Le supongo enterado, don T.. S.. B.. Andrés de que esos mismos rabinos judíos son los que dan las órdenes de entrar en las sinagogas de los judíos mesiánicos para reventar sus cultos y molerlos a palos mientras el ejército israelí mira para otro lado, ¿no?
Pues si no lo sabe, le puedo dar un testimonio directísimo de un judío mesiánico que lo contaba en otro foro.
En la portada de El País, periódico más vendido en España, nada clerical en su línea editorial:
El presidente Ezer Weizman le dedicó un discurso casi combativo, en el que mencionó al menos tres veces a Jerusalén, "capital del Estado de Israel", en respuesta a la posición del Vaticano favorable a que la ciudad santa sea compartida por árabes y judíos. Por lo demás, Weizman trazó un repaso a la historia de Israel remontándose a los profetas, citó el holocausto y agradeció al Papa la petición de perdón hecha al pueblo judío por el antisemitismo de la Iglesia católica.
Artículo de Ramón Pi en el ABC de hoy:
El Papa
Por Ramón PI
EL viaje de Juan Pablo II a Tierra Santa empezó en Jordania ante una inusitada expectación mundial. Todos los medios de comunicación importantes del planeta prestan a esta visita papal gran atención, como no podía ser de otro modo, porque ahí concurren casi todos los elementos que configuran un gran acontecimiento: protagonistas de calidad excepcional, una situación de crisis crónica, y precisamente entre comunidades que se reclaman a sí mismas hijas de Abraham. El Papa de Roma, como ya es costumbre inveterada en él a lo largo de estos veintidós años de pontificado, ha vuelto a dar él el primer paso para la reconciliación entre las tres grandes religiones monoteístas, como lo ha dado para la reunificación de todas las confesiones cristianas. Asunto grande de verdad. Los diarios españoles no iban a ser una excepción, aunque es posible percibir ciertos matices en el tratamiento de esta información.
El Periódico hizo ayer un despliegue con el viaje: le dedicó el «tema del día» de varias páginas, un editorial («Viaje papal a una tierra conflictiva») y una entrevista con el portavoz vaticano, Joaquín Navarro-Valls, en la que el psiquiatra y periodista español cuenta, a propósito de la unidad de los cristianos, que «el Papa ha dicho más de una vez que ciertas formas históricas en las que se ha manifestado el papado o el primado de Pedro pueden ser cambiadas, porque son de carácter puramente histórico. Otras que son sustanciales, como la primacía de Pedro, la doctrina, etcétera, tienen que subsistir. Pero la diversidad de ritos -latino, copto, sirio, armenio-, que un día parecía que podían ser un gran inconveniente, hoy se ve como una riqueza de la Iglesia, y se puede considerar que continúe en el futuro». Y sobre la posibilidad de armonía entre musulmanes, judíos y cristianos: «Si fuera imposible, no se debería ni siquiera buscar. El hecho de que se busque indica que es posible. Ha habido épocas en la historia, concretamente en España, en las que hebreos, cristianos y musulmanes convivieron en sociedades de gran riqueza cultural».
Diario 16 publica un artículo de Adrián Mac Liman («Encuentro con las piedras vivientes») al que pertenecen estas frases: «En Israel (...) los cristianos representan un escaso 1,6 por ciento de la población. Se trata de los habitantes árabes de Galilea, congregados en Nazaret, Caná, Cafarnaúm, San Juan de Acre, “piedras vivientes” que recuerdan, a su manera, la expulsión en 1948 del 60 por ciento de sus correligionarios residentes en la franja costera. A los errores y pecados de antaño se suman otros, más recientes, como por ejemplo la manipulación con fines meramente políticos de los incidentes protagonizados hace apenas unos meses por las comunidades musulmana y cristiana de Nazaret. El pretexto: la edificación de un lugar de culto musulmán. Con fondos saudíes y ¡beneplácito israelí! Tierra Santa: tierra de cruzadas...»
