Re: ¿Es Jesús Dios?
Shalom,
Ni siquiera ha respondido a mi pregunta de 1 Juan 1: 20, y quiere que le responda otra. ¿?
"Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna."
DTB
Como se nota que lo que buscas es contender no aprender o llegar a la verdad. el forista teologygalarq ya te comentó que 1ª Jn. 5,20 contiene por dos veces la palabra Theos como espurio, es decir añadida por un copista ajeno al original. y yo te envié un post con información bíblica contundente pero tú sigues empeñado en que te contestemos en términos que concuerden con lo que piensas, pero eso jamás logrará de un testigo pues tenemos la verdad muy arraigada en el corazón y adoramos a Dios con espiritu y con verdad.
Lo que te voy a decir a continuación ya se que va a caer en saco roto pero te lo voy a decir de todos modos para que lo analices y te convenzas quien es el verdadero Dios
JEHOVÁ,
el Padre de nuestro Señor Jesucristo, es el Dios verdadero. Él es el Creador, el que da vida eterna a todos los que le aman. Así es como responderían a la pregunta planteada en el título muchas personas que leen la Biblia y creen en ella. De hecho, Jesús mismo dijo: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti,
el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Juan 17:3).
No obstante, muchos religiosos, como tú, dan a la expresión del título un sentido distinto. Dichas palabras están tomadas de 1 Juan 5:20, que dice: "Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
Los que creen en la doctrina de la Trinidad sostienen que el pronombre demostrativo “este” (hóu·tos) se refiere a su antecedente inmediato, Jesucristo, y afirman que Jesús es “el Dios verdadero y vida eterna”. Sin embargo,
tal interpretación se contradice con el resto de las Escrituras. Además, muchos biblistas acreditados no aceptan este punto de vista trinitario. El erudito B. F. Westcott, de la Universidad de Cambridge, escribió: “La referencia más natural [del pronombre hóu·tos] no es al sujeto más próximo,
sino al que predominaba en la mente del apóstol”. Por lo tanto, en quien pensaba el apóstol Juan era en el Padre de Jesús. El teólogo alemán Erich Haupt escribió: “Hay que determinar si el [hóu·tos] de la siguiente oración se refiere al sujeto que precede inmediatamente a dicho pronombre o al antecedente más distante: Dios. Parece más lógico que se trate de un testimonio a favor del único Dios verdadero que de una afirmación de la divinidad de Cristo, a juzgar por la advertencia final respecto a los ídolos”.
Incluso El Análisis gramatical del Nuevo Testamento griego, publicado por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, afirma: “[Hóu·tos]: como culminación de [los versículos] 18-20, la ref[erencia] es casi segura a Dios, el real, el verdadero, [en] contr[aste con] el paganismo (v. 21)”.
El término hóu·tos —que por lo general se traduce por “este, esta, esto”— a menudo no designa el sujeto que le precede inmediatamente en una frase. Otros versículos arrojan luz sobre esta cuestión. En 2 Juan 7, el mismo apóstol y escritor de la primera carta dice: “Muchos engañadores han salido al mundo, personas que no confiesan a Jesucristo como venido en carne. Este [hóu·tós] es el engañador y el anticristo”. Aquí el pronombre no puede aludir al antecedente más cercano, o sea, Jesús. Es obvio que “este” se refiere a los que negaron a Jesús, quienes en conjunto son “el engañador y el anticristo”.
En su Evangelio, el apóstol Juan escribió: “Andrés el hermano de Simón Pedro era uno de los dos que oyeron lo que Juan dijo y siguieron a Jesús. Primero halló este [hóu·tos] a su propio hermano, Simón” (Juan 1:40, 41). Está claro que “este” no se refiere a la última persona mencionada, sino a Andrés. En 1 Juan 2:22, el apóstol utiliza el mismo pronombre de forma similar.
Lucas hace un uso parecido de este pronombre demostrativo, como se observa en Hechos 4:10, 11: “En el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien ustedes fijaron en un madero, pero a quien Dios levantó de entre los muertos, por este se halla este hombre de pie aquí sano delante de ustedes. Esta [hóu·tós] es ‘la piedra que fue tratada por ustedes los edificadores como de ningún valor, que ha llegado a ser cabeza del ángulo’”. El pronombre “esta” no se refiere obviamente al hombre que fue sanado, aunque se le mencione a él justo antes del vocablo hóu·tos. Es patente que, en el versículo 11, “esta” se refiere a Jesucristo el Nazareno, quien es “la piedra angular” sobre la que se funda la congregación cristiana (Efesios 2:20; 1 Pedro 2:4-8).
Apoya también este razonamiento el pasaje de Hechos 7:18, 19, que dice: “Se levantó sobre Egipto un rey diferente, que no sabía acerca de José. Este [hóu·tos] empleó astucia estatal en contra de nuestra raza”. “Este” que oprimió a los judíos no era José, sino Faraón, el rey de Egipto.
Los anteriores pasajes confirman la observación del helenista Daniel Wallace, quien dice que tocante a los pronombres demostrativos griegos, “lo que contextualmente pudiera ser el antecedente más próximo tal vez no sea el antecedente más próximo en la mente del escritor”.
“El verdadero”
Como escribió el apóstol Juan, “el verdadero” es Jehová, el Padre de Jesucristo. Él es el único Dios verdadero, el Creador. El apóstol Pablo reconoció: “Realmente para nosotros hay un solo Dios el Padre, procedente de quien son todas las cosas” (1 Corintios 8:6; Isaías 42:8). Otra razón por la que Jehová es “el verdadero”, como se le califica en 1 Juan 5:20, es que él es la Fuente de la verdad. El salmista llamó a Jehová “el Dios de la verdad” porque es fiel en todo lo que hace y no puede mentir (Salmo 31:5; Éxodo 34:6; Tito 1:2). Refiriéndose a su Padre celestial, Jesús dijo: “Tu palabra es la verdad”. Y con respecto a su propia enseñanza, aseveró: “
Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me ha enviado” (Juan 7:16; 17:17).
Jehová también es “vida eterna”. Él es la Fuente de la vida y es Quien la da como una dádiva inmerecida por medio de Cristo (Salmo 36:9; Romanos 6:23). Además, el apóstol Pablo dijo que Dios es “remunerador de los que le buscan solícitamente” (Hebreos 11:6). Jehová remuneró a su Hijo levantándolo de entre los muertos y remunerará con vida eterna a los que le sirven de todo corazón (Hechos 26:23; 2 Corintios 1:9).
Por consiguiente, ¿a qué conclusión deberías llegar? Pues que Jehová, y nadie más, es “el Dios verdadero y vida eterna”. Él es el único que merece recibir devoción exclusiva de aquellos a quienes creó (Revelación [Apocalipsis] 4:11).
Esa conclusión concuerda con el resto de la Biblia y con la verdad que enseñó el mismo Jesucristo en Juan 17:3, la interpretación que hacen gente como tú en realidad OSCURECE la verdad y extravía totalmente a los incautos.
Un saludo.