Re: En México fue delito der Catolico
Traigo este comentario de nuestro amigo sabadv a este lugar; para comentarlo aquí:
Clemente, te confieso que las imágenes dantescas que colocaste no me dejaron dormir muy bien. Yo sabía lo de las limitaciones religiosas en México pero no sabía lo de la guerra de los cristeros. Me puse a indagar y di con varios artículos. El siguiente vínculo es el que más me parece razonable, me gustaría leer tu opinión:
http://www.antorcha.net/biblioteca_v...cristeros.html
Según parece hay otra guerrita cristera pero contra los evangélicos/adventistas en la zona de Chiapas.
http://forocristiano.iglesia.net/showpost.php?p=444956&postcount=69
Bueno sabadv me di a la tarea de leer el ensayo que me compartiste y realmente tiene algunas contradicciones y anacrónismo muy fuertes; pero si te parece lo comentaré:
El conflicto entre la Iglesia Católica y el Estado mexicano, que tuvo su mayor intensidad y peor crisis entre los años de 1926 a 1929 con la rebelión armada conocida como revolución cristera, no es, como quieren hacernos creer diversos historiadores clericales, un conflicto producido por los gobiernos emanados de la Revolución de 1910, ni siquiera por los gobiernos liberales del siglo XIX, sino que su origen se remonta al inicio de los tiempos coloniales en los años de los primeros descubrimientos cuando, como dice Anne Staples:
Esto es un error gravísimo; pues no es posible hablar de los origenes de la guerra de los cristeros desde la conquista española; pues de esta forma yo podría hablar desde que España fue evangelizada o desde las primeras comunidades cristianas.
El mestizaje que se dio entre los pueblos prehispánicos que estaban asentados en lo que ahora es México y la Corona Española no fue sólo racial, sino que este mestizaje produjo también un complejo y heterogéneo mestizaje cultural; así que no podemos olvidar que la religión es parte importante de las culturas.
Yo creo que el mejor investigador que ha estudiado la cristiada es el Dr. Jean Mayer, que fue su tesis doctoral en la Universidad de la Sorbona, como ya lo comenté en este hilo; que por cierto cita el autor del ensayo que me pediste que leyera; este autor nos dice que la guerra comenzo así:
En febrero de 1925 Morones había tratado de instaurar una iglesia mexicana cismática, separada de Roma; pero como un iglesia no se funda como un sindicato, fracaso rotundamente. A partir de esa fecha se inició la guerra, pues los católicos habían perdido la confianza en el gobierno. A principios de 1926 Calles hizo aceptar, so capa de la reforma del código penal, una legislación que asimilaba los delitos de derecho común a las infracciones en materia de cultos. Cuando la nueva ley entró en vigor, los obispos mexicanos suspendieron el culto público en respuesta, el 31 de julio de 1926.
Jean Mayer, La Cristiada, p. 8, Siglo XXI, México
Morones fue un corruptísimo lider obrero, si buscas en google no te será difil verificar lo que he dicho sobre él; pero sigamos con lo que nos dice Mayer:
La guerra fue una sorpresa para el Estado, que consideraba la religión como cosa de mujeres, y para el presidente Calles que decía "Es el gallinero de la República", refiriendose a Jalisco, estado en que los católicos eran los más alborotadores. La guerra fue también una sorpresa para la Iglesia....
Antes de narrar la Cristiada, digamos primero que los cristeros no fueron: gentes de la Iglesia, católicos políticos, lacayos de los obispos, ni instrumentos de la Liga.
Ibíd., p. 8.
O sea que el inicio no es otro que el gobierno de los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana que comnezó en 1910 y que fue ganada por un grupo rádical de masones, entre ello Obregón y Calles.
Así entonces vemos que en la preguerra cristera los gobiernos revolucionario, a falta de dinero, se dieron a la tarea de quitarle la tierra a
la Iglesia y a las comunidades indígenas. Lo que comenzó los problemas; además de que poco a poco los lideres revolucionarios fueron muriendo a manos del grupo que lideraba Obregón y Calles.
El Gobierno mexicano logró legislar que ser católico, en el sentid amplio de la palabra, fuera delito: Se prohibieron cuestiones tan insólitas como la de encarcelar (uno a dos años de prisión) a quien se quisiera enclaustrar... supuestamente defendiendo la libertad se amenzó con la cárcel: rídiculo y abrerrante. Se prohibió sacerdotes extrajeros, el culto tenía que ser siempre bajo supervisión del gobierno, se llego al extremo de prohibir indumentaria religiosa so pena de arresto.