El Mundo, además de publicar un editorial («El último gran viaje del Papa»), anuncia en su portada un artículo de la Reina Rania de Jordania, titulado «El peregrino de la paz», un texto breve de cálida bienvenida al Papa a su país: «Estoy completamente segura de que el Papa tocará el corazón de cada persona de Jordania, un país orgulloso de ser un modelo de tolerancia religiosa y fraterna coexistencia, al igual que ha tocado el corazón de mi marido y el mío».
En La Vanguardia escribe Lluís Foix, su director adjunto, un artículo («El Papa en Jerusalén»), en el que recuerda el incansable trabajo de Juan Pablo II por la paz, la reconciliación entre los cristianos y la purificación de la propia Iglesia católica. En relación con los judíos trae a la memoria sus visitas a los campos de exterminio nazis, calificando a Auschwitz como «el Gólgota de los tiempos modernos», la canonización de Edith Stein, «invocando la Shoah como un proyecto atroz de eliminación de un pueblo que ha costado la vida a millones de judíos. Es muy posible que los judíos, legítimamente, consideren todas estas actitudes insuficientes. Puede que tengan sus razones porque muchos han sido sus sufrimientos. Pero sólo quiero rememorar aquellas liturgias preconciliares en las que se trataba a los judíos como pérfidos y simbólicamente se les mataba en las iglesias el día de Viernes Santo. Algo se ha avanzado».
ABC (last, but not least) destina su portada al viaje papal, más un editorial («Viaje religioso a Tierra Santa»), del que son estas frases: «La dimensión pública más notable de la visita es, sin duda, el ecumenismo, la voluntad del Pontífice de impulsar el diálogo religioso entre las tres comunidades que, para vivir en paz y concordia, sólo necesitan aplicar los principios morales fundamentales de sus respectivas creencias. Si la raíz del conflicto es religiosa, sólo en los fundamentos del monoteísmo común puede encontrarse la solución».
Web de la visita del Papa a Israel: http://www.ewtn.com/holyland2000/index.htm
Ante el fascismo de la letra, la verdad de lo que está pasando.
Saludos cordiales
Pues si no lo sabe, le puedo dar un testimonio directísimo de un judío mesiánico que lo contaba en otro foro.
En la portada de El País, periódico más vendido en España, nada clerical en su línea editorial:
El presidente Ezer Weizman le dedicó un discurso casi combativo, en el que mencionó al menos tres veces a Jerusalén, "capital del Estado de Israel", en respuesta a la posición del Vaticano favorable a que la ciudad santa sea compartida por árabes y judíos. Por lo demás, Weizman trazó un repaso a la historia de Israel remontándose a los profetas, citó el holocausto y agradeció al Papa la petición de perdón hecha al pueblo judío por el antisemitismo de la Iglesia católica.
Artículo de Ramón Pi en el ABC de hoy:
El Papa
Por Ramón PI
EL viaje de Juan Pablo II a Tierra Santa empezó en Jordania ante una inusitada expectación mundial. Todos los medios de comunicación importantes del planeta prestan a esta visita papal gran atención, como no podía ser de otro modo, porque ahí concurren casi todos los elementos que configuran un gran acontecimiento: protagonistas de calidad excepcional, una situación de crisis crónica, y precisamente entre comunidades que se reclaman a sí mismas hijas de Abraham. El Papa de Roma, como ya es costumbre inveterada en él a lo largo de estos veintidós años de pontificado, ha vuelto a dar él el primer paso para la reconciliación entre las tres grandes religiones monoteístas, como lo ha dado para la reunificación de todas las confesiones cristianas. Asunto grande de verdad. Los diarios españoles no iban a ser una excepción, aunque es posible percibir ciertos matices en el tratamiento de esta información.
