EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

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Otra joya mas de este libro, su portada quiere dar a entender que Eugenio Pacelli esta dejando un edificio custodiado por soldados nazis pero la verdad es que la foto fue tomada en 1927. Los soldados alemanes utilizaban este tipo de casco y uniforme desde mediados de la Primera Guerra Mundial
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Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

El Papa de Hitler ahora es “Venerable”

Ricardo Antonio Cuadra García

17:51 - 09/01/2010


<SCRIPT type=text/javascript> function cambiar(idactual,idcambio) { setVisible(idactual,0); setVisible(idcambio,1); } </SCRIPT>En diciembre pasado el Papa Benedicto XVI sorprendió al mundo al anunciar que no sólo elevaba al rango de Venerable, como primer paso de la santidad, a su antecesor Juan Pablo II, sino que también a Pío XII, el Papa más controversial del siglo XX. La sorpresa fue mayúscula, porque tan sólo un año atrás, previo a su visita a Jerusalén y la consecuente negociación de bienes inmuebles que reclama la Iglesia Romana en la ciudad “Santa”, Benedicto XVI había decidido congelar el proceso de canonización de Eugenio Pacelli.

El proceso de canonización de Pío XII se había congelado, también el proceso de negociación del gobierno de Israel para darle los privilegios que exigía el Vaticano. “La paciencia de Job” no acompañó en diciembre pasado a Benedicto XVI, con gran precipitación y falto de cálculo político, metió bajo las faldas del carismático Juan Pablo II, controversial decreto de veneración de Pío XII, al que muchos historiadores llaman “El Papa de Hitler”.

No vamos a profundizar en la biografía de Eugenio Pacelli, pues ya lo hicimos en ediciones pasadas de END, pero sí destacaremos lo que puede provocar el desatino Papal de querer a fuerza de reescribir la historia, llevar a los santos altares, a un hombre deficitario en heroicidad y superavitario de antijudaísmo y fascismo.

Ahora el gobierno de Israel está pidiendo que se abran los archivos del proceso de canonización de Eugenio Pacelli, que han estado cerrados para investigadores independientes. No obstante, estos mismos archivos han sido abiertos por la curia romana a supuestos admiradores del otrora poderoso Pío XII.

En los años noventa el católico John Cornwell obteniendo la venia Papal, investigó los once volúmenes que conforman los documentos del expediente Pacelli. John Cornwell, católico practicante británico, ya había defendido al Vaticano en un libro anterior donde respondía al escritor británico David Yallop y su libro “En nombre de Dios”. Cornwell refutaba a Yallop, pues manifestaba que al Papa Juan Pablo I no había sido asesinado, sino que había muerto de una embolia por descuido de la curia romana. El libro de Cornwell “Un ladrón en la noche”, servía para amainar el temporal provocado por las investigaciones de Yallop; sembraba el beneficio de la duda que junto al tiempo se encargaron de bajar la presión. Con sus antecedentes de “abogado defensor del Vaticano”, comenzó otra investigación más, para limpiar en esta ocasión, el nombre de Eugenio Pacelli, Papa sospechoso de alianza con el nazismo y el fascismo. Quería así, zanjar de una vez por todas, el camino de la canonización de Pacelli con la certeza del gran público creyente y las diluídas reprimendas judías.

John Cornwell desarrolló su proyecto con libertad, estudiando a fondo gran parte del expediente de Eugenio Pacelli, facilitado éste en sus inicios por el Vaticano, como quién enseña documentos a un amigo que tendrá un ojo disimulado para lo malo y uno avispado para lo bueno. Para Cornwell, fue difícil disimular su decepción ante la curia, al ver las evidencias documentales que le hacían concluir que su otrora defendido Papa Pío XII, era ni más ni menos “El Papa de Hitler”, y así intituló su libro que tuvo un impacto mas allá de sus propósitos originales. Un Boomerang que reventó de parte de un católico en la cara del mismísimo Vaticano.

El libro de Cornwell, no sólo dice que Eugenio Pacelli guardó un silencio cómplice del nazismo y fascismo, sino que tenían coincidencias ideológicas con el nazismo y hasta con el mismo Hitler. Estas coincidencias, detalla Cornwell, eran su gran anticomunismo, el antijudaísmo militante y su desprecio a los países aliados por su protestantismo y vida relajada en el pecado. Pero también habían otras coincidencias no menos importantes, tanto Hitler como Eugenio Pacelli, admiraban a la orden Jesuita, la cual Hitler imitaba en su estructura organizacional y en su filosofía.

Como mérito de santidad el vaticano impulsa las virtudes heroicas del Siervo de Dios Eugenio Pacelli. Ahora para el Vaticano el silencio es heroico, y con malabarismos históricos crean el mito de los miles de judíos salvados por Pacelli en forma discreta. Según el Vaticano el silencio de Pacelli, era para evitar que Hitler perdiera los estribos y matara aún más judíos y cristianos. Argumento por demás pueril e inconsecuente con la mitología cristiana de los mártires de los primeros siglos. La “trinidad” de Pacelli en su mundo de excelente diplomático internacional, lo fueron Hitler, Musulini y Franco, con los cuales firmó sendos concordatos que aún hoy le dan dividendos a las cuentas bancarias de “San Pedro”.

Pero para ser justo y balanceado, los méritos de Pío XII no son de santidad, sino de hombre de Estado. En el mundo se movía como pez en el agua, era un diplomático sagaz y efectivo. No sólo organizó bien las cuentas del estado Vaticano, sino que lo hizo más rico de lo que era. Los diezmos “voluntarios” dados por los criminales nazis en su franca huída a través de la ruta de los monasterios hacia Suramérica, engordaron las arcas Vaticanas. Sin mencionar el oro de Croacia dado por el criminal Ante Pavelich para su huída a Argentina y luego a la España de Franco para morir en “paz” en un monasterio español. La destreza diplomática de Pacelli superaba así a la de un Tayllerand o un Fouche, pues sin territorio y sin ejército pudo manipular las voluntades de los dictadores para su provecho y razón de Estado.

La torpeza de Benedicto XVI es doble, por un lado al hacer venerable a Pacelli no sólo levanta la ira de los judíos, sino de todos los familiares de los muertos en los campos de concentración y en la guerra, También puede `provocar aún más crisis en la Iglesia Católica, pues al analizar a Pío XII, se tiene que evaluar su actuación en el marco de su carrera eclesiástica, la cual esta imbuída en la historia de la Iglesia en el siglo XX, que según John Cornwell, y así lo demuestra en su libro, tuvo responsabilidad directa en las causas de las dos guerras mundiales.

