Re: ¿Es el santo rosario obra de Satanás?
Si esa es su "respuesta" a todos mis argumentos me alegro, se acabo la discusion.
AMEN
Bien, esta es su pretensión, que le responda, muy bien, lo haré... Le dije que en el versículo en cuestión, ya no está siendo el Espíritu Santo quien habla, sino Isabel mismamente, usted defiende que no dice quien "soy yo" y por ello, todo cuanto yo he aportado lo da como falso y mentira. Bien, como siempre le responderé en base a al Biblia, ¿ok?, sin utilizar el griego, sino lo que la Biblia y como muy bien siempre viene traducida y suficientemente comprensible para saber que nos dice.
Lo mas correcto seria "Como es, que la Madre de mi Señor venga a mi?".
Esta es y para ti la más correcta, bien, para terminar, veamos que expresiones utilizan todas las traducciones disponible en mi mano:
RV60/ Luc. 1:43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
RV95/ Luc. 1:43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?,
DHH/ Luc. 1:43 ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor?
BLS/ Luc. 1:43 ¿Por qué has venido a visitarme, tú que eres la madre de mi Señor?
NVI/ Pero, ¿como es esto, que la madre de mi Señor venga a verme?
EP/ ¿Y de dónde esto a mí, que venga a verme la madre de mi Señor?
NACAR/ ¿Y de dónde a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
TEV/ Luke 1:43 Why should this great thing happen to me, that my Lord's mother comes to visit me?
Bien, para su información, simplemente le diré que su interpretación no la da ninguna de las versiones que he podido consultar, pero una cosa si está clara en todas ellas y como no, incluido en la que usted -y personalmente- afirma es la más correcta, tienen una cosa en común.
TODAS muestran la duda de Isabel, o la sorpresa, o la falta de fe (depende de lo que usted pretenda entender)... TODAS dan a entender que Isabel no sabe el porqué de ello, TODAS muestran que Isabel no reconoce es el Espíritu Santo es quien está hablando mediante ella, y TODAS muestran que está hablando en primera persona del singular, que se está refiriendo a ella misma. Ello, y después de todos, absolutamente todos los argumentos que le he dado para mostrarle que la Biblia es un todo y que a ninguno, absolutamente a ninguno a respondido por creer que aquí, en este único versículo que hay en toda la Biblia, halló su tan necesitada justificación,
Pero si seguimos leyendo, vemos que la misma Isabel nos confirma que si tenía dudas, que no sabía el porque, que no reconoce al Espíritu Santo, que… veámoslo:
Luc. 1:43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
NO sabe el porqué se le concede eso a ella, por lo tanto, no es el Espíritu de Dios quien está hablando mediante ella, por la sencilla razón, que Él siempre sabe de que habla, siempre sabe que mensaje está dando, TODOS quienes han hablado inspirados por el Espíritu Santo, bien sabían de qué y por quien están hablando. (Dios jamás utiliza a los hombres, si antes no le reconocen y saben de Él y Su voluntad, nunca)
Luc. 1:44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
Lo confirma de nuevo, se da cuenta porque la criatura salta, no porque está reconociendo que es el Espíritu Santo quien está sobre ella, quien está dando mediante ella, Palabra de Dios. Isabel se está refiriendo a un movimiento de su hijo, no que esté siendo guiada por el Espíritu, no lo reconoce, se limita a lo que siente en sus carnes, lo cual...
Luc. 1:45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.
Lo confirma de nuevo: LA QUE CREYÓ, ¿te das cuenta?, no los que creen, no que ella creyese, no, reconoce que es bienaventurada/o quien cree en las Palabras de Dios. Pasado, ella se está viendo errada, dudosa, falta de fe… Por lo tanto, el Espíritu de Dios no puede se quien está hablando, no, el bendice a quien cree, no a quien creyó… Jesús lo dijo siempre “el que cree”… siempre es en acción constante, continua, hacia Dios, nunca el Espíritu Santo bendice a los que dejaron de creer, ello es apostasía, es perder la fe, es dejar de amar a Dios y Su Palabra.
Sabes? Isabel sabía quien era su hijo, Juan, sabía también que iría antes del Mesías, sabía y también que Dios la llenó de gracia, que le dio un hijo sin saber... pero no, ante María, se pregunta, tiene dudas, no hay certeza, no hay convicción ¿y sabes ello porque es?: POR FALTA DE FE EN LA PALABRA DE DIOS Y SU OBRA. Bien, no se si lo sabrás, pero quien duda de la Palabra de Dios constriñe al Espíritu Santo y este, deja de obrar hasta que se tenga y de nuevo fe, certeza y convicción en LA PALABRA DE DIOS Y SUS PROMESAS QUE YA NOS HAN SIDO DADAS. Zacarías nos da una muestra de ello, y cual fue su castigo.
Heb. 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Bien, aquí lo tienes, Isabel no sabía que y a quien esperaba, no sabía el porque, tuvo que ver, sentir a su hijo moverse… ¿tienes claro que no está siendo inspirada por el Espíritu Santo?
Heb. 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Ella, no tenía en esos momentos fe, no tenía certeza, no tenía convicción… ¿crees tu que es así como actua el Espíritu Santo, y a la vez, crees tu que Dios duda de Él mismo? Si hubiese sido el Espíritu Santo, jamás hubiese tenido lugar la duda, porque está, también es pecado y nada es ante Dios.
Sant. 1:6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Bien, yo tenía respuesta, pero antes de contestarte (y por falta de tiempo para prepararlo como debe), te di para que entendieras antes de afirmar por tu propia voluntad y contra la PALABRA DE DIOS, y tan libremente, que sí, QUE A MARÍA SE LE PUEDE LLAMAR MADRE DE DIOS.
Le dije que mirara primeramente todos los lugares que en la Biblia habla de los "QUIEN SOY YO"... le indique en qué y por que hablo de lo que hablo, pero no, se fue por libre...
Bien, aquí termina mi deber para con usted, hasta que no muestre temor de Dios, respeto por su Palabra, deje de hacer añadidos, de contaminarla, y como no, de llamar a María “madre de Dios”, entonces y sólo entonces, y siempre y cuando Dios Padre así me los muetres, vovere a tenerle en consideración.
Nada tengo contra usted, contra su persona, contra su libertad de elegir a quien seguir, pero si y porque es mandato de Dios, contra toda falsa enseñanza que no tiene base bíblica alguna, si pretensión de ser aquello que se pretende creer por si mismo.
Que Dios le bendiga.