Re: El rincòn de los ex-adventistas
Estimado patricio. Saludos cordiales.
Tú dices:
EL FORISTA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA, GABRIEL 147, NOS PRUEBA LAS FALSEDADES ENSENANADAS POR ELENA G. DE WHITE, RESPECTO AL TEXTO DE DANIEL 7:13.
ESTO ES LO QUE AFIRMA GABRIEL:
Estimado patricio. Saludos cordiales.
Respondo. En primer lugar, veamos que es lo que dice la sra. White: "La venida de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote al lugar santísimo para la purificación del santuario, de la que se habla en Daniel 8:14; es la venida del Hijo del hombre al lugar donde está el Anciano de días, tal como está presentada en Daniel 7: 13" (El conflicto d e los Siglos Pág. 479)
ESTA ES MI RESPUESTA A GABRIEL:
Daniel 7: 13 debe tambien ser entendido continuando con Daniel 7:14. Ambos textos dicen lo siguiente:
"Miraba yo en la vision de la noche, y he aqui con las nubes del cielo venia uno como UN HIJO DE HOMBRE, que vino hasta el Anciano de dias, y le hicieron acercarse delante de EL. Y LE FUE DADO DOMINIO, GLORIA Y REINO, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su DOMINIO es dominio eterno, y su REINO uno que no sera destruido"
NOTESE QUE DANIEL 7: 13 Y 14 NO ENSENAN QUE CRISTO ENTRO AL LUGAR SANTISIMO DEL SANTUARIO CELESTIAL.
DANIEL 7:13 Y 14 NOS ENSENAN QUE JESUS RECIBIO DOMINIO, GLORIA Y REINO, DE PARTE DEL ANCIANO DE DIAS. LUEGO, EL TEXTO DICE QUE ESTE DOMINIO ES ETERNO Y QUE SU REINO JAMAS SERA DESTRUIDO.
LUEGO DE RECIBIR TODO ESTE PODERIO, JESUS VUELVE A LA TIERRA, PARA REUNIRSE CON SUS DISCIPULOS POR ULTIMA VEZ, Y LES DA LA NOTICIA DE LO QUE EL PADRE LE DIO: "TODA POTESTAD ME ES DADA EN EL CIELO Y EN LA TIERRA. POR TANTO, ID, Y HACED DISCIPULOS A TODAS LAS NACIONES" (Mateo 28: 18 y 19).
La "POTESTAD" (Mateo 28: 18) a que se refirio Jesus fue "EL DOMINIO, GLORIA Y REINO", y "DOMINIO ETERNO", que recibio del Padre, segun se ensena en Daniel 7: 13 y 14.
ESTO PRUEBA, UNA VEZ MAS, QUE LAS ENSENANZAS DE ELENA G. DE WHITE SON ABSOLUTAMENTE FALSAS, DEBIDO A QUE NO SE SUJETAN A LO QUE SE ENSENA EN LA PALABRA DE DIOS.
NOTE UD. QUE DANIEL 7: 13 Y 14 NO HACEN NINGUNA MENCION NI DEL SANTUARIO, NI LA PURIFICACION DEL SANTUARIO, NI DEL LUGAR SANTISIMO, O DE JESUS COMO SUMO SACERDOTE.
DANIEL 7:13 Y 14 ES EL ENTRONAMIENTO DEL HIJO DEL HOMBRE EN UN REINO ETERNO, CON UN DOMINIO ETERNO.
Patricio Cespedes Castro.
Ex-Adventista del Septimo Dia.
Hoy, Discipulo de Jesus y REFORMADOR.
Respondo: ¿Llamas falsedades a lo que nunca entendiste, y que provienen de la Palabra de Dios?
“Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente.
Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él;
el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.” Daniel 7:9,10.
Estos versículos se refieren sin duda alguna a una descripción de una gran escena de juicio. En la Palabra de Dios no se encontrará una descripción más sublime de una escena más inspiradora de reverencia. No sólo deben llamar nuestra atención las imágenes grandiosas y sublimes; la naturaleza de la escena exige nuestra más seria consideración. Aquí se nos presenta el juicio divino.
Siempre que se menciona el juicio, la reverencia debe embargar irresistiblemente todos los espíritus, porque todos están profundamente interesados en sus resultados eternos.
El “
Anciano de días,” Dios el padre, preside el juicio. Notamos la descripción de su persona.
Los
millares de millares que le servían, y millones de millones que asistían delante de él, son los seres celestiales que están emplazados delante de él, a la espera de su voluntad. Juan vio a los mismos asistentes celestiales delante del trono de Dios, y describe la escena majestuosa en estas palabras: “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones” (Apoc. 5:11.) Para comprender mejor estos versículos es necesario comprender los servicios del santuario.
Porque el juicio que introduce aquí es la parte final del ministerio de Cristo, nuestro gran Sumo Sacerdote, en el santuario celestial. Es un juicio investigador. Se abren los libros, y los casos de todos son presentados para ser examinados por ese gran tribunal, a fin de que pueda decidirse de antemano quiénes han de recibir la vida eterna cuando el Señor venga a conferirla a su pueblo. Si lees bien el pasaje de Daniel 8:14, verás que atestigua que esta obra se está realizando ahora mismo en el santuario celestial.
“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.
Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.” Daniel 7:13,14.
La escena descrita aquí no es la segunda venida de Cristo a esta tierra, porque el Anciano de días no está en esta tierra, y la venida de la cual se habla aquí es la de un personaje descrito como un
hijo de hombre que es interpretado como nuestro Señor Jesús, viniendo al Anciano de días.
Allí, en presencia del Padre, el dominio, la gloria y un reino son dados al Hijo del hombre. Cristo recibe su reino antes de regresar a la tierra.
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente.
Dijo, pues:
Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver.” Lucas 19:10-12. Por lo tanto, ésta es una escena que sucede en el cielo, y está estrechamente relacionada con la que se presenta en los versículos 9 y 10.
Cristo recibe su reino al finalizar su obra sacerdotal en el santuario. Los pueblos y naciones que le servirán son los redimidos: “Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.” Apoc. 21:24., no las naciones impías de la tierra, porque éstas quedan destruidas en ocasión del segundo advenimiento de Cristo y por el resplandor de su venida: “Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás” Salmos 2:9; “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida” 2 Tes. 2:8. De todas las naciones, tribus y pueblos de la tierra saldrán aquellos que servirán a Dios con gozo y alegría. Heredarán el reino de nuestro Señor.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.