La Iglesia Católica Romana sostiene que su origen es la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo aproximadamente en el año 30 d. C. La Iglesia Católica se proclama a sí misma como la iglesia por la que murió Jesucristo, la iglesia que fue establecida y construida por los apóstoles. ¿Es ese el verdadero origen de la Iglesia Católica?
Por el contrario. Incluso una lectura superficial del Nuevo Testamento revelará que la Iglesia Católica no tiene su origen en las enseñanzas de Jesús o sus apóstoles. En el Nuevo Testamento, no se menciona el papado, el culto/adoración de María (o la inmaculada concepción de María, la virginidad perpetua de María, la asunción de María, o María como corredentora y mediadora), la petición de los santos en el cielo por sus oraciones, la sucesión apostólica, las ordenanzas de la iglesia funcionando como sacramentos, el bautismo de infantes, la confesión de los pecados a un sacerdote, el purgatorio, las indulgencias o la autoridad igualitaria de la tradición de la iglesia y las Escrituras.
Entonces, si el origen de la Iglesia Católica no está en las enseñanzas de Jesús y Sus apóstoles, como se registra en el Nuevo Testamento, ¿cuál es el verdadero origen de la Iglesia Católica? La respuesta muchos ya la sabemos: Constantino en el año 313.