Buen dia..
En Éxodo 30,1:
“Harás un altar para quemar el incienso…”.
Lucas 1, 9:10 Toda la asamblea del pueblo permanecía afuera, en oración, mientras se ofrecía el incienso. Entonces se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.
LA GRACIA DE DIOS
El externalismo religioso ha dado paso a un acceso directo al mismo Trono de Dios por medio de Jesucristo, no hay necesidad de procesiones, estatuas, corredentoras, intercesión de santos y santas, todo eso ha quedado sepultado como testimonio de una época de sombras y figuras hasta que llegase la luz del mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que a Cristo y aún siguen con su externalismo religioso:
Heb 9:8 dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie.
Heb 9:11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,
Heb 9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
Heb 9:13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
Heb 9:14 ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
OJO A ESTA ADVERTENCIA
Heb_10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Un católico cuando se arrodilla ante la estatua de la reina del cielo, o el sacerdote que le quema incienso, está pisoteando al Hijo de Dios, está queriendo decir que el Sacrificio de Cristo, es inferior al culto que está presentando, y de este modo idolátrico, tiene por inmunda la sangre del Nuevo Pacto y está cometiendo el pecado que no tiene perdón en este mundo, ni en el venidero.