Garrido Canabal (gobernado de la época): Limito a 1 sacerdote por cada 30,000 personas;
el permiso se daría si el sacerdote era casado (a sabiendas que el catolicismo no lo permite
La matanza fue horrible:
nadie se perdonaba: el General Pablo Rodríguez hizo ahorcar a varios civiles en la Tinaja, para conseguir al catequista Cecilia Gómez, el cual se entregó a fin de alcanzar perdón de otros rehenes. Fue ahorcado delante de sus hijos, a los que se obligó después a servir de comer al general. En pleno día, en Colima, en el jardín Independencia, Francisco Santillán de 14 años, y Manuel Hernández de 17, fueron fusilados después de haber sido torturados. Cuando las tropas federales tomaron Zapotitlán, entraron a la ciudad a saco, violando a las mujeres, profanando la iglesia y llevándoselo todo. Cuando sorprendieron al campamento de Telcruz, violaron a las mujeres en presencia de sus marido y de sus hijos, tras de lo cual mataron a los hombres y estrellaron a los niños contra las rocas.
...
Blanco Gil y Rivero del Val relatan también muchas y terribles atrocidades de los callistas. “En Huejuquilla, el General Vargas, con otros callistas invadieron, el pueblo se fueron al oratorio a casa de Carmelita de Robles donde se encontraban como refugiadas varias señoritas”. A Carmelita la echaron al suelo después le pusieron una soga al cuello y tirando la llevaron con las otras hasta San Antonio. Sábese que fue TORTURADA Y MARTIRIZADA, POR LO CUAL, ENTRE EL PUEBLO LE VALIÓ EL APELATIVO DE SANTA.
PARTICIPACIÓN INTREPIDA Y EFICAZ
DE LAS MUJERES EN LA EPOPEYA CRISTERA, Centro de Estudios Cristeros, Universidad Autonoma de Guadalajara.
“Todos los cristeros a quienes se hacía prisioneros eran pasados por las armas. La pena de muerte era también el castigo de quienes ayudaban a los rebeldes, de los que propalaban falsas noticias, y hasta de los que hacían bautizar a sus hijos, asistían a las misas clandestinas o se casaban por la Iglesia. Los civiles sucumbieron en más de una ocasión, víctimas de matanzas colectivas. En Tenanzingo todos los lunes había fusilamientos y muertes en la horca, en público. Como los turistas norteamericanos denuncian en la prensa la presencia de ahorcados en los postes telegráficos a lo largo de las vías férreas y de las carreteras”.
“La tortura se practicaba sistemáticamente, no solo para obtener informes, sino también para hacer que durara el suplicio, PARA OBLIGAR ALOS CATÓLICOS A RENEGAR DE SU FE y para castigarlos eficazmente, YA QUE LA MUERTE NO BASTABA PARA ASUSTARLOS. Caminar con las plantas de los píes en carne viva, SER DEGOLLADO, QUEMADO, DESHUESADO, DESCUARTIZADO VIVO, COLGADO DE LOS PULGARES, ESTRANGULADO, ELECTROCUTADO, QUEMADO POR PARTES CON SOPLETE, SOMETIDO A LA TORTURA DEL POTRO, DE LOS BORCEGUÍES, DEL EMBUDO, DE LA CUERDA, SER ARRASTRADO POR CABALLOS... Todo esto era lo que esperaba a quienes caían en manos de los federales”.
Jean Mayer. La Cristiada. Siglo XXI, México, 1979.
Se calcula un apróximado de 300,000 civiles muertos.
Cientos de miles de ahorcados, torturados, fusilados; pueblos masacrados, mujeres vejadas, niños y niñas encarceladas o asesinadas por gritar: ¡VIVA CRISTO REY!
El gobierno de aquellos tiempos, como buen gobierno militar y masón se ensañó con la gente; al Padre Pro lo mataron sin un juicio real, te pasó esta entrevista al jefe de la policia de aquella época:
Plutarco Elías Calles era presidente de México cuando el general Cruz era Jefe de la Policía en la ciudad de México. En aquellos años, Obregón sufrió un ataque en el bosque de Chapultepec y Calles le encargó a Cruz que investigara el asunto. Las evidencias lo llevaron a señalar al sacerdote jesuita Pro como uno de los autores intelectuales de la agresión.
Calles, sin dudar, ordenó su fusilamiento, sin juicio de por medio, y el militar Cruz obedeció sin titubear. El padre siempre afirmó su inocencia y, a partir de ese momento, el Jefe de la Policía cargó con un estigma que nunca pudo sacudirse: el de asesino a sangre fría, bárbaro, incluso troglodita le dijeron.
http://www.fondodeculturaeconomica.com/subdirectorios_site/Lecturas/LEC-017401E.pdf
Si quieres más información después te la doy pues ahora estoy un poco ocupado; pero la verdad es que fue un episodio horrible de la Iglesia Mexicana.