas interpretaciones" de la biblia, no fundamentadas en lo que está escrito, sino en esta modalidad:
"LO QUE DIOS TE MUESTRA"
Esta expresión, en la cual se refugian estos iluminados, es lo que en Hermenéutica se conoce como la exposición "Pietista" en la cual el forista pretende ser guiado por una visión, un sueño, o una linterna, en referencia a una "luz interna" recibida como "una unción del Santo" (1Jn_2:20).
Esto es catastrófico porque provoca un tsunami que arrastra con las reglas de la gramática donde el significado y el uso común de las palabras se abandonan, y surge una linterna, de dos pilas eléctricas, de poca duración, algo así como un "espíritu revelador permanente e infalible, que esclaviza a los demás foristas, los somete a los pies de este nuevo profeta.
Èstos Tsunamis, no deben confundirse con la sana doctrina apostólica, que tiene su correspondiente aval dentro de la genuina Iglesia de Cristo, la cual glorifica a Cristo por medio del Espíritu Santo, haciéndonos entender que todo lo que tiene el Padre es del Hijo.
Es apenas obvio suponer, que estos iluminados, con sus nuevas revelaciones, no hallarían ninguna contradicción de sus seguidores a diversas exposiciones de un mismo texto, pero las interpretaciones divergentes e irreconciliables prevalecientes entre los adherentes de este sistema demuestran que la tal "luz interna" no merece ninguna confianza.
Estos soñadores quieren venir al foro para establecerce como "nuevos oráculos", en tanto que profesan seguir la palabra escrita de Dios, al mismo tiempo nos meten la puñalada por la espalda, imponiendo sus propios dichos, sus propias visiones e interpretaciones personales, como:
"LO QUE DIOS TE MUESTRA"
Es muy natural que semejante proceder nunca se podrá recomendar al sentido común ni al juicio racional.
Lamentablemente, nuestro hermano Héctor comienza a dar señales de estar leudado con la levadura de Julio Parada con sus gigantes y chorros de fuego, "restaurando" las enseñanzas de Cristo.