Benedicto XVI al ver la fuerte reacción de los Judíos, quiso “dorar la píldora” aduciendo que el proceso de Juan pablo II iría más rápido que el de Pío XII. Pues a Juan Pablo II ya le tiene fabricado un milagro y a Pío XII todavía no, sin embargo le hacemos la sugerencia a la santa sede que no busque más, pues los milagros de Pacelli son varios y fueron pagados en efectivo; basta con indagar con los familiares de los cientos de criminales nazis que por su mano milagrosa se salvaron de los juicios de Nuremberg. Les sugerimos por último, asignarle un día en el santoral católico, el 20 de abril, día del nacimiento de Adolfo Hitler.

[email protected]



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Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

El Papa de Hitler ahora es “Venerable”

Ricardo Antonio Cuadra García

17:51 - 09/01/2010


<SCRIPT type=text/javascript> function cambiar(idactual,idcambio) { setVisible(idactual,0); setVisible(idcambio,1); } </SCRIPT>En diciembre pasado el Papa Benedicto XVI sorprendió al mundo al anunciar que no sólo elevaba al rango de Venerable, como primer paso de la santidad, a su antecesor Juan Pablo II, sino que también a Pío XII, el Papa más controversial del siglo XX. La sorpresa fue mayúscula, porque tan sólo un año atrás, previo a su visita a Jerusalén y la consecuente negociación de bienes inmuebles que reclama la Iglesia Romana en la ciudad “Santa”, Benedicto XVI había decidido congelar el proceso de canonización de Eugenio Pacelli.

El proceso de canonización de Pío XII se había congelado, también el proceso de negociación del gobierno de Israel para darle los privilegios que exigía el Vaticano. “La paciencia de Job” no acompañó en diciembre pasado a Benedicto XVI, con gran precipitación y falto de cálculo político, metió bajo las faldas del carismático Juan Pablo II, controversial decreto de veneración de Pío XII, al que muchos historiadores llaman “El Papa de Hitler”.

No vamos a profundizar en la biografía de Eugenio Pacelli, pues ya lo hicimos en ediciones pasadas de END, pero sí destacaremos lo que puede provocar el desatino Papal de querer a fuerza de reescribir la historia, llevar a los santos altares, a un hombre deficitario en heroicidad y superavitario de antijudaísmo y fascismo.

Ahora el gobierno de Israel está pidiendo que se abran los archivos del proceso de canonización de Eugenio Pacelli, que han estado cerrados para investigadores independientes. No obstante, estos mismos archivos han sido abiertos por la curia romana a supuestos admiradores del otrora poderoso Pío XII.

En los años noventa el católico John Cornwell obteniendo la venia Papal, investigó los once volúmenes que conforman los documentos del expediente Pacelli. John Cornwell, católico practicante británico, ya había defendido al Vaticano en un libro anterior donde respondía al escritor británico David Yallop y su libro “En nombre de Dios”. Cornwell refutaba a Yallop, pues manifestaba que al Papa Juan Pablo I no había sido asesinado, sino que había muerto de una embolia por descuido de la curia romana. El libro de Cornwell “Un ladrón en la noche”, servía para amainar el temporal provocado por las investigaciones de Yallop; sembraba el beneficio de la duda que junto al tiempo se encargaron de bajar la presión. Con sus antecedentes de “abogado defensor del Vaticano”, comenzó otra investigación más, para limpiar en esta ocasión, el nombre de Eugenio Pacelli, Papa sospechoso de alianza con el nazismo y el fascismo. Quería así, zanjar de una vez por todas, el camino de la canonización de Pacelli con la certeza del gran público creyente y las diluídas reprimendas judías.

John Cornwell desarrolló su proyecto con libertad, estudiando a fondo gran parte del expediente de Eugenio Pacelli, facilitado éste en sus inicios por el Vaticano, como quién enseña documentos a un amigo que tendrá un ojo disimulado para lo malo y uno avispado para lo bueno. Para Cornwell, fue difícil disimular su decepción ante la curia, al ver las evidencias documentales que le hacían concluir que su otrora defendido Papa Pío XII, era ni más ni menos “El Papa de Hitler”, y así intituló su libro que tuvo un impacto mas allá de sus propósitos originales. Un Boomerang que reventó de parte de un católico en la cara del mismísimo Vaticano.

El libro de Cornwell, no sólo dice que Eugenio Pacelli guardó un silencio cómplice del nazismo y fascismo, sino que tenían coincidencias ideológicas con el nazismo y hasta con el mismo Hitler. Estas coincidencias, detalla Cornwell, eran su gran anticomunismo, el antijudaísmo militante y su desprecio a los países aliados por su protestantismo y vida relajada en el pecado. Pero también habían otras coincidencias no menos importantes, tanto Hitler como Eugenio Pacelli, admiraban a la orden Jesuita, la cual Hitler imitaba en su estructura organizacional y en su filosofía.

Como mérito de santidad el vaticano impulsa las virtudes heroicas del Siervo de Dios Eugenio Pacelli. Ahora para el Vaticano el silencio es heroico, y con malabarismos históricos crean el mito de los miles de judíos salvados por Pacelli en forma discreta. Según el Vaticano el silencio de Pacelli, era para evitar que Hitler perdiera los estribos y matara aún más judíos y cristianos. Argumento por demás pueril e inconsecuente con la mitología cristiana de los mártires de los primeros siglos. La “trinidad” de Pacelli en su mundo de excelente diplomático internacional, lo fueron Hitler, Musulini y Franco, con los cuales firmó sendos concordatos que aún hoy le dan dividendos a las cuentas bancarias de “San Pedro”.

Pero para ser justo y balanceado, los méritos de Pío XII no son de santidad, sino de hombre de Estado. En el mundo se movía como pez en el agua, era un diplomático sagaz y efectivo. No sólo organizó bien las cuentas del estado Vaticano, sino que lo hizo más rico de lo que era. Los diezmos “voluntarios” dados por los criminales nazis en su franca huída a través de la ruta de los monasterios hacia Suramérica, engordaron las arcas Vaticanas. Sin mencionar el oro de Croacia dado por el criminal Ante Pavelich para su huída a Argentina y luego a la España de Franco para morir en “paz” en un monasterio español. La destreza diplomática de Pacelli superaba así a la de un Tayllerand o un Fouche, pues sin territorio y sin ejército pudo manipular las voluntades de los dictadores para su provecho y razón de Estado.

