LAS RECIENTES SECTAS PENTECOSTALES
NO SOPORTAN LA SOBERANÍA DE DIOS
***
«Como está escrito:
A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.
¿Qué, pues, diremos?
¿Que hay injusticia en Dios?
En ninguna manera.
Pues a Moisés dice:
Tendré misericordia del que yo tenga misericordia,
y me compadeceré del que yo me compadezca.
Así que no depende del que quiere,
ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Porque la Escritura dice a Faraón:
Para esto mismo te he levantado,
para mostrar en ti mi poder,
y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.
De manera que de quien quiere, tiene misericordia,
y al que quiere endurecer, endurece.
Pero me dirás:
¿Por qué, pues, inculpa?
porque ¿quién ha resistido a su voluntad?
Mas antes, oh hombre,
¿quién eres tú, para que alterques con Dios?
¿Dirá el vaso de barro al que lo formó:
Por qué me has hecho así?
¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro,
para hacer de la misma masa un vaso para honra
y otro para deshonra?
¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira
y hacer notorio su poder,
soportó con mucha paciencia los vasos de ira
preparados para destrucción,
y para hacer notorias las riquezas de su gloria,
las mostró para con los vasos de misericordia
que él preparó de antemano para gloria,
a los cuales también ha llamado,
esto es, a nosotros, no solo de los judíos,
sino también de los gentiles?»
Romanos 9:13-24 RVR1960
Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me co
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«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo con toda bendición espiritual
en los lugares celestiales en Cristo,
según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
en amor habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad,»
Efesios 1:3-5 RVR1960
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, pa
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