Re: Elena G. de White, mensajera del Señor
Origen de las aparentes contradicciones
La lista original de las supuestas contradicciones fue recopilada por dos personas a las que llamaremos simplemente “hermanos DyD”. Es nuestro deseo que estos dos hombres reconsideren algún día su posición, y no deseamos hacer nada que impida esto. Aconsejamos al lector pedir lo que se registra en Juan 16:13 (“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad”) a medida que avanza sobre el contenido de la lista. Todas las citas de Elena de White y la Biblia se presentan como aparecen exactamente en la lista original.
Las 53 preguntas
1. ¿Fue diseñado el plan de salvación después de la caída?
EGW: Sí: "El reino de la gracia fue instituido inmediatamente después de la caída del hombre, cuando se ideó un plan para la redención de la raza culpable” (CS, p. 396).
Biblia: No: "Pues ya sabéis que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. Él estaba destinado desde antes de la fundación del mundo, pero ha sido manifestado en los últimos tiempos por amor de vosotros” (1 Pedro 1:18-20).
Biblia: No: "Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de él” (Efesios 1:4).
Respuesta
Aquí DyD citan a Elena de White diciendo que el "reino de gracia" fue instituido y que el plan “se ideó” inmediatamente después de la caída. Lo que ellos no mencionan son las declaraciones en las que Elena de White asevera que el plan existió mucho antes de ese momento (ver El Deseado de todas las gentes, p. 13, particularmente el tercer párrafo): “El plan de nuestra redención no fue una reflexión ulterior, formulado después de la caída de Adán…” Y esta declaración en el mismo libro, p. 121: “todo acto de la vida terrenal de Cristo se realizaba en cumplimiento del plan trazado desde la eternidad.” Hay varias declaraciones como ésta en sus escritos. Para tener una visión equilibrada de lo que Elena de White dijo realmente sobre este tema (y en su contexto adecuado) recomendamos el capítulo titulado “El plan de redención” en el libro Patriarcas y profetas.
La Biblia tiene varios textos como los mencionados anteriormente colocando el Plan de Salvación antes de la creación del mundo, pero Apocalipsis 13:8 es un poco ambiguo y dice que Jesús fue inmolado “desde el principio del mundo” no antes (RV 1909, 1960, 1989, 1995, LBA). Técnicamente Jesús fue inmolado “desde los días de la eternidad” ¿no es verdad? ¿Cometió un error el profeta Juan? No. El plan comenzaría a ejecutarse en el momento de la caída de Adán y Eva, ¿pero cuándo la Sabiduría Infinita previó el pecado y la necesidad de un Salvador? Desde los días de la eternidad, por supuesto.
(Algunos podrían señalar que hay versiones de la Biblia que usan “desde el principio del mundo” para referirse a cuando se escribe el Libro del Cordero y no a cuando el Cordero es inmolado. No obstante, la mayoría de los eruditos bíblicos que realizaron las traducciones de la Biblia al español no llegaron a esa conclusión. Se puede apreciar en las diferentes versiones o actualizaciones de la Reina Valera, La Biblia de las Américas. La Biblia de Jerusalén traduce dando a entender que se refiere al Libro del Cordero. En la mayoría de las versiones en inglés, los eruditos también apoyan la traducción que hace referencia al Cordero. Las versiones de la King James, New King James, NIV, AMP, Weymouth, Young’s, y LTV [Green] todas señalan al “inmolado” [la NIV dice en el margen que el texto podría escribirse de otra forma, y la AMP lo dice de ambas formas en el texto mismo]. La NASB señala al “Libro”, pero aclara al margen que podría ser el “inmolado”. La RSV y Darby lo colocan de tal forma que “fundación” hace referencia a la escritura del Libro del Cordero. No obstante, sin este texto, las declaraciones de Elena de White no contradicen nada que la Biblia diga al respecto. Ella concuerda que el plan ha estado en existencia desde “la eternidad”.)
El problema que se presenta aquí no tiene nada que ver con Elena de White, sino con nuestras mentes finitas tratando de entender cómo un Dios que conoce siempre el futuro “idea” algo y cuándo. Después de todo, no importa lo que Él haga, Él ya sabe que va a hacerlo, así que ¿cuándo realmente decide hacer algo? Los caminos de Dios son “incomprensibles” (Job 9:10). El tema infinito es demasiado para la mente humana. Aquí estamos hablando sobre Omnisciencia. Hay muchos ejemplos en la Biblia donde Dios hace algo, y que parece que no fue lo que “ideó” originalmente. Sólo como ejemplo:
- Arrojar a Satanás del cielo (Apo 12:7-9). (¿Cuándo “ideó” este plan?
- Dios rechaza al rey Saúl (1 Sam 16:1).
- El plan del cielo de cómo lograr que el rey Acab muera en Ramot de Galaad (1 Rey 22:19-22).
- Dios decidiendo no hacer lo que originalmente planeó hacer al hombre o nación malvada que se arrepiente (Jer 26:3; 18:8).
- Dios decidiendo responder las oraciones de aquellos que perseveran en sus peticiones (Luc 18:7, 8; 11:5-9).
- Dios decidiendo destruir la tierra con un diluvio (Gén 6:6).
- Dios dejando vivir 15 años más al rey Exequias, después de decirle que estaba a punto de morir (2 Rey 20:1-8).
Ahora bien, ¿cuándo fueron “ideados” estos planes? Dios sabe “desde la eternidad” exactamente qué es lo que Él va a hacer y cuándo lo va a hacer. Es difícil para nosotros comprender cómo Dios puede “hacer” cualquier plan mientras ya sabe perfectamente el futuro. Esto no es una contradicción, sino más bien un tema que simplemente no puede ser explicado por (o a) los meros seres humanos.
2. ¿Estuvo Adán con Eva, cuando fue tentada en el Jardín del Edén?
EGW: No: “Los ángeles habían prevenido a Eva que tuviese cuidado de no separarse de su esposo mientras éste estaba ocupado en su trabajo cotidiano en el huerto; estando con él correría menos peligro de caer en tentación que estando sola. Pero distraída en sus agradables labores, inconscientemente se alejó del lado de su esposo. Al verse sola, tuvo un presentimiento del peligro … muy pronto se encontró extasiada, mirando con curiosidad y admiración el árbol prohibido” (Patriarcas y profetas, p. 36).
Biblia: Sí: “Al ver la mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió al igual que ella” (Gén 3:6).
Respuesta
Este es un argumento basado en la semántica, insistiendo que la expresión, de algunas versiones, “con ella” (la RV en sus versiones 1909, 1989, LBA en español. La RV 1960 y 1995 no incluyen las palabras “que estaba” [con ella] y tampoco las versiones en inglés KJV, NASB, RSC, Amp & Darby, entre otras) quiere decir que él había estado con ella durante su caminata hacia el árbol y en la conversación con la serpiente.
A continuación aparece este texto en el hebreo original, de acuerdo con la presentación de la Biblia King James Interlinear:
(ishshah) (ra'ah) (`ets) (towb) (ma'akal) (huw') (ta'avah) (`ayin) (`ets) (chamad) (sakal) (laqach) (periy) ('akal) (nathan) (gam) ('iysh) ('akal)
(Traducción literal)
(mujer) (vio) (árbol) (bueno) (comer) (que) (atractivo) (ojos) (árbol) (codiciado) (sabiduría) (tomó) (fruta) (comió) (dio) (también) (esposo) (comió)
Elena de White no fue por cierto la inventora de la creencia de que Eva estaba sola junto al árbol. Incluso sin mirar en el texto Hebrero, considere unos pocos hechos:
- En su conversación con Eva, la serpiente nunca reconoció la supuesta presencia de Adán (Gén 3:1-5). De hecho, la opinión de Adán sobre la decisión de Eva nunca se menciona hasta que “él comió” (vers. 6).
- Cuando se enfrenta a Dios, Adán no acusa a la serpiente, sino que hecha la culpa a Eva (vers. 12). Si él hubiera estado en el Árbol al mismo tiempo, sería correcto que él y Eva juntos acusaran a la serpiente.
- Cuando se enfrentan a Dios, Eva no dice “la serpiente nos engañó, y comimos” sino “la serpiente me engañó y comí” (vers. 13).
Muchos eruditos han adoptado esta postura por siglos, mucho antes que Elena de White la comentara.
3. ¿Fue Adán engañado por Satanás?
EGW: Si: “Satanás, quien es el padre de la mentira engañó a Adán en forma similar, diciéndole que no necesitaba obedecer a Dios, que no moriría si transgredía la ley de Dios” (El evangelismo, p. 434).
La Biblia: No: “y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión” (1 Tim 2:14).
Respuesta
Este texto sólo construye su caso sobre la pregunta 2 de esta lista. Era Eva quien estaba ante el árbol, “engañada”, y luego su caída llevó a la de Adán. Cuando leemos todo lo que Elena de White tiene para decir sobre este hecho, vemos que aquí su declaración se está refiriendo a “Satanás” en los términos generales de su plan para la caída de la pareja (similar a cuando hablamos de la forma en que Satanás nos tienta cuando en realidad probablemente sea uno de sus demonios el que está haciendo eso, pues Satanás no es omnipresente).
Esto es como tratar de explicar si los fariseos fueron “engañados” o no cuando crucificaron a Cristo. En un sentido no lo fueron, ellos sabían que estaban matando a un hombre inocente que cumplía cada descripción bíblica del Mesías (y que ellos serían responsables por sus pecados). En otro sentido, fueron engañados porque habían endurecido sus corazones hasta que se auto-engañaron. Adán tuvo que haber sido “engañado” de alguna forma porque después de la caída, el comió el fruto (si él no hubiera sido engañado en ninguna forma, nunca lo habría hecho).
Elena de White deja en claro, no obstante, que Adán no fue engañado en la misma forma que Eva en Patriarcas y profetas, p. 42).
4. ¿Quién le habló a Caín?
EGW: UN ÁNGEL: “Por medio de un ángel se le hizo llegar la divina amonestación: ‘Si bien hicieres, ¿no serás ensalzado?’” (Patriarcas y profetas, p. 61).
La Biblia: EL SEÑOR: Entonces Jehová dijo a Caín: -- ¿Por qué te has enojado y por qué ha decaído tu semblante? … Salió, pues, Caín de delante de Jehová” (Gén 4:6, 16).
Respuesta
DyD dejaron afuera la oración que aparece en Patriarcas y profetas justo antes de la cita que hacen de Elena de White. Dice: “Y el Señor dijo a Caín ‘¿Por qué te has ensañado, y por qué se ha inmutado tu rostro?’”.
Aquí la cuestión es realmente la palabra “ángel”. La palabra “ángel” significa “mensajero”. La Biblia tiene muchos ejemplos donde al hablarse de “Ángel” del Señor hace referencia a Dios mismo (ver Gén 16:7, 13; 22:11-18; 31:11-13; 48:15, 16; Exo 3:2-6; Hech 3:25; 7:30-32; Núm. 22:21 a 23:5; Jueces 6:11-40; 13:3-22; ver también Exo 23:20, 21).
DyD rechazan esta explicación (previamente dada por adventistas, aparentemente) insistiendo que dado que Moisés dijo “el Señor”, la palabra “ángel” no puede ser correcta. Se concluye entonces, que dado que Jesús dice “tu palabra es verdad” (haciendo referencia a la Biblia) y dado que Moisés no usó la palabra “ángel” (mientras que Elena de White lo hizo), entonces cualquiera que acepte esta respuesta está diciendo que la Biblia, Moisés y Jesús están equivocados. Creemos que los textos indicados en el párrafo anterior prueban otra cosa.
5. ¿Se juntaban los humanos con los animales para dar a luz a especies y razas sub-humanas antes del diluvio?
EGW: Sí: “Pero si hubo un pecado sobre cualquier otro que clamó por la destrucción de la raza por el diluvio, fue el crimen de la amalgama de hombre y bestia que desfiguró la imagen de Dios y causó confusión en todas partes” (Spiritual Gifts [Dones espirituales], vol. 3, p. 64).
EGW: Sí: “Todas las especies de animales que Dios había creado fueron preservadas en el arca. Las especies confusas que Dios no había creado, que fueron el resultado de la amalgama, fueron destruidas por el diluvio. Desde el diluvio ha habido amalgama de hombre y bestia, como se puede ver en las variedades casi infinitas de especies de animales, y en ciertas razas de hombres” (Spiritual Gifts [Dones espirituales], vol. 3, p. 75).
La Biblia: No: “Luego dijo Dios: "Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, serpientes y animales de la tierra según su especie". Y fue así. E hizo Dios los animales de la tierra según su especie, ganado según su especie y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno” (Gén 1:24, 25).
Respuesta
Ha habido años de especulación en la Iglesia Adventista sobre lo que Elena G. de White quiso decir exactamente con las dos declaraciones mencionadas (hay sólo dos declaraciones que tratan este tema en todos sus escritos). Muchos han concluido que la frase “amalgama de hombre y bestia” (un problema que ocurre en cada grupo) no debe confundirse como que significa “amalgama de hombre con bestia” (apareamiento de humanos y animales).
A continuación hay una típica declaración que revela los puntos de vista de Elena G. de White sobre las diferentes razas de seres humanos:
“Dios no reconoce ninguna distinción por causa de la nacionalidad, la raza o la casta. Es el Hacedor de toda la humanidad. Todos los hombres son una familia por la creación, y todos son uno por la redención” (Palabras de vida del gran Maestro, p. 318).
Si desea leer una investigación más detallada sobre este tema, por favor vea el link que aparece más abajo. DyD declaran en su conclusión que “el Patrimonio Elena G. de White admite que Elena G. de White estaba simplemente equivocada”. Ésta es una declaración falsa, como podrá ver en el siguiente link, que lo conecta directamente con la página web del Patrimonio Elena G. de White.
http://www.egwestate.andrews.edu/issues/amalg.html
6. ¿Quién cerró la puerta del arca, Dios o un ángel?
EGW: ANGEL: “La mofadora multitud vio un ángel que descendió del cielo revestido de un resplandor semejante al de un relámpago. Cerró la maciza puerta exterior, y emprendió de nuevo su viaje rumbo al cielo” (Spiritual Gifts [Dones espirituales], vol. 3, p. 68, escrito en 1864; Patriarcas y profetas, p. 68, escrito en 1890).
EGW: DIOS: “… Dios la había cerrado, y sólo Dios podía abrirla” (Patriarcas y profetas, p. 86, escrito en 1890).
La Biblia: DIOS: “y Jehová le cerró la puerta” (Gén 7:16).
Respuesta
Elena G. de White intercambia las palabras “ángel” y “Dios”. Ver respuesta a pregunta Nº 4. (Si clasificamos a un profeta cada vez que usa la palabra “ángel” por Dios como una “contradicción”, entonces la Biblia misma estaría en problemas.)
7. ¿Fue la torre de Babel edificada antes del diluvio?
EGW: Si: “Este sistema se corrompió antes del diluvio por causa de los que se separaron de los fieles seguidores del Señor y se dedicaron a la construcción de la torre de Babel” (Spiritual Gifts [Dones espirituales], vol. 3, p. 301; Historia de la redención, p. 152, 153).
La Biblia: No: “Después del diluvio, Noé vivió trescientos cincuenta años… Después dijeron: "Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéramos esparcidos sobre la faz de toda la tierra” (Gén 9:28 y 11:4).
Respuesta
Uno sólo necesita mirar la tabla de contenido del libro que contiene la cita arriba mencionada (Spiritual Gifts [Dones espirituales], vol. 3) para ver si Elena G. de White sabía o no cuándo se construyó la torre de Babel. Note el orden de los capítulos del libro:
VI. El crimen antes del diluvio.
VII. El diluvio.
VIII. Después del diluvio.
IX. Infidelidad disfrazada.
X. La torre de Babel.
XI. Abrahán.
Elena G. de White escribió en el capítulo titulado “La torre de Babel” estas palabras: “ALGUNOS de los descendientes de Noé pronto comenzaron a apostatar… Construyeron una ciudad, y concibieron la idea de edificar una enorme torre que llegara hasta las nubes” (véase también Historia de la redención, p. 74).
Con esta clara cita, junto con el orden de los capítulos, parece bastante aparente que Elena G. de White entendía cuándo fue construida la Torre de Babel. Así que ¿por qué parece indicar que la torre se construyó antes del diluvio? La declaración debiera leerse: “Este sistema se corrompió antes del diluvio y por causa de los que se separaron de los fieles seguidores del Señor y se dedicaron a la construcción de la torre de Babel.” Fue corregido para que se lea de esta forma en la siguiente impresión del libro. El error de tipografía fue notado por los editores mucho antes que la crítica lo hiciera. En 1866, el editor de la revista Review and Herald explicó a sus suscriptores el error y la necesidad de corregirlo, así se aclaró el asunto por completo. Además, a la luz de todo lo que se escribió sobre el diluvio y la torre en Spiritual Gifts, ninguna persona razonable podría pensar que ella, en una oración, anularía el resto del libro. Los capítulos hablan por sí mismos.
8. ¿Fue la torre de Babel edificada para escapar de otro diluvio?
EGW: Sí: “Los moradores de la llanura de Sinar no creyeron en el pacto de Dios que prometía no traer otro diluvio sobre la tierra. Muchos de ellos negaban la existencia de Dios, y atribuían el diluvio a la acción de causas naturales… Uno de sus fines, al construir la torre, fue el de alcanzar seguridad si ocurría otro diluvio. Creyeron que, construyendo la torre hasta una altura mucho más elevada que la que habían alcanzado las aguas del diluvio, se hallarían fuera de toda posibilidad de peligro. Y al poder ascender a la región de las nubes, esperaban descubrir la causa del diluvio.” (Patriarcas y profetas, p. 112).
