CÓMO SABER QUE SOY UN ELEGIDO
Mas de una vez me han preguntado, cómo puede saber que soy un elegido, y a tal pregunta esta es mi respuesta:
¿Como se que soy un escogido? Pues en primer lugar está el testimonio interno del Espíritu Santo de que me da testimonio de que soy un hijo de Dios Rom 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
Además al examinar mi vida, tal como Dios nos manda que hagamos, encuentro que tengo sobradas razones para creer de que he sido llamado por Dios 2Co 13:5 Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?
Al examinar mi vida, encuentro que siendo un fornicario y un blasfemo, totalmente cegado a la verdad del evangelio, y como todo miembro de la raza humana, en estado de total depravación espiritual, Dios me llamó del reino de las tinieblas al reino de su amado Hijo Jesucristo. Dios mandó que de las tinieblas resplandeciese su luz, y al igual que sucedería con un ciego de nacimiento, que un día comienza a ver y a recibir información, de un sentido que antes no poseía, de la misma manera , al nacer de nuevo y recibir vista espiritual que antes no poseía, se cumplió aquello que El Señor Jesús le dijo a Nicodemo, quien nace de nuevo puede ver un reino que antes no tenía la capacidad de ver Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Desde El momento que el poder de Dios irrumpió en mi vida puedo ver el reino de Dios, puedo ver su Divina providencia en las cosas que acontecen en mi peregrinar. Pero no solo puedo ver, también puedo oír la voz del Espíritu Santo, guiándome a toda verdad. Puedo ver, puedo oír, y puedo entender las cosas que son del Espíritu, puedo entender lo que es el pecado : 1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1Jn 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
Y puedo entender y apreciar el remedio que Dios ha provisto para ese pecado. 1Jn 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
1Jn 2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1Jn 2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
Por otra parte los 30 años de perseverancia en el camino angosto, son una poderosa evidencia de que he sido llamado conforme al propósito eterno de Dios. 2Ti 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.
¡¡¡Solo a Dios sea la Gloria!!!.
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