La torpeza de Benedicto XVI es doble, por un lado al hacer venerable a Pacelli no sólo levanta la ira de los judíos, sino de todos los familiares de los muertos en los campos de concentración y en la guerra, También puede `provocar aún más crisis en la Iglesia Católica, pues al analizar a Pío XII, se tiene que evaluar su actuación en el marco de su carrera eclesiástica, la cual esta imbuída en la historia de la Iglesia en el siglo XX, que según John Cornwell, y así lo demuestra en su libro, tuvo responsabilidad directa en las causas de las dos guerras mundiales.

Benedicto XVI al ver la fuerte reacción de los Judíos, quiso “dorar la píldora” aduciendo que el proceso de Juan pablo II iría más rápido que el de Pío XII. Pues a Juan Pablo II ya le tiene fabricado un milagro y a Pío XII todavía no, sin embargo le hacemos la sugerencia a la santa sede que no busque más, pues los milagros de Pacelli son varios y fueron pagados en efectivo; basta con indagar con los familiares de los cientos de criminales nazis que por su mano milagrosa se salvaron de los juicios de Nuremberg. Les sugerimos por último, asignarle un día en el santoral católico, el 20 de abril, día del nacimiento de Adolfo Hitler.

[email protected]



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Uyy esta está bien facilita GLUIS....
Te diran:
"Es mentira... no es asi... no blasfemes... tal decreto dice tal cosa... tal carta dice tal cosa"
Como si el poder de la "Santa" HIC no pudiera falsificar documentos...
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Uyy esta está bien facilita GLUIS....
Te diran:
"Es mentira... no es asi... no blasfemes... tal decreto dice tal cosa... tal carta dice tal cosa"
Como si el poder de la "Santa" HIC no pudiera falsificar documentos...
Jejejeje, eso es de esperar!!!! Pero lo escrito, escrito está!!!
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Pío XII y los judíos: la verdad sin prejuicios
Por Jorge Rouillon
Lunes 28 de diciembre de 2009.


Hace días, el Papa firmó el decreto que reconoce las virtudes heroicas de sus antecesores Juan Pablo II y Pío XII, que pasaron a ser "venerables" en vía a su beatificación.

Esa evaluación se da tras analizar con cuidado la vida a través de testigos y escritos, e implica "el testimonio de vida cristiana dado por la persona". El vocero de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, dijo que ello "no pretende en lo más mínimo limitar la discusión sobre las decisiones concretas realizadas por Pío XII en la situación en que se encontraba", en relación con actitudes del papa Pacelli en la Segunda Guerra, ante críticas surgidas en la comunidad judía.

Pablo VI había abierto el proceso de beatificación de Pío XII y Juan XXIII en 1965.

Cuando Pío XII murió, en 1958, la ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Golda Meir, envió un telegrama al Vaticano en el que decía: "Cuando el martirio más espantoso golpeó a nuestro pueblo durante los diez años del terror nazi, la voz del Pontífice se elevó a favor de las víctimas. Lamentamos haber perdido un servidor de la paz". En 1955, la Orquesta Filarmónica de Israel tocó un concierto en el Vaticano, en signo de gratitud al Papa.

En 1963, la obra teatral El vicario, de Rolf Hochhuth, alemán, introdujo la imagen de un papa frío y distante, en silencio insensible ante la persecución de los judíos. Ante ello, en 1966, Pinah Lapide, historiador que fue cónsul de Israel en Milán, se mostró sorprendido e indignado y estimó necesario ayudar a establecer la verdad. "Como miembro de la brigada judía que combatió en Italia, integré la delegación que en 1944 fue recibida por Pío XII para agradecerle su contribución para salvar las vidas de innumerables judíos."

En 2006, David Dalin, rabino, presentó su libro El mito del papa de Hitler. Cómo Pío XII salvó a judíos de los nazis. El año último, Paolo Mieli, director del Corriere della Sera e historiador, invitó a buscar la verdad honestamente, sin actitud prejuiciosa. Dijo: "Sinceramente, esa parte de sangre judía que corre por mis venas me hace preferir un papa que ayuda a mis correligionarios a sobrevivir, más que uno que realiza un gesto demostrativo".


http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1216083
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

El Papa de Hitler ahora es “Venerable”

Ricardo Antonio Cuadra García

17:51 - 09/01/2010


<SCRIPT type=text/javascript> function cambiar(idactual,idcambio) { setVisible(idactual,0); setVisible(idcambio,1); } </SCRIPT>En diciembre pasado el Papa Benedicto XVI sorprendió al mundo al anunciar que no sólo elevaba al rango de Venerable, como primer paso de la santidad, a su antecesor Juan Pablo II, sino que también a Pío XII, el Papa más controversial del siglo XX. La sorpresa fue mayúscula, porque tan sólo un año atrás, previo a su visita a Jerusalén y la consecuente negociación de bienes inmuebles que reclama la Iglesia Romana en la ciudad “Santa”, Benedicto XVI había decidido congelar el proceso de canonización de Eugenio Pacelli.

El proceso de canonización de Pío XII se había congelado, también el proceso de negociación del gobierno de Israel para darle los privilegios que exigía el Vaticano. “La paciencia de Job” no acompañó en diciembre pasado a Benedicto XVI, con gran precipitación y falto de cálculo político, metió bajo las faldas del carismático Juan Pablo II, controversial decreto de veneración de Pío XII, al que muchos historiadores llaman “El Papa de Hitler”.

No vamos a profundizar en la biografía de Eugenio Pacelli, pues ya lo hicimos en ediciones pasadas de END, pero sí destacaremos lo que puede provocar el desatino Papal de querer a fuerza de reescribir la historia, llevar a los santos altares, a un hombre deficitario en heroicidad y superavitario de antijudaísmo y fascismo.

Ahora el gobierno de Israel está pidiendo que se abran los archivos del proceso de canonización de Eugenio Pacelli, que han estado cerrados para investigadores independientes. No obstante, estos mismos archivos han sido abiertos por la curia romana a supuestos admiradores del otrora poderoso Pío XII.