La Biblia: No: “Después dijeron: ‘Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéramos esparcidos sobre la faz de toda la tierra’” (Gén 11:4).
Respuesta
No es una contradicción dar más información y detalle que los registrados previamente (que es uno de los propósitos de los profetas). Elena G. de White en ninguna forma niega o contradice lo que la Biblia dice, sólo está dando más información. Todos los profetas siguientes estarían “contradiciendo” a Moisés si los juzgáramos de esa forma.
9. ¿Fue Séfora, la esposa de Moisés, una "cusita"?
EGW: Sí: “(María) habló contra Moisés porque se casó con una mujer de Etiopía (cusita)” (Spiritual Gifts [Dones espirituales], vol. 4, p. 19). Nota: los paréntesis en esta cita están agregados por DyD, no EGW.
EGW: No: “Aunque se la llama ‘mujer cusita’ (V.M.) o ‘etíope,’ la esposa de Moisés era de origen madianita, y por lo tanto, descendiente de Abrahán” (Patriarcas y profetas, p. 402).
La Biblia: Si: “María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado, pues él había tomado una mujer cusita” (Núm 12:1).
Respuesta
Aquí, Elena G. de White aunque cita a la Biblia, afirmando que María había acusado a Moisés de casarse con una mujer de Etiopía (“cusita”), se observa que ella obviamente no está tratando de ocultar su “contradicción”. Dice que Séfora creció en Madián, de acuerdo a la Biblia. No hay contradicción aquí, más bien Elena G. de White apoya la evidencia bíblica.
10. ¿Fueron los israelitas destruidos por la glotonería?
EGW: Sí: “Dios les concedió su deseo, dándoles carne, y dejando que comieran hasta que su glotonería produjo una plaga, de la cual muchos murieron” (Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 175).
La Biblia: No: “Aún tenían la carne entre sus dientes, antes de haberla masticado, cuando la ira de Jehová se encendió contra el pueblo, y lo hirió Jehová con una plaga muy grande.” (Núm 11:33).
Respuesta
¿Se contradicen mutuamente estas declaraciones? DyD dicen que nadie había comido o tragado alimento alguno cuando Dios los destruyó, así que su glotonería no podría haber sido lo que enojó a Dios. La carne estaba “aún… entre sus dientes” en algunos de ellos. Pero ¿comía tanta gente (más de un millón) en perfecto unísono? ¿No es razonable pensar que mientras algunas personas estaban comiendo su primer bocado miles estaban ya en su segundo o tercero? La Biblia dice que Dios los hirió con una plaga “antes de haberla masticado”. Esto quiere decir que la carne no había sido toda comida/consumida. Ellos, como grupo, estaban todavía en el proceso de comerlo cuando Dios los hirió (en otras palabras, estaba “todavía entre sus dientes”).
En caso de que haya alguna duda sobre lo que realmente sucedió aquel día, veamos qué más tiene la Biblia para decirnos sobre este incidente. En el Salmo 78:26-31 (una referencia cruzada en muchas versiones de la Biblia, incluyendo la Nueva Versión Internacional) tenemos una detallada descripción:
“Movió el viento solano en el cielo, y trajo con su poder al viento del sur, e hizo llover sobre ellos carne como polvo, como la arena del mar, aves que vuelan. Las hizo caer en medio del campamento, alrededor de sus tiendas. Comieron y se saciaron; les cumplió, pues, su deseo. No habían saciado aún su apetito, aún estaba la comida en su boca, cuando vino sobre ellos el furor de Dios, e hizo morir a los más robustos de ellos y derribó a los escogidos de Israel” (Salmo 78:26-31).
11. ¿Envió Dios cuervos para darle de comer a Elías?
EGW: No: “Allí él honró a Elías enviándole comida mañana y tarde por un ángel del cielo” (Testimonies for the Church [Testimonios para la iglesia], vol. 3, p. 288, escrito en 1873).
EGW: Sí: “Él que alimentó a Elías al lado del arroyo, haciendo de un cuervo su mensajero” (Testimonies for the Church [Testimonios para la iglesia], vol. 4, p. 253, escrito en 1876).
La Biblia: Sí: “yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer … Los cuervos le traían pan y carne por la mañana y por la tarde” (1 Reyes 17:4, 6).
Respuesta
DyD concluyen: En 1873, Elena G. de White contradijo la Biblia cuando dijo que Elías fue alimentado por un ángel. Luego, tres años más tarde, en 1876 ella cambió su manera de pensar y concordó con la Biblia de que realmente fue un cuervo. Luego, un año después de su muerte, sus editores trataron de acomodar las cosas omitiendo cualquier referencia a un ángel o un cuervo —ellos cambiaron las palabras de Elena G. de White para decir que a Elías solamente “se le proveyó milagrosamente de alimento” (Profetas y reyes, p. 94).
La acusación de que Elena de White “cambió su manera de pensar” en 1876, es incorrecto. Ella ya había declarado en 1851 –22 años antes- que Dios había enviado cuervos para alimentar a Elías (A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White [Una breve reseña de la experiencia cristiana y visiones de Elena G. de White], p. 45; que más tarde se incluiría en Primeros escritos, p. 56), así que sabía todo acerca de los cuervos cuando ella hizo la declaración del “ángel”.
La acusación de que los editores trataron de suavizar las cosas cambiando las palabras de Elena G. de White después de su muerte, también es falsa por tres razones: (1) Elena G. de White revisó y aprobó cada cambio que se hizo; y (2) nada se había “acomodado” o ganado diciendo “se le proveyó milagrosamente de alimento” después de que la declaración anterior fue impresa. Y por último, (3) incluso si los editores hubieran alterado la declaración para que se leyera de esa manera, no estaban tratando de cubrir ninguna declaración en relación a los cuervos, pues en el mismo libro (Profetas y reyes) en la página 89 todavía hay una declaración sobre los cuervos. Esto muestra claramente que no había la intención de ninguna de las partes de “acomodar las cosas”.
Pero, ¿por qué Elena G. de White dice originalmente “cuervo” y luego menciona al “ángel”? Los cuervos no traen naturalmente alimento a la gente, y por cierto no traerían “pan y carne” sin que sea un milagro. Probablemente el ángel tuvo su parte en este milagro, así como los ángeles han estado detrás de los escenarios de la mayoría de los milagros.
12. ¿Desobedeció Sansón a Dios cuando se casó con una filistea?
EGW: Sí: “Una joven que vivía en la ciudad filistea de Timnah conquistó los afectos de Sansón, y él decidió hacerla su esposa. La única contestación que dio a sus padres temerosos de Dios, que trataban de disuadirle de su propósito, fue: "Esta agradó a mis ojos." Los padres cedieron por fin a sus deseos, y la boda se efectuó… Precisamente cuando llegaba a la edad viril, cuando debía cumplir su misión divina, el momento en que más fiel a Dios debiera haber sido, Sansón se emparentó con los enemigos de Israel… se estaba colocando en una posición que no le permitiría cumplir el propósito que debía alcanzar su vida.… La esposa, para obtener cuya mano Sansón había transgredido el mandamiento de Dios, traicionó a su marido antes de que hubiese terminado el banquete de bodas” (Patriarcas y profetas, pp. 606, 607).
La Biblia: No: “Sansón respondió a su padre: -- Tómame esta por mujer, porque ella me agrada. Su padre y su madre no sabían que esto venía de Jehová, porque él buscaba ocasión contra los filisteos” (Jueces 14:3, 4).
Respuesta
Ningún estudiante de la Biblia puede negar que Sansón había ciertamente “transgredido el mandamiento de Dios” (ver la cita de Elena G. de White) al buscar una esposa entre los filisteos. Dios fue bien claro al respecto (ver Exo 34:11-16; Deum 7:1, 4; Jueces 3:5-6). El Señor sabía que con la asociación continua con los filisteos (y sus mujeres en particular) la vida de Sansón pronto no estaría dentro del plan original de Dios.
Pero Dios nos usa donde estamos. ¿Estaba Faraón cumpliendo la voluntad de Dios al no dejar ir a Israel? Sí y no. No, él no estaba en armonía con la voluntad de Dios, cuando Dios claramente le dijo mediante Moisés “deja ir a mi pueblo”. Pero la demora era la voluntad de Dios (ver Exo4:21), porque Dios sabía que Faraón endurecería su corazón y por este acto continuo, Dios sería aún más glorificado que si él hubiera dicho “está bien”. ¿Fue la voluntad de Dios que los hermanos de José lo vendieron como esclavo? Sí y no. Era el plan de Dios de tener a José en Egipto y hacerlo finalmente el segundo al mando, pero esto en ningún sentido disminuyó la culpa de los hermanos que hicieron esto. Aunque esto “era de Dios”, fue incorrecto de parte de ellos y se les tomó en cuenta. Dios podría haber cumplido su propósito para la vida de José sin la “ayuda” de sus celosos hermanos. Lo mismo fue con Sansón.
La mayoría admite que porque Sansón aparece en la lista de fe de personas destacadas (Hebreos 11), su debilidades le causaron mucha aflicción y miseria durante su vida. Si Sansón hubiera permanecido fiel a Dios nunca habría sido capturado por los filisteos y le hubiesen quitado los ojos. No obstante, Dios transformó, incluso esta situación lamentable en victoria, mediante el acto final del hombre fuerte de derribar los pilares y matar a más con su muerte que durante toda su vida. Como con la mayoría de estas acusaciones, cuando la declaración es tomada en su contexto (sin omisiones) y se lee el capítulo completo, uno puede entender el punto que Elena G. de White estaba presentando.
Entre las partes que se dejaron de lado en la cita cortada, están estas palabras: [Sansón] “No se preguntó si al unirse con el objeto de su elección podría glorificar mejor a Dios o si [y luego DyD retoman la cita otra vez] se estaba colocando en una posición que no le permitiría cumplir el propósito que debía alcanzar su vida.” La primera parte que se omite de esta cita, resume el problema de Sansón al buscar a esta mujer. Note cuán diferente se la lee en su contexto a cómo se la coloca en la lista de “contradicciones”.
13. ¿Llevaba el sumo sacerdote la sangre de los animales sacrificados al Lugar Santo todos los días?
EGW: Sí: “La parte más importante del servicio diario era la que se realizaba en favor de los individuos… Con su propia mano mataba entonces el animal, y el sacerdote llevaba la sangre al lugar santo y la rociaba ante el velo, detrás del cual estaba el arca que contenía la ley que el pecador había violado. Con esta ceremonia y en un sentido simbólico, el pecado era trasladado al santuario por medio de la sangre” (Patriarcas y profetas, pp. 367, 368).
La Biblia: No: Aparte del día anual de expiación, el sacerdote sólo esparcía sangre “frente al velo” en el Lugar Santo en dos ocasiones: (1) cuando un sacerdote pecaba (Lev 4:3-12); (2) cuando toda la comunidad israelita pecaba (Lev 4:13-21). La sangre nunca era llevada al Lugar Santo en los sacrificios diarios cuando un líder pecaba (Lev 4:22-26) ni cuando un individuo pecaba (Lev 4:27-35).
Respuesta
Al respecto de lo que sucedía a la sangre después del sacrificio, había (como DyD señalaron) cuatro situaciones diferentes. (1) Un sacerdote, (2) un líder, (3) un ciudadano, y (4) la congregación en general. Dos de estas cuatro requerían que la sangre se esparciera frente al velo, y dos requerían que la carne se comiera así, mediante el cuerpo del sacerdote, los pecados serían transferidos figurativamente dentro del santuario.
Donde se produce confusión en relación con la declaración de Elena G. de White, es cuando dice “La parte más importante del servicio diario era la que se realizaba en favor de los individuos.” DyD deducen que ella quiere decir por individuo “ciudadano” como opuesto a la congregación, los líderes o los sacerdotes. Pero si se lee el capítulo completo (o al menos las dos páginas anteriores) queda claro que ella habla de los sacrificios por “individuos” (fueran éstos líderes o sacerdotes o ciudadanos comunes) como diferente de los sacrificios continuos matutinos y vespertinos, el quemar incienso, y lo que se hacía con los panes de la proposición. Estos eran sacrificios y ceremonias que se realizaban en la mañana y en la tarde, y eran diferentes que cuando un sacerdote, un líder, un ciudadano común o la congregación cometían un pecado adicional por su propia cuenta.
Sabemos que Elena G. de White no tenía confusión en relación con esto por una declaración vital que DyD dejan de lado. Es la siguiente oración después del final de la cita que usan. Es lamentable y confuso para los lectores que esta declaración no se haya incluido. La declaración, para que todos la lean, es “En algunos casos no se llevaba la sangre al lugar santo (véase el Apéndice, nota 9); sino que el sacerdote debía comer la carne, tal como Moisés ordenó a los hijos de Aarón, diciéndoles: "Diola él a vosotros para llevar la iniquidad de la congregación." (Lev. 10: 17.) Las dos ceremonias simbolizaban igualmente el traslado del pecado del hombre arrepentido al santuario” (Patriarcas y profetas, p. 368).
¿Cuánto más claro podía ella haberlo dicho? Elena G. de White escogió usar el método que era usado en la mitad de las cuatro situaciones, porque más claramente señalaba a la sangre de Cristo. Pero no dejó de tener en cuenta el hecho de que esto no se hacía en todos los casos. Esta expresión clara, sumada a la lectura del capítulo completo, muestra que Elena G. de White no contradice para nada la Biblia. Hay que tener en cuenta que si ella conocía que en algunos casos la sangre no era esparcida frente al velo, entonces ella sabía “cuándo” no era esparcida frente al velo. Esto está en perfecta armonía con la Biblia.
14. ¿Se parecía Cristo a los otros niños?
EGW: Sí, 1896: “Debía ser semejante a los que pertenecían a la familia humana y a la raza judía. Sus facciones tenían que ser semejantes a las de los seres humanos, y no debía tener tal belleza en su persona que la gente lo señalara como diferente de los demás” (Christ Our Saviour [Cristo nuestro Salvador], p. 9, edición 1896; Mensajes selectos, tomo 3, p. 143).
EGW: No, 1898: “Nadie que mirara el rostro infantil radiante de animación, podría decir que Cristo era exactamente como los otros niños” (Comentario bíblico adventista, tomo 5, p. 1091).
La Biblia: Sí: “Subirá cual renuevo delante de él, como raíz de tierra seca. No hay hermosura en él, ni esplendor; lo veremos, mas sin atractivo alguno para que lo apreciemos” (Isa 53:2).
Respuesta
En la primera cita, Elena G. de White está hablando de los rasgos faciales (como Isa 53:2 lo hace también). En la segunda cita, está expresando lo obvio: que su rostro ordinario “radiante de animación” por el amor que vertía libremente a todos los que estaban a su alrededor, fuera diferente de los otros niños.
Mientras que ellos eran muy similares en sus gritos, o peleas o haciendo todas las cosas que solemos hacer cuando niños, la diferencia era que en Cristo estaba constantemente la imagen del amor celestial. Sus rasgos faciales no eran extraordinariamente atractivos, no obstante, se semblante siempre era bondadoso y “radiante de animación”.
15. ¿Fue el hombre Jesucristo también verdaderamente Dios?
EGW: No: “El hombre Cristo Jesús no era el Señor Dios Todopoderoso” (Comentario bíblico adventista, vol. 5, p. 1104).
La Biblia: Sí: “Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre ‘Admirable consejero’, ‘Dios fuerte’, ‘Padre eterno’, ‘Príncipe de paz’” (Isa 9:6).
La Biblia: Sí: “He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán por causa de él. Sí, amén. ‘Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin’, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apo 1:7-8).
La Biblia: Sí: “Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Fil 2:9).
Respuesta
Tanto Elena G. de White como la Iglesia Adventista del Séptimo Día enseñan que Jesús fue plenamente Dios aunque llegó a ser realmente hombre. No estamos de acuerdo con ciertas denominaciones que creen que Jesús era un “Dios menor” creado por el Padre. Sostenemos que Él era uno con el Padre desde las edades eternas y Elena G. de White continuamente expresa este punto de vista. Ahora, veamos la declaración citada arriba.
“Cristo dejó su lugar en las cortes celestiales y vino a esta tierra a vivir la vida de los seres humanos. Hizo este sacrificio para mostrar que es falsa la acusación de Satanás contra Dios: esto es, [mostrando] que es posible que el hombre obedezca las leyes del reino de Dios. Cristo, siendo igual con el Padre, honrado y adorado por los ángeles, se humilló por nosotros y vino a esta tierra a vivir una vida de humildad y pobreza: vino a ser un varón de dolores, experimentado en quebranto. Sin embargo, el sello de la divinidad estaba sobre su humanidad. Vino como un Maestro divino para elevar a los seres humanos, para aumentar su eficiencia física, mental y espiritual. No hay nadie que pueda explicar el misterio de la encarnación de Cristo. Con todo, sabemos que vino a esta tierra y vivió como un hombre entre los hombres. El hombre Cristo Jesús no era el Señor Dios Todopoderoso, sin embargo Cristo y el Padre son uno. La Deidad no desapareció bajo la angustiosa tortura del Calvario, sin embargo no es menos cierto que "De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Note, que en su contexto, Elena G. de White deja bien en claro que Jesús era totalmente igual con el Padre cuando Él vino a la tierra. Entonces, ¿qué quiso decir con que Jesús no era “Señor Dios Todopoderoso”?
