La clave de lo que has dicho Tobi, está en la frase: en Cristo. Esto es una verdad espiritual, todos, hebra y varón, estamos unidos en Cristo, en Cristo somos uno, pues en esa esfera espiritual no hay diferencias; sin embargo, en esta esfera terrenal en que vivimos, si hay diferencias, hay distintos dones y distintos ministerios, y aun permanecen los mismos principios del comienzo, en cuanto a la relación entre el hombre y la mujer.
En la esfera de Cristo somos iguales, pero aquí, el marido es la cabeza de la mujer, y a la mujer no le es permitido ejercer autoridad sobre el hombre, por lo que sucedió con Eva. De manera que estamos hablando de dos cosas diferentes; si no aprendemos a verlas cada una en su sitio, perdemos el blanco.
El mismo que dijo que en Cristo ya no hay varón ni mujer, dijo:
Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón,y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. 1Cor.11
Más adelante en el mismo contexto dice:
Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón;
Entonces, ¿vamos a usar una verdad espiritual para deshacer un orden terrenal establecido por Dios? Esto sería una mala interpretación y mala aplicación de una verdad espiritual.
¿En qué momento se le permitió a la mujer ejercer autoridad sobre el hombre?
Una vez más tengo que pensar, que sus posiciones en este tema, están más en línea con la declaración universal de los derechos humanos, y el movimiento secular de liberación femenina, que con lo que enseña la biblia.
El dueño de la empresa donde trabajas, puede ser un hermano en Cristo, tu y él en Cristo son iguales, en Cristo no hay empleados ni empleadores; pero en esta vida terrenal sí; El empleado y el empleador no son iguales, cada uno tienen su rol, su función, sus deberes y obligaciones.