En los años noventa el católico John Cornwell obteniendo la venia Papal, investigó los once volúmenes que conforman los documentos del expediente Pacelli. John Cornwell, católico practicante británico, ya había defendido al Vaticano en un libro anterior donde respondía al escritor británico David Yallop y su libro “En nombre de Dios”. Cornwell refutaba a Yallop, pues manifestaba que al Papa Juan Pablo I no había sido asesinado, sino que había muerto de una embolia por descuido de la curia romana. El libro de Cornwell “Un ladrón en la noche”, servía para amainar el temporal provocado por las investigaciones de Yallop; sembraba el beneficio de la duda que junto al tiempo se encargaron de bajar la presión. Con sus antecedentes de “abogado defensor del Vaticano”, comenzó otra investigación más, para limpiar en esta ocasión, el nombre de Eugenio Pacelli, Papa sospechoso de alianza con el nazismo y el fascismo. Quería así, zanjar de una vez por todas, el camino de la canonización de Pacelli con la certeza del gran público creyente y las diluídas reprimendas judías.

John Cornwell desarrolló su proyecto con libertad, estudiando a fondo gran parte del expediente de Eugenio Pacelli, facilitado éste en sus inicios por el Vaticano, como quién enseña documentos a un amigo que tendrá un ojo disimulado para lo malo y uno avispado para lo bueno. Para Cornwell, fue difícil disimular su decepción ante la curia, al ver las evidencias documentales que le hacían concluir que su otrora defendido Papa Pío XII, era ni más ni menos “El Papa de Hitler”, y así intituló su libro que tuvo un impacto mas allá de sus propósitos originales. Un Boomerang que reventó de parte de un católico en la cara del mismísimo Vaticano.

El libro de Cornwell, no sólo dice que Eugenio Pacelli guardó un silencio cómplice del nazismo y fascismo, sino que tenían coincidencias ideológicas con el nazismo y hasta con el mismo Hitler. Estas coincidencias, detalla Cornwell, eran su gran anticomunismo, el antijudaísmo militante y su desprecio a los países aliados por su protestantismo y vida relajada en el pecado. Pero también habían otras coincidencias no menos importantes, tanto Hitler como Eugenio Pacelli, admiraban a la orden Jesuita, la cual Hitler imitaba en su estructura organizacional y en su filosofía.

Como mérito de santidad el vaticano impulsa las virtudes heroicas del Siervo de Dios Eugenio Pacelli. Ahora para el Vaticano el silencio es heroico, y con malabarismos históricos crean el mito de los miles de judíos salvados por Pacelli en forma discreta. Según el Vaticano el silencio de Pacelli, era para evitar que Hitler perdiera los estribos y matara aún más judíos y cristianos. Argumento por demás pueril e inconsecuente con la mitología cristiana de los mártires de los primeros siglos. La “trinidad” de Pacelli en su mundo de excelente diplomático internacional, lo fueron Hitler, Musulini y Franco, con los cuales firmó sendos concordatos que aún hoy le dan dividendos a las cuentas bancarias de “San Pedro”.

Pero para ser justo y balanceado, los méritos de Pío XII no son de santidad, sino de hombre de Estado. En el mundo se movía como pez en el agua, era un diplomático sagaz y efectivo. No sólo organizó bien las cuentas del estado Vaticano, sino que lo hizo más rico de lo que era. Los diezmos “voluntarios” dados por los criminales nazis en su franca huída a través de la ruta de los monasterios hacia Suramérica, engordaron las arcas Vaticanas. Sin mencionar el oro de Croacia dado por el criminal Ante Pavelich para su huída a Argentina y luego a la España de Franco para morir en “paz” en un monasterio español. La destreza diplomática de Pacelli superaba así a la de un Tayllerand o un Fouche, pues sin territorio y sin ejército pudo manipular las voluntades de los dictadores para su provecho y razón de Estado.

La torpeza de Benedicto XVI es doble, por un lado al hacer venerable a Pacelli no sólo levanta la ira de los judíos, sino de todos los familiares de los muertos en los campos de concentración y en la guerra, También puede `provocar aún más crisis en la Iglesia Católica, pues al analizar a Pío XII, se tiene que evaluar su actuación en el marco de su carrera eclesiástica, la cual esta imbuída en la historia de la Iglesia en el siglo XX, que según John Cornwell, y así lo demuestra en su libro, tuvo responsabilidad directa en las causas de las dos guerras mundiales.

Benedicto XVI al ver la fuerte reacción de los Judíos, quiso “dorar la píldora” aduciendo que el proceso de Juan pablo II iría más rápido que el de Pío XII. Pues a Juan Pablo II ya le tiene fabricado un milagro y a Pío XII todavía no, sin embargo le hacemos la sugerencia a la santa sede que no busque más, pues los milagros de Pacelli son varios y fueron pagados en efectivo; basta con indagar con los familiares de los cientos de criminales nazis que por su mano milagrosa se salvaron de los juicios de Nuremberg. Les sugerimos por último, asignarle un día en el santoral católico, el 20 de abril, día del nacimiento de Adolfo Hitler.

[email protected]



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Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Pío XII y los judíos: la verdad sin prejuicios
Por Jorge Rouillon
Lunes 28 de diciembre de 2009.


Hace días, el Papa firmó el decreto que reconoce las virtudes heroicas de sus antecesores Juan Pablo II y Pío XII, que pasaron a ser "venerables" en vía a su beatificación.

Esa evaluación se da tras analizar con cuidado la vida a través de testigos y escritos, e implica "el testimonio de vida cristiana dado por la persona". El vocero de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, dijo que ello "no pretende en lo más mínimo limitar la discusión sobre las decisiones concretas realizadas por Pío XII en la situación en que se encontraba", en relación con actitudes del papa Pacelli en la Segunda Guerra, ante críticas surgidas en la comunidad judía.

Pablo VI había abierto el proceso de beatificación de Pío XII y Juan XXIII en 1965.

Cuando Pío XII murió, en 1958, la ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Golda Meir, envió un telegrama al Vaticano en el que decía: "Cuando el martirio más espantoso golpeó a nuestro pueblo durante los diez años del terror nazi, la voz del Pontífice se elevó a favor de las víctimas. Lamentamos haber perdido un servidor de la paz". En 1955, la Orquesta Filarmónica de Israel tocó un concierto en el Vaticano, en signo de gratitud al Papa.

En 1963, la obra teatral El vicario, de Rolf Hochhuth, alemán, introdujo la imagen de un papa frío y distante, en silencio insensible ante la persecución de los judíos. Ante ello, en 1966, Pinah Lapide, historiador que fue cónsul de Israel en Milán, se mostró sorprendido e indignado y estimó necesario ayudar a establecer la verdad. "Como miembro de la brigada judía que combatió en Italia, integré la delegación que en 1944 fue recibida por Pío XII para agradecerle su contribución para salvar las vidas de innumerables judíos."