La palabra clave aquí es “Todopoderoso” (no si Jesús era o no “verdaderamente Dios” como lo sugiere el encabezado de esta acusación). Antes de que Jesús llegara a ser humano, tenía:
1. Omnipotencia
2. Omnipresencia
3. Omnisciencia
Cuando vino a la tierra, dejó a un lado:
1. Omnipotencia: (Él dijo: “No puedo yo hacer nada por mí mismo” [necesitaba al Padre] Juan 5:30).
2. Omnipresencia
3. Omnisciencia (Él dijo que no sabía el día o la hora de su propia segunda venida, sino que sólo lo sabía el Padre [Marc 13:32]).
Jesús no contaba su igualdad con el Padre como algo a qué asirse, pero para usted y para mí, él llegó a ser humano y era obediente incluso hasta la muerte de la cruz (ver Fil 2:6-8).
16. Mientras tentaba a Jesús, ¿reclamó Satanás ser el ángel que salvó a Isaac de una muerte certera?
EGW: Sí: “Tan pronto como comenzó el largo ayuno de Cristo en el desierto, Satanás estuvo cerca con sus tentaciones… Pretendió hacer creer a Cristo que Dios no le requería que pasara por la abnegación y los sufrimientos que él anticipaba… También declaró que él era el ángel que detuvo la mano de Abrahán cuando levantó el cuchillo para matar a Isaac” (Mensajes selectos, vol. 1, p. 320).
La Biblia: No: Se puede leer la Biblia de tapa a tapa y no encontrará ninguna evidencia para apoyar esta supuesta conversación entre Cristo y Satanás.
Respuesta
En este punto DyD no dieron una respuesta elaborada y no ofrecen textos bíblicos porque no hay contradicción aquí. Sólo es una información con más detalles. Así como en otras partes, cuando se dan estos detalles, la información es inmediatamente clasificada como una contradicción. Incluso los ateos, que tratan de destruir la Biblia no tratan a las Escrituras de esta forma. Por ejemplo: En Judas, el verso 9, leemos: “Pero cuando el arcángel Miguel luchaba con el diablo disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: ‘El Señor te reprenda’.” Ahora imagine el argumento: “Usted puede leer el Antiguo Testamento desde Génesis hasta Malaquías, y no encontrará ninguna evidencia para apoyar esta supuesta conversación entre Miguel y Satanás.”
Judas no contradice en nada el Antiguo Testamento, incluso esta disputa por el cuerpo de Moisés nunca se menciona en la Biblia antes de este texto. Judas también habla de que Enoc profetiza acerca de la venida del Señor: “con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos…” (vers. 14-16). No tenemos registro de que Enoc dijera una cosa como ésta en los escritos de Moisés, no obstante creemos en Judas.
17. ¿Quién eligió a Judas para que sea uno de los doce discípulos de Cristo?
EGW: CRISTO ESCOGIÓ A JUDAS: “Cuando Judas fue escogido por nuestro Señor, su cano no era sin esperanza” (Testimonies for the Church [Testimonios para la iglesia], vol. 4, p. 41).
EGW: LOS DISCÍPULOS ESCOGIERON A JUDAS: “Los discípulos anhelaban que Judas llegase a ser uno de ellos… y lo recomendaron a Jesús.” (El Deseado de todas las gentes p. 260).
EGW: JUDAS SE ELIGIÓ A SÍ MISMO: “Mientras Jesús estaba preparando a los discípulos para su ordenación, un hombre que no había sido llamado se presentó con insistencia entre ellos. Era Judas Iscariote, hombre que profesaba seguir a Cristo y que se adelantó ahora para solicitar un lugar en el círculo íntimo de los discípulos… y esperó obtenerlo relacionándose con Jesús.” (El Deseado de todas las gentes pp. 260, 664).
La Biblia: JESÚS ESCOGIÓ A JUDAS: “Cuando llegó el día, llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos… Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor… ¿No os he escogido yo a vosotros los doce?... No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” (Luc 6:13-16; Jn 6:70; 15:16).
Respuesta
Las declaraciones de Elena G. de White simplemente dicen: Judas buscó a Jesús con la esperanza de llegar a ser uno de sus discípulos. Los otros discípulos, cuando oyeron su pedido, “lo recomendaron” (no “escogieron”) a Jesús. Entonces Jesús lo escogió para que fuera uno de los doce, aunque sabiendo lo que podría ocurrir.
18. ¿Se comieron los perros los restos de Judas?
EGW: Sí: “Su peso había roto la soga con la cual se había colgado del árbol. Al caer, su cuerpo había quedado horriblemente mutilado, y los perros lo estaban devorando. Sus restos fueron inmediatamente enterrados” (El Deseado de todas las gentes, p. 670).
La Biblia: No: “Entonces, arrojando las piezas de plata en el Templo, salió, y fue y se ahorcó.” (Mat 27:5).
“Este, pues, que había adquirido un campo con el salario de su iniquidad, cayó de cabeza y se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron” (Hech 1:18).
Respuesta
Otra vez, parece haber cuestiones conflictivas aquí para indicar que hay una contradicción. La Biblia no dice nada que pudiera hacernos pensar que los perros no pudieron haber comido la carne de Judas. Irónicamente, estos mismos textos son usados a veces por los escépticos para señalar una “contradicción” en la Biblia. Un pasaje dice que Judas “se ahorcó”, el otro dice que compró un campo y “cayó de cabeza y se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron”. Los críticos citan el hecho de que en Hech 1:18 no se menciona el ahorcamiento y que en Mat 27:5 no hay referencia a que sus entrañas se derramaron. Observando superficialmente, parece que hay dos relatos de cómo murió Judás. Los creyentes saben que estos dos pasajes no se contradicen uno al otro, sino que simplemente dan detalles diferentes sobre un mismo hecho. Estas son las mismas acusaciones que a menudo se hacen contra Elena de White.
19. ¿Le colocó Herodes un manto rasgado a Jesús?
EGW: Sí: “Ante la sugerencia de Herodes, una corona de sarmientos espinosos de vid fue trenzada y colocada sobre la sagrada frente de Jesús; y un ropaje púrpura viejo y andrajoso, que fuera una vez la ropa de un rey, se colocó sobre su noble aspecto” (Spirit of Prophecy [Espíritu de profecía], vol. 3, p. 138, edición 1887). “Lo contemplaron vestido con una vieja ropa púrpura” (Testimonies for the Church [Testimonios para la iglesia], vol. 1, p. 241).
La Biblia: No: “Entonces Herodes con sus soldados lo menospreció y se burló de él, vistiéndolo con una ropa espléndida; y volvió a enviarlo a Pilato.” (Luc 23:11).
Respuesta
Elena G. de White describe las rojas andrajosas como “que fuera una vez la ropa de un rey”. Si la ropa fue una vez la ropa de un rey, entonces probablemente estaba hecha de un lino muy fino: una ropa elegante, que simplemente se convirtió en andrajos con el tiempo. Elena G. de White lo deja bien en claro aquí. Es dudoso que el burlón Herodes hubiera permitido que una de sus ropas nuevas se usara para un tratamiento tan vergonzoso, especialmente considerando que la ropa sería llevada a “Pilato” (pues Jesús la portaría) y por tanto se perdería y probablemente arruinaría en el proceso.
20. ¿Se desmayó Jesús tres veces bajo el peso de la cruz?
EGW: Sí: “Estaba débil y abatido por el cansancio, el dolor y la sangre perdida por los azotes y golpes que había recibido. Sin embargo, le cargaron a cuestas la pesada cruz en que pronto le clavarían. Jesús desfalleció bajo el peso. Tres veces le pusieron la cruz sobre los hombros, y otras tres veces se desmayó” (Spiritual Gifts [Dones espirituales], vol. 1, p. 57; Primeros escritos, p. 175).
La Biblia: No: “Al salir hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a este obligaron a que llevara la cruz.” (Mat 27:32).
La Biblia: No: “Obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, a que le llevara la cruz.” (Mar 15:21).
La Biblia: No: “Cuando lo llevaban, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevara tras Jesús.” (Luc 23:26).
Respuesta
Nuevamente vemos que cualquier detalle que se da, se lo denomina contradicción. Debe haber habido una razón para que se obligara a Simón a cargar la cruz. Considerando los hechos obvios que Elena G. de White presenta en la primera oración de la cita y los tres textos que proveen DyD, su conclusión tiene lógica. Este tipo de detalle omisión-adición es común cuando uno compara los cuatro evangelios.
21. ¿Tentó Satanás a Cristo después de que ayunó 40 días?
EGW: No: “Tan pronto como comenzó el largo ayuno de Cristo, Satanás estuvo cerca con sus tentaciones… Satanás dijo a Cristo que no era necesario que el sufriera el dolor del hambre y la muerte por inanición” (Redemption of the Temptation of Christ [Redención de la tentación de Cristo], p. 37, edición de 1874).
EGW: No: “Tan pronto como comenzó el largo ayuno de Cristo en el desierto, Satanás … Rodeado de luz, vino a Cristo pretendiendo ser uno de los ángeles del trono de Dios… Pretendió hacer creer a Cristo que Dios no le requería que pasara por la abnegación y los sufrimientos que él anticipaba” (Christ Our Saviour [Cristo nuestro Salvador], p. 45; Mensajes selectos, vol. 1, p. 320).
EGW: No: “Durante cuarenta días estuvo tentándole Satanás” (Primeros escritos, p. 155).
EGW: Sí: “Cuando Jesús entró en el desierto, fue rodeado por la gloria del Padre… Pero la gloria se apartó de él, y quedó solo para luchar con la tentación… Durante cuarenta días ayunó y oró… Entonces vio Satanás su oportunidad. Pensó que podía vencer a Cristo.” (El Deseado de todas las gentes, p. 118).
La Biblia: Sí: “Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre. Se le acercó el tentador y le dijo: -- Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.” (Mat 4:2, 3).
Respuesta
La Biblia: “por cuarenta días, y era tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días, pasados los cuales tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: -- Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan” (Luc 4:2, 3).
Aquí se puede apreciar un ejemplo perfecto de porqué estas acusaciones no prueban un error o contradicción. DyD citaron sólo del evangelio de Mateo sin mencionar lo que que Marcos, Lucas o Juan tienen para decir sobre este evento. En la tercera declaración de Elena G. de White, está citando a Lucas casi palabra por palabra. Con esta acusación en particular, nos vemos forzados a tomar una decisión: o Mateo era inspirado y Lucas y Elena G. de White no fueron inspirados (y estaban en error), o Lucas y Elena G. de White dar un registro más detallados de lo que sucedió, mostrando que algunas tentaciones comenzaron durante los 40 días y no después. Mateo (al igual que Elena G. de White en la cuarta cita) simplemente se centra en la primera de las tres tentaciones principales que se listan en su libro y en el de Lucas. Juan no menciona este encuentro para nada, y Marcos sólo dice: “Y estuvo allí en el desierto cuarenta días. Era tentado por Satanás y estaba con las fieras, y los ángeles lo servían” (1:13).
DyD concluyen: “Otro ejemplo de cómo Elena G. de White contradice la Biblia y confunde la mente. La Biblia no dice nada de que Satanás vino a tentar a Jesús antes de su ayuno o que lo tentó por cuarenta días, sino que después de cuarenta días el tentador vino a Jesús.”
22. ¿Fue María alejada de la escena y los huesos de Jesús quebrantados durante su crucifixión?
EGW: Sí: “La madre de Jesús estaba agonizante, casi más allá de sus fuerzas, y mientras extendían a Jesús sobre la cruz, y estaban a punto de clavar sus manos con los crueles clavos a los brazos de madera, los discípulos apartaron de la escena a la madre de Cristo, para que ella no oyera el golpe de los clavos mientras eran introducidos en los huesos y músculos de sus tiernas manos y pies.” (Spiritual Gifts [Dones espirituales], vol. 1, p. 58, escrito en 1858).
EGW: No: “Vio sus manos extendidas sobre la cruz; se trajeron el martillo y los clavos, y mientras éstos se hundían a través de la tierna carne” (El Deseado de todas las gentes, p. 693, escrito en 1898).
La Biblia: No: “Lo seguía una gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él… Pero todos sus conocidos, y las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, estaban mirando estas cosas de lejos… Las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea lo siguieron y vieron el sepulcro y cómo fue puesto su cuerpo” (Luc 23:27, 49, 55).
La Biblia: No: “Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena” (Juan 19:25).
La Biblia: No: “…pues estas cosas sucedieron para que se cumpliera la Escritura: ‘No será quebrado hueso suyo’” (Juan 19:36).
Respuesta
Hay dos cuestiones aquí:
1. María alejada de la cruz
No, la Biblia no dice que María fue alejada de la escena. Incluso no dice que ella permaneció allí para presenciar cada parte del doloroso evento. DyD usan Juan 19:25 (“Estaban junto a la cruz de Jesús su madre”) para probar que ella nunca fue alejada ni siquiera por un momento, pero Elena G. de White no dice que María nunca estuvo allí; sólo dice que fue alejada. Una lectura de lo que sigue después de la referencia que aparece arriba (Spiritual Gifts, vol. 1) revela que el discípulo Juan volvió a llevarla otra vez a la cruz (p. 59; ver también El Deseado de todas las gentes, p. 700).
2. Los huesos de Jesús “quebrados”
Elena G. de White declara que los clavos “eran introducidos en los huesos y músculos de sus tiernas manos y pies”. ¿Fue así? Cuando alguien era crucificado, así era como se hacía. Cada cristiano ha visto ilustraciones de Jesús en la cruz, y por cierto que esto no es invento de Elena G. de White (algunos dicen que los clavos eran en realidad clavados en las muñecas, pero aún así esto requeriría que “atravesara” los huesos). Jesús mismo registra todo esto cuando se aparece a los discípulos que estaban escondidos después de la resurrección. Ellos temían que fuera un fantasma y él les dijo “mirad mis manos y mis pies” y entonces “les mostró las manos y los pies” (Luc 24:39, 40).
Alguno puede decir que esto no era para mostrar las impresiones de los clavos, sino para mostrar que él era de carne. Pero no olvidemos lo que dijo Tomás (que no estaba allí durante este primer encuentro) después de oír acerca de él: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado, no creeré” (Juan 20:25). ¿De dónde obtuvo esa idea? Le habían contado que Jesús les mostró las impresiones de los clavos en sus manos y pies. Entonces, cuando Jesús se aparece a Tomás, le dice que examine sus manos y su costado (la herida de la lanza), lo cual Tomás hizo y luego creyó (vers. 27).
Ahora, después de haber dejado en claro que Jesús definidamente sufrió que atravesaran sus manos y pies con los clavos (ver también Isaías 49:16; Salmo 22:16; Zacarías 12:10), debemos preguntarnos si alguna vez “atravesaron” sus huesos. No importa dónde se introdujeran los clavos, deben haber encontrado algún hueso y por tanto tenían que de alguna manera “atravesar” huesos para afirmar a Jesús en la cruz. Cuando la Biblia habla de que ningún hueso de Cristo sería quebrado (Salmo 34:20), aclara lo que quiere decir en Juan 19:31-36, donde vemos que cuando los soldados vinieron para quebrar las piernas (huesos) de los que habían sido crucificados ese día, no quebraron los huesos de Cristo pues ya estaba muerto. La Biblia no menciona lo que sucedió biológicamente cuando los clavos fueron introducidos en las manos y pies. Pero incluso si Dios preservó milagrosamente los huevos de las manos y pies de Cristo, no cambia el hecho bíblico de que los clavos lo “atravesaron”. Esto otra vez es realmente semántica. Elena G. de White dice “atravesaron”; la Biblia dice “traspasaron”. De acuerdo con el diccionario en español, la palabra “traspasar” significa: (1) Pasar a la otra parte; pasar una cosa de un sitio a otro. (2) Atravesar de parte a parte alguna cosa con un arma o instrumento; hacer sentir un dolor físico o moral con extraordinaria violencia.
Elena G. de White nunca dijo que “los huesos” de Cristo “fueron quebrados”. Cuando ella dice que los clavos “atravesaron” sus manos y pies, estaba en perfecta armonía con las Escrituras –el Antiguo y el Nuevo Testamentos.
DyD dicen que Elena G. de White “cambió su registro” de lo que hicieron los clavos cuando más tarde ella escribió sobre eso en El Deseado de todas las gentes, pero las palabras que se usan para describir la escena completa, son totalmente diferentes. Este no es un caso en el que se cambia una oración para cubrir un error, sino simplemente cuenta la historia otra vez en un libro diferente. ¿Por qué necesitaría cambiar algo que estaba en armonía con las Escrituras desde un primer momento?
23. ¿Murieron la humanidad y la divinidad de Cristo en la cruz?
EGW: Sí: “Los hombres necesitan comprender que la Deidad sufrió y se angustió ante las agonías del Calvario” (Manuscrito 44, 1898, y Comentario bíblico adventista, vol. 7, p. 919).
EGW: No: “La Deidad no desapareció bajo la angustiosa tortura del Calvario” (Carta 1899, citada en el Comentario bíblico adventista, vol. 5, p. 1104).
La Biblia: Sí: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó” (1 Tes 4:14).
Respuesta
Veamos las declaraciones de Elena G. de White en su contexto:
“‘En él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad’. Los hombres necesitan comprender que la Deidad sufrió y se angustió ante las agonías del Calvario. Sin embargo, Jesucristo, a quien Dios dio para el rescate del mundo, compró a la iglesia con su propia sangre. La Majestad del cielo tuvo que sufrir a manos de fanáticos religiosos que pretendían ser el pueblo con mayor conocimiento sobre toda la tierra.”
