Re: EN NOMBRE DE LOS EXADVENTISTAS RETO AL TAL ANTOLIN ADEBATIR EN ESTE FORO
Estimado marcelino. Saludos cordiales.
Tú dices:
Generalmente son considerados sectas debido a que las iglesias que se encuentran dentro del ecumenismo adoran a Dios en día domingo. Sin embargo, ellos aseguran que el Sábado es parte de los Diez mandamientos, le dan considerablemente más importancia a guardar el séptimo día Sábado que la importancia que le dan otras denominaciones a la adoración en Domingo bajo el argumento de que fue Dios mismo quien ordenó la adoración Sabática basada en sus 10 mandamientos, pues el domingo fue instaurado por el emperador Romano Constantino en su famoso edicto en el 321 D.C
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.
que mentira mas abominable, todavia crees en los cuentos de hadas? el edicto de Constantino solo fue para confirmar lo que en ese entonces era una practica comun, al igual que muchas otras doctrinas, no ay pruebas historicas de que nadie aya muerto por guardar el sabado en ese entonces, ay pruebas historicas irrefutables y documentos que los padres de la iglesia guardaban el sabado, ellos eran la generacion posterior a los aposotles, recibieron sus enseñanazas de ellos mismos, esta absurda doctrina inventada por los adventistas ha llevado hasta a cambiar la historia y ajustarla a sus ensenañanzas, han ajustado la biblia con su biblia de la palabra clara ajustandolos a sus doctrinas, hasta los libros de helena han sido "revisados" para que todo se ajuste al sistema, que tristeza.
Esta teoria de constantino ya rebatido por ex adventistas desde el mismo comienzo hace mas de 100 años pero siempre ay algunos como tu cegados, no te llamo ignorante por que no lo eres pero quedas como uno al afirmar tales barbaridades veamos algunos documentos:
la epistola de San Ignacio fue escrita 20 años despues de que san Juan escibiera el apocalipsis:
La epístola de Ignacio a los magnesios 8-10 (c. 110 D. C.).
"No seáis engañados por doctrinas extrañas o mitos anticuados, porque son sin valor. Porque si continuamos viviendo de acuerdo con el judaísmo, reconocemos que no hemos recibido la gracia. Porque los profetas más piadosos vivieron de acuerdo con Cristo Jesús. Por esto fueron perseguidos, siendo inspirados, como lo fueron, por su gracia para que los desobedientes pudieran ser plenamente persuadidos de que hay un Dios que se reveló a sí mismo por medio de Jesucristo su Hijo, que es su Verbo que salió del silencio, y quien en todo respecto agradó a Aquél que le envió. Entonces, si los que habían vivido en prácticas anticuadas vinieron a novedad de esperanza, no ya guardando el sábado, sino viviendo de acuerdo con el día del Señor, en el cual nuestra vida también se levantó por medio de Él y de su muerte (que algunos niegan), el misterio por el cual vinimos a creer, y a causa del cual soportamos pacientemente, para ser considerados discípulos de Cristo, nuestro único maestro, ¿cómo podemos vivir sin Él, al cual hasta los profetas, que eran sus discípulos en el Espíritu, esperaban como su maestro? A causa de esto, Él, a quien ellos justamente esperaban, les levantó de los muertos cuando vino. Por tanto, no seamos ignorantes de su bondad. Porque si Él fuese a imitar la manera en que nosotros actuamos, estamos perdidos. Por tanto, habiéndonos convertido en discípulos suyos, aprendamos a vivir de acuerdo con el cristianismo. Porque cualquiera que sea llamado por cualquier nombre que no sea éste, no pertenece a Dios. Por tanto, echen fuera la mala levadura, que se ha echado a perder y está agria, y echen mano de la nueva levadura, que es Jesucristo. Sálense con Él, para que ninguno se pudra, pues por su olor serán ustedes examinados. Es completamente absurdo profesar a Jesucristo y practicar el judaísmo. Porque el cristianismo no creía en el judaísmo, sino el judaísmo en el cristianismo, en el cual "toda lengua" creía y "era reunida" con Dios".