En 2006, David Dalin, rabino, presentó su libro El mito del papa de Hitler. Cómo Pío XII salvó a judíos de los nazis. El año último, Paolo Mieli, director del Corriere della Sera e historiador, invitó a buscar la verdad honestamente, sin actitud prejuiciosa. Dijo: "Sinceramente, esa parte de sangre judía que corre por mis venas me hace preferir un papa que ayuda a mis correligionarios a sobrevivir, más que uno que realiza un gesto demostrativo".


http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1216083

En instantes traigo mas noticias.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

El Papa de Hitler ahora es “Venerable”
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Hay que diferenciar dos cosas cuando se habla del papel de la Iglesia Católica-Romana durante la Segunda Guerra Mundial, en especial con lo que respecta a los nazis; la Iglesia como institución política y de derecho y la Iglesia como institución religiosa. Soy historiador y voy a intentar no salir más allá del método historiográfico y tratar este tema con ecuanimidad y rigor.

Con la unificación de Italia y la conquista de Roma en 1870 (luego capital del Estado Italiano) los Estados Pontificios desaparecen políticamente del mapa y los papas por tanto pierden su poder temporal, poder del que llevaban disfrutando once siglos. Esta nueva situación dejó al papado muy debilitado pese a que seguía en lo religioso controlando plenamente la Iglesia. Los papas prohibieron entonces a los italianos participar de la vida política de su nueva nación y cortaron relaciones con la Monarquía Constitucional que se había instaurado en toda Italia.

Hay que esperar a la proclamación del Estado Fascista de Musolini en el seno de la misma monarquía italiana para que años más tarde en 1929 la Iglesia firme un concordato que reconoce la legitmidad del nuevo estado italiano y este la independencia de un pequeño estado en el Vaticano. Así el Vaticano es fundado y el Papa recupera su poder temporal (aunque en un espacio muy reducido y prácticamente sin súbditos que no sean clero de la misma Iglesia). Estas cosas ocurren durante el papado de Pio XI.

Es por tanto una época muy delicada para el Estado Vaticano y para su independencia y consolidación, que les gustase o no (y no les gustaba demasiado) dependía en gran medida de Musolini y de la Italia fascista. En este sentido la Iglesia Romana tuvo que vivir envuelta geográficamente por un estado que no escondía sus simpatías por el nazismo y que no tardó en aliarse con éste en la Segunda Guerra Mundial. Fue un tiempo en el que el Vaticano tuvo que desplegar una política diplomática muy hábil de modo que no se le asociase con los fascistas pero tampoco molestar o enfadar a sus vecinos fascistas. Fue por tanto una fase en la que el papado tuvo que dedicarse sin paliativos a desarrollar una nueva política diplomática en la cual la discreción y la moderación eran indispensables para su supervivencia.

En las relaciones internacionales que es de lo que aquí más se habla en este hilo, con Alemania y con otras naciones, el papado se vio en la necesidad de llagar a acuerdos para que su iglesia en los respectivos países en los que estaba pudiese sobrevivir dignamente y desarrollarse conforme a la ley de éstos, por esta razones se firman los "concordatos" que son acuerdos internacionales entre el Vaticano y otros países para el normal funcionamiento del minsiterio católico y de las relaciones entre ambas naciones. Así se firman con el Tercer Reich (1933) igual que firmaron con Polonia (1925), Italia (1929), Austria (1933), etc... Y estos fueron firmados por Pio XI, no por Pio XII, pero eso da igual.

En lo institucional la Iglesia cuidó de sus relaciones internacionales con moderación y mucha cautela, si algo se le podría reprochar es que no fue muy crítica ni valiente en la condena del nazismo o del fascismo, cuando sí lo fue del comunismo. Pero por otro lado esa era la tónica general de los años 30, es decir, no condenar a Alemania, incluso complacerla siempre que fuese necesario. No olvidemos que Inglaterra y Francia permitieron y se complacieron con Hitler cuando este anexionó Austria, y peor, cuando en los pactos de Munich, Alemania con el consentimiento de las democracias europeas eliminó a Checoslovaquía anexionando Bohemia y Moravia. Incluso los enemigos del nazismo como eran los comunistas se complacieron en firmar con Hitler un pacto secreto (Ribbentrop-Molotov) para repartirse Polonia y otros países del este de Europa. Al nazismo se lo criticaba ideológicamente y no despertaba simpatías (la Iglesia Romana también lo condenaba, hubo una considerable resistencia en la Iglesia Católica Alemana y en algunas evangélicas) pero en lo que era al Reich y a su política expansionista el silencio era la respuesta. Hasta que estalló la guerra.

La guerra fue condena, por la Iglesia Romana y por las iglesias evanagélicas libres (las que estaba titirazadas por los nazis no cuentan), en ese sentido no hay convivencia con los nazis. Los mismos nazis no ahorraron en planes para destruir a las iglesias cristianas en Alemania, muchos curas y pastores fueron perseguidos y algunos acabaron en campos de concentración. Por otro lado el papado se encontraba rodeado por Italia, nación aliada de Hitler y sin posibilidades de hacer mucha diplomacia en ningún sentido, bueno, pudo hacerla a favor del régimen nazi y fascista pero tampoco la hizo. La moderación y el silencio siguió siendo su respuesta, de ello dependía la vida de la Iglesia en Alemania e Italia, incluso la vida de la Iglesia misma en el Vaticano que podía ser invadido con sólo la misma policía italiana de Roma.

Los aliados lo sabían y en ningún caso presentaron la mínima objeción a la política del Papa, de hecho se considera hábil y correcta (aunque ciertamente no especialmente heroica).

Sobre el Holocausto nazi y la Iglesia de Roma, hay que reconocer que el papado hizo por salvar a judíos italianos, aunque luego tristemente también organizó indirectamente la huida de nazis después de la guerra, empañando lo bueno que había hecho.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Hay que diferenciar dos cosas cuando se habla del papel de la Iglesia Católica-Romana durante la Segunda Guerra Mundial, en especial con lo que respecta a los nazis; la Iglesia como institución política y de derecho y la Iglesia como institución religiosa. Soy historiador y voy a intentar no salir más allá del método historiográfico y tratar este tema con ecuanimidad y rigor.