En esta cita, Elena G. de White se está refiriendo obviamente a la Deidad de Cristo. Aunque la “plenitud de la Deidad” habitaba en Él “corporalmente”, era solamente el Hijo quien había de hundirse en la muerte bajo las agonías del Calvario; cada cristiano sabe esto. Jesús “compró a la iglesia con su propia sangre”. Sufrió “a manos de fanáticos religiosos”. El Padre sufrió en una forma diferente: observando a su Hijo amado morir desamparado en la Cruz.
Ahora, la siguiente cita completa:
“No hay nadie que pueda explicar el misterio de la encarnación de Cristo. Con todo, sabemos que vino a esta tierra y vivió como un hombre entre los hombres. El hombre Cristo Jesús no era el Señor Dios Todopoderoso, sin embargo Cristo y el Padre son uno. La Deidad no desapareció bajo la angustiosa tortura del Calvario, sin embargo no es menos cierto que ‘De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna’.”
Aquí ella usa la palabra “Deidad” para describir la Divinidad –“Cristo y el Padre” (y el Espíritu Santo por supuesto). El Padre y el Espíritu Santo no “desaparecieron” en la muerte como pasó con Jesús. Ella claramente dice que aunque Jesús y el Padre eran uno, la Divinidad completa no desapareció bajo la tortura del Calvario. Los cristianos comprenden que cuando Jesús murió, Dios el Padre no murió. Las otras dos personas de la Divinidad o Trinidad estaban vivas; fue el Hijo el que debía morir en nuestro lugar, no la Deidad completa. Dice también en este contexto, que aunque la “Deidad” (el Padre incluido) no sufrió y murió en la cruz, no obstante Dios el Padre dio a su Hijo para que muriera por nosotros, y qué agonía debió haber sido aquella –observándolo morir. En este lugar, Elena G. de White está claramente contrastando el papel del Hijo con el resto de la Divinidad y es esta Divinidad a la cual hace referencia la palabra “Deidad” en este lugar. Resumiendo, ¿era Jesús Deidad? Sí. ¿Murió él en la cruz? Sí. ¿Son el Padre y el Espíritu Santo, Deidad? Sí. ¿Murieron o desaparecieron en la cruz? No. Esto es simplemente un caso en el cual una palabra (por ejemplo, como la palabra “ley”) se usa de diferentes formas.
24. ¿Murió Jesús para darnos una segunda prueba?
EGW: Si: “La muerte entró en el mundo a causa de la transgresión. Pero Cristo dio su vida para que el hombre tuviera otra prueba. El no murió en la cruz para abolir la ley de Dios, sino para asegurar para el hombre un segundo tiempo de gracia.” (Testimonios para los ministros, p. 131).
La Biblia: No: “Ahora es el tiempo aceptable; ahora es el día de salvación.” (2 Cor 6:2).
La Biblia: No: “¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Heb 2:3).
La Biblia: No: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan.” (Heb 9:27, 28).
Respuesta
Los tres textos bíblicos usados son maravillosas verdades acerca del evangelio, pero no tratan (ni refutan) el tema que trata Elena G. de White en su declaración. A continuación hay cuatro versículos que apoyan lo que dijo:
“Pues por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (1 Cor 15:21, 22).
“Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación y vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios, porque hemos testificado que Dios resucitó a Cristo, al cual no resucitó si en verdad los muertos no resucitan. Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana: aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que murieron en Cristo perecieron” (1 Cor 15:14-18).
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu, porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Lo que era imposible para la Ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado, y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne, para que la justicia de la Ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Rom 8:1-4).
“Porque, si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Antes de la Ley ya había pecado en el mundo; pero donde no hay Ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. Pero el don no fue como la transgresión, porque si por la transgresión de aquel uno muchos murieron, la gracia y el don de Dios abundaron para muchos por la gracia de un solo hombre, Jesucristo. Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó, porque, ciertamente, el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. Si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación que produce vida. Así como por la desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos” (Rom 5:10-19).
Esto es exactamente lo que Elena G. de White estaba diciendo y que es el fundamento del cristianismo.
25. ¿Fue completada la expiación por el pecado en la cruz?
EGW: No: “Quedó evidente para nosotros que la profecía de Daniel 8: 14, en vez de significar la purificación de la tierra, se refería al término de la obra de nuestro sumo Sacerdote en el cielo, o sea el fin de la expiación, y la preparación del pueblo para el día de su venida” (Notas biográficas, p. 70).
EGW: No: “Jesús entró en el lugar santísimo del celestial al fin de los 2300 días de Daniel 8, en 1844, para hacer la expiación final por todos los que pudiesen recibir el beneficio de su mediación” (Primeros escritos, p. 253).
La Biblia: Sí: “Cuando Jesús tomó el vinagre, dijo: -- ¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.” (Juan 19:30).
La Biblia: Sí: “Pero ahora, aparte de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la Ley y por los Profetas: la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él, porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre” (Rom 3:21-25).
La Biblia: Sí: “Con mucha más razón, habiendo sido ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira, porque, si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (Rom 5:9-10).
La Biblia: Sí: “Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación” (Rom 5:11).
Respuesta
Nuevamente los textos elegidos son verdades maravillosas, pero no se refieren a lo que nuestro Sumo Sacerdote está haciendo por nosotros en el cielo en este momento. De los cuatro textos:
El primero trata de lo que dijo Jesús: “Consumado es [el trabajo que su Padre le dio que hiciera].” Había vivido una vida perfecta, y ahora podía presentar esa vida como un sacrificio perfecto.
El segundo dice que somos justificados gratuitamente, y que Jesús fue un sacrificio de propiciación. Fue definidamente eso. (Es el único texto de los cuatro que tiene incluso la palabra “propiciación”.)
Los textos tercero y cuarto dicen que hemos sido reconciliados con Dios mediante Jesús. Ninguno cuestionaría este hecho.
Todos estos hechos son aceptados por Elena G. de White en sus escritos y por los Adventistas en sus creencias. Están en perfecta armonía con el juicio investigador (que comienza en 1844). El tema del juicio investigador no contradice la Biblia. Es todo un estudio bíblico en sí mismo y por razones de espacio no trataremos completamente el estudio aquí. Respecto a la “propiciación” o “expiación”, Elena G. de White enseña que Jesús lleva sobre sí mismo por completo nuestros pecados cuando se los confesamos y que nos limpia con sus sangre plenamente (ver Review and Herald, 11 de noviembre, 1890; The Youth’s Instructor, 20 de septiembre, 1900, como dos ejemplos de esto.) Pero Dios tiene un plan para terminar con el “problema del pecado” para siempre, y eso involucra mucho más que simplemente un manto de perdón. Los cristianos ya saben que la obra de Jesús por nosotros no está “terminada” en todo sentido, porque la Biblia dice que él todavía intercede por nosotros en forma diaria (Heb 7:25; Rom 8:34). Todavía tiene un juicio que realizar (Hech 17:31; Rom 14:10). Y todavía tiene que rescatar a sus hijos fieles de un planeta que fenece (Juan 14:3; Mat 24:30). Lo que Jesús hace con el registro de nuestros pecados es exclusivamente su tarea y se puede percibir en el servicio del santuario del Antiguo Testamento, particularmente en el Día de la Expiación.
Para más información al respecto, recomendamos el libro de Clifford Goldstein, 1844 Hecho Simple.
26. La sangre de Cristo ¿abolió el pecado?
EGW: No: “Aunque la sangre de Cristo habría de librar al pecador arrepentido de la condenación de la ley, no había de anular el pecado… pero quedaba en el santuario hasta el día de la expiación” (Patriarcas y profetas, p. 371).
La Biblia: Sí: “En él tenemos (“tenemos” es tiempo presente) redención por su sangre, el perdón de pecados” (Gén 9:28 y 11:4).
La Biblia: Sí: “y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7).
La Biblia: Sí: “Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de pecado” (Rom 4:7, 8).
Respuesta
Esta acusación es otra forma de decir lo anterior, uno necesita estudiar el juicio investigador por sí mismo para comprender su validez. Unas pocas citas no arrojarán mucha luz sobre la cuestión. El Día de la Expiación era una sombra (tipo) asombrosa de cómo concluiría el plan de salvación de Dios. Cualquier estudiante de la Biblia será bendecido al estudiar el asunto. Los textos que DyD ofrecen simplemente dicen que tenemos (tiempo presente) redención y perdón y purificación mediante Jesús –uno de los temas favoritos de Elena G. de White y los Adventistas. No obstante, tanto Elena G. de White como los Adventistas, rechazan las enseñanzas de “una vez salvo, siempre salvo” pues la Biblia no enseña eso.
27. Los pecados confesados ¿son transferidos al santuario celestial mediante la sangre de Cristo?
EGW: Sí: “Así como en la antigüedad los pecados del pueblo se transferían figurativamente al santuario terrenal por la sangre de la ofrenda por el pecado, así también, nuestros pecados son transferidos, de hecho, al santuario celestial por sangre de Cristo” (The Great Controversy [El conflicto de los siglos], p. 266, edición 1886).
“Así como en la antigüedad los pecados del pueblo eran puestos por fe sobre la víctima ofrecida, y por la sangre de ésta se transferían figurativamente al santuario terrenal, así también, en el nuevo pacto, los pecados de los que se arrepienten son puestos por fe sobre Cristo, y transferidos, de hecho, al santuario celestial” (El conflicto de los siglos, p. 474, edición 1911).
La Biblia: No: “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado” (1 Jn 1:7). “En él tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efe 1:7).
Respuesta
Esta acusación también trata con la cuestión del Juicio Investigador. Los textos usados para refutar a Elena de White solo apoyan lo que ella ha dicho en las declaraciones mencionadas.
28. ¿Quién carga nuestros pecados?
EGW: SATANÁS: “Se vio además que, mientras que el holocausto señalaba a Cristo como sacrificio, y el sumo sacerdote representaba a Cristo como mediador, el macho cabrío simbolizaba a Satanás, autor del pecado, sobre quien serán colocados finalmente los pecados de los verdaderamente arrepentidos… todos estos pecados sobre Satanás… Satanás… sufrirá finalmente la entera penalidad del pecado” (El conflicto de los siglos, pp. 475, 539).
La Biblia: JESÚS: “Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. ¡Por su herida habéis sido sanados!” (1 Ped 2:24).
Respuesta
Otra declaración sobre el juicio investigador. Si uno rechaza el juicio investigador (o el sábado, o que los muertos duermen, o el diluvio por esa razón) entonces la persona será capaz de encontrar muchas declaraciones de Elena G. de White que están aparentemente “equivocadas”. Jesús pagó el precio por nuestros pecados, pero Satanás es responsable por tentarnos a pecar. Si Jesús quiere que Satanás pague un precio por esto, esa es su decisión. Nuevamente, sugerimos que el lector estudie sobre el Día de la Expiación y lea el libro de Clifford Goldstein sobre el tema.
29. ¿Requiere Dios una ofrenda por la trasgresión antes de perdonarnos?
EGW: Sí: “No puede corregir todos los casos, ya que algunas de las personas a quienes causó daño han bajado a la tumba y la cuenta está registrada en contra suya. En estos casos, lo mejor que puede hacer es presentar una ofrenda de expiación ante el altar del Señor, y él lo aceptará y perdonará” (Testimonios para la iglesia, vol. 5, p. 318).
La Biblia: No: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Jn 1:9).
Respuesta
Recomendamos leer la sección completa de Testimonios, vol. 5, de donde se extrae esta cita para comprender lo que se presenta. Elena G. de White estaba escribiendo a un hombre que tenía un problema con el dinero y la deshonestidad. Aparentemente, había perjudicado a algunas personas financieramente y algunos de ellos, con el transcurso de los años, habían muerto. Entonces, Elena G. de White le señala a este hombre a Zaqueo y su acto cristiano de prometer devolver 4 veces más todo lo que había obtenido injustamente.
Si hemos tenido una ganancia financiera obteniendo ventaja sobre otros y quebrantando la ley de Dios en el proceso, por supuesto que debemos restaurar todo lo que hemos tomado. Y si ellos y sus familiares ya no están, entonces debemos restaurar este dinero a Dios. Debiera haber algo que salga de lo que hemos obtenido. No podemos robar a un hombre rico y luego aceptar a Cristo, e insistir continuar viviendo la buena vida con el dinero que hemos adquirido erróneamente. El punto de Elena G. de White es que el dinero debe en primer lugar y por sobre todo devolverse a quien se perjudicó, pero si esto no es posible, entonces debemos devolver el dinero a Dios. Una lectura de la sección completa puede aclarar cualquier confusión de lo que Elena G. de White quiere decir.
Para desaprobar este principio bíblico, DyD citan de 1 Juan 1:9, que dice que si confesamos nuestros pecados Dios nos perdona. Ese no es el punto aquí; Elena G. de White estaba hablando a un individuo en particular que tenía un problema en particular. No estaba por ninguna razón diciendo que ésta es la forma que nos acercamos a Cristo –con una ofrenda financiera. Pero DyD concluyen:
“Dios le dice que confiese sus pecados y usted será perdonado y purificado. Elena G. de White contradice la Biblia al pedirle a usted que traiga una ofrenda de expiación para que sea perdonado”.
Esto no es cierto. Elena G. de White no le dice a usted que traiga una ofrenda de expiación para que sea perdonado.
30. ¿Podemos decir que ya somos salvos por la gracia de Cristo?
EGW: No: “Nunca debe enseñarse a los que aceptan al Salvador, aunque sean sinceros en su conversión, a decir o sentir que están salvados… Los que aceptan a Cristo y dicen en su primera fe: "Soy salvo", están en peligro de confiar en sí mismos.” (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 119, 120).
La Biblia: Sí: “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna” (1 Juan 5:13).
Respuesta
Ahora, veamos la cita en su contexto (esto es largo, pero vale la pena –muy Cristocéntrico):
(lo que se cita arriba aparece en itálica)
“La caída de Pedro no fue instantánea, sino gradual. La confianza propia lo indujo a creer que estaba salvado, y dio paso tras paso en el camino descendente hasta que pudo negar a su Maestro. Nunca podemos con seguridad poner la confianza en el yo, ni tampoco, estando, como nos hallamos, fuera del cielo, hemos de sentir que nos encontramos seguros contra la tentación. Nunca debe enseñarse a los que aceptan al Salvador, aunque sean sinceros en su conversión, a decir o sentir que están salvados. Eso es engañoso. Debe enseñarse a todos a acariciar la esperanza y la fe; pero aun cuando nos entregamos a Cristo y sabemos que él nos acepta, no estamos fuera del alcance de la tentación. La Palabra de Dios declara: ‘Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purificados’ [Dan 12:10]. Sólo el que soporte la prueba, ‘recibirá la corona de vida’ [Santiago 1:12]. Los que aceptan a Cristo y dicen en su primera fe: "Soy salvo", están en peligro de confiar en sí mismos. Pierden de vista su propia debilidad y constante necesidad de la fortaleza divina. No están preparados para resistir los ardides de Satanás, y cuando son tentados, muchos, como Pedro, caen en las profundidades del pecado. Se nos amonesta: ‘El que piensa estar firme, mire que no caiga’ [1 Cor 10:12]. Nuestra única seguridad está en desconfiar constantemente de nosotros mismos y confiar en Cristo.”
Este pasaje coloca al yo donde pertenece —en el polvo— y nos muestra nuestra constante necesidad de Jesús. Pedro es, como ella dijo, un perfecto ejemplo de lo que sucede cuando declaramos algo como que es un hecho, como si estuviéramos fuera de la probabilidad de caer. Podemos conocer que nuestra relación es correcta con Dios hoy, pero no conocemos nuestras debilidades, o dónde podríamos caer y/o volvernos contra Dios (ver Jer 17:9). Podemos tener la seguridad que si estamos por morir hoy, seremos salvos, pero anunciar descaradamente que pase lo que pase, somos salvos, es básicamente “una vez salvo siempre salvo” y eso es realmente contra lo que ella nos advierte.
1 Juan 5:12 es una verdad hermosa: “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.”
No hay nada de malo con tener fe en el hecho de que hemos aceptado el don gratuito de Jesús de la vida eterna. Esta es la clase de seguridad que necesitamos. Pero este texto no nos dice que debemos salir y proclamar que no podemos caer, como hizo Pedro. Somos advertidos por Pablo en tener cuidado si pensamos que estamos firmes, pues podemos caer (1 Cor 10:12). Y Jesús dijo que algunas de las “ramas” que han sido “injertadas” en él serían cortadas y quemadas si no llevaban fruto (Juan 15:1-6). En Mateo 7:21-23, Jesús describe una clase de personas que vienen a él, convencidas de que son “salvas” y a las que les dice “nunca las conocí”. Se estaban mirando a sí mismas, lo que siempre es un gran error.
La belleza de todo esto no es que dudemos de Dios y de su habilidad para salvar, sino más bien que dudemos de nosotros mismos y de nuestra habilidad para hacer cualquier cosa buena o vencer el pecado con nuestra fuerza. No somos los suficientemente fuertes como para vencer. Sólo Jesús mediante nosotros puede vencer. Esta constante advertencia de nuestra debilidad es la única salvaguarda contra la presunción y el elegir el pecado por encima de Jesús. La falta de fe en uno mismo es una de las mayores lecciones que podemos aprender.
31. ¿Puede la fe de los padres creyentes salvar a sus hijos?
