Parece que el asunto (para algunos) radica en lo que es una parábola. Una parábola es una ilustración.
Obviamente toda parábola contiene elementos reales, pues las ilustraciones se toman de la realidad y a veces se les añaden detalles como recursos de ficción para destacar algunos aspectos. Las fábulas son de fantasía, porque su base se dá en algo irreal, como cuando los animales hablan, pero las parábolas pueden basarse en un hecho o en una observación real o por lo menos verosímil; las parábolas no son fábulas, y viceversa.
Lo que cuenta Jesús sobre el hombre rico y Lázaro es una parábola, precisamente porque toma aspectos de la vida real, como la diferencia entre el destino final de quienes agraden o desagraden a Dios, un diálogo entre tres personajes humanos, etc. Pero es ilustrativa, no es real en todo detalle. La mayoría de las parábolas de Jesús son menos ilustrativas y más reales que ésta y sin embargo, no por eso dejan de ser parábolas. Por ejemplo, esta:
Lucas 18:9 Pero habló esta ilustración también a algunos que confiaban en sí mismos como justos, y que consideraban como nada a los demás:
10 “Dos hombres subieron al templo a orar, el uno fariseo y el otro recaudador de impuestos. 11 El fariseo se puso de pie y oraba para sí estas cosas: ‘Oh Dios, te doy gracias de que no soy como los demás hombres, dados a extorsión, injustos, adúlteros, ni siquiera como este recaudador de impuestos. 12 Ayuno dos veces a la semana, doy el décimo de todas las cosas que adquiero’.
13 Pero el recaudador de impuestos, estando de pie a la distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos hacia el cielo, sino que se golpeaba el pecho, y decía:
‘Oh Dios, sé benévolo para conmigo, [que soy] pecador’.
14 Les digo: Este hombre bajó a su casa probado más justo que aquel; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado”.
En esta ilustración que es tan real como cualquier historia, se cuenta de dos hombres que fueron a orar ... Este carácter realista de la historia que se cuenta no exime la ilustración de ser una parábola, o una historia de ficción, como le llamarían otros en la actualidad.
Aunque la parábola del hombre rico y Lázaro tenga aspectos reales, como los mencionados arriba, no deja de ser una ilustración de ficción, ... una parábola. Nadie que desee conocer la verdad, le da un sentido literal a una parábola o ilustración. Jesús mismo demostró que detrás de una ilustración o parábola, hay una enseñanza oculta que hay que descubrir:
Mat.13: 3 Entonces les dijo muchas cosas por ilustraciones, diciendo: [...] 9 El que tiene oídos, escuche”. 10 De modo que los discípulos se acercaron y le dijeron: “¿Por qué les hablas usando ilustraciones?”. 11 En respuesta, él dijo: “A ustedes se concede entender los secretos sagrados del reino de los cielos, mas a aquellos no se les concede. 12 Porque al que tiene, más se le dará, y se le hará abundar; pero al que no tiene, hasta lo que tiene le será quitado. 13 Por esto les hablo a ellos usando ilustraciones, porque, mirando, miran en vano, y oyendo, oyen en vano, ni captan el sentido de ello; 14 y para con ellos se cumple la profecía de Isaías, que dice: ‘Oyendo, oirán, pero de ningún modo captarán el sentido de ello; y, mirando, mirarán, pero de ningún modo verán. 15 Porque el corazón de este pueblo se ha hecho indispuesto a recibir, y con los oídos han oído sin responder, y han cerrado los ojos; para que nunca vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni capten el sentido de ello con el corazón, y se vuelvan, y yo los sane’.
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