Epístola de Bernabé 2:4-6 (c. 130 D. C.).
"Porque Él nos ha hecho saber bien claramente, por medio de todos los profetas, que Él no necesita ni sacrificios ni ofrendas encendidas enteras ni ofrendas generales, diciendo en una ocasión: '¿Para qué me sirve la multitud de vuestros sacrificios?' dice el Señor. 'Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. ¿Quién demandó esto de vuestras manos cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y días de reposo no los puedo soportar'. Por tanto, Él ha abolido estas cosas, para que la nueva ley de nuestro Señor Jesucristo, que está libre del yugo de la compulsión, pueda tener su ofrenda, una ofrenda no hecha por el hombre".
La Historia Eclesiástica de Eusebio Pamphilus (c. 260-339 D. C.) es probablemente una de las obras disponibles más importantes sobre la historia de la iglesia primitiva, que abarca los acontecimientos de sus primeros tres siglos. Como persona nacida durante el período de la iglesia primitiva, Eusebio era un historiador capaz, que vio de cerca los sucesos que ayudaron a dar forma a los acontecimientos históricos y teológicos de la iglesia primitiva.
Historia Eclesiástica, de Eusebio, Libro 1, Capítulo 5 (c. 315 D. C.).
"Por cuanto el nombre de cristianos tiene el propósito de indicar esta misma idea, de que un hombre, por el conocimiento y la doctrina de Cristo, se distingue por la modestia y la justicia, la paciencia y una virtuosa fortaleza, y por una profesión de piedad hacia el único y solo Dios suopremo; todo esto no menos estudiosamente cultivado por ellos que por nosotros. Por tanto, ellos no guardaban la circuncisión ni el sábado, ni lo hacemos nosotros; ni nos abstenemos de ciertos alimentos, ni guardamos otras ordenanzas, que Moisés subsiguientemente entregó para ser observadas en tipos y símbolos, porque cosas como éstas no pertenecen a los cristianos". (13)
Ireneo, obispo de Lyons (c. 178 D. C.
"El deber de celebrar el misterio de la resurrección de nuestro Señor puede cumplirse sólo en el día del Señor". (16)
Justino Mártir (c. 100-165 C. D. vivió durante el reinado de Antonio Pío y sufrió el martirio en 165 D. C. durante el reinado de Marco Aurelio. Era un entusiasta promotor del evangelio, y después de viajar mucho por todo el Imperio Romano, se estableció en Roma como maestro cristiano. Mientras estaba allí, filósofos vecinos se confabularon contra él a causa de su profesión cristiana, y le llevaron delante de las autoridades romanas, las cuales le ejecutaron por decapitación.
La primera apología de Justino, capítulo 67
"Y en el día llamado del sol, todos los que viven en ciudades o en el campo se reúnen en un solo lugar, y se leen las memorias de los apóstoles o los escritos de los profetas, hasta donde el tiempo lo permita; luego, cuando el lector ha dejado de leer, el presidente da instrucciones verbales, y exhorta a la imitación de estas buenas cosas ... Pero el domingo es el día en el cual todos nosotros tenemos asamblea común, porque es el primer día en que Dios, habiendo producido un cambio en la oscuridad y la materia, hizo el mundo; y Jesucristo nuestro Salvador en el mismo día se levantó de entre los muertos". (17)
Algunos cristianos dirían que estas epístolas y afrmaciones no son dignas de confianza y reflejan una apostasía general que ocurría en la iglesia durante esa época. Pero esta es la iglesia de la cual Cristo dijo: "Las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". También, los hombres que escribieron cartas como éstas a los primeros cristianos eran el tipo de personas de las cuales se habla en Hebreos 11.