EGW: Sí: “Sé que algunos ponían en duda aun si los hijitos de los padres creyentes se salvarían, porque ellos [los hijos] no han tenido ninguna prueba del carácter, ya que todos deben pasar por esa prueba para que se evalúe su carácter en base a las pruebas. Se hace la pregunta: "¿Cómo pueden los niñitos pasar por esa prueba para ser examinados?" Contesto que la fe de los padres creyentes cubre a los niños” (Mensajes selectos, vol. 3, p. 359).
La Biblia: No: “O si yo trajera espada sobre la tierra, y dijera: "¡Espada, pasa por la tierra!", e hiciera exterminar de ella a hombres y bestias, y si estos tres hombres estuvieran en medio de ella, vivo yo, dice Jehová, el Señor, que no librarían a sus hijos ni a sus hijas. Ellos solos serían librados. O si enviara pestilencia sobre esa tierra y derramara mi ira sobre ella con sangre, para exterminar de ella a hombres y a bestias, y estuvieran en medio de ella Noé, Daniel y Job, vivo yo, dice Jehová, el Señor, que no librarían a hijo ni a hija. Solamente ellos, por su justicia, librarían sus propias vidas” (Eze 14:17-20).
La Biblia: No: “El alma que peque, esa morirá. El hijo no llevará el pecado del padre ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo recaerá sobre él y la impiedad del impío recaerá sobre él.” (Eze 18:20).
La Biblia: No: “Pero vosotros habéis dicho: 'No es recto el camino del Señor'. Yo os juzgaré, casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos” (Eze 33:20).
Respuesta
Los tres textos que se mencionan no se refieren a los niños pequeños a quienes todavía no se los tiene en cuenta (incluso el primer texto que dice “hijo o hija” no especifica que sean niños pequeños que no distinguen el bien del mal).
A continuación hay algunos textos que tratan con la responsabilidad y la luz dada:
Santiago 4:17: “El que sabe hacer lo bueno y no lo hace, comete pecado.”
Juan 9:41: “Jesús les respondió: -- Si fuerais ciegos no tendríais pecado, pero ahora, porque decís: "Vemos", vuestro pecado permanece.”
Hechos 17:30: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.”
¿Y qué sobre la salvación de nuestros hijos?
Isaías 49:25: “Pero así dice Jehová: "Quizás el cautivo sea rescatado del valiente y el botín sea arrebatado al tirano, pero yo defenderé tu pleito y salvaré a tus hijos.”
Hechos 16:31: “Ellos dijeron: -- Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa.”
Estos textos no quieren decir que toda persona responsable tiene un manto para cubrir pecados basado en la fe de sus familiares. Pero no son más contradictorios o confusos que la cita de Elena G. de White en cuestión.
No sería lógico creer que Dios juzga a los adultos según la luz que tienen, pero condena a los bebés pequeños que no saben nada. Dios “pasa por alto” su ignorancia porque “ignorancia” es todo lo que son.
¿No hacen las oraciones y la fe de los padres una diferencia ante Dios hasta que los niños tienen la edad suficiente para hacer sus propias decisiones ante Dios? La Biblia dice que esas oraciones y fe hacen diferencia (ver Santiago 5:16). En cuanto a los que ocurre a los bebes (que mueren) de los padres impíos, no sabemos cómo funciona todo, y no es nuestra tarea. Afortunadamente sólo Dios es Juez y Él arreglará todo; podemos estar seguros.
32. ¿Serán los pecados del esclavo transferidos a su señor?
EGW: Sí: “Vi que el que es dueño de un esclavo tendrá que responder por el alma de ese esclavo a quien mantuvo en la ignorancia; los pecados del esclavo serán castigados (transferidos a) en el amo” (Primeros escritos, p. 276). (Nota: las palabras “transferidos a” son una adición entre paréntesis de DyD, no de Elena G. de White.)
La Biblia: No: “Yo os juzgaré, casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos” (Eze 33:20).
La Biblia: No: “La justicia del justo recaerá sobre él y la impiedad del impío recaerá sobre él” (Eze 18:20).
Respuesta
“Cuando yo diga al impío: '¡Impío, de cierto morirás!', si tú no hablas para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero yo demandaré su sangre de tu mano” (Eze 33:8).
“Mejor le fuera que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos” (Luc 17:2).
Aunque este texto está hablando de hacer que alguien tropiece como opuesto a evitar que alguien conozca la verdad –como en el caso del esclavo-, el texto apoya el hecho de que Dios requiere que nosotros respondamos por la influencia que ejercimos para que otros cometan pecados. Eze 33:8 (mencionado antes) claramente establece que si no advertimos al “impío de su camino”, entonces aunque él muera por su propia iniquidad, su sangre será demandada de nuestras manos.
DyD interpretan erróneamente las palabras de Elena G. de White “castigadas” como “transferidos a”. Pero hay un antecedente bíblico para “castigadas” que muestra que esto no es lo que estas palabras significan. En el segundo mandamiento, Dios mismo dice “que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen” (Exo 20:5). Dios no dice literalmente que “transfiere” los pecados de un hombre sobre sus propios hijos y nietos hasta la cuarta generación. El hombre morirá en su propio pecado, pero hay una causa y un efecto que siguen. “Transferir a” es una interpretación inapropiada de las palabras de Elena G. de White. Ella simplemente está apoyando el principio de Eze 33:8, y usando una frase tomada del segundo mandamiento. ¿Podría Dios dar la bienvenida al dueño de un esclavo en el cielo con los brazos abiertos cuando mantuvo al esclavo intencionalmente ignorante del evangelio? Puesto que Dios ama al esclavo tanto como al propietario del esclavo, entonces tal acción sin duda entristece y enoja a Dios. El ama a todos sus hijos por igual.
33. ¿Pueden los esclavos ignorantes ser salvos?
EGW: No: “Dios no puede llevar al cielo al esclavo que fue mantenido en la ignorancia y la degradación, sin saber nada de Dios ni de la Biblia, temiendo tan sólo el látigo de su amo, y ocupando un puesto inferior al de los brutos” (Primeros escritos, p. 276).
La Biblia: Sí: “La luz verdadera que alumbra a todo hombre venía a este mundo” (Juan 1:9).
Respuesta
Aquí Elena G. de White no está hablando justamente de cualquier esclavo “ignorante”, sino del mismo esclavo cuyos pecados serían “castigados” en su señor según el argumento anterior. Dios “cierra los ojos” a la ignorancia; no obstante esto no significa que ignore la elección de características malvadas. Si una persona desobedece el consejo de Dios mientras ignoraba ese consejo, Dios cierra los ojos ante esto. Pero si una persona (esclavo ignorante en este caso) abriga un espíritu malvado y va contra cualquier poca luz o conciencia que tenga, entonces esto es diferente. Elena G. de White explica esto diciendo que Dios “hace con él lo mejor que puede hacer un Dios compasivo. Le permite ser como si nunca hubiera sido, mientras que el amo debe soportar las siete postreras plagas y luego levantarse en la segunda resurrección para sufrir la muerte segunda, la más espantosa. Entonces la justicia de Dios estará; satisfecha” (Primeros escritos, p. 276).
En otras palabras, este esclavo, aunque no es salvo, tampoco enfrentará el castigo de los perdidos. Simplemente permanecerá “dormido” por toda la eternidad, mientras el señor sufre en el lago de fuego hasta consumirse. Irónicamente este mismo texto que DyD usan para argumentar en contra de Elena G. de White, es el mismo que ayuda a esclarecer el caso. Ellos citan Juan 1:9 “La luz verdadera que alumbra a todo hombre venía a este mundo”. Esta luz que fue dada a todo hombre estaba en la conciencia de este esclavo. Su señor lo mantuvo alejado de la Biblia y de Dios, y así la actitud desagradable del esclavo (o los pecados que tuviera) nunca fueron vencidos. Pero Dios no castiga tampoco al esclavo.
La pregunta que encabeza la acusación de contradicción es también inapropiada. La cuestión no es si un esclavo “ignorante” puede o no ser salvo. Es si alguien que ha vivido con la luz que ha tenido puede ser salvo. Lo que quebranta el corazón de Dios es saber lo que hubiera pasado si ese esclavo endurecido hubiese leído la Biblia. Eso es lo que el señor del esclavo va a sufrir.
Pocas páginas después de esta declaración, ella dice: “Vi que los piadosos esclavos se alzaban triunfantes y victoriosos” (p. 286). Ella fue bien clara en sus escritos de que muchos esclavos serían salvos.
Algunos críticos objetan la idea de que algunos permanecerán en sus tumbas a la luz de Juan 5:28, 29 que dice que todos los que están en las tumbas saldrán. Pero la Biblia tiene muchos ejemplos en cuanto a los eventos del tiempo final donde todo lenguaje inclusivo contiene restricciones definidas. El mejor ejemplo de esto se encuentra en Apo 6:15, 16 cuando dice que en el momento de la segunda venida “todo esclavo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, y decían a los montes y a las peñas: ‘Caed sobre nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero’.” Obviamente no todo esclavo y persona libre se va a perder (ver también Juan 12:32).
34. ¿Podemos decir legítimamente “He dejado de pecar”?
EGW: Sí: “Cristo murió para hacer posible que usted deje de pecar, y el pecado es transgresión de la ley” (Review and Herald, vol. 71, No. 35, p. 1, 28 de agosto de 1894).
EGW: Sí: “Ser redimido significa dejar de pecar” (Review and Herald, vol. 77, No. 39, p. 1, 25 de septiembre de 1900).
EGW: Sí: “Sólo los que, mediante la fe en Cristo, obedecen todos los mandamientos de Dios, alcanzarán la condición de impecabilidad en que vivía Adán antes de su transgresión. Testifican de su amor a Cristo obedeciendo todos sus preceptos (MS 122, 1901)” (Comentario bíblico adventista, vol. 6, p. 340).
EGW: Sí: “A todo el que se rinde completamente a Dios, se le da el privilegio de vivir sin pecado, en obediencia a le ley del cielo… Dios requiere de nosotros perfecta obediencia. Debemos purificarnos a nosotros mismos, como él es puro. Al guardar sus mandamientos, hemos de revelar nuestro amor por el Supremo Gobernador del universo” (Review and Herald, 27 de septiembre de 1906, p. 8).
La Biblia: No: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:8, 9).
La Biblia: No: “porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe” (Efe 2:8, 9).
Respuesta
Note la pregunta que se hace con esta acusación: “¿Podemos decir legítimamente ‘He dejado de pecar’?”
Ahora considerando la evidencia presentada, veamos dos hechos.
1. Ninguna de las declaraciones de Elena G. de White citadas nos dicen que hemos dejado de pecar. Elena G. de White trata este tema en otras partes, y aquí hay un ejemplo de lo que dice.
“Aquellos que buscan realmente perfeccionar el carácter cristiano nunca animarán el pensamiento de que están sin pecado. Sus vidas pueden ser irreprochables, pueden estar viviendo como representantes de la verdad que han aceptado; pero cuanto más disciplinen sus mentes para espaciarse en el carácter de Cristo, y cuanto más cerca estén de su divina imagen, más claramente discernirán la perfección sin manchas de Cristo, y más profundamente sentirán sus propios defectos.” Y nuevamente: “aquellos que se esfuerzan por llamar la atención a sus buenas obras, hablando constantemente de su estado sin pecado y procurando destacar en forma prominente sus logros religiosos, están sólo engañando sus propias almas al hacerlo” (The Sanctified Life [Vida santificada], pp. 7 y 12).
“Pero no nos jactemos de nuestra santidad. Al tener una visión más clara del inmaculado carácter de Cristo y de su infinita pureza, nos sentiremos como Daniel cuando contempló la gloria del Señor, y dijo: ‘Mi fuerza se cambió en desfallecimiento’” (Mensajes selectos, vol. 3, p. 405).
“¿Por qué es que tantos dicen ser santos y sin pecado? Es porque están muy lejos de Cristo” (Manuscrito 5, 1885).
2. Ninguno de los textos bíblicos nos dicen que no podemos vencer, por la gracia de Dios. (Lo cual es todo lo que las declaraciones de Elena G. de White dicen.)
El primer texto (1 Juan 1:8, 9) dice simplemente que si decimos que no hemos pecado la palabra de Dios no está en nosotros (y estamos en el error). Elena G. de White expresa en forma consistente este punto de vista como se mostró en el punto anterior.
El segundo texto (Efe 2:8, 9) dice simplemente que somos salvos por gracia y no por obras. Nuevamente, Elena G. de White expresa consistentemente este punto de vista:
“Cuando los hombres aprenden que no pueden obtener justificación (santidad) por los méritos de sus propias obras, y contemplan a Jesucristo con confianza firme y plena como su única esperanza, no tendrán mucho de sí mismos y poco de Jesús. Las almas y los cuerpos están manchados y sucios por el pecado, el corazón está ajeno de Dios, no obstante muchos están luchando con sus propias fuerzas finitas para ganar la salvación por las buenas obras. Ellos piensan que Jesús hará algo en la salvación; y que ellos deben hacer el resto. Necesitan ver por fe la justicia de Cristo como su única esperanza para el tiempo y la eternidad” (1888 Materials [Materiales de 1888], p. 818).
“Pues casi todas las religiones falsas se basan en el mismo principio, a saber que el hombre puede depender de sus propios esfuerzos para salvarse” (Patriarcas y profetas, p. 60). (Véase también Testimonies for the Church [Testimonios para la iglesia], vol. 1, p. 163; vol. 6, p. 372; Palabras de vida del gran Maestro, p. 88; Testimonios para los ministros, pp. 97, 456; El camino a Cristo, p. 61; Evangelismo, p. 432; Patriarcas y profetas, p. 458; Los hechos de los apóstoles, pp. 240, 441, 449; The Sanctified Life [Vida santificada], p. 87.)
Hemos visto que Elena G. de White apoyó plenamente lo que la Biblia enseña sobre la salvación por la gracia mediante la fe. Pero ¿apoya la bilbia lo que ella dice sobre vencer? Sin comentarios adicionales, considere los siguientes textos a la luz de las citas de Elena G. de White:
“Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. Todo aquel que comete pecado, infringe también la Ley, pues el pecado es infracción de la Ley. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. Todo aquel que permanece en él, no peca. Todo aquel que peca, no lo ha visto ni lo ha conocido” (1 Juan 3:3-6).
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gál 5:16).
“A aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría” (Judas 1:24).
“Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apo 3:21).
35. La obediencia a los mandamientos ¿me ganará el favor de Dios?
EGW: Sí: “El obedecer los mandamientos de Dios es la única forma de obtener (ganar) su favor” (Testimonies for the Church [Testimonios para la iglesia], vol. 4, p. 28). Nota: la palabra “ganar” es una adición entre paréntesis por DyD, no Elena G. de White.
La Biblia: No: “todas nuestras justicias como trapo de inmundicia” (Isa 64:6).
La Biblia: No: “Y que por la Ley nadie se justifica ante Dios es evidente, porque ‘el justo por la fe vivirá’” (Gál 3:11).
Respuesta
Obtener algo no siempre quiere decir ganarlo. Obtener puede simplemente significar “llegar a tener posesión de”. Después de leer el pasaje en Testimonies, vol. 4, podemos descubrir rápidamente que Elena G. de White estaba contrastando aquellos que obedecen a Dios descansando en la fe con quienes esperan dudando hasta que “todo es claro y simple delante de ellos” (Testimonies, vol. 4, p. 27). Obedecer a Dios en la fe como opuesto a dudar de él es la cuestión. ¿Pero qué acerca de las palabras “obtener su favor”? Si la Biblia usa un lenguaje similar, entonces no podemos culpar a Elena G. de White.
“Porque el que me halla, halla la vida y obtiene el favor de Jehovah. Pero el que me pierde se hace daño a sí mismo; todos los que me aborrecen aman la muerte” (Prov 8:35, 36).
Aquí se aprecia no sólo las mismas palabras que usa Elena G. de White, sino que también expone el mismo pensamiento principal. El hallar sabiduría (así se obtiene el favor del Señor, de acuerdo al texto) se contrasta con pecar (transgredir la ley de Dios -1Juan 3:4). Elena G. de White dice sólo lo que hizo Salomón, y pocos cuestionarían la sabiduría e inspiración de Salomón.
Pero ¿hay algún otro ejemplo bíblico de una persona que obtiene el favor de Dios?
“Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Gén 6:8).
“Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y daré a tu descendencia todas estas tierras, y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes” (Gén 26:4, 5).
“Dijo Moisés a Jehová: -- Mira, tú me dices: ‘Saca a este pueblo’, pero no me has indicado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: ‘Yo te he conocido por tu nombre y has hallado también gracia a mis ojos’” (Exo 33:12).
“Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuera traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios” (Heb 11:5).
“Hasta los días de David. Este halló gracia delante de Dios” (Hech 7:45, 46).
“Y cualquiera cosa que pidamos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de él” (1 Juan 3:22).
“Entonces el ángel le dijo: -- María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios” (Luc 1:30).
36. ¿Nuestra obediencia y nuestra fe nos reconcilian con Dios?
EGW: Sí: “El hombre que ha deshecho la imagen de Dios en su alma mediante una vida corrompida, no puede efectuar un cambio radical en sí mismo mediante el mero esfuerzo humano. Debe aceptar las provisiones del Evangelio; debe reconciliarse con Dios por medio de la obediencia a su ley y la fe en Jesucristo” (Testimonies for the Church [Dones Testimonios para la iglesia], vol. 4, p. 294; La maravillosa gracia, p. 144).