Con la unificación de Italia y la conquista de Roma en 1870 (luego capital del Estado Italiano) los Estados Pontificios desaparecen políticamente del mapa y los papas por tanto pierden su poder temporal, poder del que llevaban disfrutando once siglos. Esta nueva situación dejó al papado muy debilitado pese a que seguía en lo religioso controlando plenamente la Iglesia. Los papas prohibieron entonces a los italianos participar de la vida política de su nueva nación y cortaron relaciones con la Monarquía Constitucional que se había instaurado en toda Italia.

Hay que esperar a la proclamación del Estado Fascista de Musolini en el seno de la misma monarquía italiana para que años más tarde en 1929 la Iglesia firme un concordato que reconoce la legitmidad del nuevo estado italiano y este la independencia de un pequeño estado en el Vaticano. Así el Vaticano es fundado y el Papa recupera su poder temporal (aunque en un espacio muy reducido y prácticamente sin súbditos que no sean clero de la misma Iglesia). Estas cosas ocurren durante el papado de Pio XI.

Es por tanto una época muy delicada para el Estado Vaticano y para su independencia y consolidación, que les gustase o no (y no les gustaba demasiado) dependía en gran medida de Musolini y de la Italia fascista. En este sentido la Iglesia Romana tuvo que vivir envuelta geográficamente por un estado que no escondía sus simpatías por el nazismo y que no tardó en aliarse con éste en la Segunda Guerra Mundial. Fue un tiempo en el que el Vaticano tuvo que desplegar una política diplomática muy hábil de modo que no se le asociase con los fascistas pero tampoco molestar o enfadar a sus vecinos fascistas. Fue por tanto una fase en la que el papado tuvo que dedicarse sin paliativos a desarrollar una nueva política diplomática en la cual la discreción y la moderación eran indispensables para su supervivencia.

En las relaciones internacionales que es de lo que aquí más se habla en este hilo, con Alemania y con otras naciones, el papado se vio en la necesidad de llagar a acuerdos para que su iglesia en los respectivos países en los que estaba pudiese sobrevivir dignamente y desarrollarse conforme a la ley de éstos, por esta razones se firman los "concordatos" que son acuerdos internacionales entre el Vaticano y otros países para el normal funcionamiento del minsiterio católico y de las relaciones entre ambas naciones. Así se firman con el Tercer Reich (1933) igual que firmaron con Polonia (1925), Italia (1929), Austria (1933), etc... Y estos fueron firmados por Pio XI, no por Pio XII, pero eso da igual.

En lo institucional la Iglesia cuidó de sus relaciones internacionales con moderación y mucha cautela, si algo se le podría reprochar es que no fue muy crítica ni valiente en la condena del nazismo o del fascismo, cuando sí lo fue del comunismo. Pero por otro lado esa era la tónica general de los años 30, es decir, no condenar a Alemania, incluso complacerla siempre que fuese necesario. No olvidemos que Inglaterra y Francia permitieron y se complacieron con Hitler cuando este anexionó Austria, y peor, cuando en los pactos de Munich, Alemania con el consentimiento de las democracias europeas eliminó a Checoslovaquía anexionando Bohemia y Moravia. Incluso los enemigos del nazismo como eran los comunistas se complacieron en firmar con Hitler un pacto secreto (Ribbentrop-Molotov) para repartirse Polonia y otros países del este de Europa. Al nazismo se lo criticaba ideológicamente y no despertaba simpatías (la Iglesia Romana también lo condenaba, hubo una considerable resistencia en la Iglesia Católica Alemana y en algunas evangélicas) pero en lo que era al Reich y a su política expansionista el silencio era la respuesta. Hasta que estalló la guerra.

La guerra fue condena, por la Iglesia Romana y por las iglesias evanagélicas libres (las que estaba titirazadas por los nazis no cuentan), en ese sentido no hay convivencia con los nazis. Los mismos nazis no ahorraron en planes para destruir a las iglesias cristianas en Alemania, muchos curas y pastores fueron perseguidos y algunos acabaron en campos de concentración. Por otro lado el papado se encontraba rodeado por Italia, nación aliada de Hitler y sin posibilidades de hacer mucha diplomacia en ningún sentido, bueno, pudo hacerla a favor del régimen nazi y fascista pero tampoco la hizo. La moderación y el silencio siguió siendo su respuesta, de ello dependía la vida de la Iglesia en Alemania e Italia, incluso la vida de la Iglesia misma en el Vaticano que podía ser invadido con sólo la misma policía italiana de Roma.

Los aliados lo sabían y en ningún caso presentaron la mínima objeción a la política del Papa, de hecho se considera hábil y correcta (aunque ciertamente no especialmente heroica).

Sobre el Holocausto nazi y la Iglesia de Roma, hay que reconocer que el papado hizo por salvar a judíos italianos, aunque luego tristemente también organizó indirectamente la huida de nazis después de la guerra, empañando lo bueno que había hecho.

De que los altas jerarcas nazis hayan sido catolicos no lo dudo, el mismo Hitler abogo a su Fe Catolica con la finalidad de ganarse el voto de la "aristocracia" Alemana del sur que se fueron mejor con Hidenburg quien a pesar de ser Protestante, era un general moderado. Del norte de Alemania nada me sorprende, su pluralismo habia permitido la instauracion de pequeños gobiernos de izquierda que luego se volcaron a los nazis cuando la izquierda se comenzo a "stalinizar" de manera matematica, eran bien sabido que tanto la ultraizquierda como la ultraderecha trabajan cada quien por su lado por derrumbar la Republica Alemana que Hidenburg no supo administrar.

El Norte era un herbidero de gente de tradicion prusiana que se sentia humillada y queria recuperar el honor perdido.

El Sur era un caos ultraderechista, entre quienes abogaban que el sur aleman por ser catolico debia anexarse a Austria y por quienes abogaban la creacion de otra republica alemana.

El escenario estaba listo para que un demagogo como Hitler emergiera, y en eso, NADA tiene que ver ni el Catolicismo ni el Protestantismo. Excelente tu aportacion Nseigi, muy imparcial y justa.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Hay que diferenciar dos cosas cuando se habla del papel de la Iglesia Católica-Romana durante la Segunda Guerra Mundial, en especial con lo que respecta a los nazis; la Iglesia como institución política y de derecho y la Iglesia como institución religiosa. Soy historiador y voy a intentar no salir más allá del método historiográfico y tratar este tema con ecuanimidad y rigor.