El Periódico hizo ayer un despliegue con el viaje: le dedicó el «tema del día» de varias páginas, un editorial («Viaje papal a una tierra conflictiva») y una entrevista con el portavoz vaticano, Joaquín Navarro-Valls, en la que el psiquiatra y periodista español cuenta, a propósito de la unidad de los cristianos, que «el Papa ha dicho más de una vez que ciertas formas históricas en las que se ha manifestado el papado o el primado de Pedro pueden ser cambiadas, porque son de carácter puramente histórico. Otras que son sustanciales, como la primacía de Pedro, la doctrina, etcétera, tienen que subsistir. Pero la diversidad de ritos -latino, copto, sirio, armenio-, que un día parecía que podían ser un gran inconveniente, hoy se ve como una riqueza de la Iglesia, y se puede considerar que continúe en el futuro». Y sobre la posibilidad de armonía entre musulmanes, judíos y cristianos: «Si fuera imposible, no se debería ni siquiera buscar. El hecho de que se busque indica que es posible. Ha habido épocas en la historia, concretamente en España, en las que hebreos, cristianos y musulmanes convivieron en sociedades de gran riqueza cultural».
Diario 16 publica un artículo de Adrián Mac Liman («Encuentro con las piedras vivientes») al que pertenecen estas frases: «En Israel (...) los cristianos representan un escaso 1,6 por ciento de la población. Se trata de los habitantes árabes de Galilea, congregados en Nazaret, Caná, Cafarnaúm, San Juan de Acre, “piedras vivientes” que recuerdan, a su manera, la expulsión en 1948 del 60 por ciento de sus correligionarios residentes en la franja costera. A los errores y pecados de antaño se suman otros, más recientes, como por ejemplo la manipulación con fines meramente políticos de los incidentes protagonizados hace apenas unos meses por las comunidades musulmana y cristiana de Nazaret. El pretexto: la edificación de un lugar de culto musulmán. Con fondos saudíes y ¡beneplácito israelí! Tierra Santa: tierra de cruzadas...»
El Mundo, además de publicar un editorial («El último gran viaje del Papa»), anuncia en su portada un artículo de la Reina Rania de Jordania, titulado «El peregrino de la paz», un texto breve de cálida bienvenida al Papa a su país: «Estoy completamente segura de que el Papa tocará el corazón de cada persona de Jordania, un país orgulloso de ser un modelo de tolerancia religiosa y fraterna coexistencia, al igual que ha tocado el corazón de mi marido y el mío».
En La Vanguardia escribe Lluís Foix, su director adjunto, un artículo («El Papa en Jerusalén»), en el que recuerda el incansable trabajo de Juan Pablo II por la paz, la reconciliación entre los cristianos y la purificación de la propia Iglesia católica. En relación con los judíos trae a la memoria sus visitas a los campos de exterminio nazis, calificando a Auschwitz como «el Gólgota de los tiempos modernos», la canonización de Edith Stein, «invocando la Shoah como un proyecto atroz de eliminación de un pueblo que ha costado la vida a millones de judíos. Es muy posible que los judíos, legítimamente, consideren todas estas actitudes insuficientes. Puede que tengan sus razones porque muchos han sido sus sufrimientos. Pero sólo quiero rememorar aquellas liturgias preconciliares en las que se trataba a los judíos como pérfidos y simbólicamente se les mataba en las iglesias el día de Viernes Santo. Algo se ha avanzado».
ABC (last, but not least) destina su portada al viaje papal, más un editorial («Viaje religioso a Tierra Santa»), del que son estas frases: «La dimensión pública más notable de la visita es, sin duda, el ecumenismo, la voluntad del Pontífice de impulsar el diálogo religioso entre las tres comunidades que, para vivir en paz y concordia, sólo necesitan aplicar los principios morales fundamentales de sus respectivas creencias. Si la raíz del conflicto es religiosa, sólo en los fundamentos del monoteísmo común puede encontrarse la solución».
Web de la visita del Papa a Israel: http://www.ewtn.com/holyland2000/index.htm
Ante el fascismo de la letra, la verdad de lo que está pasando.
Saludos cordiales