La Biblia: No: “porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe” (Efe 2:8, 9).
La Biblia: No: “También a vosotros, que erais en otro tiempo extraños y enemigos por vuestros pensamientos y por vuestras malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprochables delante de él” (Col 1:21, 22).
Respuesta
La primera frase en la cita de Elena G. de White habla por sí misma. “El hombre…, no puede efectuar un cambio radical en sí mismo mediante el mero esfuerzo humano.” Su lenguaje es bastante claro aquí. Continúa: “Debe aceptar las provisiones del Evangelio…” Las “provisiones” del evangelio son lo que nos reconcilian con Dios, y aquellas provisiones incluyen poder para obedecer la ley de Dios. El evangelio completo provee tanto el perdón como el poder, de acuerdo a la Biblia.
Si le cuestionamos la referencia a la obediencia en Elena G. de White, entonces debemos cuestionar los siguientes textos:
“Al obedecer a la verdad, mediante el Espíritu, habéis purificado vuestras almas para el amor fraternal no fingido. Amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro” (1 Ped 1:22).
“¿Con qué limpiará el joven su camino? ¡Con guardar tu palabra!” (Salmo 119:9).
37. Como cristiano ¿permanezco condenado ante Dios?
EGW: Sí: “En el tiempo en que brilló sobre nosotros la luz de la reforma pro salud, y desde ese tiempo en adelante, la pregunta siempre presente ha sido ésta: ‘¿Estoy yo practicando la verdadera temperancia en todas las cosas?’ ‘¿Es tal mi régimen alimenticio que me pondrá en una posición en la cual pueda realizar la mayor suma de bien?’ Si no podemos contestar estas preguntas en forma positiva, aparecemos condenados delante de Dios” (Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 21).
La Biblia: No: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Rom 8:1).
La Biblia: No: “Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree no es condenado” (Juan 3:17, 18).
La Biblia: No: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
Respuesta
DyD muestran correctamente dos de las condiciones para permanecer sin condenación. (1) Estar “en Cristo Jesús” y (2)”creer” en Cristo y en el Padre. Ahora, consideramos lo que realmente significa “en Cristo Jesús” y “creer”.
La declaración de Elena G. de White fue sobre salud. La Biblia dice:
“Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” (1 Cor 3:17).
Este mandamiento es claro. Los adventistas creen que es un pecado destruir el cuerpo por cuestiones de intemperancia (fumar, consumir bebidas alcohólicas, hábitos de comer destructivos, etc.). Esta creencia está basada en el sexto mandamiento (no matarás) como también en un sinnúmero de otros textos como el citado anteriormente. Definidamente la Biblia promueve la salud del cristiano, que es todo un estudio en sí mismo. A la luz de los textos anteriores, ¿podría alguien todavía estar “en Cristo” si está destruyendo intencionalmente el templo de Dios. Esto nos recuerda otra vez la enseñanza de “una vez salvo, siempre salvo” que no tiene apoyo en la Biblia. Cristo mismo enseñó que estarán aquellos que una vez estuvieron “en Cristo” pero que escogieron no continuar esta relación (ver Juan 15:1-5; Mat 7:21-23; Eze 18:24; Apo 22:19). Esta relación no es una decisión de una vez, sino debe mantenerse diariamente (ver 1 Cor 15:31).
Para muchos cristianos la palabra “creer” tiene poco contenido. La Escritura nos dice que incluso los demonios “creen” y tiemblan (Santiago 2:19), pero están eternamente perdidos. Dios no nos está pidiendo simplemente que creamos que él es real y que Jesús fue crucificado hace 2.000 años. Quiere que creamos “toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat 4:4). ¿Creemos que Jesús es capaz de darnos poder (Judas 24, 1 Cor 10:13; 2 Cor 10:5; etc.)? Si es así, entonces lo hará; si no, no tenemos fe, y por tanto realmente no “creemos” (Mat 9:29). Es bastante simple. No está en nosotros decidir que partes de las promesas de Dios creeremos y de cuales dudaremos. La condición que nos mantiene libres de condenación es creer en todas ellas.
38. ¿Debo ser perfecto antes de que Cristo me acepte?
EGW: Sí: “De acuerdo con lo que me ha sido mostrado, se debe hacer una gran obra en su favor antes que usted sea aceptado a la vista de Dios” (Testimonios para la iglesia, vol. 2, p. 77).
EGW: Sí: “Tiene una gran obra que hacer… Es imposible que seáis salvos así como estáis.” (Testimonios para la iglesia, vol. 2, p. 284).
EGW: Sí: “Como es usted, contaminará todo el cielo. Usted es grosero, rudo y no santificado. No hay lugar en el cielo para un carácter como el que usted posee ahora…. Está hoy más lejos del modelo de perfección cristiana… que después de que transcurrieron pocos meses de que había recibido la verdad” (Testimonies for the Church [Testimonios para la iglesia], vol. 3, p. 465).
La Biblia: No: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)” (Efe 2:4-5).
La Biblia: No: “Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios” (Rom 15:7).
La Biblia: No: “Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones” (Hech 15:8, 9).
Respuesta
La pregunta que se hace es, “¿debo ser perfecto antes de que Cristo me acepte?” De las tres declaraciones citadas sólo una tiene la palabra “perfección” y no dice nada de que esta sea una condición previa para que Cristo nos acepte. Las otras dos declaraciones no hablan acerca de la perfección sino de condiciones que son comprensibles cuando se mira las citas en su contexto.
Elena G. de White una y otra vez repite el hecho de que no podemos salvarnos a nosotros mismos, y que necesitamos venir a Cristo como estamos para lograr cualquier cambio. De hecho, incluso dice que no necesitamos arrepentirnos antes de venir a Cristo, porque es él quien nos lleva al arrepentimiento (ver El camino a Cristo, pp. 23, 24). Ella dice que muchos yerran pensando que no pueden ir a Cristo antes de que se arrepientan. En la p. 29 dice, “Si percibís vuestra condición pecaminosa, no esperéis a haceros mejores vosotros mismos…. Hay ayuda para nosotros solamente en Dios”. Hay muchos ejemplos como éste. En la misma página ella dice que si esperamos ser lo “bastante buenos” para venir a Jesús, nunca vendremos, pero debemos venir como somos. Cualquiera que haya leído los escritos de Elena G. de White sabe de su decidida posición al respecto.
En los tres casos, ella habla a individuos, por su situación particular. Debemos ver cuál es esa situación antes de que podamos saber lo que quiere decir en las citas anteriores abreviadas.
Cita 1: “De acuerdo con lo que me ha sido mostrado, se debe hacer una gran obra en su favor antes que usted sea aceptado a la vista de Dios” (Testimonios para la iglesia, vol. 2, p. 77).
Ella continúa diciendo a este individuo, “El yo es demasiado prominente en usted. Posee un temperamento rápido y apasionado, y es arbitrario y exigente con los miembros de su familia”. ¿Está Cristo morando en nosotros si el yo sobresale demasiado? (¿Podemos servir a dos señores?) ¿Considera Cristo un corazón egoísta (la esencia del problema de Satanás) “aceptable” o necesita este hombre que Cristo realice por él una gran obra? ¿Dice ella “tiene usted una gran obra que hacer antes de que pueda ir a Jesús”? No. ¿Quién hace la obra por nosotros? Jesús. Esto está en perfecta armonía con la Biblia. Ninguna persona es “aceptable para Cristo” en una condición egoísta y opresora. Sólo los universalistas debatirían este punto. ¿Se necesitaba hacer una “gran obra” por el rey Nabucodonosor antes de que fuera “aceptado” por Dios, o estaba bien cuando estaba ensalzando a un ídolo y tratando de quemar a los fieles siervos de Dios? La “gran obra” fue realizada a favor de él por Dios en Daniel, capítulo 4.
Cita 2: “Tiene una gran obra que hacer… Es imposible que seáis salvos así como estáis.” (Testimonios para la iglesia, vol. 2, p. 284).
Esta página (284) claramente establece cuál es la “gran obra” que ellos (una pareja) necesitan hacer. No salvarse a si mismos, sino lo opuesto: “Jesús la invita ahora a acudir a él, que es manso y humilde de corazón.” ¿Cuándo dice Elena G. de White que deben ir a Cristo? Ahora. ¿Cuánto más clara puede ser? Preste atención a lo siguiente que aparece en la misma página: “¡Oh, qué importante es que usted se dé cuenta de la obra que se debe hacer por usted misma antes que sea demasiado tarde para siempre!” Tenemos una obra que hacer en nuestra salvación: venir a Cristo y mantener los ojos en él; él no hará eso por nosotros; nunca fuerza la voluntad. Pero todo crece y las victorias en nuestra vida provienen directamente de él. Elena G. de White continua: “Le ha prometido con seguridad que en él va a encontrar descanso.” Difícilmente esto suena como si ella los estuviera instruyendo para que obren su propia perfección antes de ir a Jesús. Y la declaración: “Es imposible que seáis salvos así como estáis” no tiene nada que ver con perfección, sino que apoya más bien la enseñanza bíblica de que “Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación” (Heb 3:15). Era imposible para los fariseos ser salvos como estaban; necesitaban a Cristo desesperadamente. Era imposible para usted y para mi ser salvos como éramos antes de Cristo, porque todas nuestras justicias eran como trapos de inmundicia (Isa 64:6). Esto está en armonía con la Biblia.
Cita 3: “Como es usted, contaminará todo el cielo. Usted es grosero, rudo y no santificado. No hay lugar en el cielo para un carácter como el que usted posee ahora…. Está hoy más lejos del modelo de perfección cristiana… que después de que transcurrieron pocos meses de que había recibido la verdad” (Testimonies for the Church [Testimonios para la iglesia], vol. 3, p. 465).
Con esta cita el tema cambia de “Cristo aceptándome” a “perfección” o victoria sobre el pecado. Aquí Elena G. de White está hablando sobre la transformación del carácter que viene después que una persona viene a Cristo. Jesús enseña claramente que aquellos que vienen a él, y que moran en él por un tiempo, pero que luego dejan, finalmente se perderán (ver Juan 15:2, 6). Pedro habla de aquellos que aceptan a Cristo y luego se arrepienten. Dice que sería mejor para ellos que nunca hubieran conocido la verdad y los compara con un perro que vuelve a su vómito (ver 2 Ped 2:20-22). Jesús mismo habló acerca de ser “perfecto”. “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mat 5:48). Y Pablo: “Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros” (2 Cor 13:11); “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efe 4:13); “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús” “Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios” (Fil 3:12, 15). Y Santiago: “Pero tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Sant 1:4). Y Pedro: “Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca” (1 Ped 5:10).
Los cristianos adventistas y no adventistas por igual han debatido sobre el significado de estas declaraciones, pero nadie denuncia como falso al profeta por usar ese lenguaje. Y nadie en el adventismo, incluyendo Elena G. de White, ha enseñado alguna vez que alguien debe ser perfecto antes de venir a Cristo. No existe tal declaración.
La cuestión en la cita 3 es la victoria sobre el pecado y la perfección del carácter que Cristo (no nosotros) produce en sus hijos. Pero con esta cita –y con la cita 2- si se lee el pasaje completo, es claro que Elena G. de White enseña que la ayuda viene de Cristo y que nosotros no nos cambiamos a nosotros mismos.
A la luz de todo lo que Elena G. de White dice acerca de cómo uno viene a Jesús, no hay más razón para atacarla en estas declaraciones que las que hay para llamar a Pablo un falso profeta por amonestarnos a “obrar nuestra salvación con temor y temblor” (Fil 2:12). Necesitamos mirar a todo lo que dice Pablo sobre el tema antes de decir que contradice al resto de las Escrituras.
39. ¿Entró Jesús en el Lugar Santísimo del templo celestial antes del 22 de octubre de 1844?
EGW: No: “Luego se me mostró que… se abriese la puerta en el lugar santísimo del santuario celestial, donde está el arca que contiene los diez mandamientos. Esta puerta no se abrió hasta que hubo terminado la mediación de Jesús en el lugar santo del santuario en 1844. Entonces Jesús se levantó, cerró la puerta del lugar santo, abrió la que da al santísimo y pasó detrás del segundo velo, donde está ahora al lado del arca” (Primeros escritos, p. 42).
La Biblia: Sí: “Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos. Él es ministro del santuario y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor y no el hombre” (Heb 8:1, 2).
La Biblia: Sí: “y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar santísimo, habiendo obtenido eterna redención” (Heb 9:12).
Respuesta
El primer texto citado no dice nada acerca de que Jesús está en el Lugar Santísimo. El “trono” de Dios puede estar dondequiera que él lo desee. Es un trono móvil (¿puede imaginar a Dios confinado en un lugar?), se lo describe poseyendo “ruedas” (Dan 7:9). La presencia de Dios ni siquiera se manifestaba en el Lugar Santísimo en el Antiguo Testamento. Se lo veía en la puerta exterior del Lugar Santo con Moisés para alguna cosa (ver Exo 33:8-11). Se necesita que haya algún texto que declare que Dios el Padre estaba y siempre está en el Lugar Santísimo del santuario celestial para considerar que Elena G. de White y los adventistas están equivocados en esto. No existe un texto tal.
La Nueva Versión Internacional de la Biblia traduce el segundo texto como “Lugar Santísimo” mientras que otras versiones dicen “santuario”. ¿Qué dice en el texto griego?
La única vez que el libro de Hebreos habla del segundo compartimiento (Lugar Santísimo) específicamente y con propiedad en Hebreos 9:3, donde se usa en griego hagia hagion y se traduce correctamente como “el más santo de todos”. En este texto no dice que Jesús fue allí en el momento de su ascensión; simplemente describe el santuario terrenal. En ninguna parte del libro de Hebreos se usa la expresión hagia hagion para hablarnos del lugar donde está Cristo en el cielo. Si él entró en hagia hagion, ¿por qué el libro de Hebreos no lo menciona ni una vez?
Nuevamente, recomendamos la lectura del libro de Clifford Godstein, 1884 Hecho Simple, para un estudio más profundo sobre este y otros cargos en contra del juicio investigador.
40. ¿No son borrados los pecados perdonados de los santos hasta el gran día de la recompensa final?
EGW: Sí: “Aunque la sangre de Cristo habría de librar al pecador arrepentido de la condenación de la ley, no había de anular el pecado; éste queda registrado en el santuario hasta la expiación final… En el gran día del juicio final, los muertos han de ser juzgados "por las cosas que" están "escritas en los libros, según sus obras." (Apoc. 20:12.) Entonces en virtud de la sangre expiatoria de Cristo, los pecados de todos los que se hayan arrepentido sinceramente serán borrados de los libros celestiales” (Patriarcas y profetas, pp. 372, 373).
La Biblia: No: “porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados ni de sus maldades” (Heb 8:12).
La Biblia: No: “Yo, yo soy quien borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” (Isa 43:25).
La Biblia: No: “Porque perdonaré la maldad de ellos y no me acordaré más de su pecado” (Jer 31:34).
Respuesta
El día de expiación en tiempos del Antiguo Testamento señalaba a la obra de Cristo en el juicio investigador. La Biblia, Elena G. de White y el adventismo están los tres en lo correcto al proclamar esta doctrina.
Nuevamente DyD usan textos que no prueban que Elena G. de White cita erróneamente. Todos estos textos dicen, en esencia, que Dios nos perdonará y no se acordará más de nuestros pecados. El perdón llega cuando venimos a Cristo (1 Juan 1:9), pero Dios no limpia la memoria de ellos mientras viven sino hasta después del fin del tiempo de prueba. Estos textos no dicen nada sobre cuando ocurre esto. Una prueba de que la memoria de ellos no ha sido borrada se encuentra en las historias bíblicas mismas. ¿Ha sido borrado de la existencia el pecado de David y Betzabé? Millones de personas leen sobre esto cada año. Sí, cuando el gran conflicto entre Cristo y Satanás llegue a su fin, Dios, por toda la eternidad, no recordará más nuestros pecados; serán borrados de la existencia. Como se dijo anteriormente, lo que Jesús hace con esos pecados mientras tanto es su problema. Nosotros sólo necesitamos dárselos ahora.
41. ¿Aprendió Pablo el evangelio de los hombres de la iglesia?
EGW: Sí: “Pablo debía recibir instrucción en la fe cristiana y obrar en forma comprensiva. Cristo le envió a los mismos discípulos a quienes había estado persiguiendo tan acerbamente, para que aprendiese de ellos… ahora Pablo estaba en condición de aprender de aquellos a quienes Dios había ordenado que enseñasen la verdad. Cristo envió a Pablo a sus siervos escogidos, y en esta forma le puso en relación con su iglesia. Los mismos a quienes se proponía matar debían instruirle en la religión que él había despreciado y perseguido” (Joyas de los testimonios, vol. 1, p. 393).
La Biblia: No: “Pero os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí no es invención humana, pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo… no me apresuré a consultar con carne y sangre. Tampoco subí a Jerusalén para ver a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro y permanecí con él quince días; pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. En esto que os escribo, os aseguro delante de Dios que no miento” (Gál 1:11-12, 16-20).
Respuesta
La declaración de Elena G. de White vino después que ella había estado describiendo el relato bíblico de Pablo al caer cegado en camino a Damasco. Preste atención a las palabras de la Biblia:
“Él, temblando y temeroso, dijo: -- Señor, ¿qué quieres que yo haga? El Señor le dijo: -- Levántate y entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que debes hacer” (Hech 9:6).