Con la unificación de Italia y la conquista de Roma en 1870 (luego capital del Estado Italiano) los Estados Pontificios desaparecen políticamente del mapa y los papas por tanto pierden su poder temporal, poder del que llevaban disfrutando once siglos. Esta nueva situación dejó al papado muy debilitado pese a que seguía en lo religioso controlando plenamente la Iglesia. Los papas prohibieron entonces a los italianos participar de la vida política de su nueva nación y cortaron relaciones con la Monarquía Constitucional que se había instaurado en toda Italia.

Hay que esperar a la proclamación del Estado Fascista de Musolini en el seno de la misma monarquía italiana para que años más tarde en 1929 la Iglesia firme un concordato que reconoce la legitmidad del nuevo estado italiano y este la independencia de un pequeño estado en el Vaticano. Así el Vaticano es fundado y el Papa recupera su poder temporal (aunque en un espacio muy reducido y prácticamente sin súbditos que no sean clero de la misma Iglesia). Estas cosas ocurren durante el papado de Pio XI.

Es por tanto una época muy delicada para el Estado Vaticano y para su independencia y consolidación, que les gustase o no (y no les gustaba demasiado) dependía en gran medida de Musolini y de la Italia fascista. En este sentido la Iglesia Romana tuvo que vivir envuelta geográficamente por un estado que no escondía sus simpatías por el nazismo y que no tardó en aliarse con éste en la Segunda Guerra Mundial. Fue un tiempo en el que el Vaticano tuvo que desplegar una política diplomática muy hábil de modo que no se le asociase con los fascistas pero tampoco molestar o enfadar a sus vecinos fascistas. Fue por tanto una fase en la que el papado tuvo que dedicarse sin paliativos a desarrollar una nueva política diplomática en la cual la discreción y la moderación eran indispensables para su supervivencia.

En las relaciones internacionales que es de lo que aquí más se habla en este hilo, con Alemania y con otras naciones, el papado se vio en la necesidad de llagar a acuerdos para que su iglesia en los respectivos países en los que estaba pudiese sobrevivir dignamente y desarrollarse conforme a la ley de éstos, por esta razones se firman los "concordatos" que son acuerdos internacionales entre el Vaticano y otros países para el normal funcionamiento del minsiterio católico y de las relaciones entre ambas naciones. Así se firman con el Tercer Reich (1933) igual que firmaron con Polonia (1925), Italia (1929), Austria (1933), etc... Y estos fueron firmados por Pio XI, no por Pio XII, pero eso da igual.

En lo institucional la Iglesia cuidó de sus relaciones internacionales con moderación y mucha cautela, si algo se le podría reprochar es que no fue muy crítica ni valiente en la condena del nazismo o del fascismo, cuando sí lo fue del comunismo. Pero por otro lado esa era la tónica general de los años 30, es decir, no condenar a Alemania, incluso complacerla siempre que fuese necesario. No olvidemos que Inglaterra y Francia permitieron y se complacieron con Hitler cuando este anexionó Austria, y peor, cuando en los pactos de Munich, Alemania con el consentimiento de las democracias europeas eliminó a Checoslovaquía anexionando Bohemia y Moravia. Incluso los enemigos del nazismo como eran los comunistas se complacieron en firmar con Hitler un pacto secreto (Ribbentrop-Molotov) para repartirse Polonia y otros países del este de Europa. Al nazismo se lo criticaba ideológicamente y no despertaba simpatías (la Iglesia Romana también lo condenaba, hubo una considerable resistencia en la Iglesia Católica Alemana y en algunas evangélicas) pero en lo que era al Reich y a su política expansionista el silencio era la respuesta. Hasta que estalló la guerra.

La guerra fue condena, por la Iglesia Romana y por las iglesias evanagélicas libres (las que estaba titirazadas por los nazis no cuentan), en ese sentido no hay convivencia con los nazis. Los mismos nazis no ahorraron en planes para destruir a las iglesias cristianas en Alemania, muchos curas y pastores fueron perseguidos y algunos acabaron en campos de concentración. Por otro lado el papado se encontraba rodeado por Italia, nación aliada de Hitler y sin posibilidades de hacer mucha diplomacia en ningún sentido, bueno, pudo hacerla a favor del régimen nazi y fascista pero tampoco la hizo. La moderación y el silencio siguió siendo su respuesta, de ello dependía la vida de la Iglesia en Alemania e Italia, incluso la vida de la Iglesia misma en el Vaticano que podía ser invadido con sólo la misma policía italiana de Roma.

Los aliados lo sabían y en ningún caso presentaron la mínima objeción a la política del Papa, de hecho se considera hábil y correcta (aunque ciertamente no especialmente heroica).

Sobre el Holocausto nazi y la Iglesia de Roma, hay que reconocer que el papado hizo por salvar a judíos italianos, aunque luego tristemente también organizó indirectamente la huida de nazis después de la guerra, empañando lo bueno que había hecho.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

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Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

De que los altas jerarcas nazis hayan sido catolicos no lo dudo, el mismo Hitler abogo a su Fe Catolica con la finalidad de ganarse el voto de la "aristocracia" Alemana del sur que se fueron mejor con Hidenburg quien a pesar de ser Protestante, era un general moderado. Del norte de Alemania nada me sorprende, su pluralismo habia permitido la instauracion de pequeños gobiernos de izquierda que luego se volcaron a los nazis cuando la izquierda se comenzo a "stalinizar" de manera matematica, eran bien sabido que tanto la ultraizquierda como la ultraderecha trabajan cada quien por su lado por derrumbar la Republica Alemana que Hidenburg no supo administrar.

El Norte era un herbidero de gente de tradicion prusiana que se sentia humillada y queria recuperar el honor perdido.

El Sur era un caos ultraderechista, entre quienes abogaban que el sur aleman por ser catolico debia anexarse a Austria y por quienes abogaban la creacion de otra republica alemana.

El escenario estaba listo para que un demagogo como Hitler emergiera, y en eso, NADA tiene que ver ni el Catolicismo ni el Protestantismo. Excelente tu aportacion Nseigi, muy imparcial y justa.