Esto nunca lo mencionan DyD. El hecho es que Elena G. de White estaba en lo correcto de que Cristo le dijo a Pablo que fuera a los cristianos y que ellos le dirían qué hacer y le ayudarían a instruirlo.
“Jesús le indica a Pablo que recurra a sus agentes de la iglesia para conocer mejor su deber. Así autoriza y sanciona su iglesia organizada. Cristo había hecho la obra de la revelación y convicción, y ahora Pablo estaba en condición de aprender de aquellos a quienes Dios había ordenado que enseñasen la verdad. Cristo envió a Pablo a sus siervos escogidos, y en esta forma le puso en relación con su iglesia” (Joyas de los testimonios, vol. 1, p. 393).
Note que ella dice que Cristo había hecho una obra de “revelación y convicción”. Elena G. de White y Pablo están en perfecta armonía en cuanto a que la verdad acerca de quién es realmente Jesús (el “evangelio”) fue revelado a Pablo por Cristo y el Espíritu Santo. Elena G. de White no dice que Pablo aprendió todo acerca del evangelio de los discípulos, sino que Cristo envió a Pablo a la iglesia organizada contra la que había estado luchando para “recibir instrucción”. ¿Puede un profeta de Dios que tiene revelaciones directas del Espíritu Santo recibir instrucciones de otros seres humanos? Por supuesto. Se puede apreciar en el caso de Samuel y Eli, David y Natán, Moisés y su suegro, e incluso Pedro cuando es corregido en cierta ocasión por Pablo. Pablo está hablando de la esencia del evangelio, dejando en claro a los gálatas que él no fue engañado por fábulas de hombres para creer lo que creía acerca de Jesús, sino que esto le fue dado en forma sobrenatural por el Espíritu Santo. ¿Quiere decir esto que no recibió instrucción de la iglesia temprana respecto a las cosas prácticas que ellos estaban haciendo y la dirección en la que estaban yendo? Jesús podía haber sanado a Pablo de su ceguera pocos momentos después de haberlo afligido. Él podía haberle dicho todo lo que necesitaba justo en ese momento y allí, sin tener en cuenta a la iglesia temprana. Pero no lo hizo. Deseaba que Pablo se conectara con ellos tan pronto como fuera posible, y fue mediante el milagro de Ananías (por la gracia de Dios) que la vista de Pablo fue restaurada. Si alguno lee las páginas anteriores y posteriores a este pasaje citado de Elena G. de White, esto queda bien en claro.
En resumen: dos cosas se dejaron afuera de la evidencia: (1) La declaración de Elena G. de White de que Pablo recibió la revelación y la convicción por medio de Jesús mismo, y (2) el texto bíblico (Hech 9:6) que habla de Cristo diciéndole a Pablo que ingrese a la ciudad para aprender de los creyentes lo que tenía que hacer después. No hay contradicción cuando se incluyen estas porciones.
42. ¿Qué es el “sello de Dios”?
EGW: Sábado: “Los enemigos de la ley de Dios, desde los ministros hasta el más insignificante entre ellos, adquieren un nuevo concepto de lo que es la verdad y el deber. Reconocen demasiado tarde que el día de reposo del cuarto mandamiento es el sello del Dios vivo” (El conflicto de los siglos, p. 698).
La Biblia: ESPÍRITU SANTO: “fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efe 1:13).
La Biblia: ESPÍRITU SANTO: “Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Efe 4:30).
Respuesta
La mayoría de las traducciones de la Biblia que no sean la Nueva Versión Internacional tienen Efe 1:13 en concordancia con 4:30 sobre el hecho de que el Espíritu Santo hace el sellamiento. Los adventistas usan estos mismos textos todo el tiempo en estudios bíblicos, porque les ayuda a explicar lo que es realmente el sello y quién hace el sellamiento. El sello de Dios incluye: al Espíritu Santo en nuestros corazones, que se forme en nuestro interior el carácter de Cristo y el nombre de Dios en nuestras “frentes”/mentes (ver Efe 1:13 y 4:30; Col 1:27; Apo 7:3 y 14:1). Cuando se impone la marca de la bestia, aquellos que tengan las tres características mencionadas elegirán obedecer la Palabra de Dios en lugar de la ley de los hombres incluso cuando se enfrenten con la muerte (ver Isa 24:1-6; Sal 119:126; Apo 14:12 y 12:11). Observarán el sábado de Dios como día santo. El sello de Dios –al igual que el juicio investigador- es todo un estudio bíblico en sí mismo. Los textos mencionados aquí no desaprueban la creencia de que el sábado es el sello de Dios en los días finales. Elena G. de White unifica la relación del Espíritu Santo y el sello de Dios de esta manera:
“La santificación del Espíritu destaca la diferencia entre aquellos que tienen el sello de Dios y los que guardan un día falso de reposo” (Comentario bíblico adventista, vol. 7, p. 991).
43. ¿Se requiere que nos arrodillemos cada vez que oremos?
EGW: Sí: “¿De dónde han sacado nuestros hermanos la idea de que deben permanecer de pie mientras oran a Dios? A uno que se había educado por cinco años en Battle Creek se le pidió que guiara en oración antes de que la Hna. White hablara al pueblo. Pero al verlo permanecer de pie cuando sus labios estaban por abrirse para orar a Dios, experimenté la viva necesidad de reprocharlo directamente. Lo llamé por su nombre y le dije: "Arrodíllese". Esta es siempre la posición correcta” (Mensajes selectos, vol. 2, p. 359).
EGW: Sí: “Tanto en el culto público como en el privado, nuestro deber consiste en arrodillarnos delante de Dios cuando le ofrecemos nuestras peticiones. Este acto muestra nuestra dependencia de él” (Mensajes selectos, vol. 2, p. 360).
EGW: Sí: “La actitud debida cuando se ora a Dios consiste en arrodillarse” (Mensajes selectos, vol. 2, p. 360).
EGW: No: “No necesitamos esperar hasta tener la oportunidad de arrodillarnos delante de Dios. Podemos orar al Señor y hablar con él dondequiera que estemos” (Mensajes selectos, vol. 3, p. 304).
EGW: Sí: “No siempre es necesario arrodillarse para orar” (Mensajes selectos, vol. 3, p. 305).
La Biblia: No: “Pero el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘Dios, sé propicio a mí, pecador’” (Luc 18:13).
La Biblia: No: “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas” (Mar 11:25).
Respuesta
En las declaraciones “Sí” ella está hablando acerca de la adoración institucional y privada y en las declaraciones “No”, obviamente está hablando de las ocasiones cuando realizamos nuestras tareas diarias. El apóstol Pablo nos habla acerca de “orar sin cesar” (1 Tes 5:17). Claramente él quiere decir que debemos tener un marco de oración incluso cuando estamos caminando, trabajando o haciendo cualquier cosa en la vida. No necesitamos estar sobre nuestras rodillas cada segundo de cada día. Esto es lo que Elena G. de White quiso decir en las referencias “no”.
Una de las razones que da Elena G. de White para la necesidad de arrodillarse es la de los ejemplos bíblicos. En Mensajes selectos, vol. 2, p. 360, Elena G. de White da 8 ejemplos del Nuevo y Antiguo Testamentos donde la gente se arrodilla para orar (¡y hay muchos más que ella no menciona!).
Algunos argumentan que Elena G. de White misma permaneció de pie muchas veces cuando ofreció una oración en la iglesia, pero observemos un ejemplo de esto y veamos si podemos entender porqué estaban de pie:
“Elena White y el auditorio se ponen de pie para la oración de consagración.-Pregunto: ¿Quién hará ahora un decidido esfuerzo para obtener la educación superior? Los que desean hacerlo, les ruego que lo manifiesten poniéndose de pie. [La congregación se puso en pie.] Aquí está toda la congregación. Que Dios os ayude a cumplir vuestro compromiso. Oremos” (Mensajes selectos, vol. 3, p. 307).
¿No hay diferencia acaso entre la forma en que Elena G. de White hizo esto y la del pastor que en forma descuidada comenzó a orar mientras estaba de pie? Elena G. de White les estaba pidiendo que permanecieran de pie para hacer una plegaria ante el Señor y luego ellos orarían pidiendo que el Señor los ayudara a mantenerse en lo que pidieron.
La Biblia tiene muchos ejemplos de arrodillarse en oración (Sal 95:6; Efe 3:14; Dan 6:10; 2 Cro 6:13; 7:3;29:29; Mat 8:2; 9:18; 15:25; 17:14; Luc 22:41; Hech 20:35, 36, etc.). Pero, ¿qué acerca de los dos textos que presentan DyD?
En el primer texto, el recolector de impuestos no sólo permaneció de pie sino que también “se golpeaba el pecho”. ¿Estaba Jesús dando un discurso sobre la forma apropiada de orar durante la adoración o estaba destacando el punto de una actitud de suficiencia propia en la oración en contraposición con una de quien reconoce su indignidad?
Y en el segundo texto, la palabra griega que dice “estéis” (steko) se usa –en los otros textos en la Biblia- como una figura de algo que está firme o estacionario (por lo general, “estar firmes en el Señor”). La palabra griega que es utilizada para mostrar que una persona está literalmente sobre sus pies como opuesto a sentada, es una palabra completamente diferente (histemi). Las personas no siempre se arrodillan cuando oran o hablan con Dios en la Biblia, pero Mar 11:25 no se está refiriendo a una posición física. Si lo hiciera, entonces las instrucciones de Cristo no se aplicarían a los creyentes cuando se arrodillan en oración, y obviamente Cristo se estaba refiriendo a cualquier momento en que oramos.
No hay duda de que los servicios de adoración en la mayoría de las denominaciones actuales, están siendo cada vez menos reverentes que en el pasado (en lo que vestimos, cómo actuamos, lo que decimos, el cuchicheo habitual y la actitud en general). Elena G. de White deseaba revertir esto promoviendo la idea bíblica de arrodillarse en forma reverente en la casa de adoración. A la luz de los desafíos que enfrenta la iglesia actual, haríamos bien en prestar atención a su consejo. Elena G. de White y todos los ejemplos bíblicos son correctos en cuanto a que arrodillarse es muy apropiado.
44. ¿Se perderá la gente porque su pastor es desaliñado?
EGW: Sí: “La pérdida de algunas almas fue causada por la falta de pulcritud y el desaseo del ministro.” (Mensajes selectos, vol. 3, p. 287).
La Biblia: No: “Yo os juzgaré, casa de Israel, a cada uno conforme a sus caminos” (Eze 33:20).
La Biblia: No: “El alma que peque, esa morirá. El hijo no llevará el pecado del padre ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo recaerá sobre él y la impiedad del impío recaerá sobre él” (Eze 18:20).
Respuesta
¿Dice Elena G. de White aquí que la persona se perdió directamente a causa del desaliño del ministro en lugar de la relación estrecha de la persona con el Señor? No. Elena G. de White no está diciendo que alguien puede, en el día del juicio, decir “estoy perdido sólo porque el pastor era desaliñado”. Pero el punto que destaca Elena G. de White que la primera impresión es importante y que algunas personas, a causa de la apariencia desaliñada del pastor, puede que no quieran regresar a la iglesia. La decisión fue de ellos, pero si él no hubiera sido tan desaliñado y sin arreglarse, nunca hubiesen tomado esas primeras decisiones que los llevaron por el camino que eligieron (que conduce a la perdición y al descuido de las cosas espirituales). Elena G. de White sólo declara que la pérdida de ese alma podría ser “causada” por el desaliño del pastor. Nunca dijo que él sería la única causa de su condición perdida. Elena G. de White está tratando la cuestión de ser una piedra de tropiezo y Pablo mismo habla de esto (ver 1 Cor 8).
Recomendamos que se lean los pasajes anteriores y posteriores a la declaración de Elena G. de White que se cita aquí. Esto podría aclarar las cosas y colocarlas en la perspectiva completa (Mensajes selectos, vol. 3, p. 286). Estas citas ultra breves generalmente dicen poco sobre el contexto.
45. ¿Es pecado estar enfermo?
EGW: Sí: “Es un pecado estar enfermo, porque todas las enfermedades son resultado de la transgresión” (Consejos sobre salud, p. 37).
La Biblia: No: “Satanás salió de la presencia del SEÑOR, e hirió a Job con llagas malignas desde la planta del pie hasta la coronilla… En todo esto Job no pecó con sus labios” (Job 2:7, 10).
Respuesta
A continuación aparece el texto siguiente a la oración que se cita de Elena G. de White.
“Muchos sufren como consecuencia de la transgresión de sus padres. No se los puede censurar por el pecado de ellos” (Consejos sobre salud, p. 37).
Aquí dejamos en claro cualquier idea que alguien tenga de que quien se enferma está sólo pagando el precio de sus propios pecados.
Muchas cosas pasan de unos a otros y no tenemos control sobre esto. Si nuestros padres y ancestros abusaron de su salud (por ejemplo, una madre embarazada ingirió drogas o alcohol), nosotros terminamos afectados por esto, bien o mal. Esto es por completo el resultado de violar la ley de Dios y de la naturaleza. De hecho, en primer lugar, no habría enfermedad si Adán y Eva no hubieran pecado. Dios no inventó la enfermedad, es el resultado de vivir en un mundo pecaminoso y se amplifica por nuestras propias prácticas malsanas. Esto es lo que quiere decir al llamarlo “pecado”. Como se vio en la siguiente oración, ella no quiere dar a entender que por enfermarse uno ha cometido un pecado. Todos los problemas de salud de los seres humanos son el resultado de una acumulación de pecados y violaciones a las leyes de salud, ninguna persona honesta puede negarlo.
El texto mencionado (Job 2:7, 10) muestra a Satanás infligiendo a Job con erupciones, y obviamente esto no fue culpa de Job. Si Elena G. de White estaba diciendo lo que DyD están tratando de probar que ella dice, entonces este texto (junto con otros) probaría que ella estaría en el error; pero ella no está diciendo simplemente esto.
DyD agregan “Es una cuestión que figura en los registros de que Elena de White estuvo varias veces enferma -¿eso quiere decir que pecó mucho?” Muchas de las condiciones pobres de salud de Elena G. de White fueron el resultado del accidente fatal y trágico que tuvo de niña, pero incluso en los otros momentos cuando ella estuvo enferma, necesitamos comprender lo que estaba diciendo (al leer el texto siguiente a la oración que se cita) antes de llamarla una hipócrita o acusarla de contradecir la Biblia.
46. ¿Evitará Dios que los impíos maten a su pueblo que rechaza recibir la marca de la bestia?
EGW: Sí: “Dios no consentiría que los malvados exterminasen a quienes esperaban la traslación y no se sometían al decreto de la bestia ni recibían su marca. Vi que si a los malvados se les permitiese exterminar a los santos, Satanás se alegraría, con sus malignas huestes y todos cuantos odiaban a Dios… las espadas levantadas contra el pueblo de Dios se quebraron y cayeron tan inofensivas como briznas de paja. Los ángeles de Dios escudaron a los santos” (Primeros escritos, p. 284).
La Biblia: No: “Y vi las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y de la palabra de Dios, y a los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni habían recibido la marca sobre su frente ni sobre su mano; y volvieron a la vida y reinaron con Cristo por mil años” (Apo 20:4).
Respuesta
Esto tiene poco que ver con “contradicciones” y más con escatología. Los adventistas creen en el fin del tiempo de gracia. Una vez que termine el tiempo de gracia entonces la muerte de los que sean fieles a Dios no tendrá sentido, porque ninguno que esté entre los perdidos después de que termine el tiempo de gracia (prueba) se cambiará de bando y será salvo (tiene que ver con el sentido de la gracia o prueba). La sangre de los mártires no sembraría ninguna semilla para el evangelio (ver El conflicto de los siglos, p. 692). Por tanto, la declaración de Elena G. de White que citan DyD (Primeros escritos, p. 284) en cuanto a que Dios no permite que sus fieles sean muertos por los malvados es correcta, porque esto es después del tiempo de gracia. Los mártires mencionados en el texto bíblico citado (Apo 20:4) son aquellos que fueron muertos antes del fin del tiempo de gracia (ver Manuscript Releases [Manuscritos liberados], vol. 20, p. 14).
47. ¿Tratarán los impíos de arrepentirse cuando experimenten las siete últimas plagas?
EGW: Sí: “Las plagas estaban cayendo sobre los moradores de la tierra. Algunos acusaban a Dios y le maldecían. Otros acudían presurosos al pueblo de Dios en súplica de que les enseñase cómo escapar a los juicios divinos (arrepentimiento)… Quienes habían menospreciado la Palabra de Dios corrían azorados de un lado a otro, errantes de mar a mar y de norte a oriente en busca de la Palabra del Señor (arrepentimiento)… ¡Qué no dieran por oír una palabra de aprobación de parte de Dios (arrepentimiento)! Pero no; han de seguir hambrientos y sedientos” (Primeros escritos, p. 281). Nota: La palabra “arrepentimiento” fue agregada tres veces por DyD.
La Biblia: No: “Los hombres fueron quemados con el intenso calor; y blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se quedó en tinieblas, y se mordían la lengua de dolor. Y blasfemaron contra el Dios del cielo por causa de sus dolores y de sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras… Y enormes granizos, como de un talento cada uno, cayeron sobre los hombres; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque su plaga fue sumamente grande” (Apo 16:9-11, 21).