Ciertamente el ideario nazi tenía más futuro en el norte de alemania que en el sur, y no porque el norte fuese protestante o el sur católico, sino porque el norte contaba con una masa obrera mayor, perjudicada por la crisis económica y desencantada por la política de Weimar, además de que el socialismo (del cual el nazismo estaba bien nutrido) era más del agrado de esa población. La población del sur era más conservadora, su nacionalismo que iba desde el separatismo bávaro a ideas rancias de Imperio (que ya había fracasado) no encajaba bien en el nacionalismo socialista y racista (mucho más vanguardistas) de los nazis. Aún con todo no deja de ser curioso que la mayoría de los altos jerarcas nazis fuesen católicos y del sur, más que de protestantes y del norte, pero creo que no hay que dejarse deslumbrar por los cabecillas y recordar que al final Alemania casi al completo acabó secundando el nuevo régimen que pese a su ideología perversa, parecía en los años 30 levantar a una nación humillada y políticamente fracasada (aunque el precio fue muy alto).
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Ciertamente el ideario nazi tenía más futuro en el norte de alemania que en el sur, y no porque el norte fuese protestante o el sur católico, sino porque el norte contaba con una masa obrera mayor, perjudicada por la crisis económica y desencantada por la política de Weimar, además de que el socialismo (del cual el nazismo estaba bien nutrido) era más del agrado de esa población. La población del sur era más conservadora, su nacionalismo que iba desde el separatismo bávaro a ideas rancias de Imperio (que ya había fracasado) no encajaba bien en el nacionalismo socialista y racista (mucho más vanguardistas) de los nazis. Aún con todo no deja de ser curioso que la mayoría de los altos jerarcas nazis fuesen católicos y del sur, más que de protestantes y del norte, pero creo que no hay que dejarse deslumbrar por los cabecillas y recordar que al final Alemania casi al completo acabó secundando el nuevo régimen que pese a su ideología perversa, parecía en los años 30 levantar a una nación humillada y políticamente fracasada (aunque el precio fue muy alto).

Asi es buen Nseigi, aunque recordemos que la mayor resistencia de Hitler venia de un grupo de Empresarios y Monarquistas Catolicos del sur, mismo que eran parte del atentado del 20 de Julio de 1944, el mas destacado, el suabo y catolico Gral. Claus von Stauffenberg, muchas conexiones de esta conspiracion llevaban al Vaticano y Viena.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Asi es buen Nseigi, aunque recordemos que la mayor resistencia de Hitler venia de un grupo de Empresarios y Monarquistas Catolicos del sur, mismo que eran parte del atentado del 20 de Julio de 1944, el mas destacado, el suabo y catolico Gral. Claus von Stauffenberg, muchas conexiones de esta conspiracion llevaban al Vaticano y Viena.

Era Coronel (Oberst) del Estado Mayor, no general, y dudo mucho que el Vaticano estuviese detrás del complot. De hecho lo que estaba detrás del complot era nobleza prusiana de lo más protestante, sus principales cabecillas de hecho creían en un gobierno parecido al del Imperio Alemán del segundo Reich, democrático, protestante, nacionalista y prusiano. Personaje implicados en el golpe eran:

- El que inició todo el asunto: Henning Hermann Robert Karl von Tresckow (General) de alta nobleza prusiana y protestante, su padre había estado personalmente en Versalles en 1870 cuando la proclamación del II Reich.

- Erwin von Witzleben (Mariscal de Campo) también protestante y de Bresalau, en la Baja Silesia.

- Friedrich Olbricht (General) protestante y sajón.

- Carl Friedrich Goerdeler (ideólogo de la conspiración) protestante, monárquico y natural de Prusia.

- Werner von Haeften (teniente) berlinés y protestante

- etc... entre ellos católicos como Stauffenberg o von Quirnheim, pero éstos no eran ni los idólogos ni tampoco los que asumirían papeles de importancia después del golpe.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Uyy esta está bien facilita GLUIS....
Te diran:
"Es mentira... no es asi... no blasfemes... tal decreto dice tal cosa... tal carta dice tal cosa"
Como si el poder de la "Santa" HIC no pudiera falsificar documentos...
MattLaw777;
Gluis trajo anteriormente un comentario de Castells que yo probe no tenia informacion correcta y lo hice con pruebas.
Si tu nos acusas de falsificadores pues tienes que probarlo
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

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El Papa de Hitler ahora es “Venerable”
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Era Coronel (Oberst) del Estado Mayor, no general, y dudo mucho que el Vaticano estuviese detrás del complot. De hecho lo que estaba detrás del complot era nobleza prusiana de lo más protestante, sus principales cabecillas de hecho creían en un gobierno parecido al del Imperio Alemán del segundo Reich, democrático, protestante, nacionalista y prusiano. Personaje implicados en el golpe eran:

- El que inició todo el asunto: Henning Hermann Robert Karl von Tresckow (General) de alta nobleza prusiana y protestante, su padre había estado personalmente en Versalles en 1870 cuando la proclamación del II Reich.

- Erwin von Witzleben (Mariscal de Campo) también protestante y de Bresalau, en la Baja Silesia.

- Friedrich Olbricht (General) protestante y sajón.

- Carl Friedrich Goerdeler (ideólogo de la conspiración) protestante, monárquico y natural de Prusia.

- Werner von Haeften (teniente) berlinés y protestante

- etc... entre ellos católicos como Stauffenberg o von Quirnheim, pero éstos no eran ni los idólogos ni tampoco los que asumirían papeles de importancia después del golpe.

Gracias por la info, aunque checare bien el dato.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Era Coronel (Oberst) del Estado Mayor, no general, y dudo mucho que el Vaticano estuviese detrás del complot. De hecho lo que estaba detrás del complot era nobleza prusiana de lo más protestante, sus principales cabecillas de hecho creían en un gobierno parecido al del Imperio Alemán del segundo Reich, democrático, protestante, nacionalista y prusiano. Personaje implicados en el golpe eran:

- El que inició todo el asunto: Henning Hermann Robert Karl von Tresckow (General) de alta nobleza prusiana y protestante, su padre había estado personalmente en Versalles en 1870 cuando la proclamación del II Reich.

- Erwin von Witzleben (Mariscal de Campo) también protestante y de Bresalau, en la Baja Silesia.

- Friedrich Olbricht (General) protestante y sajón.

- Carl Friedrich Goerdeler (ideólogo de la conspiración) protestante, monárquico y natural de Prusia.

- Werner von Haeften (teniente) berlinés y protestante

- etc... entre ellos católicos como Stauffenberg o von Quirnheim, pero éstos no eran ni los idólogos ni tampoco los que asumirían papeles de importancia después del golpe.
Ademas de ello creo que el factor religioso no fue uno de sus principales motivantes.
En ella estuvieron implicados generales y mariscales de alto rango como Rommel que fue obligado a suicidarse al fallar el Golpe de Estado.