Respuesta
Note los tres lugares donde DyD insertan la palabra “arrepentimiento”. Esto no está hablando para nada acerca del verdadero arrepentimiento, sino más bien tratando de librarse del castigo que han traído sobre sí mismos. E incluso si Elena G. de White hubiera usado la palabra “arrepentimiento”, esto no contradeciría la Biblia, porque dice de Esaú “pues no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas” (Heb 12:17). Nuevamente, éste no fue un arrepentimiento sincero o Dios lo hubiera perdonado. Ésta es la misma clase de “arrepentimiento” que salió de los labios de Judas cuando vio que Cristo no iba a librarse por sí mismo de la condenación (Mat 27:3, 4). Es el mismo tipo de arrepentimiento falso que los perdidos experimentarán después del tiempo de gracia (ver también Amós 8:11, 12; Mat 25: 11, 12).
DyD citan de Apo 16:9-11 y 21 cuando los perdidos “maldicen a Dios” por causa de las plagas, pero no quiere decir que se establece el hecho de que millones de ellos tratarán de cambiar su queja después de que vean que es demasiado tarde. Así es la naturaleza humana. Elena G. de White no contradice la verdad aquí más que la Biblia cuando habla acerca del “arrepentimiento” de Esaú y Judas.
48. ¿Puede Satanás responder oraciones dirigidas a Dios?
EGW: Sí: “Satanás parecia estar al lado del trono, procurando llevar adelante la obra de Dios. Vi a la compañía alzar las miradas hacia el trono, y orar: "Padre, danos tu Espíritu." Satanás soplaba entonces sobre ella una influencia impía” (Primeros escritos, p. 55).
La Biblia: No: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?” (Mat 7:11).
La Biblia: No: “Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” (Mat 18:19).
Respuesta
“Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’. Entonces les declararé: ‘Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!’” (Mat 7:22, 23).
Si Jesús mismo dice “nunca os conocí” y esto a pesar de que echaban fuera demonios y hacían muchos milagros en su nombre, ¿quién les dio el poder para hacerlo?
“Si en mi corazón hubiera yo mirado a la maldad, el Señor no me habría escuchado” (Sal 66:18).
Pero a Satanás le gusta escuchar a aquellos que albergan iniquidad en sus corazones.
“También hace [el poder de la bestia] grandes señales, de tal manera que incluso hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres” (Apo 13:13).
Este poder de la bestia es religioso, poder “cristiano”. ¿A quién “ora” cuando sucede este milagro?
“Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan de ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Cor 11:14, 15).
Estos son ministros de “justicia” y además se los llama “de él” (de Satanás). ¿A quién oran realmente?
“El advenimiento de este impío, que es obra de Satanás, irá acompañado de hechos poderosos, señales y falsos milagros, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (2 Tes 2:9-12).
Otra vez, el poder de la bestia es un poder religioso y además es capaz de obrar señales y milagros con el poder de Satanás. Entonces aquellos que sigan con esto reciben “un poder engañoso, para que crean en la mentira”. Esto quiere decir que realmente creen que están adorando (y orando) al verdadero Dios –el Dios que está respondiendo todas sus oraciones con estas señales y milagros maravillosos.
“Os expulsarán de las sinagogas, y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que rinde servicio a Dios” (Juan 16:2).
¿Piensa usted que esta gente sinceramente engañada ora alguna vez durante el tiempo mencionado? Y ¿quién supone que los “oye” y los ayuda a perseguir a los fieles?
DyD agregan: “La idea de que Satanás responde las oraciones dirigidas a nuestro Padre celestial no sólo contradice la Biblia –también pone por completo en ridículo el poder de Dios.” La Biblia enseña eso, que cuando se cumpla Apocalipsis 13, veremos multitud de oraciones milagrosamente respondidas por Satanás.
Resumen: Sí, Satanás puede oír y enviar falsos milagros sobre los “cristianos” engañados que no reciben el “amor de la verdad” (2 Tes 2:10). DyD mencionan dos textos que dicen que Dios responde nuestras oraciones. Nosotros concordamos, y Elena G. de White enseña esto en forma consistente.
49. ¿Sabremos exactamente el día y hora de la segunda venida de Cristo?
EGW: Sí: “como Dios me ha mostrado… oímos la voz de Dios, semejante al ruido de muchas aguas, que nos anunció el día y la hora de la venida de Jesús.” (Primeros escritos, pp. 14, 15, 34, 285).
La Biblia: No: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir” (Mat 25:13).
La Biblia: No: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre” (Mat 24:36).
Respuesta
Jesús mismo no sabía “el día y la hora” cuando estaba en la tierra (Mat 24:36), pero ahora ciertamente lo sabe. Elena G. de White en las citas mencionadas simplemente declara que Dios revelará esta información a sus siervos “sellados” durante el tiempo de angustia para confortarlos con la cercanía de la liberación. No hay textos bíblicos que digan que los redimidos nunca sabrán el día y la hora de la segunda venida después del tiempo de gracia.
50. ¿Regresará Jesús a la tierra cuando sea medianoche?
EGW: Sí: “Es a medianoche cuando Dios decide librar a su pueblo. Mientras los impíos se burlan a su alrededor, repentinamente sale el sol, brillando en todo su esplendor, y la luna permanece” (Spiritual Gifts [Dones espirituales], vol. 1, p. 205).
La Biblia: No: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir” (Mat 25:13).
La Biblia: No: “Les dijo: -- No os toca a vosotros saber los tiempos o las ocasiones que el Padre puso en su sola potestad” (Hech 1:7).
Respuesta
Esto no es una contradicción. No es una declaración del día o la hora en ningún sentido que nos permita, en un tiempo específico, ver el descenso en las nubes de los cielos. No nos da ninguna pista sobre cuándo vendrá Jesús –algo contra lo cual nos advirtió Elena G. de White que se repetiría de tiempo en tiempo. ¿Vamos a tropezar con la palabra “hora” en la declaración de Cristo?
“Medianoche” fue el momento en que Dios pasó a través de Egipto durante la décima plaga y mató a todos los primogénitos de allí (y en Israel si ellos no tenían la sangre en los dinteles de las puertas) (Exo 11:4; 12:29). En la parábola de Cristo de las diez vírgenes, fue a medianoche cuando se oyó el clamor “¡Aquí viene el novio, salid a recibirlo!” (Mat 25:6), y cinco de las vírgenes no estaban preparadas. Job dice “¡En un momento mueren, a medianoche! Los pueblos se alborotan, y ellos pasan, y sin mano de hombre es quitado el poderoso” (Job 34:20). Las profecías bíblicas que usan un lenguaje simbólico de ese tipo se encuentran diseminadas a lo largo de todas las Escrituras.
Necesitamos comprender que “medianoche” tiene un significado más profundo que solamente 12 AM en cierta zona horaria. Primero, si quiere dar a entender “medianoche” en forma literal, entonces ¿para qué zona horaria? Cuando es medianoche en Battle Creek será mediodía en otra parte del mundo (y si deseamos realmente hablar en forma técnica, será medianoche en algún lugar en la tierra, no importa cuando venga Jesús: no obstante, ella está hablando de algo más que eso).
Amós describe el fin del mundo así: “Aquel día, dice Jehová, el Señor, haré que se ponga el sol a mediodía: cubriré de tinieblas la tierra en el día claro” (Amós 8:9). Este texto usa una “hora” en forma similar a como lo hace Elena G. de White.
Cuando Jesús venga literalmente a la tierra con todos los santos ángeles, nuestro mundo entrará en un caos tal que el sol y la luna no serán confiables para determinar el momento del día. La tierra completa será sacudida y trastornada “su faz” (ver Isa 24:1-6).
La declaración de Elena G. de White está sólo dando una información profética/simbólica, y en Primeros escritos y El conflicto de los siglos hay declaraciones similares que muestran que ella está hablando de la liberación de la sentencia de muerte, no del regreso de Jesús a la tierra en ese momento. Esta declaración en ninguna forma establece el “día y la hora” de la segunda venida, esto es bastante claro.
51. ¿Tendrán los salvados alas en la resurrección?
EGW: Sí: “Nos reunimos en derredor de Jesús, y precisamente cuando cerraba las puertas de la ciudad, la maldición fue pronunciada sobre los impíos. Las puertas se cerraron. Entonces los santos usaron sus alas y subieron a la parte superior de la muralla de la ciudad” (Primeros escritos, p. 53).
La Biblia: No: “Él transformará nuestro cuerpo mortal en un cuerpo glorioso semejante al suyo, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas” (Fil 3:21).
Respuesta
“Antes bien, como está escrito: ‘Cosas que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman’” (1 Cor 2:9).
“Deléitate asimismo en Jehová y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Sal 37:4).
Aunque es cierto que los redimidos serán transformados para poseer cuerpos semejantes al de Cristo, esto no elimina la posibilidad de tener alas. Pablo fue bien claro en el texto mencionado arriba, que Dios ha preparado cosas para nosotros que están más allá de nuestra imaginación limitada. ¿Podemos imaginarnos que cuando lleguemos a la Nueva Jerusalén observaremos a los ángeles que vuelan hacia la cima de las paredes y nos daremos cuenta que nunca podremos hacer tales cosas?
“Mas los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán” (Isa 40:31)
Hasta que no estemos del otro lado de la segunda venida no sabremos si este texto es simbólico o literal. Hasta entonces, no hay nada en la Biblia que indique la posibilidad de que algún día tendremos alas.
52. ¿Pudo ver Jesús a través de los portales de la tumba?
EGW: No: “El Salvador no podía ver a través de los portales de la tumba. La esperanza no le presentaba su salida del sepulcro como vencedor ni le hablaba de la aceptación de su sacrificio por el Padre” (El Deseado de todas las gentes, p. 701).
La Biblia: Sí: “Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado y resucite al tercer día” (Luc 24:7). “Respondió Jesús y les dijo: -- Destruid este templo y en tres días lo levantaré” (Juan 2:19). “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar” (Juan 10:17). “Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Juan 10:18).
La Biblia: Sí: “Jesús le dijo: -- Tú lo has dicho. Y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo” (Mat 24:64).
Respuesta
Sí, Jesús supo que vencería durante todo su ministerio; pero ese no es el tema. En ese momento en la cruz, no obstante, Satanás lo estaba tentando más allá de lo que cualquier ser humanó tendrá que serlo alguna vez, y el Salvador clamó “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” ¿Lo había abandonado Dios? Lo impresionante de esto es que Cristo estuvo dispuesto a morir por cada uno de nosotros personalmente y a la posibilidad de no salir jamás de la tumba –¡tan grande fue su amor! Él continuó con el Plan porque sabía que dejarlo garantizaría la pérdida de nuestra salvación, pero sus sentimientos humanos le mostraban que su pecado era tan ofensivo para Dios que él podía no volver a salir. El pecado separa al alma de Dios (Isa 59:2). Ahora bien, estos son temas profundos, por supuesto. Es como tratar de explicar cómo Dios nunca tuvo un comienzo, y hacer que esto quede claro como el cristal. Es más de los que realmente podemos lograr, pero sí sabemos que había una terrible batalla que se llevaba a cabo dentro de Cristo en ese momento y, que por fortuna para nosotros, él fue fiel, pasara lo que pasase. Sostenemos lo que dice Elena G. de White y las creencias de la iglesia de que Cristo en ese momento no pudo ver más allá de los portales de la tumba. Debemos recordar que cuando él se hizo humano, se despojó (temporalmente al menos) de algunas de sus habilidades. Por un lado, reveló que no conocía el día y la hora de su segunda venida, sino que sólo el Padre lo sabía (ver Mar 13:32). Esto no rebaja su posición como Dios en la tierra.
Cristo tuvo que morir la muerte que nosotros deberíamos morir –la misma muerte que los perdidos experimentarán al final del tiempo. ¿Tendrán los perdidos al final del tiempo la idea de que su muerte será temporal y que pronto resucitarán otra vez? O ¿tendrán un dolor extraño y horrible porque serán separados eternamente de Dios, su Creador? Si Jesús estaba por morir realmente –la muerte del perdido- entonces tenía que experimentar exactamente lo que ellos sentirán y nada menos.
Los textos escogidos por DyD están donde Jesús predice que resucitaría otra vez, pero como ya se dijo antes, fue en ese momento sobre la cruz que Cristo experimentó esa sensación y tentación de estar totalmente –según sus propias palabras- “abandonado” por el Padre.
53. ¿Pensaba Enoc salvar a Sodoma?
EGW: Sí: “El [Enoc] no moraba con los impíos. No se estableció en 1102 Sodoma pensando salvar a Sodoma. Se ubicó junto con su familia donde la atmósfera fuera lo más pura posible. De ese lugar, a veces iba a los habitantes del mundo con su mensaje recibido de Dios. Le era penosa cada visita que hacía al mundo. Veía y entendía algo de la lepra del pecado. Después de proclamar su mensaje, siempre llevaba de vuelta consigo hasta su lugar de retiro a los que habían recibido la amonestación. Algunos de ellos llegaron a ser vencedores y murieron antes de que viniera el diluvio. Pero muchos habían vivido por tanto tiempo rodeados por la corruptora influencia del pecado, que no podían soportar la rectitud (MS 42, 1900)” (Comentario bíblico adventista, tomo 1, pp. 1101-1102).
La Biblia: No: Esta declaración contradice la Biblia pues no hay referencia a la existencia de Sodoma antes del diluvio. La primera referencia a Sodoma es después del diluvio. No hay declaración bíblica de que Enoc estaba tratando de salvar a Sodoma cuando ésta no existía en los días de Enoc. ¿Por qué los publicadores de Maranata, dejaron afuera todas las referencias de Elena G. de White a Enoc y Sodoma? “[Enoc] no instaló su morada entre los impíos. . . Se ubicó con su familia donde la atmósfera fuera lo más pura posible. De vez en cuando visitaba a los habitantes del mundo para darles el mensaje que Dios le había dado. . . Después de proclamar su mensaje, siempre llevaba consigo a su lugar de retiro a algunos que habían aceptado la amonestación” (¡Maranata! El Señor viene, p. 182).
Respuesta
Esta declaración de Elena G. de White fue escrita en 1900. Patriarcas y profetas (1890) y Spiritual Gifts [Dones espirituales], vol. 1 (1870), al igual que otra cantidad de fuentes, todas muestran que Elena G. de White conocía –mucho antes que se hiciera la declaración- la cronología correcta de Enoc y Sodoma. Como en el caso de la contradicción de “torre de Babel” (ver Nº 7), debemos hacernos una pregunta: ¿Negaría Elena G. de White todo lo que escribió con anterioridad con muchos detalles, con una frase como ésta? ¿Será que después de varios años de hacer comentarios sobre el libro de Génesis, repentinamente decidió colocar la ciudad literal de Sodoma antes del diluvio por alguna razón? El investigador honesto respondería que no.
Elena G. de White usó la palabra “Sodoma” simbólicamente en esta declaración, así como lo hizo en otros lugares y como la Biblia misma lo hace.
“Dedicad estudio a elegir domicilio y establecer vuestros hogares tan lejos como podáis de Sodoma y Gomorra. Manteneos alejados de las ciudades grandes. Si es posible, estableced vuestros hogares en el tranquilo retiro del campo, aun cuando al hacerlo no podáis enriqueceros. Estableceos donde impere la mejor influencia” (El hogar cristiano, p. 122. Nota: Esto fue escrito a los adventistas en 1897: tres años antes de la declaración de “Enoc y Sodoma” y miles de años después de que la Sodoma literal fuera destruida. Se estaba refiriendo a la Sodoma espiritual en ambas circunstancias).
“Sus cadáveres estarán en la plaza de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado” (Apo 11:8. También escrito miles de años después de que la Sodoma literal fuera destruida).
Considerando: (1) Los libros escritos previamente por Elena G. de White con detalles de Enoc y Sodoma en un orden cronológico correcto; (2) el uso simbólico que ella hace de la palabra “Sodoma” en otras partes; y (3) el uso simbólico que la Bibia hace de la palabra “Sodoma”; parece claro que la comprensión que tenía Elena G. de White de la relación correcta de Enoc y Sodoma y en lo que aparece en la declaración usada, no contradice la Biblia.
Así que ¿por qué los publicadores de Maranata dejaron afuera la declaración? Esto no tiene nada que ver con la validez de los escritos de Elena G. de White y tampoco prueba que los publicadores de Maranata pretendían engañar. Esta declaración es aparentemente confusa y especialmente para aquellos que no han leído otras referencias simbólicas de Elena G. de White a Sodoma o el uso de la palabra en Apo 11:8. El hecho es que esta declaración fue elegida para incluirla en Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día que es ampliamente leído. No obstante, muestra que la iglesia nunca ha tratado de anularla por ningún medio.
RESUMEN
De las 53 supuestas contradicciones, ninguna demuestra que en realidad hay una contradicción a la Biblia. Muchas de las declaraciones fueran sacadas de contexto. Algunas fueron rechazadas por DyD a causa de la terminología. Otras fueron simplemente una información adicional. Algunas de las suposiciones fueron expresiones files de lo que Elena G. de White dijo, pero sus conclusiones fueron rechazadas por DyD (la glotonería de Israel, el sello de Dios, el juicio investigador, los 40 días de tentaciones, etc.). Elena G. de White cometió errores, como todo ser humano hace (Rom 3:23), pero ésta lista no contiene evidencia para probar que era una falsa profeta. Deseamos extender a los hermanos DyD el beneficio de la duda y asumir que ellos simplemente no disponían de la información que se da aquí (ver Declaraciones, contexto y porqué no debemos juzgar mal a los críticos). Que el Señor continúe guiándonos a todos a la verdad y que busquemos la unidad a medida que nos acercamos a la crisis final.
-Los voluntarios de Ellen-White.com